La familia de Porto abandona la casa para evitar un desalojo por la fuerza.

Publicado por Redacción en

CESURES DESHAUCIO /

La Guardia Civil pasa delante de la vivienda desalojada y dos vecinos de la familia, que se marchó de Porto el jueves.

Aunque durante la semana Victoria Santiago insistía en que tendrían que sacarla a rastras de su casa, finalmente tanto ella como su familia optaron por abandonar voluntariamente la vivienda de Porto en la que residían para evitar un desalojo por la fuerza, un mal trago por el que no quisieron pasar, sobre todo por los dos niños de 9 y 12 años. Fue el jueves por la noche cuando se marcharon en dirección a Cordeiro, donde habitan ahora en una vieja casa propiedad de la madre de Victoria.
Dos gatos eran el único rastro de la familia que quedaba ayer el número 3 del Monte de Porto, donde reinó la tranquilidad incluso cuando hicieron acto de presencia dos agentes de la Guardia Civil, el juez de paz de Pontecesures y su secretaria. Pasaron en coche ante la vivienda y, tras una breve conversación con dos vecinos, se volvieron a marchar sin ni siquiera pararse a comprobar que, efectivamente, no había nadie en la casa. Las llaves se las había entregado la noche anterior la familia, que tampoco quiso estar presente durante la fugaz visita de la Guardia Civil. Victoria Santiago no estaba con ánimos. Un familiar transmitió que se encontraba muy afectada e incluso sopesaban acudir a Urgencias.
Victoria (con la que conviven su pareja, hijos y nietos) pierde así, al menos temporalmente, la casa que ella misma ayudó a construir tras contraer matrimonio, un inmueble que no está escriturado ni consta en el registro de la propiedad. La mujer iniciará ahora acciones civiles para hacer valer sus derechos de propiedad, después de que una sentencia del Juzgado de Caldas de Reis la haya obligado a recoger sus cosas y abandonar la casa. Su exmarido, fallecido hace unos dos años, legó el usufructo de la vivienda a otra mujer con la que convivió y que interpuso una denuncia por coacciones y amenazas contra Victoria y sus dos hijos.
El juzgado de Caldas los condenó, fijando como plazo máximo para desalojar el inmueble ayer a las 11 de la mañana. Algunos vecinos transmitieron su estupor e indignación por esta decisión judicial. Es el caso de Álvaro Constantino: ??Esto é unha inxustiza total, un crimen?, repetía. ??Non se pode tirar con sete persoas á rúa, que non cometeron ningún delito. Non mataron a ninguén?. Junto a él Marisa Castiñeiras no podía evitar las lágrimas: ??Estou destrozada, non me sae da cabeza esa familia?.
Ambos intentaban ayer atrapar a los dos gatos que la familia se dejó atrás porque ??a rapaza quéreos levar? para su nueva residencia en Cordeiro. Álvaro Constantino cree que Victoria y sus parientes optaron finalmente por irse ??para non facer unha guerra nin montar un caos? y comprende el desasosiego por el que deben estar pasando: ??Traballou (Victoria) toda unha vida para facer a casa e agora ven unha de fóra e lévaa. Que me digan se isto é lei?, asevera el vecino de Porto.
A la usufructuaria de la vivienda y que podría convertirse en su nueva vecina ya la conocen de cuando convivía con el exmarido de Victoria, del que afirma que ??non foi modelo de nada nunca na súa vida?. La mujer ??viña pola mañá no tren de Vigo e pola tarde viña pedindo que lle deixaramos un sitio para durmir porque xa mallara nela?, comenta Álvaro.

Diario de Arousa


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