Un cura entregado a sus parroquias.
NICIATIVA. Decía Miguel de Cervantes en El Quijote que cada uno es hijo de sus obras. Remitiéndonos a esta frase, muchos progenitores se le acumularían al cura párroco de Santiago Apóstol de Padrón y Santa María de Iria Flavia, Roberto Martínez Díaz, que ayer presentó a sus feligreses de Adina la imagen restaurada de la Virgen de Belén, una auténtica joya del siglo XVII. Pero este es solo un ejemplo del trabajo que viene desempeñando este sacerdote en los últimos años por la recuperación del patrimonio histórico y cultural de los templos padroneses.
El Correo Gallego
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