Proscritos
CIBRÁN CANEDO
Dueños de vidas y haciendas, como intentan, de vez en cuando a los nacionalistas se les escapa el ramalazo autoritario en el que son tan duchos, para cortar por lo sano lo que la razón no alcanza. En Pontecesures, además de fiscalizar las firmas de los vecinos (¿para lista de buenos y malos?), se concluye que sólo tienen tal categoría quienes están censados, como recoge la ley, no quienes viven. Con lo que hay que concluir que el alcalde y su segunda son vecinos de pleno derecho, pero virtuales porque lo son sólo en el censo, no en la realidad.
Columna «Utopías y virtualidades». EL CORREO GALLEGO
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