Señales en lugar de miliarios

Publicado por Antonio Cortés en

Un centenar de inscripciones en bronce y de indicaciones en granito comienzan a reemplazar en la vía XIX las columnas de piedra que antaño indicaban distancias de mil pasos

Sólo en la última excavación de O Burgo, que ha desentrañado los orígenes de Pontevedra, han sido recuperados dos miliarios. A estas dos columnas de piedra, indicativas de las distancias de mil pasos en las calzadas romanas, hay que añadir el desenterrado en 1988 y que permitió identificar Pontevedra con Turoqua, después de años en los que la ciudad había sido asociada a la mansión Duos Pontes. Ahora, 110 señales, de ellas 28 realizadas en bronce, toman el relevo de los miliarios a la hora de indicar el trazado y las peculiaridades de la vía XIX, una especie de autopista de la era romana que unía Braga con Astorga por Pontevedra y Lugo. Otras 82 señales en granito se instalarán en zonas rurales.

Las señales en bronce se colocan en zonas urbanas, tienen 20 centímetros de diámetro y llevan una inscripción en la que se puede observar la distribución de los conventos jurídicos en la época romana. Son instaladas en el suelo y marcan el lugar por el que pasaba la vía XIX dentro de las actuales ciudades.

Según datos aportados ayer por los promotores del programa Vías Atlánticas, actualmente ya se colocaron 13, en concreto, seis en Tui, tres en O Porriño, tres en Redondela y una en Soutomaior. En los próximos días, los técnicos colocarán otras siete en Pontevedra, cuatro en Caldas, una en Valga y dos en Pontecesures.

Mesas interpretativas

En cuanto a las señales rurales, todavía se encuentran en proceso de fabricación. Están previstas además nueve mesas interpretativas que señalizarán los lugares de interés arqueológico y serán colocadas en Tui , Mos, Soutomaior, Pontevedra, Barro, Caldas y Pontecesures.

Además, se instalarán otras señales direccionales en varios municipios. Los amantes de las vías romanas podrán ayudarse por nueve marcas de este tipo en Tui, siete en Mos, doce en Redondela, tres en Vilaboa, seis en Pontevedra, diez en barro, tres en Portas, siete en caldas, siete en Valga y tres en Pontecesures.

Se espera así que la vieja calzada romana vuelva a revivir y que pueda convertirse en un gancho turístico más para las Rías Baixas. Fondos europeos y aportaciones de la Diputación sirven de base al proyecto Vías Atlánticas.

La calzada romana es el camino más antiguo que aún se conserva, aunque sólo sean algunos tramos, en la Depresión Meridiana. Con el transcurso del tiempo fue cobrando forma el Camino Portugués a Santiago, los caminos reales, el ferrocarril, la carretera N-550, la autopista y las autovías.

Toda esta serie de viales confluyen en algunos municipios y han dado lugar a protestas por la excesiva superficie que ocupan en determinados términos, como puede ser el caso de Mos.

:: La Voz de Galicia :: A. Castroverde


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