La bandera que llegó de Cuba.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Las fiestas en honor a la virgen del Carmen tienen un color especial en Cesures. No solo por los desfiles, por las bandas de música militares o por las ofrendas de flores, sino por la presencia de una bandera con mucha historia que preside la procesión. El estandarte en cuestión es un antiguo pabellón de Galicia traído desde La Habana por los cesureños que emigraron a Cuba. Un vecino es el depositario de la insignia y todos los años, antes de empezar la procesión, se va a su casa para recoger la bandera, que es la que abre la comitiva.
La procesión del Carmen de Pontecesures es realmente vistosa. Y no solo por la emotividad que le aporta la presencia de una bandera con tanta historia como la que abre la comitiva, sino también por la presencia de las bandas de música militares. Este año estuvieron presentes la de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) y parta de la de la Escuela Naval Militar. Una vez llegada al puerto de la localidad (famoso por ser en el que operan los intrépidos valeiros del Ulla) se depositaron las coronas de laurel y de flores en honor y recuerdo de los marineros muertos.
Tras la procesión, las fiestas del Carmen cobraron su lado más lúdico con la verbena que se organizó y el concierto de música que ofreció la banda de música de la Brilat, una brigada militar con base en Pontevedra y que forma parte de la élite del ejército español. En el programa de ayer estaba la procesión de San Antón, más pequeña que la de la patrona de los marineros, y la Festa do Churro, una apuesta gastronómica diferente.

Sección «El Palomar». LA VOZ DE GALICIA, 07/07/09


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