Un accidente en la autopista en Valga deja un herido grave.

El conductor del turismo que colisionó con un camión tuvo que ser excarcelado por los bomberos.

Los Bombeiros do Salnés recibieron el aviso a las 10.00 horas y no recogieron el operativo hasta las 11.15 horas. El rescate del conductor del Seat Ibiza que ayer se accidentó en el kilómetro 95 de la autopista, a la altura de Valga en dirección Vigo, resultó complicado. Tuvieron que cortar el techo del vehículo para poder sacarlo del amasijo de hierros en que quedó convertido el coche tras colisionar con un camión de transporte de mercancías.

Según los datos que pudieron recabar los bomberos, el turismo colisionó por alcance con el camión por causas que se desconocen y, fruto del impacto, volcó y se desplazó hacia la mediana de la vía. Cuando fue rescatado, el joven de 33 años que trabaja en una empresa de A Coruña, no llevaba el cinturón de seguridad y presentaba numerosos traumatismos en las extremidades y en la cabeza. Su estado era grave y fue trasladado por el 061 a un centro hospitalario de Santiago de Compostela.

Como consecuencia del accidente y del operativo de rescate fue necesario cortar dos carriles de la autopista, uno en cada dirección.
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La Guardia Civil de Tráfico se encargó de regular la circulación en los otros dos carriles con el fin de evitar retenciones en la vía. En cuanto al camión, apenas sufrió daños y su conductor salió ileso del accidente. El camión transportaba betún, un material que se usa para obras y curtidos, que no llegó a derramarse sobre la vía ni provocó ningún problema pese a estar catalogado como mercancía peligrosa. Además de a los Bombeiros do Salnés, de la sede de Vilagarcía, y a la Guardia Civil, el accidente movilizó al grupo de emergencias (GES) de Valga y el servicio de mantenimiento de la autopista.

Avería de un camión

No fue el único operativo que tuvo que atender ayer el grupo de emergencias de Valga. A las tres de la tarde saltaba otra alarma en la N-550, a la altura del kilómetro 86,3, en la rotonda que fija el límite entre los términos municipales de Valga y Pontecesures. Otro camión con cisterna quedaba atravesado en la carretera, en este caso como consecuencia de un avería en el motor. Dadas sus grandes dimensiones fue preciso movilizar a una grúa para retirarlo de la calzada, operación que se prolongó hasta las seis de la tarde. Entre tanto, el GES y Tráfico se ocuparon de regular la circulación por los carriles que quedaban libres con el fin de evitar retenciones en una vía que tiene una importante densidad de tráfico.

La Voz de Galicia

Las uñas de la alcaldesa, la peluquería y la impecable estampa del líder de la oposición.

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Vidal Seage (de pie), Jorge Janeiro, la secretaria e Isabel Castro.

En diferentes localidades de la comarca de O Salnés y el territorio del Ullán los concejales electos que ayer tomaban posesión se habían puesto elegantes para asistir a las sesiones de investidura. Era evidente que algunos de los hombres se habían propuesto cuidar bien su imagen, mientras que la mayor parte de las mujeres habían madrugado para pasara por la peluquería antes de asistir al consistorio. Y lo mismo se puede decir de los secretarios municipales (tanto hombres como mujeres) pues la mayoría los pusieron todo de su parte para aparecer en público con el mejor aspecto posible. En Pontecesures la alcaldesa Cecilia Tarela estaba radiante, aunque llamaba la atención el hecho de que no tuviera las uñas de las manos pintadas, pues sí que lo había hecho con las de los pies, en las que lucía un tono azul oscuro.
La ya regidora llevaba un traje de chaqueta que jugaba con el negro, el gris y el blanco roto, desde luego en un tono mucho más sobrio que el elegido allí al lado en Valga, por la candidata el PSOE, María Ferreirós, quien había apostado por el rojo para su debú.
De ellos, de entre los chicos, puede citarse al conservador pontecesureño, Juan Manuel Vidal Seage, con un traje impecable a medida y corbata mezclando los tonos grises y azulados. Elegante como pocos, dejó en mal lugar a otros políticos tanto de su partido como de otras formaciones que incluso convirtiéndose en alcaldes optaron por acudir a la cita sin corbata.

Faro de Vigo

Cecilia Tarela asume el mando emocionada y reivindica «el final de los personalismos».

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Cecilia Tarela, con el bastón de mando ya en sus manos, posa junto a sus padres.

La nacionalista no pudo evitar las lágrimas al ser arropada por sus padres -La sesión de investidura fue más tranquila de lo habitual -Angueira se dejó ver; Sabariz, no tanto.

Cecilia Tarela Barreiro (BNG) se convirtió ayer en alcaldesa de Pontecesures gracias a la coalición de su partido con Terra Galega (TeGa) y PSOE. Fue una sesión rápida, sencilla, tranquila y emotiva, especialmente cuando todo había terminado y llegó el momento de las felicitaciones, los besos y los abrazos.

La alcaldesa se dejó mimar por sus padres -ninguno de ellos pudo contener la emoción en un momento tan importante-, recibió las felicitaciones de todos sus compañeros de Corporación -incluidos su rivales políticos- y fue aplaudida con intensidad.

Dijo sentirse «muy orgullosa» por poder asumir esta «enorme responsabilidad» y se mostró dispuesta a trabajar, como no podía ser de otra manera, por el bienestar de los vecinos. Pero al margen de las obviedades, en su discurso dejó escapar un par de pinceladas que pueden interpretarse como «indirectas» hacia algunos que ya no están, sobre todo cuando apeló a la «unidad» de toda la Corporación y cuando anunció que ha llegado el momento de «trabajar a tope», pidiendo a los grupos opositores «que dejen de lado los personalismos y se piense solo en el pueblo y los vecinos».

La sesión de investidura contó con la presencia de una exalcaldesa, la independiente María Isabel Castro Barreiro, que además como edil más veterana ocupó la mesa de edad, acompañada de Jorge Janeiro Cortés, número 2 de TeGa y edil más joven de la Corporación.

Además de la citada exalcaldesa, que sigue en activo, se encontraba entre el público alguien que desaparece de la primera línea de fuego y que fue alcalde hasta ayer mismo, el nacionalista Manuel Luis Álvarez Angueira, quien entregó el bastón de mando a la que hasta hace bien poco era su número dos y quien se acercó a saludar y felicitar personalmente, uno a uno, a cada integrante de la nueva Cámara.

A diferencia de lo sucedido en otros lugares, Angueira también ofreció un pequeño discurso. Bueno, no tan pequeño, ya que casi habló más que Cecilia Tarela. Lo hizo para despedirse del pueblo de Pontecesures, para desear suerte a los nuevos munícipes y para reconocer que el bastón de mando que portó durante este tiempo le dio «más de un dolor de cabeza».

En tono desenfadado, Angueira animó a los ediles a trabajar por el pueblo y se sumó a los aplausos para la nueva regidora, dejándose ver en todo momento en las primeras filas de los asientos que ocupaba el público.

Al que no se vio tanto, quizás porque no estaba o porque permaneció en un segundo plano, fue al también exconcejal Luis Sabariz Rolán, hasta ahora un azote para el tripartito reeditado ayer y cuya marcha de la vida política será, sin duda, un auténtico alivio para el gobierno en el presente mandato.

Dicho esto, cabe destacar también que el de ayer no fue un día feliz solo para Cecilia Tarela -por aquello de convertirse en alcaldesa- y su número dos, María Teresa Tocino Barreiro. También fue una jornada importante para los demás integrantes del ejecutivo, es decir, Ángel Manuel Souto Cordo y el citado Jorge Janeiro, en representación de TeGa, y los socialistas Roque Luis Araújo Rey y Concepción Gómez Figueira.

Lógicamente, menos contento se veía, aunque trataba de disimularlo, a Juan Manuel Vidal Seage, pues a pesar de ser la suya, la del PP, la lista más votada en las pasadas elecciones -con tres ediles para una corporación de once-, va a tener que permanecer en la oposición otros cuatro años -salvo imprevistos-, arropado por sus compañeros de filas José Ramón Cadilla Piñeiro y Mónica Espadas Díez, y al lado de los dos concejales de Independientes de Pontecesures (IP), la antes aludida María Isabel Castro Barreiro y su número dos, Francisco García Sobrino.

Faro de Vigo

Tarela pide «unidade e traballo arreo» al tripartito de Pontecesures.

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Cuando recogió el bastón de mando de manos de Luís Álvarez Angueira, Cecilia Tarela tuvo que hacer grandes esfuerzos para dominar su emoción. No solo acababa de ser investida alcaldesa de Pontecesures, su pueblo -«para min é toda unha honra»-, si no que recogía el símbolo de su nuevo poder de manos de su mentor político, Luís Álvarez Angueira. Honor sobre honor.

Para conquistar el gobierno, el BNG de Tarela había pactado con la Terra Galega de Ángel Souto y el PSOE de Roque Araújo. El acuerdo se cerró el pasado jueves y se concretó ayer cuando, pasadas las doce del mediodía, los portavoces de ambas listas renunciaron explícitamente a la alcaldía y alzaron la mano para aupar hasta ella a la concejala del Bloque. Sujetando sus nervios, Tarela juró su cargo y recogió el bastón de mando que le ofrecía Angueira. Luego, a la hora del discurso, la ya alcaldesa felicitó a todos los integrantes de la nueva corporación. Pidió a sus socios de gobierno «unidade e traballo arreo» para defender los intereses de los cesureños. Y a los partidos que se quedan en la oposición -el PP de Juan Manuel Vidal Seage e IP de Maribel Castro-, que sean capaces de dejar atrás «personalismos» para lograr las mayores conquistas para la localidad.

Superado el momento del discurso, aún azorada por la emoción propia y la de sus familiares y amigos, la alcadesa se olvidó de dar por rematado pleno. Fue Angueira, sentado en primera fila, el que le indicó que «tes que levantar a sesión». Y así finalizó un acto en el que no faltaron las anécdotas. Empezando por los problemas que al inicio de la sesión planteó la megafonía de la sala y que tuvo que solventar la propia Tarela, y siguiendo por el lapsus de Maribel Castro, presidenta de la mesa de edad. Cuando tomaba juramento al número dos de TeGa, a punto estuvo de nombrarlo alcaldesa. «Alcaldesa tamén me valía», respondió él con humor antes de, una vez corregido e juramento, pronunciar una sonora promesa de respeto al cargo que ayer estrenaba.

Luís Álvarez Angueira, el alcalde saliente, evitó en todo momento robar protagonismo a su sucesora en el cargo. Y eso que se marcha de la corporación tras 24 años en ella. Felicitó y saludó a todos los nuevos concejales y les deseó todos los éxitos posibles. A fin de cuentas, serán éxitos para los cesureños. Luego se mezcló entre el público y confesó que, una vez libre del bastón de mando, «ata parece que se respira mellor».

La Voz de Galicia

Vecinos de la calle padronesa Enlace Parque piden que se rectifique la obra.

Los residentes han constituido una comisión, que el martes se reunirá con el alcalde Fernández Angueira.

Vecinos de la calle Enlace Parque de Padrón mantienen que es «perfectamente factible» modificar la obra que realiza el Concello en esta vía y hacerlo para suprimir la zona de carga y descarga e igualar el ancho de las dos aceras, de modo que los dos lados de la calle queden «con los mismos derechos y oportunidades».

Los vecinos han constituido una comisión que el martes se reunirá con el alcalde Antonio Fernández y con técnicos de la Diputación, que financia la actuación. Los afectados ya consultaron la posibilidad de modificar la obra con «organismos y profesionales» y aseguran que es posible hacerlo.

Insisten en que «no entendemos» por qué la actuación se ejecuta cómo se está haciendo y, en este sentido, aseguran que «no recibimos ninguna explicación medianamente sensata o normal del motivo», según afirman desde la comisión vecinal. Esta asegura que hay «varias soluciones» para modificar la obra y que «no discriminarían a ningún lado de la calle», como pasa ahora con la construcción de una acera más ancha en un solo lado, dicen.

Una solución factible
A este respecto también explican que la acera más ancha no se hace en el lado previsto inicialmente, que era donde aparcaban los coches, sino en el otro, por lo que la parte sin acera ancha «queda hipotecado para toda la vida», aseguran. Estos vecinos recalcan que hay solución para que «queden beneficiadas las dos partes de la calle» e insisten en que es necesario modificar la obra, algo que puede hacerse «sin problema».

Los afectados están convencidos de que, en esta obra, «se hicieron mal las cosas desde el inicio» y esperan que el Concello rectifique y atienda sus peticiones. Tras la cita prevista para el martes, los vecinos volverán a reunirse.

Como apoyo a sus reivindicaciones, entregaron firmas en el Ayuntamiento solicitando que el ancho de las dos aceras sea igual, de 2,60 metros, y que se suprima el vado reservado para carga y descarga ya que consideran que «no tiene justificación en una calle tan corta» y, añaden los vecinos, «hay alternativas más sensatas».

La Voz de Galicia