Hay dos tipos de empresarios. Los que se hunden cuando vienen mal dadas y los que se crecen ante la adversidad. El presidente de Cortizo, José Manuel Cortizo, es de estos últimos y lejos de cerrar factorías y recortar personal ante la crisis, sigue adelante con la expansión de su compañía y la creación de empleo. La firma, puntera de España en fabricación y distribución de sistemas de aluminio para la construcción, culmina 2008 con la apertura de una nueva planta en su centro productivo de Manzanares (Ciudad Real), donde ya da trabajo a 250 personas, de la que saldrá una ventana de PVC cada tres minutos. Son diez mil metros cuadrados equipados con la más alta tecnología, que aportarán más músculo productivo a una firma que ya es un coloso. Pero al mismo tiempo, Cortizo no se olvida de Padrón, cuna de la compañía, y donde ha iniciado un ambicioso proceso para reforzar a su patria chica como cerebro en la toma de decisiones y meca de la I+D+i, con la previsión de generar una veintena de nuevas ocupaciones. Con emprendedores así, Galicia puede estar más tranquila.
Cuadro de honor. Editorial de EL CORREO GALLEGO, 07/12/08
