Testimonio de una mujer de la zona en el Día contra la Violencia de Género: «Empiezo a estar bien»

Cecilia D. P., natural de la comarca de Sar, se casó joven. «Mi marido no era el que parecía; primero empezó a minar mi autoestima, luego a destruirme psicológicamente y, finalmente, mi matrimonio (una cruz con la que cargó durante más de veinte años) derivó en violencia, tanto física como sexual». Hoy ha conseguido rehacer su día a día, superados ya los cuarenta años de edad, y acaba de encontrar a alguien que la quiere, no que la posee. «Eso siempre te da tranquilidad, pero las secuelas no te las va a quitar nadie». Zanja con un rotundo «ahora comienzo a sentirme bien, ya amo mi vida». El testimonio de Cecilia tiene mucho de didáctico, dentro de un arquetipo de maltrato que, desgraciadamente, suele ser calcado. «Nunca empiezan con violencia física, no lo ves venir; en el caso de mi ex marido, arrastraba una patología de la infancia que, consultando con otras afectadas, suele ser algo bastante usual». El día a día era lo peor. «Llegó un punto en que prefería morir; me encontraba muy sola, me daba asco a mí misma al mirarme al espejo, y acabé adelgazando 12 kilos». Hoy vuelve a pesar 60 kilogramos, y tiene muy claro que «preferiría morir antes que volver con él». En un documental sobre malos tratos que visionó con los facultativos, aseguró sentirse identificada «con una mujer que aparecía sentada en la cama, llorando; ¿sabes cuál era la diferencia?, que yo me sentaba en el suelo porque más abajo no podía caer». La paranoia de su cónyuge era tal «que me acusaba de insinuarme tanto a los hombres como a las mujeres; no sólo llegué a sentirme un ser inútil, sino que me creía que era cierto, que yo ya no valía para nada».

Cuando se fue a trabajar a la ciudad entró en contacto con los servicios sociales y la asociación Liberanza. «Querían que denunciara, pero me daba miedo, porque estaba amenazada de muerte». Le pusieron en contacto con la Policía Autonómica, y todo cambió. «Me hicieron un seguimiento, me acompañaban a casa y, finalmente, ingresé en la casa de acogida (hoy desaparecida) con mi hijo». Fueron varios meses de convivencia con personas en similar situación, y el mal trago de tener que separarse de su hijo por no contar con sustento económico estable.

La luz empieza a salir ya por el horizonte de Cecilia. Aunque lleva dos años en proceso de separación, un infierno judicial salpicado de amenazas (tanto de muerte como de suicidio) por su marido, tiene ya constancia de que la felicidad es posible, y está volcada con otras mujeres en similar situación. «Como ellas, yo no me veía capaz de salir del agujero; por eso hay que apoyarlas, quitarles la venda y que den el paso».

TIERRAS DE SANTIAGO, 25/11/08

Claves para pedir ayuda las mujeres maltratadas.

-El Departamento de Servicios Sociales, los CIM o los PIM son los primeros lugares a los que se debe acudir.

-No te harán esperar, te acompañarán a un lugar donde puedas hablar tranquilamente y te informarán sobre tus derechos y sobre los trámites que debes realizar.

-En caso de presentar lesiones, te acompañarán al centro de salud más próxima para una revisión médica.

-Debes extraer del domicilio todo tipo de documentación (DNI, tarjetas de crédito, tarjetas sanitarias, contrato de trabajo, libro de familia, copia de la compra o alquiler de la vivienda, o permiso de residencia en caso de inmigrantes)

-Hay que presentar una denuncia, preferiblemente en la Policía Nacional, ya que tiene un servicio específico de atención a la mujer (SAM) y preparar la solicitud de un juicio rápido con el que en sólo 48 horas se puede conseguir una orden de alejamiento.

-En caso de no tener un lugar en que alojarte, los Servicios Sociales te buscarán una cassa de acogida para ti y también para tus hijos.

-Tendrás ayuda para solicitar subvenciones tanto de la Xunta (salario da liberdade) como del Estado.

*016. Este es el teléfono al que debes llamar en caso de agresión.
*900 400273. Galicia también cuenta con este número gratuito de atención que está disponible las 24 horas.
*400 ?. Cuantía estatal. La renda da liberdade de la Xunta es de 600 ? durante 12 meses.
*30 días. Es el primer plazo de la orden de alejamiento, una vez puesta la denuncia y se puede ampliar.
*0,1%. El porcentaje de hombres que sufren el mal trato es residual, pero también existen casos.
*3%. Es el índice de agresores que se reinsertan gracias al plan Arce de la USC.
*Ames. Es de los pocos concellos que cuentan con una policía especializada en violencia sexista.
*630 170140. Teléfono gratis y anónimo de Abramos o Círculo, plan de terapia para los maltratadores.