Un 15 de septiembre de 1873 el tren se estrenaba en la antigua estación de Cornes ·· La lÃnea disponÃa de siete paradas ·· El trazado se completarÃa hasta Pontevedra ·· John Trulock, abuelo del Nobel Camilo José Cela, se encargarÃa de la gerencia de la compañÃa en 1880
La terminal compostelana llegaba hasta la villa arousana de Carril
Mañana lunes los gallegos celebraremos con orgullo y satisfacción el 135 aniversario de la puesta en servicio del primer ferrocarril en Galicia. Fue un 15 de septiembre de 1873 cuando a las 11.45 se celebraban dos espectaculares actos en sus estaciones extremas, Cornes, perteneciente entonces al Ayuntamiento de Conxo (actualmente Santiago), y Carril (perteneciente al Ayuntamiento de Santiago de Carril, hoy VilagarcÃa de Arousa). Dentro del contexto español, en 1837 se inaugura el primer ferrocarril español en La Habana, y en 1848 el primer ferrocarril peninsular entre Barcelona-Mataró (por lo tanto 25 años de retraso sobre este último).
Las obras comenzaron trece años antes y estuvieron a cargo del inglés Mr. John Stephenson Mould, más tarde arrendador de la explotación, y de su socio italiano D. Camilo Bertorini. Impulsado por la Real Sociedad Económica de Amigos del PaÃs, la concesión fue otorgada en 1861, y transferida a la compañÃa que habÃa de explotarla en 1863, constituida con el pomposo nombre de Sociedad del Ferro-Carril Compostelano de la Infanta Doña Isabel de Santiago al puerto de Carril.
En sus 42 km. de recorrido bordea la rÃa de Arousa, y los rÃos Ulla y Sar. Las infraestructuras mas destacadas son: los túneles de Faramello y Conxo y dos puentes metálicos en Conxo y entre Pontecesures y Padrón sobre el Ulla. TenÃa siete estaciones intermedias: Carril, Catoira, Pontecesures, Padrón, Esclavitude, Osebe y Casal, formando parte de lo que actualmente se denomina Eje Atlántico desde la frontera lusa hasta Ferrol.
En 1880 se hizo cargo de la gerencia otro inglés, John Trulock, y en 1886 cambió el nombre por el The West Galicia Railway Company, trasladando su domicilio social y el consejo de administración a Londres, aunque la gerencia permaneció siempre en VilagarcÃa. El Sr. Trulock se estableció definitivamente en Padrón, donde creó familia y en donde años más tarde nacerÃa su nieto, el literato Premio Nobel D. Camilo José Cela Trulock, y en cuya Fundación se conserva la famosa locomotora Sarita, que habÃa sido regalada a su abuelo por el presidente del Beira Alta de los ferrocarriles portugueses y alojada actualmente en las inmediaciones del museo Ferrocarrilero en Iria Flavia.
En 1899 fue prolongada la lÃnea hasta Pontevedra 32 km, quedando unida al resto de España a través de Redondela. Durante muchos años transportó productos de los puertos, agrÃcolas y ganaderos entre el mar a Santiago y viceversa, y en los veranos muchos compostelanos y los de la comarca, utilizábamos con frecuencia estos trenes para disfrutar de las playas arousanas de la Concha y Compostela.
Los ancestros de Valle Inclán
En 1928 fue absorbida por la MZOV, y ésta por la CompañÃa del Oeste al año siguiente, hasta que en 1941 se integró en Renfe, no habiéndose interrumpido el tráfico ferroviario en ningún momento de su existencia, salvo los 4 dÃas de lluvias torrenciales que provocaron la caÃda del puente y 450 m de vÃa sobre el rÃo Ulla en 1876.
Entre los personajes ilustres precursores del tren que han tenido relación con esta obra, aparte del mencionado Camilo José Cela, destacar especialmente a Domingo Fontán. Matemático y geógrafo natural de Portas, autor de la Carta Geométrica de Galicia, sobre la cual se diseñaron los trazados de este lÃnea, también fue presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del PaÃs. Otro personaje fue Ramón Valle Inclán Bermúdez, padre de unas de las mejores plumas que hemos tenido en nuestra literatura. Fue secretario del consejo de administración y accionista de esta lÃnea, aliado a la causa liberal y entendió el ferrocarril como un instrumento para revolucionar el estado feudal en el que se vivÃa Galicia en aquella época. También en la memoria de todos está la semblanza del mÃtico tren de Varela, que tanto se ha escrito sobre ello. Tampoco debemos de olvidarnos de los dos accidentes más espectaculares en la historia de la lÃnea: el del tren ganadero en el Ramal al Puerto de VilagarcÃa, del cual existe un cántico y poema alusivo, y el dramático choque con posterior incendio del tren correo entre Esclavitude y Padrón. En esta lÃnea se integra un importante patrimonio cultural y paisajÃstico muy próximo a las estaciones y trazado, destacando la Casa Museo de RosalÃa de Castro; el jardÃn Botánico; la sede la Fundación Cela y el museo ferrocarrilero, en Padrón… Todo ello suponÃa un importante atractivo turÃstico. También es muy significativa la proximidad de las ciudades y de las villas de las estaciones y de los accesos por carretera que conecten con la zona de Barbanza, y por tanto de la enorme potencialidad a corto plazo, coordinando la explotación intermodal, movilidad y calidad de vida.
Por todo esto tenemos firmemente un anhelo los ayuntamientos, colectivos y asociaciones implicados, para reclamar seriamente que, en un plazo más breve posible, se establezca una red de cercanÃas, que vertebre eficazmente este territorio y que continúe hasta el aeropuerto de Lavacolla, complementándose con la nueva lÃnea de Altas Prestaciones en velocidades altas.
Una recomendación para los que quieran saber más sobre esta azarosa lÃnea es la lectura de la última edición del verano 2008 de la revista El Extramundi y los papeles de Iria Flavia, que en este número dirigido magistralmente por nuestro apreciado amigo Tomás Cavanna Benet, director gerente de la Fundación de Camilo José Cela, ha sacado a la luz pública un importe trabajo sobre los avatares de esta hermosa lÃnea. Asà como os invito a que estéis pendientes de la presentación del libro sobre las historias del Carril-Cornes, de nuestro socio de honor de ACAF Xoan Lois Miguens GarcÃa, en su próxima presentación pública, gracias a las gestiones del Consorcio de Santiago.
*El compostelano Carlos Abellán es presidente de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril.
EL CORREO GALLEGO, 14/09/08