La villa presume de historia y de feria de automóviles.

RUTA GUIADA CALLES CESURES /

Bajo la lluvia y en dos grupos, debido a una demanda que superó el medio centenar de participantes. Así se celebró ayer el ??Roteiro Histórico-Cultural? con el que arrancó el grueso del programa que este fin de semana celebra los 90 años del Concello de Pontecesures, tras su independencia de Valga en 1925.
El primer grupo partía de la biblioteca, el antiguo Consistorio, sobre las 16:30 horas, para dejar paso a un segundo turno hacia las seis. A través de una visita guiada, los participantes fueron descubriendo los principales enclaves históricos y culturales de la localidad y pudieron ahondar en su famosa feria de automóviles.
A ella se dedicó otro de los grandes atractivos de este sábado, con la inauguración de una exposición dedicada al histórico evento del motor, el primero de vehículos de ocasión que hubo en toda España y cuya aparición, al igual que su ayuntamiento anfitrión, dista solo una década de la centuria. La muestra puede visitarse en el local de HC-Sport, frente a la iglesia.
Hoy a las 11 horas, a Prazuela será el escenario de una concentración de coches clásicos ??para retroceder ata as Feiras do Automóvil de 1925?. A mediodía, el salón de Plenos acogerá un homenaje a las diferentes Corporaciones y a los vecinos que, al igual que Pontecesures, nacieron en aquel año.

Diario de Arousa

Doble ración de historia cesureña.

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Una carrera de coches celebrada en Pontecesures con motivo de la primera feria del automóvil.

Noventa velas no se apagan tan fácilmente. Así que, a no ser que esta tarde caiga sobre Pontecesures el diluvio universal, o que el viento sople con la fuerza de un titán, el roteiro histórico cultural organizado por el Concello para celebrar los noventa años de su independencia de Valga seguirá adelante. Así lo señalaba ayer la concejala de Cultura de la localidad, Maite Tocino (BNG), que lleva días pendiente de Meteogalicia. A pesar de las dudas, la edila confiaba en que la lluvia no obligase a aplazar un acto que ha levantado una gran expectación entre los vecinos. «Nestes momentos temos 64 persoas apuntadas», señalaba. Una cantidad que ha llevado al ayuntamiento a reorganizar horarios para dividir en dos grupos a tanto público. Así que, esta tarde, habrá dos viajes al pasado. El primero saldrá a las 16.30 horas del viejo ayuntamiento, ahora convertido en biblioteca. El segundo arrancará en el mismo lugar, pero a las 18.30 horas.

Al frente de ambas expediciones al pasado estará el guía profesional Richar Rivera, un experto en diseñar rutas monográficas al que el Concello cesureño ha encargado cartografiar los aspectos más interesantes de su historia. Esta ha estado siempre muy ligada al río y a las riquezas materiales y culturales que han traído sus aguas. La historia antigua que se insinúa en la zona del río, el mundo medieval que asoma en la iglesia de San Xulián y la efervescencia de los siglos diecinueve y veinte serán algunos de los aspectos que se aborden en el recorrido por Cesures. Un viaje en el que personajes dramáticos en algunos casos, pintorescos en otros, inimitables siempre, irán saliendo al paso de los expedicionarios mientras se sacuden las sombras del olvido.

La feria del automóvil de ocasión, un evento pionero en toda España
Los noventa años de la independencia de Pontecesures coinciden, también, con los noventa años de la celebración de la primera feria del automóvil de ocasión celebrada en España. El evento, audaz y moderno, no se celebró ni en Madrid ni en Barcelona, si no en una pequeña villa situada en las márgenes del Ulla. Contaba Borobó que el certamen surgió de la fertil iniciativa de un empresario vigués afincando en aquellos tiempos en Pontecesures, Eugenio Escuredo, y de su propio padre, que un día, volviendo de la Pascua de Padrón, se toparon con dos coches que tenían el cartel de «se vende». Igual que Padrón tenía su feria de caballos, razonaron los dos, bien podía tener Pontecesures su feria de automóviles.

Dice Borobó que aquella misma noche la idea fue comunicada al grupo de hombres principales de la localidad, que se pusieron manos a la obra. Trabajaron mucho y muy en serio: hasta viajaron a Alemania para ver cómo eran ese tipo de certámenes. El resultado se vio en 1925, el día de San Pedro y los dos siguientes. La feria fue uno de los acontecimientos del año en toda Galicia, tuvo eco en periódicos de toda España y atrajo hasta la localidad, según apuntan algunas fuentes, a más de 10.000 personas.

Es evidente que un evento de esas dimensiones, y los que vinieron después, bien merecen un homenaje. Para rendírselo, el Concello de Pontecesures ha organizado, en colaboración con la asociación Mirándolle os dentes, una exposición que abrirá sus puertas esta tarde y que se podrá visitar hasta el día 11 en los locales de HC-Sport. La feria del automóvil también ha sido el eje sobre el que se ha construido otro de los actos organizados por el Concello: una muestra de «xoias do automóbil». Gracias a la colaboración del Clube galego de automóbiles antigos, en Pontecesures se reunirán vehículos «celosamente gardados polos seus socios para conmemorar os 90 anos dun evento que foi o primeiro de España». Los coches se instalarán, a partir de las once de la mañana, en el entorno de A Plazuela.

A mediodía la actividad se trasladará al Concello, donde se rendirá homenaje a los vecinos que, «ao igual que Pontecesures, foron nados no ano 1925 e anteriores e aos que, ao longo destes anos, formaron parte das corporacións».

La Voz de Galicia

La historia de Pontecesures sale al paso de sus vecinos.

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Un certamen pionero. Corría 1925 cuando Pontecesures se convirtió en noticia en toda España debido a la organización, en esta localidad, de la primera feria del automóvil de ocasión.

Ha querido el destino que, en estos tiempos en los que las palabras independencia y secesión se han puesto de moda, se cumplan noventa años de que Pontecesures cortó amarras con Valga, municipio al que perteneció hasta 1925, e inició su singladura en solitario. Se cumplen, también, noventa años de la primera feria del automóvil de ocasión, un evento que dio lustre al nombre de esta localidad del Baixo Ulla durante décadas enteras. «Así que esta é unha data redonda, e decidimos aproveitala e convertela en punto de partida en materia cultural», según explicaba ayer la edila de Cultura cesureña, la nacionalista Maite Tocino.

Los actos centrales de este cumpleaños se celebrarán los días 10 y 11 de octubre. Pero la cosa arrancará antes. A partir del día 7, por ejemplo, los escaparates de los locales comerciales de Pontecesures servirán para dar cobijo a una peculiar exposición sobre la historia de la localidad. En algunos habrá fotos, en otros objetos vinculados a la historia de la localidad. «Escollemos esta fórmula por dúas razóns. A primeira, porque carecemos dun lugar axeitado para este tipo de mostras. E a segunda, porque a nosa intención é que estes sexan uns actos participativos, nos que os veciños estean implicados».

Ese afán por «sacar a historia á rúa» del que habla Maite Tocino es el que ha dado aliento a una de las actividades centrales de este cumpleaños. El sábado 10, por la tarde, se va a realizar un «roteiro histórico» por la localidad. Olvídense de un simple paseo por los rincones más característicos de Pontecesures: de lo que se trata en esta ocasión es de dar a conocer a los vecinos de la localidad muchas de esas pequeñas historias que se esconden en su pasado. El camino arrancará en la biblioteca, que para algo fue la primera casa consistorial de la villa, y continuará siguiendo las huellas de Carlos Maside por la localidad, o haciendo una parada en la Pontecesures del doctor Otero Acevedo, el primer neurocirujano español. El obligado repaso a las ferias del automóvil, la visita a la leprosería, el salto hasta los talleres de la Cerámica Celta o el recorrido por la historia del puerto redondearán un roteiro que pretende «que os veciños coñezan o pasado brillante que tivo a nosa vila, tanto industrial como cultural», según señala Maite Tocino.
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Después de ese viaje por la historia, otro: el sábado por la tarde se inaugurará en el consistorio una exposición de fotos antiguas de Pontecesures. Estará abierta hasta al día 19 de octubre. También el sábado arrancará en las dependencias de HC Sport una exposición centrada en las ferias del automóvil de ocasión que se celebraron en la localidad. La primera fue en 1925, convirtiendo a esta villa en la primera de España en albergar un evento así. La muestra -abierta sábado y domingo- ha sido organizada con la colaboración de la asociación Mirándolle os dentes, que se hizo cargo de la feria en sus últimas ediciones.

Homenaje a los nacidos en 1925

El domingo, además de una concentración de coches clásicos, al mediodía se celebrará el más entrañable de todos los actos organizados para la ocasión. El Concello rendirá homenaje a seis vecinos de la localidad que nacieron el año de la independencia de Pontecesures, y también a los que vinieron al mundo cuando esta villa aún formaba parte de Valga. En total, son 26 personas, 26 historias vivas. Con ellos, serán homenajeados todos aquellos que han pasado por las sucesivas corporaciones de Pontecesures. La música de Xarandaina pondrá el broche final a este atípico cumpleaños.

Pontecesures: 90 años de municipalidad.

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El ayuntamiento pontecesureño, constituido el 9 de octubre de 1925, prepara su aniversario.

En Pontecesures van a estar de fiesta muy pronto, y no porque se rinda homenaje a la Virgen del Carmen, se celebre el San Lázaro o se promocione la lamprea. El motivo es que el 9 de octubre se cumplen 90 años de su conversión en Ayuntamiento, y se considera una cifra lo suficientemente «redonda» como para celebrarla por todo lo alto.

El gobierno tripartito que integran BNG, Terra Galega y PSOE ya se ha puesto manos a la obra. A la espera de concretar todos los detalles de la celebración, ayer se dio un primer paso, pues se había citado en A Plazuela a todos los que fueron concejales electos a lo largo de la historia de Pontecesures, y muy especialmente a los que se convirtieron en alcaldes, aunque finalmente solo acudieron dos, la actual regidora Cecilia Tarela, y su predecesor, Manuel Luis Álvarez Angueira.

Los exediles Luis Sabariz Rolán y Alfonso Díz habían anunciado que agradecían la invitación pero que no iban a acudir al posado para la foto, en señal de protesta por el trato dispensado hace un par de años al primero de ellos por parte de los actuales dirigentes pontecesureños. Pero parece que no fueron los únicos que faltaron a la cita, ya que la foto de familia inmortalizó a una treintena de personas.

Claro que algunos de los que fueron concejales y alcaldes ya han fallecido, pero se apreciaron otras ausencias, entre los que siguen vivos.

Sea como fuere, lo verdaderamente importante es que este municipio es pieza clave en el Camino de Santiago, tanto gracias a la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla como al Camiño Portugués, sigue haciendo historia, y en apenas un mes lo festejará.

Se recordará entonces que en 1881 Alfonso XII concedió a la parroquia de San Julian de Requeijo el título de villa de San Luis de Cesures. O que hasta 1883 este territorio perteneció al Ayuntamiento de Padrón -a pesar de estar al otro lado del río y en diferente provincia-, para desde entonces formar parte del Concello de Valga.

Fue en 1925 cuando se firmó el «Pacto da Devesa» entre los representantes de las villas valguesa y pontecesureña. La segregación de Pontecesures, que dejó de depender de Valga y pasó a funcionar como municipio propio, se produjo el 9 de octubre de aquel año, mucho después de que los fenicios dejaran su huella en este lugar.

Aunque para huella la de los romanos, que construyeron el puente que hoy en día soporta el tráfico de la carretera Nacional 550 y que une esta localidad con Padrón, o lo que es lo mismo, el viaducto que comunica las provincias de Pontevedra y A Coruña sobre el río Ulla.

Ese puente, por cierto, fue reformado en la Edad Media y convertido en la estructura que es actualmente en el año 1911, es decir, cuando Pontecesures aún no era Ayuntamiento propio.

Esa es solo una parte de la historia de este territorio, y tiempo habrá de abundar en ella cuando el mes que viene se cumplan sus 90 años de independencia.

Faro de Vigo

Pontecesures recordará los 90 años de su constitución como concello.

El ejecutivo quiere reunir a los vecinos que nacieron el día de la independencia // Los actos se celebrarán en octubre.

El 9 de octubre de 1925 Pontecesures conseguía por fin segregarse del vecino municipio de Valga y constituirse como entidad municipal independiente. Noventa años después, el ejecutivo actual quiere recordar esta efeméride con un sencillo y emotivo acto. Los pormenores del programa aún se encuentran en paños menores, pero la alcaldesa y responsable del área de Cultura, la nacionalista Cecilia Tarela, tiene en mente realizar unos actos con gran contenido emocional y emotivo. Lo que sí adelantó Tarela son las fechas probables de este acto, que se celebrarán el 10 y 11 de octubre próximo.

Uno de los apartados con el que pretende contar esta conmemoración pasa por un recorrido histórico por el ayer y el hoy del municipio. Para ello, el Concello ha remitido una carta a todos los vecinos en los que les pide colaboración para que estos cedan las instantáneas de las que dispongan (tanto de lugares, gentes, fiestas…) al Concello. Tras el escaneado, las fotografías serán devueltas en perfecto estado a sus propietarios.

El Correo Gallego

El diplomático ruso que se coló en el baile de la Bella Otero.

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La película de una danza de la más famosa de las cortesanas es una de las sorpresas que guardan las instalaciones museísticas estrenadas en marzo.

Dura apenas unos segundos, pero es tiempo más que suficiente. A pesar de todos los años que han pasado por la vieja película, la lozanía de la Bella Otero y la energía embriagadora de su baile llegan desde la pantalla como un soplo de alegría vital. Mientras ella arquea su cuerpo, un hombre con sombrero de copa asoma al fondo. Es un diplomático ruso que se coló en la fiesta de la más famosa de las cortesanas de la Belle Epoque. ?l no sabía que aquel baile estaba siendo filmado: hacía apenas unos años que el cine había nacido, y el prohombre ignoraba que el ojo de vidrio que estaba frente a la bailarina iba a inmortalizarlo con los brazos en alto, como si tocase unas castañuelas. Aquello casi provoca «un incidente internacional».

La historia, envuelta en ese halo de leyenda que rodea todo lo relacionado con Carolina Otero, nos la cuenta Santi, uno de los responsables del Museo da Historia Local de Valga. «Contan que foi ela mesma a que contratou aos cámaras dos Lumiere para que a gravasen bailando», explica. Aquel capricho de la bella y descarada cortesana es una de las sorpresas que deparan las instalaciones museísticas construidas a un tiro de piedra de la que, se supone, fue la casa en la que nació la bailarina. Claro que ella presumía, en sus noches en la Ciudad de la Luz, de sus raíces andaluzas. Para desmentirlo, en una de las vitrinas está expuesta la partida de nacimiento de una mujer que «fixo que polo menos sete homes se suicidaran por ela».

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A seguir creciendo

Revistas, fotos, un traje diseñado por una costurera valguesa al gusto de la dama, libros, cromos y vitolas del cambio de siglo permiten reconstruir la importancia histórica de una mujer que marcó una época. La exposición seguirá creciendo, poco a poco. También quieren los responsables del museo ampliar la sección dedicada a Ferro Couselo, ahora reducida a una colección de libros. «Esta é unha figura coa que temos moito que traballar para darlle o xusto recoñecemento que merece», explican.

El paseo por estas instalaciones arranca en una sala en la que el suelo es muy especial: una vista aérea de la localidad. «? sorprendente. Os nenos, que están acostumados a utilizar as ferramentas de Internet, manéxanse moi ben, enseguida saben onde están. Aos maiores cústalles máis ubicarse, e cando o fan empezan a buscar as carreteras, as súas casas…». Y es que, de momento, la mayoría de los que han pasado por las instalaciones museísticas son vecinos de la localidad y alumnos de los colegios del entorno.

Una vez colocados sobre el territorio, comienza la exploración del pasado. Valga es una localidad rica en yacimientos arqueológicos que permiten viajar a la Edad del Bronce a través de la piedra grabada de petroglifos como el de A Serpe; convertirse en castrexo gracias a los restos de los 17 castros y túmulos documentados en la localidad y de los que algunos vestigios se guardan en el museo; o espiar el día a día de la Galicia romana a través de las ánforas y los molinos hallados en el Mercado dos Mouros. Eirexa Vella, un yacimiento que arranca en la época de la romanización y acaba en la Edad Media, también ha nutrido al museo de curiosas piezas. Entre ellas un collar de cuentas, datado en el siglo IV después de Cristo, cuyo diseño es tan actual que parece un anacronismo en la vitrina en la que está colocado.

Una de las joyas del museo es un capitel «do taller de Setecoros», una pieza cedida por el Museo de Pontevedra que fue tallado en el sigloo VI antes de Cristo en mármol de O Incio. «Na igrexa de Setecoros hai varios deste mesmo estilo. O que non se sabe é se saíron dun taller que estaba fisicamente alí, ou se era un taller itinerante». La Guerra de la Independencia y la batalla de Casal de Eirigo, y el nacimiento de la industria en Valga reabren al visitante las puertas para volver al presente.

La Voz de Galicia