El juzgado de paz de Valga ya funciona en el edificio administrativo, en la plaza Manuel Vicente Cousiño.

Después de que hace días se hiciera oficial la renovación de los cargos de juez de paz -titular y sustituta-, el Concello de Valga anuncia ahora que este servicio ya está disponible en su nueva ubicación. Así pues, los vecinos pueden realizar sus consultas o gestiones en el edificio administrativo, situado en la plaza Manuel Vicente Cousiño. Explican en el gobierno que además de habilitarse una oficina para que la juez de paz y el secretario judicial realicen su trabajo y atiendan al público, se acondicionó una sala de vistas para la celebración de actos de conciliación y bodas civiles.

Faro de Vigo

Recogen la leyenda del mal de ojo de Valga en un libro.

‘Mala Cosecha’, de Natalia Monje, dedica un apartado a este mito tras hablar con gente mayor del municipio // El ensayo reúne varios sucesos oscuros investigados en toda España // Muchos son gallegos, situados en Viveiro o Vigo.

La periodista e historiadora coruñesa Natalia Monje ha aglutinado en su libro Mala Cosecha (Editorial Odeón) numerosos sucesos oscuros investigados durante años a lo largo de toda España, de los que muchos de los más aterradores llevan sello gallego. Una parte de su ensayo está redactado a partir de conversaciones con gente mayor del Concello de Valga, en concreto sobre el mal de ojo. «Ese poder que poseía un individuo normal para provocar desgracias en otro ser sólo con mirarlo, una creencia popular que sigue muy vigente», explica la autora. «Una de las cosas que me sorprendió es que la gente dice que muchas personas echan mal de ojo sin querer simplemente porque tienen una mirada fuerte que puede hacer el mal y por eso llevan unas gafas de sol siempre», apuntó Monje. De ahí proviene la historia del señor que siempre iba al mercado con las gafas de sol y cuando se las levantó el buey que tenía delante se cayó desplomado y muerto. «Esto en los pueblos de Galicia te lo cuenta todo el mundo», asegura la periodista.

Su ensayo dedica largas páginas a los bebedores de sangre, un campo en el que se mezclan la realidad y las creencias, pues estos actos salvajes derivan de los consejos arrojados por algunos curanderos del siglo XIX que creían que bebiendo sangre humana, sobre todo de niño, podría curarse la tuberculosis, explica Natalia Monje. «Era una época de muchas hambrunas, en la que los médicos recomendaban a la gente con anemias ir a los mataderos para que les dieran vasos de sangre y reponerse así de esta dolencia, una cura que se aplicó equivocadamente a la infección mortal para la que no había tratamiento». Un ejemplo real, documentado y juzgado, fue el ocurrido en Agolada (Pontevedra), en el que se demostró que el asesinato había sido realizado por un móvil vampírico.

El pueblo comenzó a buscar a un niño de 19 meses que había desaparecido. «En aquella época los niños, incluso tan pequeños, jugaban solos delante de las casas», narra la escritora. Entonces, «lo encontraron enterrado en estiércol en la casa de sus vecinos. Estos lo habían secuestrado, lo habían asesinado y, como ellos mismos confesaron, le habían sacado la sangre para que la bebiera uno de los miembros de la familia, un joven de quince años que tenia tuberculosis».

A raíz de escándalos como este, se creó una verdadera «histeria social», en la que la gente, con el «ánimo muy avivado», comenzó a rumorear sobre la existencia de vampiros. Muestra de ello fue un caso acaecido en Vigo también en el siglo XIX, en el que un hombre invitó a una niña a tomar un helado y de pronto la muchedumbre lo rodeó al grito de «¡Es el vampiro!». Tras la acusación popular y un intento de agresión, la guardia lo rescató y corroboró que el sospechoso no había cometido ningún crimen, detalla la autora.

También describe en su libro una denuncia interpuesta por unos boticarios de Viveiro en el siglo XIX a raíz del rumor que decía que ellos mataban a personas para sacarles la grasa y hacer medicamentos. Nunca se evidenció tal cosa.

El Correo Gallego

Detenido como presunto autor de pintadas en Rianxo, Pontecesures, Pontevedra y Marín.

El arousano que responde a las iniciales C.P.R., de 26 años y vecino del Concello de Rianxo, fue investigado por la Policía Local de esa localidad por la realización de pintadas en edificios públicos del municipio, causando daños que han sido valorados en alrededor de 2.000 euros.

Una vez realizada la investigación oportuna por parte de los agentes, y en base a un estudio grafológico de las pintadas, el citado individuo fue identificado «de forma indudable», según los agentes municipales.

Pero es que, además, en el informe policial se reseña que esta misma persona habría realizado ataques similares a los bienes públicos en otras localidades gallegas.

Más concretamente, podría estar relacionado con pintadas efectuadas en inmuebles de municipios como Pontecesures, Pontevedra, Marín, Caldas y Padrón, aunque pudieran ser más.

Esto se sabe, precisamente, gracias al estudio grafológico efectuado y algunos rasgos que parecen formar parte indiscutible de la firma del grafitero.

Lo que hicieron los miembros de la Policía Local de Rianxo a raíz de la investigación efectuada fue instruir diligencias ante el juzgado de primera instancia e instrucción de Padrón, acusando a C.P.R. de un presunto delito de daños.

Está por ver si la investigación judicial sirve para relacionarlo con los daños ocasionados también en otras localidades, ya que este tipo de pintadas que se realizan en edificios públicos y privados pueden originar importantes pérdidas y, sobre todo, cuantiosos gastos.

Es, como se explicó en tantas ocasiones anteriores, un problema al que no son ajenos los demás municipios arousanos.

Faro de Vigo

Acusan al exalcalde cesureño de agresión sexual continuada

Podría enfrentarse a una condena de 12 años o más si se agrava // El Juzgado de Padrón acordó transformar mediante auto las diligencias a la vista de los indicios // La posible víctima es sobrina de Álvarez Angueira y edila en Rianxo

El exalcalde. Manuel Luis Álvarez Angueira, derecha, camino de los juzgados.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Padrón acaba de emitir un auto en el que vuelve a sacar a la palestra el caso del exregidor de Pontecesures, Manuel Luis Álvarez Angueira, esta vez como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual contra su sobrina política, y actual concejala de Benestar Social en Rianxo, Hadriana Ordóñez. Y, en esta ocasión, se enfrenta a una pena de hasta doce años de cárcel que podría incluso aumentar si se diera por buena la concurrencia de circunstancia enumeradas en el artículo 180 del Código Penal (como puede ser la intimidación vejatoria). Contra el auto cabe recurso.

Según aporta la jueza en su pronunciamiento, «a la vista del conjunto de las diligencias practicadas durante la presente instrucción de los hechos -en los términos puestos de manifiesto por el Ministerio Fiscal- los hechos, sin perjuicio de lo que pueda acreditarse en sede del plenario, revisten de forma indiciaria los caracteres», del presunto ilícito continuado, ordenando proseguir con las actuaciones por los trámites del procedimiento sumario, para el cual existen unas previsiones procesales distintas a las que rigen la tramitación de las diligencias previas del abreviado «y sin que se estime necesario» retrotraerlo, atribuyendo su conocimiento a la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña con sede en Santiago.

Hay que recordar que a finales del pasado año dicha sección sexta, formada por los magistrados Leonor Castro Calvo, Jorge Gómez Rey y Jorge Cid Carballo, ordenaba que la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Padrón investigase dicho delito, una decisión que llegaba entonces año y medio más tarde de que EL CORREO desvelará el escabroso caso, y después de que se ordensase, desde instancias judiciales padronesas, el sobreseimiento de la denuncia por, aseguraban entonces, haber prescrito el delito de acoso sexual. Esta decisión fue recurrida por la propia Hadriana Ordóñez.

Según los magistrados, «nos encontramos ante un relato de hechos de abusos o agresiones a una menor desde que tenía 11 años hasta los 16 por parte de una persona muy cercana como era su tío y que, según la declaración de la víctima, le amenazaba con hacerle daño si se negaba a mantener relaciones sexuales con él, añadiendo que «se denuncian una serie de hechos que habrían tenido lugar entre el año 1996 y el 2001 cuando la querellante era menor de edad». Y, de igual forma, consideraban que la decisión de archivo por prescripción del delito «es prematura porque las diligencias practicadas hasta el momento nos impiden aseverar que los hechos denunciados sólo podrían ser constitutivos de un delito de abusos sexuales, motivo por el cual debe revocarse la decisión de archivo».

A su vez, la defensa del exalcalde de Pontecesures y el fiscal señalaban que los hechos, de existir, serían constitutivos de un delito de abusos sexuales, ya prescrito, por tanto, como decidió la jueza de Padrón, pero la Audiencia Provincial consideraba que debía de investigarse si existió una situación de prevalimiento o de intimidación que convertiría, como sostiene Hadriana Ordóñez, el acoso en agresión sexual y seguiría vigente el delito.

Las diligencias se transforman en sumario y se seguirán con el número 189/17.

LA CLAVE NIEGAN QUE LOS HECHOS DENUNCIADOS SEAN CIERTOS

El exmandatario local de Pontecesures por el Bloque Nacionalista Galego, Manuel Luis Álvarez Angueira, negaba las acusaciones tanto en declaraciones a este periódico como ante la jueza de Padrón en su día. Angueira rechazó todos los cargos que le imputaba su exsobrina política: «O que está claro é que o que se di non é certo. Os feitos dos que se fala nesa denuncia non son certos en absoluto», aportaba.

Hay que incidir en que, una vez citado como imputado a mediados de 2017, Álvarez Angueira tomó la decisión de pedir la baja de militancia en el Bloque, partido del que, por el contrario, todavía forma parte en la actualidad Hadriana Ordóñez, que ha vuelto a ser elegida en este mandato en calidad de concejala de Benestar Social, Diversidade e Igualdade del grupo de gobierno nacionalista rianxeiro. La presunta víctima aseguró también en su día que compañeros del partido se habían solidarizado con ella, sin embargo desde la cúpula se dieron muestras de una cierta frialdad al respecto del proceso.

El Correo Gallego

El edil de Valga Viva denuncia ante el juzgado que el alcalde le empujó e insultó al salir de un Pleno.

Castiñeiras dice que Bello Maneiro le recriminó que alegase un contrato de prácticas a la hija de una concejala.

El concejal de Valga Viva, Manuel Castiñeiras, denunció ayer ante el juzgado que el alcalde, José María Bello Maneiro, le empujó e insultó a la salida de un Pleno. En concreto, asegura que el regidor le espetó calificativos como “payaso”, “sinvergüenza”, “gilipollas”, “ignorante”, “maleducado” o “mamón” y que “comezou a empurrarme coa man e co peito, á vez que seguía insultándome”, según aparece recogida en la denuncia

Los hechos que Castiñeiras puso en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 2 de Caldas de Reis habrían ocurrido tras la sesión plenaria del 2 de octubre en la que, asegura, Bello Maneiro “mantivo unha linguaxe despectiva, insultante, exercendo maltrato verbal”. .

Fue una vez rematado el Pleno, “atopándome eu abrindo a porta de cristal que hai antes da porta de saída”, cuando Castiñeiras asegura que se produjo la “total intimidación verbal e física” por parte de Bello Maneiro, al que acusa de atentar “contra o desenvolvemento democrático das miñas funcións como concelleiro”.

Pregunta del PSOE

En realidad, el edil apunta que la actitud del regidor valgués se debe a su malestar por las alegaciones presentadas por Valga Viva al proceso de contratación, en periodo de prácticas, de la hija de un trabajador del Concello y de la hija de una concejala del grupo de gobierno.

El Concello de Valga se adhirió al programa “O teu primeiro emprego”, de la Diputación de Pontevedra, que subvenciona la contratación de titulados a tiempo completo por un periodo de prácticas, con el fin de facilitar la adquisición de experiencia y promover la inserción laboral.

El gobierno solicitó una titulada en Arquitectura y otra en Derecho y Castiñeiras apunta que “la causalidad” es que la primera fue la hija del aparejador municipal y la segunda la hija de una edil del gobierno de Bello Maneiro. Valga Viva presentó una primera alegación porque un miembro del tribunal era funcionaria interina, lo que según Castiñeiras incumpliría las bases. Posteriormente, fue sustituida, pero por una persona que “pese a ser licenciado, no Concello está como auxiliar administrativo”, por lo que presentó un nuevo recurso.

El edil puso esta cuestión en conocimiento de la Diputación de Pontevedra. Estaba, además, dispuesto a preguntar por el asunto en el Pleno del 2 de octubre, pero agotó el cupo de preguntas, establecido en dos. Sin embargo, fue la portavoz del PSOE, María Ferreirós, la que inquirió al gobierno sobre el procedimiento. Castiñeiras dice que fue esta pregunta la que motivó el comportamiento de Bello Maneiro. El alcalde, por su parte, eludió hacer ninguna declaración al respecto.

Diario de Arousa

Cuatro detenidos en Santiago y Teo por robos en viviendas. Una en Pontecesures.

El grupo criminal actuaba bajo el ‘modus operandi’ de falsos revisores de empresas de la luz o el gas.

Imagen del dinero que le fue incautado al grupo criminal detenido en Santiago y Teo.

La Guardia Civil ha desmantela un grupo criminal especializado en la comisión de robos con violencia y de hurtos en el interior de viviendas en Galicia, bajo el ‘modus operandi’ de falsos revisores de empresas de la luz o gas tras la detención de cuatro personas en Santiago y Teo.

Según ha informado el Instituto Armado, las víctimas siempre eran personas de la tercera edad y que residían solas en viviendas aisladas de ámbitos rurales.

La denominada ‘Operación Kingarma’ se inició a raíz de un robo con violencia e intimidación perpetrado en la localidad lucense de Palas de Rei a mediados de mayo de este año, donde dos varones, mediante el uso de violencia y de un arma tipo pistola, le sustrajeron 500 euros en efectivo a una persona mayor que residía sola.

A raíz de ello se inició una investigación dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Mixto de Chantada (Lugo), en el marco de la que se logró identificar a los miembros de un grupo criminal formado por cuatro personas de nacionalidad española y residentes en las localidades coruñesas de Santiago de Compostela y de Teo.

Además, los investigadores constataron que desde su base de operaciones en Santiago de Compostela salían a las diferentes poblaciones rurales de las cuatro provincias gallegas para cometer delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, los cuales realizaban largos desplazamientos y podían llegar a recorrer en un mismo día más de 500 kilómetros.

Durante los desplazamientos el grupo tomaba medidas de seguridad a fin de no ser detectados por las fuerzas del orden, fruto de su especialización y la estabilidad en el tiempo con la que llevaban operando, han señalado las mismas fuentes.

La mayoría de los miembros habían trabajado durante unos años de forma legal para diferentes empresas energéticas, lo que aprovecharon para conocer perfectamente el sistema de funcionamiento de las mismas, y utilizaban dichos conocimientos para llevar a cabo su actividad criminal, así como para formar al resto de componentes del grupo.

‘MODUS OPERANDI’

Su modus operandi consistía en desplazarse por diferentes aldeas de Galicia, en algunas ocasiones utilizando información obtenida de cuando realizaron sus trabajos de forma legal, han relatado las mismas fuentes, y buscar viviendas donde residieran personas mayores y solas, a las cuales abordaban y engañaban diciendo que eran revisores de la luz o del gas, o que venían a mejorar la oferta del bono social de la luz y emitían una falsa factura de la luz.

Este paso «era la clave para, a continuación, sustraer el dinero en efectivo que había en la vivienda», destaca el Instituto Armado, «ya que obligaban al morador a ir a buscar el efectivo para hacer el pago, acompañándolo uno de ellos para ver donde lo cogía y el siguiente paso era mientras uno se encargaba de entretenerlo bajo todo tipo de artimañas» (acompañándolo al exterior a revisar los postes de la luz o a comprobar los interruptores del resto de estancias de la vivienda). El segundo acudía a la habitación donde había recogido el propietario el dinero y sustraía el resto que guardaba.

La Benemérita destaca la «situación de indefensión en la que dejaban a muchos ancianos», los cuales «solían tener altas cantidades de efectivo en sus viviendas por no disponer de bancos cerca», añaden, así como en muchas ocasiones ni podían desplazarse a dependencias policiales a denunciar lo ocurrido por no disponer de los medios para ello.

El grupo criminal supuestamente obtuvo en los cuatro meses que ha durado la investigación unos 20.000 euros en efectivo, «todo ello de su lucrosa actividad criminal como falsos revisores de la luz», ha subrayado la Benemérita.

DETENCIONES Y REGISTROS

Los agentes han practicado cuatro detenciones y cuatro registros domiciliarios (dos en Santiago de Compostela y dos en Teo) donde se han aprehendido más de 6.000 euros en efectivo, teléfonos móviles, tarjetas SIM y joyas, así como carpetas de empresas eléctricas y carnés acreditativos, medios que utilizaban para el engaño.

También se han intervenido cuatro vehículos, dos de ellos de gama alta, los cuales utilizaban los miembros del grupo para recorrer las largas distancias por las demarcaciones rurales gallegas y llevar a cabo su actividad criminal.

DELITOS

Con este operativo se ha esclarecido un robo con violencia e intimidación en Palas de Rei (Lugo), así como seis delitos de hurto distribuidos en las localidades lucenses de Sarria, Abadín, Castroverde, Muras, Ribadeo y Vilalba.

También se han esclarecido dos delitos de hurto en la provincia de Pontevedra, uno en A Estrada y otro en Pontecesures, además de cuatro delitos de hurto en la provincia de A Coruña, otros dos en Arzúa, uno en Laracha y uno en As Pontes de García Rodríguez.

A ellos se suman delitos de estafa en las localidades de Ribadeo, A Estrada, Castroverde, Vilalba y Pontecesures, además de otros dos delitos continuados contra la seguridad vial.

Los cuatro detenidos, de entre 25 y 50 años y de nacionalidad española, tenían antecedentes por hechos similares. Serán puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Chantada en la mañana de este miércoles.

El Correo Gallego