O ruidoso tráfico.

JOSÉ CASTRO CAJARAVILLE

O TRÁFICO de grandes camións pola estrada nacional N-550, ao seu paso polo centro urbano de Padrón, segue atronando o espazo pola zona, a pesar de que existe unha vía de circuvalación. Pero a maioría dos condutores seguen circulando pola N-550, é dicir, por unha vila histórica que cambia o seu habitualmente tranquilo e pacífico ambiente padronés nun tremendo ruido dos camións de gran tonelaxe e cinco eixes que a cada momento por aquí circulan. E iso a pesares daquela extinta, ou a lo menos que por aquí deixou de aplicarse, Lei do Silencio.

E en tanto, seguen a transcorrer os anos e, aparte deste problema, Padrón segue esperando, -aínda que os padroneses xa perden a paciencia- a que Fomento atenda as demandas polas obras de ampliación do tramo da reiterada estrada nacional coa veciña provincia de Pontevedra, en Pontecesures. O executivo padronés que saíu reelixido nos últimos comicios debe ter primacía con estes problemas para unha pronta e definitiva solución.

El Correo Gallego

SERVIZO MUNICIPAL DE AUGAS: AVISO URXENTE – CORTE NO SUBMINISTRO DE AUGA.

Debido a unha avaría na rede de abastecemento de auga, procederáse a un corte no subministro de auga potable na xornada do VENRES 8 DE MARZO DE 2019. As zonas afectadas son as Rúas Avenida de Vigo e José Novo Núñez (dende Electrodomésticos Frois ata o Supermercado Froiz da N-550), o  horario deste corte será dende ás 9.00 ata ás 12.30 da mañán aproximadamente.

Por parte do Servizo Municipal de Obras, intentaráse solucionar esta deficiencia o antes posible.

Jesús Ferrón: «Todos los años había riadas en Padrón».

En los años 60, este vecino, que era concejal, coordinó el operativo en una gran inundación.

Todos los años se esperaban las inundaciones en Padrón; la gente ya estaba pendiente». Así lo recuerda Jesús Ferrón Martínez, un vecino de Padrón de 84 años que, a principios de los 60, tuvo que coordinar las labores de actuación en una de las riadas fuertes que sufrió la villa, al ser concejal en el Ayuntamiento.

Las inundaciones son una cicatriz en la historia de Padrón por su frecuencia y, a menudo, por su intensidad, tanto que algunas fueron históricas, como la que a finales de los años 60 tiró el puente que unía la zona de A Barca con la del Bordel o la de 1987, la más reciente, cuando el agua anegó más de un metro en los comercios de la villa. También por estos días del mes de febrero de 1966 hubo otra riada fuerte.

Y fue así hasta que en el año 1994 se inauguró el canal de derivación del río Sar que, construido por la Xunta, puso fin a las riadas en el casco urbano. De las inundaciones de principios de los años 60, en concreto, en torno al año 1962, habla Jesús Ferrón. A él le tocó tomar el mando de la situación una vez que el alcalde de entonces, Ramón Pazos Giménez, vivía en Santiago y no pudo trasladarse a la villa, precisamente porque quedó aislada por las inundaciones. «Tuve que actuar yo», cuenta.

Así, Ferrón montó el cuartel general en su casa, frente la feria, en la zona de Fondo de Vila, para coordinar todo el operativo en el que participó la Escuela Naval de Marín. «Le pedimos auxilio y vinieron rápidamente», recuerda el vecino. En esa ocasión, la «principal preocupación» eran los vecinos de A Ponte, lugar en el que desbordó el río Ulla. «La gente se subía a los tejados y había que rescatarla», relata Jesús Ferrón. También acudieron a ayudar los bomberos de Santiago. «Llevaba varios días lloviendo y los ríos iban llenos», cuenta. Cuando desbordó el Sar, las calles de la villa y hasta la carretera N-550 quedaron bajo el agua. Los comercios, que ya vivían pendientes de las crecidas del río, «se anegaron y tenían toda la mercancía levantada; sufrieron grandes pérdidas económicas», señala el que fue concejal durante un mandato. Algo similar sucedió también en el año 1987, cuando se registró la inundación más reciente del casco urbano.

En esa riada de principios de los años 60, Jesús Ferrón recuerda que el pueblo pasó más de un día bajo el agua y varios más limpiando todo, porque la crecida también «traía lodo y troncos de árboles que bajaban de Santiago». «El Concello colaboró todo lo que pudo con los vecinos pero no había dinero como hay hoy para las ayudas», señala este vecino de Padrón.

«Las inundaciones eran habituales hasta la construcción del canal de derivación. Ya había un dicho que reza que Caldas, Cuntis y Padrón muchas veces anegadas son», añade Ferrón, quien también precisa que, además del alivio del canal, «ahora ya no llueve como antes».

El canal de derivación fue la solución para evitar las riadas en el tramo urbano del río, pero no en los núcleos situados aguas arriba, como Lamas, en Extramundi, o la zona de Pazos, que siguen desprotegidos en caso de lluvias intensas y de crecidas del Sar. En su día hubo un proyecto para realizar una segunda fase del canal del río y hasta inversión anunciada por parte de la Xunta, pero por ahora se quedó en nada.

La Voz de Galicia

Cuestionan la poda de árboles del campo de Iria.

El Concello de Padrón asegura que cortó las ramas como otros años, pero hay vecinos que lo ven excesivo.

La poda de los árboles del campo de la fiesta de Iria, por parte del Concello de Padrón, levanta críticas entre algunos vecinos por lo que califican como «corta agresiva» de las ramas de los plataneros, al estilo de lo que hizo el Ministerio de Fomento con los que crecen a pie de la vía N-550 en A Escravitude. «Veremos se non secarán», dice un vecino.

Otros se preguntan si el Ayuntamiento comunicó la poda al titular del campo, la Comunidad de Montes Retén-Iria, que integra a los vecinos de estos dos núcleos y a los de Roucón, Couto y Pedreda. El presidente de la entidad confirmó que nadie del Ayuntamiento le notificó la poda. No obstante, el concejal José Ramón Pardo explicó ayer que el Concello se encarga de la poda de los árboles del campo de la fiesta de Iria «desde sempre», de modo que este año se hizo como otras veces anteriores y con el fin de evitar que una rama pueda caer sobre el recinto. En cuanto a la corta tan radical de ramas, Pardo asegura que esos árboles en concreto «non teñen ningún problema» y que se hizo como en otras ocasiones, de modo que la poda se repite cada dos o tres años.

No obstante, hay vecinos que critican cómo se hizo y hablan de que las ramas se estaban cortando para que formaran una parra y poder dar sombra en verano, algo que ya no es posible tal y como quedaron los árboles, aseguran.

«É unha pena como podaron, será para vir un ano e non volver en moitos máis», dice un vecino, que la califica de excesiva.

La Voz de Galicia

El octogenario fallecido en un atropello en Valga fue alcanzando en el arcén.

Un turismo le golpeó cuando acababa de cruzar un paso de peatones y salió despedido por un desnivel -La joven conductora alegó que el parabrisas se había empañado.

Manuel Castiñeiras Tarrío, un conocido vecino de Valga residente en el lugar de Paredes, falleció a las 9.30 horas de ayer a causa de un atropello en la carretera N-550.

Ocurrió justo delante del consistorio, cuando el hombre cruzaba por un paso de peatones. Parece ser que ya lo había rebasado y se encontraba en el arcén en el momento en que fue embestido por el turismo, un Citroën Saxo conducido por una joven también vecina de Valga que sufrió una importante crisis de ansiedad tras lo ocurrido.

Inciden en ello los servicios de emergencias, donde también indican que tras el atropello la mujer aseguró que se le habría empañado el parabrisas, por lo que no había visto a la víctima.

Cabe puntualizar que la Guardia Civil de Tráfico la sometió al pertinente test de alcohol y drogas, arrojando un resultado negativo.

Hay que resaltar, igualmente, que el octogenario no solo sufrió el fuerte impacto del turismo, sino que recibió otro golpe de consideración al caer en el suelo tras salir despedido hacia un pequeño desnivel existente en el lugar; unas escaleras situadas ya fuera de la carretera.

Todo esto sucedió a las puertas de la casa consistorial, donde inmediatamente se reunieron numerosos vecinos y familiares de la víctima, cuya residencia se sitúa a escasos metros.

Fue precio interrumpir la circulación rodada en uno de los carriles de la N-550, concretamente el que avanza en sentido Pontecesures-Caldas.

Con este atropello mortal la tragedia vuelve a castigar a los vecinos del Ullán, donde muchos recordaban ayer que hace solo tres semanas fallecía, también atropellado en el arcén, el concejal catoirense Eduardo Touriño Criado, de 46 años.

Y por si fuera poco hace solo una semana que falleció aplastado por su tractor, también en Valga, Francisco Barreiro Cordo, de 80 años de edad y vecino de la parroquia de Cordeiro.

Es inevitable, igualmente, que algunos vecinos alerten de la «peligrosidad» de la carretera N-550 a su paso por Valga y recuerden otros atropellos registrados con anterioridad en la zona. Los hay que reclaman la construcción de la prometida variante o carretera de circunvalación.

Faro de Vigo