Herbón aúna historia, cultura, arte, tradición y costumbres ancestrales.

Iglesia románica de Santa María de Herbón.

La iglesia de Santa María, del siglo XII, el Convento de los franciscanos y las pesqueiras, señas de identidad junto a las decenas de invernaderos

El municipio de Padrón está plagado de rincones con encanto, que emanan fuerza e invitan a soñar o que llevan al viajero a identificarse con otra época. Y si hay alguno que aúna historia, tradición, arte y costumbres ancetrales, además del núcleo romano de Iria Flavia, ése es sin duda, Herbón. Esta pequeña localidad, bañada en un lateral por las aguas del río Ulla, por el que dicen navegaron los fenicios, tiene don de gentes y un santo y seña indiscutible: el afamado pimiento.

Pero Herbón es algo más que calles estrecha y un paisaje plagado de invernaderos. Herbón guarda en su interior, como si de una joya preciosa se tratase, un ejemplar arquitectónico del siglo XII: la iglesia románica de Santa María, cuyo pórtico es toda una lección de arte.

Pero esta singular localidad encierra otros tesoros únicos, como el Convento de los franciscanos (S. XV), donde se cultivaron los primeros pimientos. La iglesia de este conjunto destaca por su retablo en el que trabajaron los principales escultores del XVIII y del XIX. Y como paisaje natural modificado por el hombre y para el hombre, el Ulla con las lengendarias pesqueiras cuyo preciado ciclóstomo hacía las delicias de los paladares romanos. En época de pesca de la lamprea, ver surcar la barca de madera por estas aguas para recoger las nasas es todo un espectáculo. Y a tan sólo unos kilómetros del casco histórico padronés.

TIERRAS DE SANTIAGO, 21/07/09

Treinta y siete años capturando lampreas.

Natural de Vedra y adoptiva de Carreiras, en Cesures, Lola Villanueva es la mujer más veterana de los Valeiros ·· Considera la pesca un trabajo duro, pero muy vicioso ·· Gracias al río y a su profesión sacó adelante a 9 hijos

Nació tierra adentro, en uno de los municipios de Tierras con un microclima especial: Vedra. Allí cultivó la tierra y se embebió de las artes de la agricultura y ganadería. Pero del mar y del río, Dolores Villanueva, Lola como la llaman cariñosamente en su pueblo de adopción, en Pontecesures, nada sabía. Fue la primera mujer dedicada a la pesca de la lamprea en el Ulla, la baleira más veterana y la que abrió un camino en un mundo dominado casi en exclusiva por entonces al hombre. Rompió barreras y demostró que las féminas son tan dignas como los varones para dominar una embarcación y unas nasas.

Si hace cuarenta años le hubiesen dicho a esta mujer que su profesión estaría vinculada con el Ulla y la pesca, ella hubiera respondido que quien lo pensaba estaba loco. «Pero aquí me tes. O outro día da boda aterrizei na embarcación. Non sabía nada das artes de pesca, nin de cómo se levaba un barco, pero a todo se fai un e eu non ía a ser menos», recalca, añadiendo que «ata fai quince anos eu era a única muller aquí».

El Ulla es para Lola uno de sus grandes amores. El primero, sin duda, es Manolo, su marido, el que la introdujo en este río «que eu só vía dende a casa onde me criei, en Vedra». De la parte alta del Ulla a la parte baja, de la tierra al río y al mar (porque también faena en la ría buscando chopo, solla o anguilas), de la agricultura a la pesca, mundos todos ellos tan antagónicos. Aquí en Pontecesures lleva 37 años trabajando ininterrumpidamente (puede que se jubile ??o la jubilen?? el próximo año). Lola logró conjugar su trabajo con su vida privada, y sacar adelante a sus nueve hijos (cinco de los cuales, entre ellas una hija, se dedican a la misma faena: capturar lampreas y faenar en el mar). Todo ello con mucho aplomo, fuerza de voluntad y un humor envidiable. Ella ama la vida, la que fluye por las aguas fluviales y la suya propia, y su trabajo. «Eu xa viña acostumbrada a traballar, pero o río foi difícil. O Ulla é moi vicioso e a lamprea, máis. Cando a vin por primeira vez, case vomito. Hoxe a comemos case todos os domingos. Teño 57 anos, 37 dos cales pesco lampreas, algo sabrei ¿non?. Pero a pesca no Ulla cambiou moitísimo. Antes pescábase con redes, igual que no Miño. Entón sí que era dura, pasabas toda a noite no río», dice.

Vivió un tornado mientras faena en Meloxo, el mar la puso en más de un apuro y combatió en ocasiones con el Ulla, pero ahí continúa, a bordo del Alejandrito, surcando las aguas y viendo cómo a su alrededor hay cada vez menos pesca, menos familias que se dedican a este oficio y más contaminación. «Sabes, este éche un traballo tan digno como outro calquera do que me sinto orgullosa».

TIERRAS DE SANTIAGO, 21/04/09

Los bajos precios de la lamprea marcaron una compaña con buen nivel de capturas.

Los valeiros encaran la recta final de la campaña de pesca de la lamprea en el río Ulla, que finaliza el día 15 de abril. Les queda apenas una semana para poner el punto y final y lo harán con buen sabor de boca en cuanto al nivel de capturas, aunque un tanto decepcionados por los bajos precios a los que se vendieron las piezas, algo que achacan, entre otros factores, a la crisis económica. En estos últimos días de actividad las capturas están siendo un tanto irregulares ya que ??unha embarcación igual colle un día dez ou quince lampreas, e ao día seguinte unha ou dúas só?, comenta el presidente de la agrupación de valeiros de Pontecesures, Antonio Pesado, que accedió al cargo hace unos meses en sustitución de Ramón Barreiro. ??Non hai un equilibrio? y esto se debe a que el cauce del río Ulla lleva poca agua y resulta más complicado que las piezas entren en las nasas ya que la profundidad es menor, pero aún así, Pesado certifica que esta campaña fue bastante mejor que la de 2008, que fue de las peores que recuerdan los marineros cesureños. Fue el día 2 de enero cuando se abrió la campaña y a lo largo de este primer mes ??non se pescou moito, pero a partir de febreiro, coa choiva, comezamos a coller bastantes pezas. Foi a mellor época de todas e tivemos días nos que cada embarcación collía entre vinte e trinta lampreas?. En un par de semanas capturaron tal número de piezas que ??non había saída? y esto provocó la caída de los precios y, ??unha vez que os baixas, xa é moi complicado volver a subilos?, indica el presidente del colectivo, por lo que el precio de la lamprea se mantuvo más o menos estable desde entonces, siempre teniendo en cuenta que no está regulado y cada marinero vende sus capturas por el dinero que él considere. Esta semana las lampreas de kilo y medio rondaron un precio de 25 euros y las más pequeñas se vendieron entre 20 y 15. Antonio Pesado achaca esta situación a la crisis económica, que provoca que el producto ??non teña tanta saída coma outros anos?. Con todo, hace un balance bastante bueno de los últimos tres meses ya que ??pescouse ben?. Esta campaña fueron alrededor de diecisiete las embarcaciones de Pontecesures que salieron a pescar lamprea.

Especial DIARIO DE AROUSA, 03/04/09

Lola Villanueva: «O río méteseche moi dentro, é vicioso, e a lamprea moito máis»

Dolores Villanueva, ‘Lola’, é a valeira máis veterana, leva 37 anos dedicada á pesca no Ulla ·· Foi a primeira muller en abrirse camiño neste mundo ·· Di que a temporada non foi mala, pero que a crise tirou os prezos

Dolores Villanueva, Lola, leva 37 anos dedicada a faenar no Ulla e na ría de Arousa, pese a nacer (hai 57 anos) terra dentro, en Vedra. A súa intromisión na arte da pesca da lamprea en Pontecesures, valeulle daquela algunhas críticas, precisamente por ser muller. A súa xesta hónraa porque abriu unha porta laboral para o sexo feminino nun mundo de homes. Só a comercialización do peixe corría entón a cargo das mulleres, que nesta localidade teñen nome propio: as patifas.

_ ¿Como se iniciou nesta pesca?

_ Foi a través de Manolo, o meu home. El era valeiro, naceu co oficio nas mans. Eu non sabía nada das artes de pesca. Aterrei na lancha ao día seguinte da miña voda con Manolo e de que viñésemos vivir a Carreiras. Disto xa hai 37 anos. Eu coñecía o Ulla porque pasaba preto de onde nacín, en Vedra. Mudei a terra e o arado, polo río, o mar e as artes pesqueiras.

_ ¿Ser muller marcouna nesta profesión de valeira?

_ Penso que non. Síntome moi orgullosa diso. Fun a primeira en faenar aquí, e boteime ó río e ó mar como un home máis, sen amedrentarme. Vivín momentos moi duros, nos que pensei estar máis ó outro lado ca neste, porque o mar é moi perigoso, e este río moi traizoeiro. Tamén fun a primeira en sacar o título de mecánico do litoral. Abrín un camiño. Daquela era eu soa coma muller, hoxe hai algunha baleira máis. Este é un traballo duro, pero sen el non sei vivir.

_ A campaña está a piques de rematar, ¿cal é a súa valoración?

_ A lamprea baixou moito nestes últimos anos. Xa non acordamos coller 90-100 nun día, pero este ano non nos podemos queixar. Houbo días de máis de 20 lampreas. Salvo as primeiras que se venderon a 70 ? e que as collín eu, agora están a 20 ? as grandes, a 10 as medianas e a 5 ? as pequenas. Nótase a crise e que a xente non ten cartos.

_ ¿Bota vostede de menos os primeiros tempos?

_ Si. Daquela collíanse as lampreas con redes, os tramallos, coma no Miño. Traballábase de noite, que é cando mellor se moven, coa punta da agua e coa caída do mar. Aquel si que era traballo. Hoxe, cos vituróns é máis doado, pesca calquera. A miña vida está ligada á lamprea. Criei 9 fillos, cinco deles (incluída unha filla), dedicánse hoxe a este oficio, e tamén van coma min ó chopo, á anguía e á solla. Conseguimos que a pesca da lamprea se ampliase ata o 15 de abril, pero deberían permitir máis nasas, 10 en vez de 8, porque cando non se pesca, non se come.

A FRASE

«A lamprea baixou moito. Xa non acordo días de 90-100 pezas, pero este ano houbo días de máis de vinte»

EL CORREO GALLEGO, 03/04/09

La lamprea: Hija pródiga del Ulla.

Columna «Entre comillas». TIERRAS DE SANTIAGO, 31/03/09
KATJA SÁNCHEZ (*)
Con la Fiesta de la Lamprea de Pontecesures a la vista, viene el recuerdo de Salgado y de Laura que cada año vendían a mi padre las primeras lampreas que paría el Ulla. Mi madre, que pasaba horas limpiándolas («he ahí el secreto», decía), seguro sería millonaria de cobrar el manjar que tantas veces cocinó para amigos y extraños.

Y es que el Ulla emana historia en las pesqueiras que lo adornan a su paso por Padrón. Dividiendo al río en 4 tramos, Herbón, Carcacía-Lapido/Carcacía, Barcala/Sinde, y Reis, los pescos, grandes sillares perpendiculares al curso del río, presentan corredores donde se ubican las redes dejando el centro o vea libre de trampas. Las lampreas, de regreso para desovar y morir, remontan la corriente o caen en las nasas donde la fuerza del agua las retiene.

Cuando una nace en Carcacía y tiene media infancia bañada por las aguas del Ulla, considera negligente que la tradición se deteriore vertiginosamente ante la pasividad del Concello. Mientras en Arbo han sabido explotar el arte romano, no sólo a nivel turístico sino como signo de identidad, aquí se cruzan de brazos ante construcciones reforzadas con cemento como si no existiera más que el pimiento o el Apóstol… Entonces ¿por qué no aprovechar el último rumor compostelano? Al parecer, en el pórtico de la Catedral, un condenado por el pecado de la gula come empanada de lamprea… ¡Fíjense!

(*) TEAT, vecina de Carcacía