Localizan un cadáver en el río Ulla, entre Padrón y Pontecesures.

El cuerpo corresponde al de un hombre de entre 40 y 50 años, y llevaba puesto un casco de ciclismo.

Efectivos de emergencias cubren el cuerpo aparecido en el Ulla. / I. Abella

Efectivos de emergencias cubren el cuerpo aparecido en el Ulla.

La Guardia Civil investiga en estos momentos la aparición de un cadáver en el río Ulla, en las inmediaciones de Padrón y Pontecesures. Se trata de un varón de entre 40 y 50 años, y aún se desconoce su identidad, pues no llevaba documentación. La única pista que ha trascendido hasta el momento es que llevaba puesto un casco de ciclismo.

En el lugar de los hechos se presentó el alcalde de Padrón y miembros del gobierno pontecesureño, pero nadie reconoció al varón, por lo que se cree que no reside en ninguna de estas dos localidades, y que estaba haciendo deporte en alguna población del curso medio o alto del río cuando se precipitó al río por las razones que todavía se están investigando.

El cuerpo fue localizado flotando en el río poco después de mediodía, y tras ser rescatado por una lancha lo llevaron hasta el muelle de Padrón, donde se procedió al levantamiento del cadáver poco antes de las cuatro de la tarde.

En el operativo participaron miembros del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, de la Policía Local de Padrón y de la Guardia Civil.

Faro de Vigo

Vecinos de Carcacía, en Padrón, limpian el área recreativa do Areeiro, en el Ulla.

Un grupo de seis vecinos de la parroquia de Carcacía, en Padrón, aprovecharon el tiempo libre que les dejó la desescalada para limpiar el área recreativa do Areeiro, junto al río Ulla. Según cuenta uno de ellos, Miguel Ángel Noya, cuando estuvo permitido salir a pasear y a hacer deporte, vieron que esa zona «estaba feita unha selva» y se organizaron para cortar la hierba y la maleza a orillas del río, en la zona de baño y entre las mesas y bancos del merendero.

Así, cuatro de ellos echaron mano de la desbrozadora mientras otros dos recogieron todos los restos, que dejaron depositados en un extremo, donde posteriormente los recogió el Concello, que también limpia el espacio una vez al año.

«Estaba todo infectado de herba e como coincidiu que estabamos moito na casa, decidímonos a vir», explica Amable García, a lo que Miguel Ángel Noya añade que «historicamente esta zona sempre foi limpada polos veciños». Este también opina que, entre todos, «traballo non dá porque non tes que vir coa fouciña» y de hecho él tiene ido solo a limpiar parte del espacio. También se decidieron a hacerlo porque saben que el área recreativa «é unha zona moi concorrida, incluso por familias con nenos» y no solo por los vecinos de Carcacía, sino también por «moitos padroneses» y de otros concellos, señala Belén Xestal. Además del encanto natural de la zona, el río Ulla depara en ese punto un «remanso» apto para el baño.

Para estos vecinos, el espacio tiene un componente sentimental porque es donde quedaban en verano las pandillas y donde muchos aprendieron a nadar y de ahí que hablen de «vinculación sentimental co río» y de que «sintamos este lugar como noso», dice Belén Xestal. Limpiada el área recreativa, quedan ahora las cunetas de la pista de acceso a la misma. También les gustaría recuperar el agua de una fuente.

Nestlé acaba con los residuos enviados a vertedero desde su fábrica de Pontecesures.

Nestlé España ha dado un nuevo paso al frente en su política de preservación medioambiental, y más concretamente en su apuesta por la economía circular, aplicada a todos sus centros de producción nacionales. Prueba de ello es que las diez fábricas de que dispone en el país, entre ellas la de Pontecesures, ya no envían residuos a vertedero.

Así lo destaca la propia multinacional cuando aclara que para lograr este objetivo ha trabajado con gestores autorizados, como el Grupo Saica, «con los que hemos llevado a cabo un análisis y caracterización de los residuos, además de realizar la correcta segregación de los mismos y optimizar los flujos internos y externos para darles una segunda vida».

Esto es tanto como decir que medidas como el reciclaje, la separación en origen, la implementación de mejores condiciones de almacenamiento y la valorización permiten a las factorías españolas de Nestlé un trabajo limpio.

Y se ha conseguido tras «revisar de forma periódica tanto las áreas de generación como la señalización de residuos, para conseguir la correcta segregación de materiales en fábrica», además de con la verificación permanente de las condiciones de almacenamiento intermedio y finales de los mismos.

Otra pieza clave en el engranaje es que Saica «ha analizado cada residuo para ofrecer la mejor opción de valorización dependiendo de su naturaleza«, implementando «un modelo de economía circular y sostenible en las fábricas de Nestlé en España, a través de la reintroducción de residuos en forma de nueva materia prima».

Como ejemplo ello baste citar que Saica Natur ha recogido de las factorías de Nestlé materiales como el polietileno de baja densidad que, tras ser sometido a «un exhaustivo proceso de segregación, selección, lavado y procesado, fue transformado en una granza virgen de máxima calidad reintroducida en le cadena de producción como un film reciclado y reciclable que se emplea para agrupar y manipular unidades de venta de algunos productos».

Del mismo modo, Saica retira de las fábricas de Nestlé España unas 3.150 toneladas de cartón anuales, las cuales recicla y convierte en más de 16 millones de embalajes que Nestlé vuelve a utilizar.

Fruto de este trabajo, la lechera ha conseguido reducir por completo sus emisiones en la última década, de tal forma que mientras en 2010 generaba en el conjunto de las factorías que tiene en España unas 3.380 toneladas de residuos, el la actualidad el volumen enviado a vertedero es cero.

Esta acción se encuadra en el programa medioambiental «Compromisos con la Tierra«, entre cuyas claves destaca el haber logrado «la implicación de todos los actores involucrados en la gestión de los residuos para dar una segunda vida a los mismos».

El grupo Saica, a través de su línea de negocio Saica Natura -encargada de la gestión de residuos y servicios medioambientales-, ha trabajado de forma conjunta con Nestlé para analizar la cadena de valor de la compañía láctea «con el fin de detectar ineficiencias y proponer mejoras orientadas a la maximización de la utilización de los residuos».

Así lo destacado el director general de Saica Natur, Víctor Sanz, después de que su empresa propusiera «soluciones sostenibles» que, teniendo como eje principal la economía circular, han llevado a los centros de producción de Nestlé «a convertirse en ejemplo de empresa que no genera residuos a vertedero».

Esto lleva a Jacques Reber, el director general de Nestlé España, a presumir de que en su compañía «lideramos las iniciativas y acciones que ayudan a proteger nuestro planeta, siendo un ejemplo claro de ello que nuestras 10 fábricas españolas ya sean cero residuos a vertedero».

Es algo que «parecía imposible -reconoce-, pero lo hemos hecho desde la firmeza y la determinación, convencidos de que debemos ser motor de cambio».

Dicho lo cual se compromete a «seguir sumando esfuerzos para ser parte activa en la preservación de nuestro planeta Tierra, algo que debemos hacer por nosotros y por las generaciones futuras».

Faro de Vigo

El lamento de una vecina de Pontecesures: «Podo ir a Tui, pero non a Padrón a ver a meu pai».

Padrón y Pontecesures, municipios limítrofes entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, están pendientes del levantamiento de restricciones para que sus vecinos puedan moverse libremente de un lado a otro del puente sobre el río Ulla, como hacen de toda la vida. Son muchos los de Pontecesures, e incluso Valga, que se desplazan a la capital del Sar a realizar gestiones, desde comprar en los establecimientos comerciales locales hasta ir al banco, dentista o notario, entre muchas otras. Y también desde Padrón se mueven al otro lado del río para hacer compras en la localidad de Cesures.

Cuando quede sin efecto esa restricción de moverse entre provincias, sea primero o no entre municipios limítrofes, «vai ser un alivio moi grande», según opina María del Carmen Magán Pérez, vecina de 47 años de la aldea de Infesta, en Pontecesures. «Non ten ningún sentido o que está pasando», añade. «Eu podo ir a Tui, pero non podo ir a Pazos, en Padrón, que está ao lado, a ver a meu pai», lamenta.

Controles policiales

En su caso, habitualmente se desplaza a Padrón a comprar en la plaza de abastos y en tiendas del pueblo, pero también va al dentista y al fisioterapeuta. «Pese a estar todo a un paso, non podo ir nin a comprar nin a ver a familiares», cuenta. Lo mismo le pasa y le seguirá pasando a su hermano mientras no se levante la restricción de moverse entre provincias. Él reside en Rois y, en todo este tiempo, no pudo ir a Cesures a ver a su madre, con la que reside María del Carmen Magán.

«Está mal feito e será un alivio que o cambien», asegura la vecina de Pontecesures, que está deseando poder ir a Padrón sin problemas, como muchos otros vecinos.

En su caso, también acaba de acompañar a su hijo a recoger sus pertenencias en la residencia universitaria de A Coruña, ciudad en la que estudia, para lo que se movió con un justificante.

La vecina también está yendo con su madre una vez al mes a una consulta médica en Santiago, pero siempre con justificante e «así vas máis tranquila», dice María del Carmen Magán, que recuerda que levantar la prohibición de cambiar de provincia en municipios limítrofes será necesario para que los jóvenes de Pontecesures y Valga que estudian en Padrón puedan acudir mañana al instituto, en el caso de los cursos que están autorizados.

Durante el tiempo de prohibición de cambiar de provincia, el puente de Cesures está siendo objeto de controles policiales, en los que se está parando a conductores y preguntándoles el motivo del desplazamiento.

El BNG pidió en Madrid que esa limitación de movimientos se levantara ya en municipios limítrofes de distintas provincias, algo que también tiene solicitado el Concello de Padrón.

La Voz de Galicia

Padrón y Pontecesures, dos pueblos separados por una desescalada provincial.

El alcalde del primer municipio afirma que «no tiene encaje que un padronés pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros».

Un vecino de Pontecesures pasa hacia Padrón, al otro lado del puente este jueves. Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano sobre el rio Ulla y durante la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial: el primero pertenece a A Coruña y, el segundo, a Pontevedra.

Padrón y Pontecesures son dos municipios gallegos con una gran vida conjunta que están separados por un puente romano situado sobre el río Ulla. En la desescalada, su unidad se podría ver alterada por la división provincial, con consecuencias negativas tanto para el comercio como para sus habitantes, ya que el primero pertenece a A Coruña y el segundo, a Pontevedra.

«Espero que finalmente impere el sentido común y esta medida se eche atrás», ha declarado a Efe el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira, que considera que el municipio es el «centro neurálgico» de la comarca, además de núcleo «comercial, industrial, administrativo y sanitario».

«No tiene encaje que una persona de Padrón, limítrofe con Pontecesures, pueda viajar hasta A Coruña o hasta Cariño, municipios que quedan a 100 kilómetros, y no puedan cruzar a 200 metros», explica.

El alcalde considera que habría que establecer otro tipo de áreas, porque en algunos casos «únicamente juega el azar», ya que depende de si los municipios están situados en el centro de la provincia o en zonas limítrofes.

«No se puede gobernar a 600 kilómetros de distancia y establecer las mismas medidas para todos, porque esa igualdad no deja de ser una discriminación en situaciones distintas», apunta Fernández Angueira, que señala que, mientras Madrid es uniprovincial, hay comunidades autónomas, como Galicia, que tienen características muy distintas.

Además, esta división supone para el alcalde un lastre en los servicios ciudadanos, pues en Padrón está ubicado el grupo de emergencias supramunicipal, que incluye otros municipios como Valga o Catoira, por lo que ve las áreas sanitarias como una buena medida territorial para la desescalada.

En caso de que la desescalada sea provincial definitivamente, los habitantes de muchos pueblos cercanos a Padrón, pero que están en la provincia de Pontevedra, no podrían realizar sus compras en la localidad coruñesa y, por lo tanto, deberían buscar esos servicios en su provincia, aunque ello suponga recorrer muchos más kilómetros.

«Por un lado se está perjudicando a Padrón económicamente e industrialmente y a los vecinos de otros municipios se les está quitando un servicio que podrían tener a tres kilómetros, además de obligarlos a desplazarse a lo mejor a 60 kilómetros dentro de la misma provincia para tener el mismo resultado», explica Fernández Angueira.

Así lo ven también los comerciantes del mercado de abastos de la localidad, que piensan que perderán muchos clientes si se corta el tránsito entre Pontecesures y Padrón.

«Así como gente de Santiago no viene, por los kilómetros, aunque esté en la misma provincia, de Pontecesures tenemos muchos», explica Mari Carmen, que trabaja en una frutería y que entiende que no puedan ir los de Pontevedra, pero no gente cuya localidad está a poca distancia.

Lo mismo afirma Luis, que asegura que a la carnicería en la que trabaja acude mucha gente de pueblos limítrofes y añade que si se aplica la desescalada por provincias, podrían perder entre un 30 y un 40 % de la clientela.

En Pontecesures, pueblo de no más de 3.000 habitantes y con servicios limitados, opinan igual, pues Ángel, encargado de una librería, asegura que, aunque la mayoría de sus clientes son del lado pontevedrés, podría perder en torno a un 30 % de clientes.

Para el alcalde de esta localidad, Juan Manuel Vidal, el hecho de hacer una división insular o provincial «desbarata un poco la simbiosis que llevamos todos los ayuntamientos del contorno», por el mero hecho de una división administrativa «sin demasiado buen criterio».

«Estamos enclavados en la comarca del Ulla, una comarca en la que están solapados muchos servicios y en la que compartimos tradiciones, mercados e infinidad de puntos en común», afirma, y añade que la situación es «casi cómica» porque vecinos a los que separan 200 metros no podrían casi «ni darse los buenos días» o incluso algunos, para poder bajar al caso urbano, «tendrían que cruzar campo a través» para no cruzar los límites provinciales.

«Lo menos lesivo sería hacer una división comarcal, pero no tirar de divisiones administrativas de principios del siglo XIX», apunta.

Y es que, tal y como opina el presidente de la Asociación de Empresarios de Padrón, Simón Barreiro, en situaciones como ésta es necesario que todos «arrimen el hombro» y que las empresas y comercios se ayuden los unos a los otros para salir adelante, en lugar de establecer fronteras «sin lógica».

«Es una rueda en la que si uno deja de empujar, pues nos repercute a todos. Tenemos que ayudarnos unos a otros», afirma Barreiro, que a pesar de que considera que las decisiones políticas que se toman «no son fáciles», podría haber más concreción, ya que «sale una medida y según la repercusión que tiene se modifica», lo que genera «incertidumbre y desconfianza».

El Correo Gallego

Padrón pide excepciones en el cambio de provincia por su cercanía a Pontecesures.

Un puente sobre el río Ulla separa Padrón (A Coruña) y Pontecesures (Pontevedra), localidades que se ven gravemente perjudicadas por la prohibición de cambiar de provincia hasta la tercera fase, salvo causa justificada como desplazamientos por trabajo. Así lo considera el Concello de Padrón, que ayer dirigió un escrito a la Subdelegación del Gobierno en el que expone que «las restricciones de movilidad entre provincias van a suponer una afectación desproporcionada a los habitantes de nuestro municipio, sin que existan razones objetivas para ello, simplemente por mero azar geográfico».

Por ello, el Ayuntamiento pide que se tengan en cuenta las circunstancias derivadas de su carácter de municipio limítrofe y se le comuniquen nuevas medidas adaptadas a la realidad de Padrón. La capital del Sar es, tradicionalmente, el centro económico de esta comarca y de parte del Baixo Ulla, con Pontecesures y Valga. El alcalde padronés, Antonio Fernández, va más allá y habla de que Padrón y Pontecesures funcionan como una unidad comercial (en Padrón hay muchos comercios que no existen en Cesures); industrial (una misma empresa tiene instalaciones en ambos lados); política, en algunos casos con convenios conjuntos de Padrón, Rois, Dodro, Cesures y Valga; e incluso servicios como el del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, cuyo ámbito de actuación acaba de ampliar la Xunta a Pontecesures y Valga.

A mayores, hay aldeas de Padrón, como Morono, Cortiñas, Confurco o Condes, cuyos vecinos deben desplazarse por territorio de la provincia de Pontevedra para ir al casco urbano de Padrón. Algo similar sucede al revés, con Grobas, ya que para ir al casco urbano de Cesures hay que pisar territorio coruñés.

En Padrón, además, compran, desde siempre, muchos vecinos de Cesures y Valga. También cursan estudios alumnos de ambos concellos pontevedreses y usan servicios sanitarios del centro de salud como el de farmacia, fisioterapia u odontología, sin contar otros como Notaría o Registro, o bancos, amén de múltiples lazos familiares.

La Voz de Galicia