Los Bomberos sofocaron sin problema el fuego, pero los daños materiales fueron bastante grandes.
Un extraño incendio afectó durante la madrugada de ayer a seis
vehículos que se encontraban estacionados en un taller de Pontecesures.
Los Bomberos, apoyados por el GES de Valga, sofocaron sin problema el
fuego que, sin embargo, ya había causado daños importantes en varios de
los vehículos.
El suceso, que no provocó sin embargo daños de tipo personal ya que a esa hora no había nadie en el establecimiento, se originó a las dos y media de la madrugada del viernes. El taller se encuentra en el lugar de Redondo, y está especializado en autocaravanas. Precisamente los seis vehículos que ardieron son de este tipo. El Centro de Atención ás Emerxencias de Galicia movilizó hasta la zona a los Bomberos del parque de Vilagarcía, que recibieron apoyo del GES de Valga y que sofocaron el fuego sin mayor incidencias. Sin embargo, fue imposible evitar que el incendio afectase a seis de las autocaravanas, algunas de las cuales quedaron seriamente dañadas en el interior y en el exterior, llegando incluso a reventar por el calor las cristaleras. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que investiga el extraño suceso que tuvo lugar de madrugada. Sin embargo, son varios los indicios que apuntan hacia un fuego intencionado.
Un incendio afectó esta madrugada a un taller mecánico de Pontecesures, situado en el lugar de Redondo. El fuego destruyó completamente seis autocaravanas del alquiler que estaban aparcadas en la explanada exterior sin que, por el momento, hayan trascendido las causas del suceso. El caso está siendo investigado por la Guardia Civil. No hubo que lamentar daños personales y el operativo de extinción se prolongó durante unas tres horas. El 112 recibió el aviso del incendio a las 2.30 horas y hasta el punto se trasladaron los Bombeiros do Salnés con base en Vilagarcía y el GES de Valga. Una vez controladas las llamas, los bomberos todavía tuvieron trabajo en el lugar para desconectar las baterías y retirar las bombonas de propano que había en los vehículos con el fin de garantizar la seguridad en la zona.
Transportes y Grúas Estación es una de esas empresas de siempre que
ayudan cada día a construir Galicia. Y nunca mejor dicho: el suyo es un
trabajo de altura, la mayoría de las veces revestido de una enorme
responsabilidad. Con raíces en Pontecesures, que luego se extendieron a
Padrón, donde actualmente se encuentra su sede central, Grúas Estación
nació en 1981 como un pequeño taller que fue creciendo hasta convertirse
en una empresa con más de 120 empleados y una facturación anual de casi
once millones de euros.
Los padres de la compañía son los reconocidos empresarios Santiago
Montenegro y Carlos Mosquera, quienes desde los inicios siempre tuvieron
muy claro que el mayor peso de su negocio, incluso por encima de los
vehículos de gran tonelaje, debía residir en el capital humano. Sus
trabajadores son el principal baluarte de la Casa.
Estación tiene como propósito ofrecer servicios de transportes
especiales, grúas, plataformas elevadoras y taller de reparación de
maquinaria. Desde 1996 la sede de la empresa está situada en A
Escravitude, en la capital del Sar, donde se ha convertido en una de las
empresas más importantes y con mayor flujo de negocio de la localidad.
Dispone de una flota de alquiler de más de 400 unidades (desde un
solo día de trabajo hasta largos plazos), y es pionera en Galicia y
España en la adquisición de máquinas de dimensiones y alturas
especiales. Así, desde Grúas Estación ofrecen soluciones para trabajar a
cualquier altura y circunstancia. Es muy habitual encontrarse con una
de las inmensas grúas de Estación en cualquier parque eólico de Galicia o
incluso de otras regiones de España, pero también en las obras de
restauración de catedrales, como la de Santiago, en la construcción de
grandes infraestructuras, como la ampliación del puente de Rande u otras
vías de alta capacidad, o instalando en un buque mercante una hélice de
40 toneladas; a la vez que también es muy fácil cruzarse en cualquier
carretera de España con alguna de sus impresionantes plataformas
rodantes realizando un transporte especial: una pala de rotor rumbo a
cualquier parque eólico remoto o quizás un yate de grandes dimensiones
que cambia de puerto por travesía de secano. O también a alguno de sus
elevadores realizando labores de mantenimiento en la Cidade da Cultura o
mismo en el pazo de Raxoi.
Ofrece servicios de alquiler de plataformas de todos los tamaños para
elevación de cargas y elevación de personas, además de transportes
especiales, asesoramiento profesional, formación y asistencia técnica.
La empresa padronesa centra parte de su actividad en el alquiler de
vehículos para elevación de cargas de pequeño hasta gran tonelaje, para
lo que dispone de más 60 de grúas y camiones grúa manejadas por personal
técnico cualificado con formación en normativa de seguridad.
Precisamente, acaba de recibir su nueva grúa de 230 toneladas con 75
metros telescópicos (en la silueta de la derecha). Se trata de la única
unidad de este modelo que hay actualmente en Galicia, y en breve
recibirán una segunda.
Para manejar vehículos de estas características es preciso recibir
previamente una imprescindible formación. Todos los trabajadores de
Transportes y Grúas Estación están especializados en el manejo de las
diversas máquinas con las que trabajan. Destacan desde la empresa que el
manejo de una grúa de gran tonelaje implica trabajar con una
escrupulosa precisión y conocer las técnicas necesarias para afrontar
cualquier imprevisto. Es necesario, por ejemplo, saber reaccionar ante
la dirección y la fuerza del viento, además de que muchas veces estas
labores se realizan en medio de un monumento Patrimonio de la Humanidad o
de una ría.
De ahí la importancia que los responsables de Transportes y Grúas Estación dan al capital humano y a su correcta formación.
«Apostamos por la formación de los usuarios y técnicos de nuestros
equipos, sin dejar de lado su desarrollo profesional y su seguridad.
Cada gruista puede realizar una media de seis cursos de adaptación cada
año», señalan desde la compañía gallega, antes de apuntar que para
impartir estos conocimientos cuentan con un equipo de instructores y
expertos, «que se dedica al desarrollo de cursos de formación teórico
prácticos, poniendo a disposición de los usuarios aulas de formación
para grupos y circuitos adaptados para la evaluación práctica».
Aunque tiene su sede en Padrón, la empresa ofrece servicios en toda
España y también en países vecinos. En Galicia cuenta con delegaciones
en Santiago, A Coruña, Lugo y Pontevedra, desde donde desplazan sus
unidades a cualquier punto.
CURSOS DE FORMACIÓN PARA TODO TIPO DE PLATAFORMAS
Grúas Estación cuenta con el programa de formación de IPAF
(certificado por Bureau Veritas) para los operarios de plataformas
elevadoras. Se trata de un sistema desarrollado por los mejores
profesionales de la industria del acceso motorizado y cumple con el
estándar internacional ISO 18878:2004 (Plataformas Elevadoras Móviles de
Personal – Formación del Operador), lo que garantiza una formación de
alta calidad certificada por normas internacionales reconocidas.
Recientemente se ha actualizado en
España una norma (UNE 58923:2014) que redefine los requisitos mínimos
de formación para los operarios de plataformas elevadoras móviles de
personal. Se ha realizado entre varios expertos del sector de reconocida
solvencia profesional, bajo la coordinación de Bureau Veritas, y
centrando la atención en la seguridad del personal que utiliza las
plataformas en su trabajo diario.
Así pues, en Grúas Estación
ofertan cursos de Plataformas Elevadoras Móviles de Personal (PEMPS)
para operadores y demostradores, para lo que cuentan con las siguientes
categorías: estática vertical (1a), estática de brazo (1b), móvil
vertical (3a), móvil de brazo (3b), elevador vertical con translación
manual (PAV), dispositivos aéreos aislados (IAD) y plataformas
especiales (SPECIAL).
AMPLIO CATÁLOGO
Transportes y Grúas Estación tiene dirigida su actividad a todo tipo
de obras civiles, públicas, parques eólicos, centrales hidroeléctricas,
centros de transformación, o mantenimiento y construcción de fábricas y
otros inmuebles.
Para ello, dispone de plataformas elevadoras (orugas, tijeras eléctricas, articuladas eléctricas, brazos telescópicos, carretillas elevadoras, tijeras diésel, articuladas diésel, manipuladores telescópicos); así como numerosos modelos de camiones grúa, grúas de gran tonelaje, camiones cesta o transportes especiales.
Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo // Su trayectoria está ligada a la formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para el país.
Andrés Quintá Cortiñas na- ció en una casa de labrado- res,
carpinteros de carros y otros trabajos en madera en Arretén, parroquia
de Iria Flavia (Padrón). Se formó en la disciplina del judo y la dureza
del trabajo. Con solo 14 años, entró de aprendiz de herrero en una
forja.
Reconoce que ha aprovechado «todas las oportunidades, como el
servicio militar, donde me destinaron en un taller/academia del Ejército
en Madrid y me diplomé con honores» en 1962, año en que se enroló en la
Marina, «embarcando en San Sebastián como engrasador en un barco de
pesca, un trabajo duro y peligroso que me hizo tomar conciencia de la
necesidad de establecerme por mi cuenta». Sería a mediados del año 63
cuando cree un taller de forja y, «con la importante ayuda de mis
colaboradores, fui levantando» el grupo.
Durante más de 50 años acumulando experiencias profesionales y
personales, afirma que «la juventud es la semilla del futuro». Apunta
que «la vida es una difícil travesía que hay que emprender con enseñanza
continua e imparable, pues el aprendizaje es clave para formar personas
y empresas. Por ello, durante mis años en el oficio de industrial,
siempre he transmitido mis humildes conocimientos a cientos de
trabajadores. A ellos he aportado mi experiencia y mis enseñanzas, dando
una gran riqueza de industriales y técnicos de un gran valor y lealtad
al trabajo». De hecho, está convencido de que quien «es un auténtico
empresario, mantiene su espíritu emprendedor hasta el final», según
concreta.
Extrugasa, a día de hoy, se ha convertido en un referente mundial en
el sector del aluminio. «Fuimos iniciadores en Galicia de una actividad
con gran demanda de futuro y una estabilidad y crecimiento de puestos de
trabajo y riqueza que hemos ido agrandando a través de la invención en
patentes y modelos industriales exclusivos, que se extendieron a otros
países y que han hecho que tengan presencia en los cinco continentes a
través de nuestra red de comercialización en ámbito mundial».
La compañía, asentada en 400.000 m2 y con 112.000 m2 construidos, se
ha convertido en una corporación líder en España y reconocida como una
de las número uno en Europa en extrusión, acabado y mecanizado de
perfilería de aluminio, en sectores tan diversos como arquitectura,
industria, automoción, ferrocarril, aeronáutica y naval.
Sus actividades, con una plantilla de más de 700 trabajadores, están basadas en proyectos de ingeniería e investigación tecnológica que han generado patentes de innovación registradas en los cinco continentes y que se comercializan a través de once almacenes propios.
Hoy sigue innovando y diversificando la actividad, diseñando y
descubriendo nuevos mercados y recursos. De ahí, su apuesta en el sector
de la acuicultura con plataformas sumergibles y de superficie para
cultivos marinos a través de Extrumar.
La carrera profesional de Quintá, dice, está ligada a la «formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para nuestro país». Se nota.
implicado en temas sociales. Quintá no solo se preocupa por el bienestar de sus colaboradores, sino que su implicación se extiende a asuntos de trascendencia social, como el apoyo que brin- da a la Guardia Civil y a los Ejércitos Naval, Terrestre y Aire, y la labores de fomento de la cultura, educación, empleo, gastronomía, religión, deporte y respeto y cuidado del medioambiente.
Afirma este emprendedor que es imprescindible contar con «la necesidad de superarse día a día, el esfuerzo y la capacidad de anticiparse al futuro. Estas virtudes están en uno mismo, nacen con uno y no se aprenden en universidades ni en centros formativos. Hay quien dice que el éxito es hijo de la audacia, la perseverancia y el trabajo, y no voy a contradecirlo», apunta.
Pero además, ha sabido conjugar muy bien «la austeridad, la paciencia, el buen gobierno y calcular sus posibilidades», que «son los mejores consejeros que un empresario puede tener a la hora de poner en marcha un proyecto ambicioso».
premios. Quintá ha recibido importantes reconocimientos en el mundo de la industria, la economía, el deporte y la sociedad, en general. «Me enorgullezco de haber sido honrado con la Medalla Castelao, el Premio de Investigación de Galicia, el Premio Provincia de Pontevedra, el Premio al Mejor Empresario del Año por la Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra, el Premio a la Contratación Femenina de AEVU, he sido homenajeado por las trabajadoras de mi empresa y he sido nombrado Arosano del Año en dos ocasiones», entre otros reconocimientos.
Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo. Y por haber llegado a la cima y, lo más difícil, mantenerse sobre ella, Andrés Quintá entra a formar parte del selecto club Gallegos del Año.
Más de treinta niños participaron en el taller de autodefensa impartido el pasado jueves por la tarde. Los pequeños aprendieron a responder con una patada cuando alguien trate de agredirlos.
Jueves día 13 •?16 a 18 horas?•?Explanada de Candieira, detrás del auditorio municipal de Valga• Gratuito?• Mucho se habla últimamente de los talleres de defensa personal para mujeres. En Valga han decidido organizar este tipo de actividades también para niños a partir de los seis años. Para participar es preciso inscribirse en las oficinas do Concello o en el auditorio. El taller incluirá una exhibición a cargo de Julio Oliveira, instructor de la escuela de artes marciales Club Roli de Caldas de Reis y quinto dan de la disciplina Hapkido, y prácticas de defensa personal adaptadas a las edades de los niños. El objetivo es orientarlos para evitar que sean objeto de agresiones y, llegado el caso, saber sortear los golpes. En caso de lluvia, el taller se trasladará al auditorio.