Pontecesures saca a licitación en la plataforma de contratación los trabajos de rehabilitación de colectores y digitalización de infraestructuras de saneamiento por un presupuesto de 93.681,85 € financiados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.
El plazo de presentación de ofertas estará abierto hasta el 14 de noviembre a las 23:59 horas y la apertura del sobre con las ofertas presentadas se llevará a cabo el día 18.
En el contrato se establecen dos lotes. El primero a rehabilitar el colector para reducir las infiltraciones en la red de saneamiento e instalar la telegestión en la estación de bombeo de O Telleiro y en la de San Xulián con un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto de 48.398 €.
Por su parte, el segundo lote contempla una serie de actuaciones para el encamisado de la tubería existente y la construcción de nuevos pozos de registro. Este con un plazo de ejecución de dos meses y un presupuesto ligeramente superior de 45.283 €.
Meigas, trasgos, vampiros e outras criaturas, déronse cita na Praza de Abastos de Pontecesures para celebrar o Samaín con música, chocolate e moitas gañas de festa!
Os disfraces e cabazas máis terroríficas, r𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐫𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐜𝐡𝐞𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐠𝐚𝐬𝐚𝐥𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐚𝐫 𝐧𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐫𝐜𝐢𝐨 𝐥𝐨𝐜𝐚𝐥; as/os máis peques participaron nos obradoiros de caracterización e preparación de cabazas organizados polo Concello de Pontecesures
Moitas grazas a todas e todos os participantes,𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 á 𝐀𝐍𝐏𝐀 𝐝𝐨 𝐂𝐏𝐈 𝐏𝐨𝐧𝐭𝐞𝐜𝐞𝐬𝐮𝐫𝐞𝐬, 𝐯𝐨𝐥𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐞 𝐚 𝐌𝐚𝐫𝐭𝐚 quenes, un ano máis, colaboraron na organización e desenvolvemento do SAMAÍN.
Pontecesures cumple cien años marcados por el Ulla, la lamprea, el tren, la Nestlé y Chanteclair
Luis Álvarez fue el primer alcalde nacionalista de Pontecesures. En abril del año 2000, cuando se cumplían 75 años de la fundación del pueblo, Álvarez recordaba sus años de escuela con el profesorAvelino Pousa Antelo (A Baña, 1914; Teo, 2012). El ilustre galleguista, intelectual, escritor, defensor incansable del agro gallego y presidente de la Fundación Castelao y del Partido Galeguista, les enseñaba en clase y en plena dictadura a cantar el himno gallego. «Pero cantade baixiño», les rogaba prudente. El día que murió Franco, don Avelino no explicó a los niños los pormenores del suceso, simplemente los llevó al patio del colegio y sembraron tres carballos simbólicos, que luego crecieron a la par que Pontecesures.
El año que murió Franco y Pouso Antelo plantó los carballos, Pontecesures cumplía medio siglo de existencia. Tenía entonces 2.700 habitantes. En 1925, año de su fundación, contaba con 900 vecinos. Hoy supera los 3.000 (3.088 según el censo de 2024) y se cumplen 100 años desde que las fuerzas vivas del núcleo más dinámico y urbano del entonces extenso municipio de Valga, donde vivía la burguesía, donde más dinero se movía y el comercio parecía más boyante, consiguieron un objetivo largamente acariciado: independizarse de Valga y crear un nuevo concello.
Al tiempo que los tres carballos de don Avelino enraizaban y buscaban el cielo, la democracia se instauraba en España y también llegaba a Pontecesures. Sin embargo, los cesureños decidieron que no querían cambiar de alcalde y, en las primeras elecciones municipales, votaron a quien los gobernaba desde 1970, en plena dictadura. Ese alcalde se llamaba José Piñeiro Ares y era trabajador por cuenta ajena, maestro, aunque no ejercía, escritor y cronista de la villa desde 1953. Era un personaje muy singular que reconocía haber pasado del dedo al voto. No cobraba por el cargo y su sueño era que el estuario del Ulla se convirtiera en un estuario como el de Hamburgo.
Piñeiro Ares gobernó en Pontecesures desde 1970 hasta 1995, la cuarta parte de la historia del pueblo. Fue un mandatario peleón y, digamos, ocurrente. En 1991, polemizó con Jesús Villamor, alcalde de Padrón, al organizar en Cesures unas fiestas de Pascua al tiempo que la tradicional y multitudinaria Pascua de Padrón. Se dijeron de todo y Piñeiro cedió, pero se reinventó organizando, antes del domingo festivo padronés, 15 días de festejos que culminaron con la I Festa dos Ovos con Chourizo y la actuación estelar de Marianico el Corto. Corrieron ríos de tinta y un aluvión de artículos avergonzándose de aquel casticismo bizarro, que ahondaba en la herida provocada por la contratación, unos meses antes, de Regina dos Santos, mito erótico del patriarcado machista.
De los huevos a la lamprea
Desde que Piñeiro dejó la alcaldía, Cesures ha sido gobernado ocho años por Independientes de Pontecesures, cuatro años por el Partido Popular y 18 por elBNG, que hoy ostenta la alcaldía en las manos de Maite Tocino Barreiro. Con el cambio de alcaldía, se desterraron del imaginario festivo cesureño los huevos y las sartenes para sustituirlas por las más lógicas cazuelas donde se guisan las lampreas. Fue así como, coincidiendo con el 75 aniversario de la creación del municipio de Pontecesures, se celebró una Festa da Lamprea, que aún perdura, en la que se repartieron novecientas raciones y la hostelería local disfrutó de un lleno apoteósico en el municipio que, el año 2000, tenía más bares por habitantes de la provincia de Pontevedra: uno por cada 62 cesureños.
Entre 2019 y 2023, el alcalde de Pontecesures fue el popular Juan Manuel Vidal Seage, un caballero comedido y ecuánime que publicaba hace unos días en La Voz un artículo recordando el centenario de su pueblo y señalando sus «sinais de identidade, desde o río Ulla ata a Nestlé, orixe dun modelo urbano singular que coadxuvou moito na nosa independencia, pasando polo churro ou a lamprea, entre moitas outras».
En ese modelo urbano singular ha tenido mucha importancia el ferrocarril. Durante años, un paso a nivel marcaba la vida en la localidad. Cuando Cesures cumplía 75 años, 44 convoyes ferroviarios, más esporádicos mercancías, cruzaban la villa cada día y la paralizaban. Las primeras barreras bajadas y los primeros atascos se producían a las seis y media de la mañana y los últimos, a las doce de la noche.
Entre esas «moitas outras» señas de identidad evocadas por Vidal Seage, hay una muy popular y por la que media Galicia conoce Pontecesures: la discoteca Chanteclair. Inaugurada en 1979, esta sala de fiestas, cuyo nombre está inspirado en el de un popular cabaré libanés, atrae desde su inauguración a miles de jóvenes gallegos. Allí triunfaban Pepe Garalva (Lugo, 1929-2015) con sus misses, inolvidable el título de Miss Cacaolat, y el finadoManolo Escobarcon su carro. Nunca olvidaré la noche que lo entrevisté en su camerino mientras comía un bocadillo de mortadela y Piñeiro Ares rumiaba los gastos del concierto por la discoteca.
Cesures crece en su centenario; Chanteclair se acerca al cincuentenario más moderna que nunca (las entradas se venden en El Corte Inglés, seis líneas de autobuses la unen con decenas de aldeas y ciudades cada fin de semana, cuenta con 25 zonas VIP y los tres carballos de don Avelino son la rúbrica lírica a cien años de historia.
Finsa, la primera maderera de Galicia y una de las mayores empresas gallegas, ha abandonado el Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia (CMD) tras el apoyo de la entidad al levantamiento parcial de la moratoria para la plantación del eucalipto —que la Xunta define como “flexibilización”— y que permitirá, hasta 2030, crear nuevas masas de esta especie para reemplazar otros cultivos que se hayan degradado o para sustituir áreas de pinos con la enfermedad de la banda marrón.
La decisión, adelantada por Nós Diarioy que elDiario.es ha podido confirmar, se formalizó este mismo martes y tuvo como detonante la postura del Clúster sobre la moratoria, aunque “con matices”, según apuntan desde esta entidad, integrada por medio centenar de empresas y con casi un cuarto de siglo de vida. “Apoyamos toda medida que permita al propietario decidir, invertir y cuidar el monte, contribuyendo así a un futuro forestal gallego más fuerte, diverso y sostenible”, escribió, tras la modificación de la moratoria, el presidente del CMD, José Manuel Iglesias, en un artículo enLa Voz de Galicia.
“Prohibir las plantaciones de eucalipto tal y como propone Finsa sería antiliberal y cerraría la puerta a un recurso muy importante del monte gallego”, argumentan fuentes defensoras de su postura, citadas por Nós, que niegan que los cambios en la moratoria “abran la barra libre” al eucalipto.
Otras fuentes del sector forestal inciden en que las diferencias entre el Clúster y la empresa compostelana se habían venido agudizando en los últimos tiempos. Según cuentan, Finsa se sentía poco representada por la asociación, más centrada en el diseño que en la transformación de la madera. La compañía, fiel a su política, no ha querido realizar declaraciones y se ha limitado a confirmar su decisión de abandonar el CMD.
Finsa, fundada en 1931, es la industria en torno a la que se vertebra la cadena del pino en Galicia. Su facturación en 2024, tras una ligera caída con respecto al año anterior, alcanzó los 1.208 millones de euros. En ese ejercicio, su plantilla tuvo, como media, 3.342 empleados. Desde su creación, en 2020, forma parte de la Fundación Arume, concebida para “innovar en el uso de la madera” y “fomentar el desarrollo del pino en nuestra comunidad”. El martes, el día en que Finsa se desvinculaba oficialmente del CMD, Arume celebraba Piñeiros 25, el quinto encuentro intersectorial del ecosistema forestal de Galicia, donde el presidente de la Xunta anunciaba la constitución en 2026 de una fundación de colaboración público-privada, para impulsar la investigación de un nuevo modelo forestal en Galicia.
Tras conocer la “flexibilización” de la moratoria del eucalipto, Arume emitió un comunicado en el que mostraba su “cautela” a la espera de conocer cómo se concretarían las dos nuevas excepciones. Mucho más contundente, apenas unos días antes hacía público otro texto para “urgir” a la Xunta a prorrogarla para “posibilitar un acuerdo de País sobre la gestión del territorio”.
La protesta por las condiciones laborales del parque deja a la capital gallega sin este servicio durante dos días completos, con la policía local también en guerra.
Imagen del parque de bomberos de Santiago,
El pasado lunes se dio una estampa nunca antes vista en la capital gallega. El parque de bomberos de la ciudad quedó inoperativo ante la falta de efectivos. Ese mismo martes, la alcaldesa Goretti Sanmartín garantizó a la ciudadanía una «dotación suficiente» de bomberos para todo lo que quedaba de semana, pero este viernes la fotografía volvió a ser la misma. Hasta las 22 horas solo hubo en la base cuatro bomberos y un jefe de guardia, personal insuficiente para hacer frente a cualquier aviso, dado que un turno mínimo exige de nueve efectivos.
El problema, lejos de mejorar, lleva semana, lleva meses enquistado desde que los trabajadores decidieron que no harían más horas extras para cubrir las lagunas que deja el déficit de personal. Denuncian que llevan un año sin cobrar este suplemento, aunque anotan que esta no es la única ni la principal reivindicación en un pulso que lleva tiempo larvándose. “Los bomberos de Santiago seguimos cumpliendo con nuestra responsabilidad y sirviendo a los vecinos con profesionalidad y entrega, pero no podemos hacer más con menos”. denunciaron los afectados esta semana para explicar el parón histórico.
La respuesta del gobierno local del que depende este grupo de extinción, fue proponer una mesa de negociación para hablar de la situación laboral de los afectados, a los que reclamaron desde Raxoi que “sigan prestando el trabajo de la misma manera que se hacía hasta ahora”. O lo que es lo mismo, que sigan cubriendo el déficit de personal con horas que no le están siendo compensadas.. Sobre el tema, el representante de CC.OO., José Ramón Cadilla, explicó a ABC que las negociaciones con el concello se llevan produciendo desde el pasado mes de abril, sin que se haya “materializado” nada desde entonces. Todo empezó, indica el portavoz, por la petición que se le realizó al ayuntamiento de que se tuviese en cuenta una sentencia del Tribunal Supremo referida a las nocturnidades y las festividades que realizan los agentes. Un fallo que, entienden, es de aplicación en el caso de esta plantilla, pero sobre el que no ha habido avances en los últimos meses. Con las cuantías por hora sin actualizar desde 2010 y un parque en mínimos (hay 44 agentes cuando deberían ser 55) la falta de diligencia por parte del ayuntamiento compostelano agotó, en opinión de los afectados, la “buena voluntad” de la que llevaban meses tirando. “Con esta dotación el parque permanece inoperativo por sus propios medios obligando a solicitar apoyo al 112 para que movilice parques de otros ayuntamientos ante emergencias” exponen los bomberos compostelanos, que el propio jueves ya tuvieron que movilizar al GES de Brión por un aviso en la zona vieja de la ciudad aunque finalmente no fue preciso su desplazamiento.
“Es un desproposito”
La insólita situación que vive Santiago obligó a elevar la voz al Gobierno gallego que esta semana pidió varias veces al ejecutivo de Sanmartín que se “pusiese a trabajar” para solucionar “este despropósito”. “Esto puede acabar muy mal porque es una situación de peligro, la capital gallega está totalmente desprovista de bomberos” insistió a lo largo de la semana el conselleiro de Presidencia Diego Calvo. Para más inri, y con el parque de bomberos inactivo por la falta de personal en festividades señaladas como la noche de Halloween, al concello se le ha abierto otro frente con la Polícia Local. En una situación equiparable a la del servicio de extinción piden que se refuerce una plantilla que deberá contar con 200, y que a día de hoy solo dispone de 126. La decisión de los agentes municipales se adoptó en una asamblea en la que un 80 por ciento de la plantilla votó no reforzar el servicio a través de las horas extra, en un intento por reclamar una mejora en sus condiciones laborales y por trasladar el malestar en el retraso de los cobros por estas horas. Con el compromiso del gobierno local de alcanzar “acuerdos justos” para todos, la realidad es que la capital gallega encara jornadas sin mandos al frente de la Policía y sin apenas unidades en la calle, lo que ha obligado a que la Guardia Civil actúe dentro de la orbe.
Sin un horizonte de resolución claro, los sindicatos esperan a la reunión de este lunes para que se fije una mesa de negociación en que se puedan aproximar posturas, sabedores de que las soluciones pueden tardar en llegar y de que el camino no será sencillo. Entre tanto, mantienen un pulso que impacta de lleno en la imagen de la ciudad y, sobre todo, en la seguridad de los ciudadanos.