The West Galicia Railway Company Limited, compañía británica, foi a responsable de poñer en marcha a liña Cornes-Carril que entrou en funcionamento no ano 1873, tras once anos de construcción, coa finalidade de unir Compostela con Carril-Vilagarcía e con parada en Pontecesures.
Los automovilistas reciben cartas informativas tras superar la velocidad permitida.
Se les explica la multa a la que se exponen y los riesgos que corren.
La señal que indica la presencia del radar.
Hace días, diversos conductores «cazados» por el nuevo radar instalado en al carretera Nacional 550, a su paso por el Concello de Pontecesures, denunciaban que la señal informativa que advierte de su presencia es «demasiado pequeña» y que está «tapada por otra señal vertical» que dificulta su localización, por lo que proponen colocar una más grande o cambiarla de ubicación.
Ahora puede añadirse que algunos de esos conductores, y otros automovilistas que se saltaron el límite de velocidad en la recta situada a la altura de la casa consistorial pontecesureña desde la implantación de este radar, han empezado a recibir cartas informativas de la Dirección General de Tráfico (DGT).
En esas misivas se les explica que han cometido una infracción, detallando la velocidad a la que circulaban en el momento de ser fotografiados por las cámaras del radar; imágenes que también se adjuntan.
Imágenes que se acompañan a una de las cartas informativas sobre la sanción cometida.
Dicha comunicación, firmada por el director general de Tráfico, Pere Navarro, se hace constar que «en esta primera fase de puesta en funcionamiento de los nuevos radares no se va a iniciar procedimiento sancionador, pero le recordamos que esta conducta, una vez finalizada la fase informativa, sí conllevará la correspondiente sanción».
A modo de ejemplo, puede citarse el caso de un conductor al que se informó desde la DGT de que el pasado 24 de enero «fue detectada la circulación de su vehículo en el punto kilométrico 84,15 de la carretera N-550 cuando circulaba a 69 kilómetros por hora».
Para añadir que es una velocidad «superior a la máxima legalmente establecida para ese lugar y tipo de vehículo, fijada en 50 kilómetros por hora».
Ese conductor, como tantos otros, se libra de la multa por el periodo de adaptación y prueba antes aludido, pero en la carta se le indica que en su caso concreto, tendría que abonar 100 euros.
La DGT aprovecha esta carta para abundar en su campaña informativa, de ahí que incida en que «son muchas las razones para respetar el límite de velocidad».
Entre ellas, que «llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en siniestros viales», asegura Pere Navarro.
El nuevo radar de la N-550.
Pero también esgrime que «la velocidad excesiva aumenta el riesgo de verse involucrado en un accidente, dado que a mayor velocidad es más difícil reaccionar a tiempo y prevenirlos».
Asimismo, «la velocidad afecta a las lesiones sufridas en un accidente, pues a mayor velocidad de impacto, mayor es la energía que se libera al chocar con otro vehículo, usuario de la vía u obstáculo».
Para terminar, el director general de Tráfico hace hincapié en que «el exceso de velocidad no solo incide en la seguridad vial, sino que también tiene influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible».
Las infracciones de velocidad que detecta el aparato solo darán lugar a una carta informativa. Hasta el 21 de febrero, cuando empezará a multar
El 21 de enero, siete nuevos radares fueron instalados en Galicia. Uno de ellos, fijo, funciona en la N-550 a su paso por Pontecesures. Se encuentra en el punto kilométrico 84+150, en las proximidades de la Casa Consistorial. El aparato, cuya señalización ha levantado quejas por falta de visibilidad, está operativo, pero de momento los conductores únicamente serán informados por carta en caso de haber superado el límite de velocidad. Transcurrido un mes, las infracciones sí serán multadas.
Vidal Seage señala una “nula capacidade de xestión e a súa febleza política” para “impedir os efectos lesivos”
Imagen de archivo del portavoz del PP, Manuel Vidal Seage.
Los populares de Cesures acusan al bipartito de actuar con “permisividade” ante el resultado de la obra de la N-550, de “suposta mellora da seguridade vial”, añadieron con ironía. Y es que aseguran que hay un “forte malestar” de los vecinos por los bolardos y que el bipartito demostró en el último Pleno su “nula capacidade de xestión e a súa febleza política” para “impedir os efectos lesivos”.
Así lo ven por lo menos porque la alcaldesa nacionalista, Maite Tocino, “xustificouse dicindo que chamou diariamente e se interesou polo desenvolvemento da obra” y que calificó los trabajos de “desastre agás no treito de Novo Núñez”.
Durante la sesión, su portavoz, Manuel Vidal Seage, también preguntó por la situación de la mejora y ampliación del Club Náutico y explica que la regidora contestó con “incongruencias”, pues primero le indicó que se estaba redactando un proyecto nuevo “máis austero” y luego “admitiu que a redacción non está contratada”. “O que máis lamentamos é que levemos 20 meses de mandato municipal e non rexistraron nin un só avance”, añadió.
El delegado de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, y la alcaldesa Maite Tocino supervisaron ayer la inversión de 56.000 euros del Fondo de Cooperación local para crear un vestíbulo cortavientos en el anexo del pabellón de Cesures y tomar otras medidas de eficiencia energética y mejor confort.