
Álvarez Angueira, tras conocer la decisión del Supremo.
El Tribunal Supremo ha confirmado la libre absolución del exregidor, que dejó la docencia tras una denuncia por agresión sexual en el 2017
El verano del 2017 marcó un antes y un después en la vida del que fuera alcalde de Pontecesures por el BNG Luis Álvarez Angueira, a quien su sobrina política —natural de Rianxo— denunció por un supuesto delito de abuso sexual continuado cuando ella era menor de edad . Los hechos habrían ocurrido entre 1996 y 2001, según la denunciante.
Tras analizar las pruebas el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 2 de Padrón decretó en noviembre de 2017 el sobreseimiento de la causa en la que se investigaba a Angueira. La jueza fundamentó su decisión argumentando: “Surgen numerosas dudas de que los hechos hubiesen ocurrido, puesto que existen múltiples contradicciones entre el relato efectuado por la perjudicada y la documentación aportada por el investigado”.
Pese a este sobreseimiento inicial el recorrido judicial acabó prolongándose hasta el pasado mes de octubre. La última palabra la ha tenido la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que dictó por unanimidad una providencia inadmitiendo los motivos del recurso de casación presentado por la demandante. El dictamen establece que contra la resolución no cabe interponer recurso ordinario.
Antes de este pronunciamiento del TS hubo otros. En diciembre de 2018, la Audiencia Provincial de A Coruña ordenó la apertura de loa causa contra Angueira al admitir el recurso presentado por la denunciante. Sin embargo, la vista judicial no llegó hasta 7 años después de la denuncia. Fue en septiembre de 2024 cuando Angueira compareció en los juzgados de Fontiñas, en Santiago y en diciembre cuando fue absuelto por la sección sexta de la Audiencia Provincial. En su resolución el tribunal concluía: “No existe prueba, siquiera mínima, de la ocurrencia de los incidentes que se sitúan en la casa por los que se formula la acusación”.
El pasado mes de abril, tras un nuevo recurso de la demandante, el TSXG confirmó la sentencia absolutoria manteniendo la tesis de la Audiencia Provincial sobre la falta de pruebas de cargo que sostengan la acusación.
Ahora, con la resolución del TS en la mano que marca el final de un camino, Luis Álvarez Angueira relata que, tras el mazazo que supuso la querella, el período de mayor tensión “foron os dous meses transcorridos entre a declaración no xulgado santiagués de Fontiñas e a resolución. Toda a ansiedade acumulada dende a interposición da denuncia concentrouse nese período”.
Para entonces, la vida de Angueira ya había cambiado por completo. Profesor de Secundaria en Padrón, desde que tuvo conocimiento de la denuncia no volvió a ejercer la docencia: “Non podía volver. Estiven con tratamiento psiquiátrico e psicolóxico. Había motas noites que non durmía: non me sentiría cómodo se volvera a dar clase”. Después, en cuanto pudo, se acogió a la jubilación anticipada.
Muestras de apoyo.
Angueira no quiso regresar a las aulas pese a que, según dice, nunca sintió “rexeitamento social, nin en Rianxo nin en Pontecesures”. “Iso foi algo que me sorprendeu, e que agradezo. Houbo xente que ata me daba ánimos. Tamén tiven o apoio do profesorado do instituto, que me animou a regresar, e ata de alumnos. Sentín o calor da xente”.
Pone en valor asimismo “o respaldo da familia e de persoas do BNG de Pontecesures, Padrón, Dodro e Valga”. A executiva nacional do partido condesnoume antes do xuízo, e iso da motio medo”, sin embargo.
Destaca Angueira la labor de su abogado, Ramón Senín, que “fixo un traballo impresionante”. Recuerda el proceso vivido señalando que la denunciante “presentou catro escenarios de abusos e un por un fóronse desmontando con probas”. “Estiven oito anos demostrando a miña inocencia, foi angustioso”, dice.
Y aunque se siente tranquilo porque “a xustiza triunfou” señala : “Eu sei que sempre quedará a dúbida, e iso tamén che mina”. Reconoce que el proceso lo ha marcado y que nunca volverá a ser la persona que era. “Son oito anos angustiosos defendéndome, presentando probas documentais que desacreditaban a denuncia”.
Reconoce también Angueira que la ratificación de la absolución por parte del TSXG el pasado abril le proporcionó una tranquilildad que ha tenido culminación por la providencia del Supremo.
La Voz de Galicia





