Nestlé España ha asegurado este jueves que desconoce por el momento el impacto local que puede tener en sus instalaciones de Pontecesures (Pontevedra) el recorte global de 16.000 puestos de trabajo anunciado por la matriz del grupo, que se prevé ejecutar en los próximos dos años. Desde la compañía han explicado que se trata de una decisión estratégica global que afectará a mercados y funciones transversales, sin que se disponga de información detallada sobre cómo se aplicará en cada país o planta.
Fuentes de Nestlé España han indicado que, por ahora, no existe información adicional más allá de lo comunicado oficialmente por la sede central en Suiza. La planta de Pontecesures, dedicada principalmente a la producción de leche condensada, es uno de los centros industriales más relevantes de la firma en España , con una larga trayectoria en el sector alimentario gallego. Salvo sorpresa, su continuidad no parece, por ahora, amenazada directamente.
El consejero delegado del grupo, Philipp Navratil, ha detallado que la compañía atraviesa un momento de transformación profunda. “El mundo está cambiando y Nestlé necesita cambiar más rápido”, ha señalado durante la presentación del plan, que incluye medidas “difíciles pero necesarias” para ajustar la plantilla global y adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
El recorte anunciado se centrará en profesionales administrativos y en otras áreas de soporte distribuidas en diferentes países y divisiones. En total, la reducción afectará a aproximadamente 12.000 empleados de funciones administrativas a nivel global. Con esta medida, Nestlé prevé ahorrar unos 1.000 millones de francos suizos, equivalentes a unos 1.076 millones de euros, al cierre de 2027, el doble de los ahorros previstos en su plan original.
Además del ajuste administrativo, la multinacional ha anunciado que abordará una reducción adicional de unos 4.000 empleados dentro de las iniciativas de productividad en las fábricas y en la cadena de suministro, lo que completa el total de 16.000 salidas en un proceso que se desarrollará a lo largo de los próximos dos años.
Según el grupo, estos cambios se implementarán de manera gradual y con acompañamiento social, con el objetivo de mantener la eficiencia operativa sin comprometer la calidad ni la capacidad de innovación de sus productos.
Foco en innovación y crecimiento sostenible
En paralelo a estos ajustes, Nestlé ha definido una nueva estrategia de asignación de capital basada en la racionalización de recursos y el impulso a las oportunidades de crecimiento con mayor potencial de rentabilidad. Navratil ha destacado que el grupo se centrará en invertir con mayor ambición en innovación, abriendo el camino hacia una estructura más ágil y eficiente.
“A medida que Nestlé avanza, seremos rigurosos en la asignación de recursos, priorizando los negocios con mejor retorno y apostando por inversiones a gran escala que aseguren un crecimiento sostenido”, ha explicado el directivo. El plan contempla un aumento del objetivo de ahorro hasta 3.000 millones de francos suizos al cierre de 2027, con la meta de mejorar el rendimiento general de la empresa y crear mayor valor para los accionistas.
Navratil ha subrayado que estas medidas forman parte de una visión a largo plazo para “asegurar el futuro de Nestlé como líder mundial del sector alimentario”. La compañía busca consolidar una cultura corporativa basada en el rendimiento, que premie los resultados y la competitividad, orientada a recuperar cuota de mercado y responder con agilidad a los cambios del consumo global.
Aunque el anuncio se centra en la estructura global, el comunicado ha generado expectación e incertidumbre en los entornos industriales donde Nestlé posee fábricas con una importante huella local, como la de Pontecesures en Galicia. Este centro, especializado en leche condensada y productos lácteos, es considerado un pilar del tejido industrial de la comarca del Ulla-Umia y da empleo directo a cientos de trabajadores.
Por el momento, las fuentes consultadas señalan que no existen indicios específicos de recortes en Pontecesures ni en otras factorías del norte de España, como las de Girona o La Penilla (Cantabria). No obstante, reconocen que la empresa mantendrá una revisión de su estructura productiva como parte del plan de eficiencia anunciado en Suiza.
En el ámbito sindical, representantes del sector alimentario han expresado preocupación ante la falta de información concreta, aunque confían en que Nestlé mantenga su compromiso con el empleo en las zonas donde tiene un mayor arraigo. En el caso de Galicia, la relación de la empresa con el territorio se ha traducido durante décadas en una colaboración estable con productores locales y un impacto positivo en la economía rural a través de la compra de leche y materias primas regionales.
Reorganización con mirada al futuro
El plan global de la multinacional suiza se enmarca en un contexto de presión competitiva e inflación persistente en el sector alimentario. Nestlé busca reforzar su posición mediante una estrategia que combina ajustes estructurales, eficiencia operativa e inversión en innovación orientada al consumidor. Entre sus prioridades destacan la modernización de procesos, la digitalización y la introducción de nuevos productos adaptados a las tendencias de salud, sostenibilidad y conveniencia.
Con estas medidas, la compañía pretende ser más flexible y rentable en un mercado que evoluciona rápidamente hacia modelos de consumo más personalizados y conscientes. La revisión de su estructura de capital también apunta a fortalecer la capacidad de inversión en mercados de alto crecimiento, como el de la nutrición funcional, los alimentos de origen vegetal o las soluciones sostenibles de envasado.
Galicia Press