La Xuntanza Moteira incluirá exhibiciones, pruebas con premios, música y acampada.

La playa fluvial de Vilarello, en Cordeiro, albergará mañana la primera edición de la Xuntanza Moteira Valguesa, un evento que incluirá actividades para todos los públicos y no sólo relacionadas con el motor, sino también de carácter lúdico. El recinto se abrirá a las 10:30 horas sin que sea necesario inscribirse para acceder, en un intento por parte de la organización de fomentar la participación de cuanta más gente posible. En la entrada se repartirán regalos.
Sobre las 14 horas el alcalde, José María Bello Maneiro, participará en la inauguración, un acto tras el que se ofrecerá un aperitivo gratuito a todos los asistentes. También serán gratis los hinchables que estarán instalados durante toda la jornada para el disfrute de los más pequeños. La climatología parece que será excelente, por lo que los impulsores de la Xuntanza recomiendan a todo el mundo que no se olviden el bañador. De hecho, el agua estará relacionada con alguna de las actividades, como las acrobacias que realizarán varias motos acuáticas.

A las cinco de la tarde se celebrará una prueba un tanto peculiar, la denominada ??Carreira da moto máis lenta?. El programa incluye también chicas lavamotos a partir de las 18 horas y una ruta turística que recorrerá parte del municipio de Valga y también la localidad vecina de Pontecesures. Una vez de regreso en la playa fluvial, sobre las 21 horas, comenzarán nuevas exhibiciones a cargo de un grupo de aerobic y del campeón de España de Culturismo. Antes de sentarse a la mesa para cenar se entregarán los premios de la Xuntanza Moteira.

Será sobre las 22:30 horas cuando llegue el momento de reponer fuerzas con una churrascada ­el precio de 15 euros incluye también regalos­ seguida de queimada y una gran fiesta con música a cargo de una discoteca móvil. Para quienes prefieran no coger la moto después, se habilitará zona de acampada en el entorno.

La concentración está promovida por tres aficionados a las motos de Valga, Caldas y Cuntis que vieron en Vilarello el entorno ideal para celebrarla. Inicialmente pensaron en el Parque Irmáns Dios Mosquera, pero su situación tan céntrica lo hacía más peligroso para las motos.

DIARIO DE AROUSA, 24/06/11

O 9 de maio, entrevista/proba para péons na Casa do Concello.

Será ás 11:30 horas e o tribunal está formado por traballadores do concello.
Para catro prazas, con contrato para sete meses, a Oficina de Emprego de Vilagarcía preseleccionou aos seguintes peóns da construcción:

Acosta Castroagudín, Francisco Javier
Agrasar Crespo, Daniel
Besada Gómez, Ramón
Caldelas Agrasar, Isolina
Carril Portas, Francisco
Crespo Crespo, Francisco Javier
Domínguez Chazo, Dorinda
Fabeiro Lapido, José Manuel
Gómez Mouta, Alberto
Jamardo Lafuente, Leticia
Lafuente Castiñeiras, José Manuel
Martínez Caamaño, José María
Pardal Moure, Dolores
Pérez Magán, Isidro
Potel Saborido, Natalia
Refojo Cascallar, Francisco
Rodríguez Requeijo, Remedios
Rodríguez Rodríguez, Antonio
Rodríguez Ferreirós, Julio
Suárez Manteiga, José Juan

Incertidumbre sobre el gobierno en Padrón.

A diferencia de Rois y Dodro, donde el PP tiene mayoría absoluta, en Padrón está por ver quién formará el ejecutivo municipal, aunque la lista más votada es la del PP, con igual número de concejales que hace cuatro años (5). Desigual resultado tuvieron los socios de gobierno. Mientras el PSOE se mantiene con tres concejales, el grupo independiente pierde dos y se queda con uno solo, por lo que es seguro que no será posible reeditar el bipartito. El alcalde Camilo Forján aseguró ayer que «todo está aberto nunha situación complicada». Gran alegría en el Partido Galeguista Demócrata, que sube de uno a dos concejales, y entra en la corporación Cidadáns de Galicia, con un concejal.

LA VOZ DE GALICIA, 23/05/11

Portadores del gen de la alegría.

Elías, Víctor Manuel y Desirée, en la fiesta celebrada el pasado lunes en Pontecesures.

«O sorriso dun neno non hai quen o pague», dice Elías

Cuando Elías Sanmarco se incorporó (hace de ello ya más de veinte años) a su puesto de conserje en el colegio de Pontecesures, no se imaginaba lo que se le avecinaba. Durante un tiempo cumplió con todas sus obligaciones y, como suele ocurrir cuando se trabaja rodeado de niños, echó una mano aquí y otra allá en actividades que no le competían directamente. Fue así como un día se encontró vestido de payaso. «Había unha festa, e contrataramos a un paiaso, pero non chegaba. Entón eu collín un disfraz que tiña do entroido e púxeno». Los niños para los que cantó, bailó e hizo bromas acabaron encantados. Y él también. Tanto, que descubrió que de mayor quería ser payaso. Y como ya tenía los años cumplidos, se puso manos a la obra. «Primeiro creei o grupo Monopatín», recuerda. Después llegaron Eli y sus amigos. Y al final, El show de los payasos, que ya lleva muchos años triunfando allá donde va.
«Este é o traballo máis gratificante que hai no mundo. O sorriso dun neno non hai quen o pague», cuenta Elías. ?l tiene muchas cosas valiosas en su vida. «Estou casado cunha muller marabillosa que se chama Elvira», cuenta. Y su voz tiembla de orgullo cuando habla de sus dos hijos, Víctor Manuel y Desirée. ?l tiene 17 años. Ella 11. Y ambos forman parte desde pequeños de la gran familia de payasos que se ha ido formando alrededor de su padre.
El mayor, Víctor Manuel, comenzó encargándose de poner la música, «pero un día animouse» y decidió convertirse en uno de los muchos personajes -desde el Pato Donald hasta Bob Esponja- que acompañan a la cabalgata de payasos en su recorrido. La pequeña, Desirée, lleva el mundo del espectáculo en las venas. «Ela é moi imaxinativa. Como está ao tanto do que lle gusta aos rapaces, sempre nos axuda a escoller novos personaxes», cuenta el orgulloso padre de familia, al que le encantaría que sus retoños pudiesen vivir de hacer reír a los más pequeños. «Pero non creo que iso poida ser». Y es que, aunque los niños de Viveiro conocen al pie de la letra las canciones de este grupo, ser payaso es un pasatiempo adictivo. Un virus que se transmite de padres a hijos. Un gen que, tal vez, todos llevamos dentro, pero que solo los más valientes se atreven a sacar a la luz.
El palo de esta historia es Elías, un hombre de 49 años que descubrió, por casualidad, que de mayor quería ser payaso y hacer reír a los más pequeños.
Con 17 y 11 años, son la segunda generación de esta saga.

LA VOZ DE GALICIA, 22/05/11