O PSOE denuncia que Valga está «ao borde do abismo» pola débeda municipal.

María Ferreirós, portavoz do PSOE de Valga

Alerta de que os proveedores tardan ata 99 días en cobrar as súas facturas e critica a suba das taxas municipais que vén de aprobar o pleno

Opleno celebrado o luns en Valga, no que se aprobou unha suba das taxas municipais, segue dando que falar. «A veciñanza paga, en forma de subas indiscriminadas de impostos, esta mala xestión municipal», indica a portavoz do PSOE, María Ferreirós. A concelleira alude a un informe do interventor municipal sobre a conta xeral 2022 que indica que «a situación económica límite do Concello de Valga, que por sexto ano consecutivo, segue incrementando a débeda municipal ata situala no borde dos tres millóns de euros ao tempo que o colectivo de autónomos e empresarios que prestan servizos tardan cada vez máis en cobrar». No 2022, o prazo de pago aos provedores oscilou entre os 33 e os 99 días dependendo do mes.

«Segundo o informe da Intervención, o remanente de tesourería total é negativo por importe de -611.607,29 euros. Polo tanto, Valga incorre en incumprimento da estabilidade orzamentaria e precisa financiamento adicional. Deste xeito, Valga, con case total seguridade, rematará o ano solicitando un novo crédito bancario para cubrir o burato», engade a socialista.

A débeda total do Concello ao remate do ano pasado alcanzou os 2.927.247,40 euros; a débeda actual a curto prazo é de 642.668,68 euros, mentres que outros 543.467,69 euros correspóndense con débeda a longo prazo. Os anticipos da Deputación sen xuros e as obrigas pendentes de pago suman outros 1.741.111,03 euros, segundo os datos que vén de facer públicos o PSOE.

«Estes números evidencian que estamos ao bordo do abismo e que a única xestión económica deste alcalde é a fuxida para adiante nunha bola de neve de números vermellos. Todo ito indica que o concello de Valga terá que obter maiores recursos futuros para atender o exceso de gastos, e dicir, o concello é incapaz de afrontar as súas débedas o fin do exercicio. O interventor municipal no seu informe determina que ou ben se teñen que reducir gastos ou incrementar ingresos», engade Ferreirós.

La Voz de Galicia

Dejan sin agua y sin luz a un inquilino septuagenario.

Tiene contrato en vigor y parece que todas las facturas pagadas

Una vista de Pontecesures.

Aunque tiene todos los papeles en regla, un contrato en vigor hasta mayo de 2024 y ni una sola factura pendiente de pago, según asegura, un vecino de Pontecesures de 71 años está sufriendo todo tipo de penurias en el piso de alquiler en el que vive.

Su situación empieza a movilizar a los vecinos, que tratan de ayudarlo como buenamente pueden y explican que la mujer que le arrendó el piso, también de avanzada edad, está ingresada en una residencia.

Llegó el hermano

El problema surgió cuando hace unos días un hermano de esa mujer acudió al edificio y, al parecer, “cortó el suministro de agua y luz al inquilino; sin previo aviso y aún teniendo el contrato en vigor”.

«Eso no se le hace ni a los okupas; y este señor resulta que lo tiene todo en regla, pero aún así lo dejan sin servicios básicos», proclaman con indignación algunos vecinos de Pontecesures.

Por cierto, que el septuagenario vive en una tercera planta sin ascensor y en condiciones cada día más precarias, según alertabn los propios vecinos.

De ahí que denuncien los hechos y pidan ayuda al concello y a quien corresponda, alegando que se trata de un caso de “emergencia social extrema”.

El contrato

Fue el 1 de junio de 2019 cuando Manuel S.B. firmó en calidad de arrendatario el contrato de alquiler en el que figura como arrendadora María de la Paz B.C.

En ese documento se establece un precio por el piso de 120 euros mensuales y se fija un plazo de cinco años que “finalizará el 31 de mayo de 2024, procediéndose a la finalización del mismo a firmar uno nuevo si las partes así lo acuerdan, estableciendo nuevos plazo y renta”.

Faro de Vigo

Cesáreo Pardal, presidente del Clúster Turismo de Galicia: “Con la inflación este año tenemos un turismo diésel: mucho paseo y poco gasto”.

El sector turístico afronta la recta final de un verano “bueno”, que no ha llegado al nivel “extraordinario” de 2022

“La gente sale, pero economiza en restaurantes”, señala

Cesáreo Pardal.

Cesáreo Pardal. 

– ¿Cómo está siendo el verano? A partir de la tercera semana de agosto lo habitual es que la afluencia de visitantes caiga. ¿Se han cumplido las expectativas en estas tres primeras semanas del mes turístico por excelencia en Galicia?

– Por lo que respecta a la primera quincena de agosto, ha funcionado muy bien, con una ocupación de entre el 85% y el 95%, con especial intensidad los días de puente, por lo que se han cumplido las expectativas que teníamos. En conjunto, está siendo un buen verano.

– Habla de un buen verano en cuanto a resultados, pero el sector turístico confiaba en que fuese un verano extraordinario, como lo fue el pasado. Sin que los datos globales sean malos, parece que no se ha llegado al nivel que se esperaba…

– Sí, es cierto. Estábamos muy mal acostumbrados a las cifras del año pasado, que sí que fueron francamente extraordinarias. Pero yo creo que está siendo un muy buen verano con las cifras que estamos teniendo. Sí que es cierto que ha descendido el gasto medio, pero aún así está siendo un buen verano.

– Precisamente por ese descenso del gasto medio se habla este año de un ‘turismo diesel’…

– Sí, se pasea mucho, pero se gasta poco. Lo que está claro es que la gente tiene ganas de salir. Y, tal y como están las cosas, cuando se sale, hay que mirar mucho la economía. O se trae algo de casa para picar o se va al supermercado. Eso lo notamos en el tique medio diario de los restaurantes. Vemos cómo se economiza más a la hora de comer o a la hora de cenar. Se elige entre ir fuera al mediodía o por la noche o se hace una mayor compra en el supermercado. La prioridad es poder salir, pero adaptando el presupuesto que tiene cada uno.

– ¿Hay una estimación de cuánto puede haber descendido ese gasto turístico?

– No, en absoluto. Tendremos que esperar a las cifras del Instituto Nacional de Estadística para tener esos datos.

– En todo caso, se constata que hay un descenso del gasto generalizado, ¿no?

– Sí. La vida ha subido una auténtica burrada. En un sueldo normal de 1.200 euros, vemos cómo la vida se ha encarecido unos 300 euros. A final de año son 3.600 euros que tenemos que descontar de nuestro presupuesto. Y a lo primero que se le saca en una economía familiar es al ocio y al tiempo de vacaciones.

– Al final, la inflación castiga doblemente al sector, porque se le va más dinero pagando facturas, pero sus clientes gastan menos…

– Ahí es donde el empresario ha sacado pulmón por enésima vez. No ha incrementado las tarifas en la misma proporción que ha subido la inflación. Sí que es cierto que los precios se han incrementado entre un 3% y un 12% en los establecimientos fundamentalmente de hotelería, pero la vida ha subido mucho más. El sector está sufriendo sobre todo el incremento de precios en los carburantes y la electricidad, con facturas que se han triplicado en la hostelería y la restauración, y no lo estamos repercutiendo en nuestras tarifas.

– ¿Puede ayudar el turismo internacional, que estadísticamente destina más dinero a sus vacaciones, para compensar ese menor gasto que hace el visitante nacional?

– Es cierto que los extranjeros duplican o triplican el gasto que hace el turista nacional. Pero en estos momentos representan solo en torno al 32% del total de visitantes. Es una cifra que ojalá se pudiera duplicar. Pero ahora mismo es algo inviable, porque no tenemos las conexiones internacionales que tienen aeropuertos como el de Oporto y otros.

– Otra de las preocupaciones del sector en los últimos tiempos tiene que ver con la falta de personal. ¿Está siendo difícil cubrir los puestos de trabajo que se generan en verano?

– Estamos en la misma línea que el año pasado y que hace dos años. De hecho, el problema se ha incrementado. Lo que ha tenido que hacer el sector es adaptar los turnos a la gente que tiene contratada y cerrar algún día a la semana. Con lo cual, hay un bajón en la cuenta de resultados, porque tener un día cerrado en temporada estival supone una reducción de ingresos considerable.

– Que expectativas tienen de cara a septiembre. Tradicionalmente, es un mes que puede variar mucho en función de la meteorología…

– Esperamos que sea un mes bueno, como ha ocurrido en años anteriores. Por supuesto, el tiempo influye mucho en la ocupación final. Pero cada vez hay más gente que se da cuenta de que Galicia se puede disfrutar en cualquier época del año. Uno de los atractivos que tiene septiembre, por ejemplo, es poder combinar el turismo con la enología, aprovechando la recogida de la uva en las zonas vitivinícolas.

– A pesar de lo avanzado, Galicia sigue sin tener buenas conexiones aeroportuarias y ferroviarias…

– Sí, es la gran asignatura pendiente, pero los que tienen que decidir miran para otro lado. El sector debería salir a la calle para pedir que no se malgaste el dinero público en algunas campañas que se hacen y que se trabaje para que haya una mayor coordinación aeroportuaria, que en estos últimos diez años no ha existido.

– Sí que es cierto que los aeropuertos gallegos crecieron este año en número de pasajeros…

–Así es, pero lo que realmente nos interesa es traer pasajeros internacionales y no pelearnos por una repetición de destinos. Lo que le parece raro al sector es que salgan tres aviones de cada uno de los tres aeropuertos gallegos y lleguen al mismo destino. Eso es una muestra de la descoordinación aeroportuaria que existe. Cada aeropuerto mira sus propios números. No existe interlocución entre ellos y esto es algo que sí notamos a la hora de que lleguen a Galicia más turistas internacionales. El turista extranjero llega a Oporto, que ha pasado de dos a catorce millones de pasajeros. Allí lo están haciendo bien. Y a lo mejor tenemos que copiar ese modelo.

Faro de Vigo

Obligados a gastar más para afrontar el alza de la factura eléctrica.

El sobrecoste que experimenta el precio de la energía eléctrica por la inestabilidad del mercado penaliza ya por duplicado al bolsillo ciudadano. Y es que a lo que se paga por el recibo de la luz particular se suma ahora el incremento que hacen algunos ayuntamientos de la partida de gastos para poder afrontar la factura eléctrica. Es el caso de Valga, que ha aprobado en pleno un suplemento de crédito para poder hacer frente al recibo de la luz ya que las cantidades presupuestadas en su día están agotadas. Y es que, según el alcalde, a 30 de junio las facturas del gasto eléctrico del municipio ya superaban en un 25% la cantidad fijada para todo el año. ¡Tremendo!

El Correo Gallego

O Goberno adianta dous pagos do Concello de Pontecesures por un importe total de 16.318,32 €.

 A subdelegada do Goberno en Pontevedra, Maica Larriba, informou hoxe do adianto por parte do Ministerio de Facenda e Función Pública do abono de 3.973 facturas e certificacións de obra que 7 concellos da provincia tiñan pendentes de pago por valor de 4.347.034,91 euros. “Esta medida -, explicou – pretende favorecer a liquidez das arcas municipais e, ao mesmo tempo, cooperar cos concellos para afrontar as débedas pendentes coas economías de autónomos e pequenas empresas, que en gran parte estaban asumindo os efectos negativos destes impagos”. 

 Este abono forma parte do Mecanismo Extraordinario aprobado polo Goberno en xaneiro deste ano para facilitarlles aos gobernos locais o pago destas débedas, todas elas anteriores a xullo de 2021. Maica Larriba subliñou o importante impacto deste mecanismo na provincia de Pontevedra, que é a máis beneficiada de Galicia, xa que absorbe o 48,3% dos 8.994.409,48 de euros que o Ministerio de Facenda destina ao conxunto da Comunidade no marco deste procedemento.  

 Por concellos, Arbo recibirá 1.663,50 euros para o pago dunha factura, A Cañiza 1.241.545,72 euros para o abono de 1.049 facturas pendentes, Catoira 1.134.764,72 correspondentes a 459 facturas, Cuntis 608.408,62 para pagar 973, mentres a Pontecesures se destinan 16.318,32 para 2 recibos pendentes de pago, a Porriño 769.365,71 para pagar 1.080 e a Salvaterra de Miño 574.968,26 para facer fronte ao pagamento de 409 facturas. 

Mecanismo extraordinario  

 O Ministerio de Facenda e Función Pública puxo en marcha en xaneiro este mecanismo extraordinario para pagar de forma máis áxil aos provedores das Entidades Locais e cancelar as facturas pendentes de pago máis antigas destas entidades (anteriores a xullo de 2021). Este instrumento vén regulado na Lei de Orzamentos Xerais do Estado para 2022 e materializouse a través dunha Resolución da Secretaría Xeral de Financiamento Autonómico e Local. 

 As entidades locais que se podían acoller a esta medida eran aquelas que acreditaran un período medio no pago das súas obrigas superior a 30 días en decembro de 2020 ou en marzo ou xuño de 2021. Finalmente, en Galicia son 28 os Concellos que participan deste proceso e nos que os seus acredores aceptaron expresamente o cobro a través deste mecanismo.   

 Os concellos poderán financiar a devolución deste abono anticipado a través dunha operación de endebedamento con vantaxosas condicións financeiras. Se os concellos non optan polo préstamo, os adiantos seranlles retraídos da cantidade que perciben da súa Participación nos Tributos do Estado.  

Apoio financeiro 

 A subdelegada subliñou que o Goberno de España mantén unha “aposta firme por darlles aos concellos as facilidades e o impulso político para que poidan facer fronte aos desafíos presentes e futuros neste momento de recuperación”. Así, lembrou que a este mecanismo extraordinario de pago a provedores complétase con outras medidas do Executivo para facilitar liquidez ás arcas municipais como a suspensión das regras fiscais da Lei Montoro que permitiu a mobilización dos remanentes orzamentarios para investimentos e mellora dos servizos públicos locais.Infogauda ás 

El coronavirus pone los churros a enfriar.

Atrapado está el sector en un callejón sin salida: podrían vender su producto, ¿pero a quién?.

En cualquier buena fiesta gallega no pueden faltar los gaiteiros, los pulpeiros o las orquestas, pero tampoco los churros. Los churreros ambulantes, en realidad, están por todos lados porque a quién no le apetece una buena docenita de ese manjar recién salido de la sartén cuando se está dando una vuelta por el mercadillo o un paseo una tarde de domingo cualquiera por Vilagarcía. Un placer que, evidentemente, ha desaparecido de nuestras vidas tras la irrupción del coronavirus y que ha dejado al sector de los churreros ambulantes totalmente desprotegidos.

La Churrería Sandra, en Pontecesures, es uno de los buques insignia de este tipo de negocios en la comarca del Baixo Ulla. «No hay eventos en la calle, no hay ferias, no hay nada. Nosotros no podemos salir a la calle con nuestros furgones a montar un estand de una churrería y ponernos a vender porque la gente no puede venir a la calle», explican los propietarios.

Lo cierto es que los churreros ambulantes están metidos en todo un laberinto. Agrupados en el sector de la alimentación, apuntan desde Pontecesures que ellos podrían seguir vendiendo su producto, pero que sería algo absurdo porque no es un producto de primera necesidad y podrían multar a quien bajara de su domicilio exclusivamente para comprarlos. Al margen de otras consideraciones de lo más lógico. «Nin sería ético, nin san», apuntan desde la Churrería Sandra.

Desde el 14 de marzo con los hornillos apagados, las facturas sin embargo, siguen llegando. La opción que les queda, y que están estudiando, es optar por el ces de actividad, pero para eso tienen que demostrar una merma en los ingreso del 75 %, algo que tampoco va a ser muy fácil porque lo que ha sucedido, directamente, es que las ferias, mercadillos y demás eventos se han cancelado. Y temen, además, lo que pueda suceder durante el verano.