Sigue el debate sobre la planta de residuos de Servia de la que se sirve Pontecesures.

El plan B de Serra do Barbanza para la planta de residuos de Servia.

Los seis concellos socios de la Mancomunidad apuestan por adaptar las instalaciones para recibir aceite, textil o compost.

Imagen aérea de las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos de Servia, en Lousame.
Imagen aérea de las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos de Servia, en Lousame

A pesar de las serias amenazas a las que se enfrenta la Mancomunidade Serra do Barbanza, los alcaldes de los concellos integrados en ella se declaran dispuestos a intentar enderezar el rumbo de la entidad y de la planta de tratamiento de residuos de Servia (Lousame). Es lo que se desprende de la reunión que mantuvieron el lunes para aprobar los siguientes y trascendentales pasos que tienen previsto dar.

Las deudas que arrastra la entidad; los incumplimientos de la concesionaria (FCC), cuyo contrato caducó en octubre de 2023; las consecuencias de la falta de mantenimiento en las instalaciones; el colapso de una planta que está derivando los descartes (los residuos que no puede tratar) a un vertedero de Sobrado dos Monxes; y la losa de una normativa europea que pone en jaque el sistema de separación de residuos en destino, son solo algunos de los problemas que tienen sobre la mesa los alcaldes de los seis concellos socios (Brión, Carnota, Lousame, Muros, Noia O Son) y los 3 adheridos como clientes (Ames, Pontecesures y Rois), con voz, sin derecho a voto.

María Lago (alcaldesa de Muros): «La Mancomunidad delegó la gestión en FCCy no la fiscalizó. Pero el modelo de la planta de Servia es viable»

Como primer punto del orden del día y por unanimidad de los asistentes (no asistieron los regidores de Rois y Pontecesures) se aprobó definitivamente un plan de pagos a diez años para hacer frente a la deuda de 9 millones de euros (más los intereses) que la Mancomunidad tiene con FCC en cumplimiento de una sentencia judicial de 2010 y que va a repercutir en cada uno de los concellos de la entidad, por haber mantenido congelados los precios durante años.

La sentencia es firme (la ejecución ya fue solicitada). Sin embargo, habrá que concretar ahora qué porcentaje de esa deuda corresponde a cada concello en función del número de habitantes, las toneladas recogidas, la superficie del municipio… Una deuda que, según el presidente de turno de la entidad, Pablo Lago (alcalde de Brión), no solo pesa sobre los concellos socios, sino también sobre los adheridos, por cuanto se beneficiaron de que no se aplicase en su momento la subida de los precios.

Luis Oujo (alcalde de O Son): «Hay que velar por el empleo y por la viabilidad de la planta de Servia, aunque se envíe la basura a Sogama»

Pero la deuda con FCC es mayor. Según Lago, podría rondar los 20 millones de euros, pues en ella se incluyen también cuestiones en litigio, como por ejemplo las referentes a las cuotas pendientes de algunos concellos o a los gastos por reparación de maquinaria.

Como segundo punto, cada uno de los alcaldes asistentes se pronunció sobre su continuidad en la Mancomunidad de cara al 1 de enero de 2026. Los seis concellos miembros de pleno derecho mostraron su intención de continuar y velar por los 140 empleos. En el caso de Ames, el alcalde, Blas García, dijo que «nuestro compromiso era permanecer hasta que haya un nuevo contrato de concesión para mantener los empleos. Hace tres años nos ofrecimos a entrar como socios, pero nunca se nos contestó».

Pablo Lago (alcalde de Brión): «Acordamos dotar a la Mancomunidad de nuevo estatuto, crear un órgano de gestión y aprobar los presupuestos»

Ahora, el Concello de Ames trabaja con la intención de abandonar la entidad, aunque la decisión la adoptará el pleno de la Corporación tras conocer el estudio de costes de un servicio directo del Concello y del traslado de los residuos a Sogama. «El sistema de la planta de Servia no se adapta a la nueva normativa europea, y para llevar la basura a Sogama no necesitamos estar en la Mancomunidad», indica el regidor amesano.

El Concello de Rois solicitó información a la Mancomunidad para analizar los detalles relacionados con el coste del servicio con vistas a decidir si se mantiene adherido a la entidad o si la abandona, en la misma línea de Ames.

Juan Manuel Saborido (alcalde de Carnota): «Debemos velar por la viabilidad de una planta que tiene unas licencias ambientales muy difíciles de lograr»

Y el de Pontecesures comparte el modelo de Servia, pero no está dispuesto a seguir en la Mancomunidad «a cualquier precio». Y es que los seis concellos socios han instado a los adheridos a incorporarse también como socios de pleno derecho o a abandonarla. «La figura de cliente o adherido no existe. Ames, Pontecesures y Rois se benefician de un servicio que no gestionan. Y quieren votar, pero para eso deben ser socios de pleno derecho», señala Pablo Lago.

El siguiente paso que se marca la Mancomunidad es el diseño de un plan de viabilidad. La planta de Lousame ya no tiene capacidad para recibir más residuos y está enviando los descartes a un vertedero de Sobrado dos Monxes al que, por cierto, le queda un año de vida útil. Se entablaron negociaciones con Sogama para enviar esos descartes a la planta de Cerceda, pero no hay nada firmado.

Blas García (alcalde de Ames): «Si optamos por la gestión directa, para enviar la basura a Sogama no necesitamos estar mancomunados»

Además, ese plan de viabilidad apuesta por la diversificación, es decir, por dar entrada al tratamiento de residuos textiles, escombros, aceites, compost, etc., aprovechando que la planta de Servia cuenta con unas licencias medioambientales que hoy serían muy difíciles de conseguir.

«La planta es viable y hay muchas posibilidades», señala Ángel Brantuas, presidente del comité de empresa, que presentó a la entidad una propuesta que pasa precisamente por diversificar la actividad. «Se podría incluso tratar el compost de la comarca y de Santiago. En cuanto al empleo, hay 140 trabajadores, de los cuales el 60% son mujeres (muchas de ellas mayores de 50 años) que trabajan en la sección de separación manual, por lo que en un nuevo modelo podrían formarse para adaptar su trabajo a nuevas líneas de tratamiento de residuos», explica.

Un órgano de gestión

El comité de empresa solicita que la Xunta se implique en el futuro de la planta de Servia y quiere estar representado en la mesa de negociación del plan de viabilidad.

El siguiente paso de esa hoja de ruta que se plantean los alcaldes es la redacción de una Relación de Puestos de Trabajo y la creación de una estructura de gestión (con gerente, secretario, intervención, etc.). Y es que ese es otro caballo de batalla de la entidad: la gestión.

La alcaldesa de Muros, María Lago, cree que «la situación de la planta llegó a un punto muy difícil por la inexistente gestión. No hubo gestión desde la Mancomunidad. Se delegó todo en la concesionaria y no se hizo una fiscalización de su gestión».

María Teresa Tocino (alcaldesa de Pontecesures): «Compartimos el modelo de la planta de Lousame, pero no seguiremos en la Mancomunidad a cualquier precio»

El contrato de FCC caducó sin haber elaborado los pliegos para licitar una nueva concesión, un proceso que tiene un obstáculo añadido. La empresa no cumplió aún con una de sus obligaciones: tenía que haber adquirido el terreno en el que se ubica la planta (alquilado a un particular) y entregárselo a la Mancomunidad.

Al parecer, no pudo afrontar el alto precio que pedía el propietario. FCC planteó una quita de la deuda de la Mancomunidad, a cambio del terreno. Pero la entidad la rechazó al no poder calcular el valor del terreno ni tener la seguridad de que el dueño lo vendería. Ahora, la opción que se baraja es la expropiación, que debería asumir FCC.

Mientras tanto, al no disponer de los terrenos en propiedad, la Mancomunidad no puede sacar un nuevo pliego de licitación.

La Mancomunidad acordó además elaborar unos nuevos estatutos y unos presupuestos, pues funciona con los de 2015 prorrogados. De momento, aprobó un incremento «temporal» de las cuotas de los concellos hasta 2026.

Ramón Tojo (alcalde de Rois): «Desde el Concello estamos analizando el coste del servicio para decidir si Rois permanece o no en Serra do Barbanza»

La alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino, señala que los concellos adheridos a la Mancomunidad están en una situación diferente a los socios. «No tenemos derecho a voto. Solicité ya tres veces por escrito que me aclaren cuál es la cuota que debería pagar Pontecesures cuando colapsase la planta de Servia y hubiese que enviar los residuos a otra planta. Pero sigo sin respuesta». Añade que, tras la aprobación de las cuotas temporales, Pontecesures pasará de pagar 14.000 euros a 33.000. «Nosotros no generamos esa deuda. Pagamos siempre sin demora. Somos clientes, no socios. Estamos de acuerdo con el modelo de la planta de Servia, que nos situó como el concello con el porcentaje más alto de reciclaje de la provincia de Pontevedra. Estamos dispuestos a seguir, pero no a cualquier precio. Pontecesures no va a pagar el precio de una gestión que no fue lo rigurosa que debía haber sido». Cree que, si la instalación de Servia se convierte en una planta de transferencia de Sogama «no seguiríamos en Serra do Barbanza. No tendría sentido».

La Xunta recuerda a Servia y Nostián que deben «adaptarse» para cumplir con la ley

La Mancomunidade Serra do Barbanza y la planta de Nostián tendrán que adaptar su sistema de recogida de residuos para comenzar a gestionar las fracciones de plástico y metal, algo que no ocurre en la actualidad con el modelo húmedo-seco que ambas eligieron en su día y que separa los residuos en orgánicos e inorgánicos, lo que contraviene la legislación tanto a nivel europeo como estatal. Desde la Consellería de Medio Ambiente subrayan que en estos momentos ni una ni otra planta cumplen con las exigencias normativas.

No obstante, desde el departamento autonómico que dirige Ángeles Vázquez explican que las plantas de Barbanza y Nostián «tienen prevista la adaptación de sus procesos mediante las recientes modificaciones en sus Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI), enfocando la gestión hacia la recogida selectiva de residuos de envases». Solo de este modo ambas instalaciones llegarán a poder cumplir los objetivos de reciclaje que se exigen actualmente a nivel europeo, lo que les permitiría seguir operando en el futuro.

Ante este escenario lleno de incertidumbres, la pregunta es ¿qué va a hacer la Xunta? Desde Medio Ambiente responden que, ante la «necesaria transición» hacia un sistema de recogida selectiva conforme a la normativa vigente, «se han abierto negociaciones clave» para la implantación del contenedor de envases ligeros, con el propósito de reforzar la separación de residuos y mejorar su tratamiento.

Desde la Xunta recuerdan, además, que tanto la Mancomunidade Serra do Barbanza como el Consorcio das Mariñas — que trata sus residuos en Nostián, al igual que la ciudad herculina— se han adherido al convenio marco con Ecoembes, lo que supone un «paso significativo en el fortalecimiento del modelo de gestión de residuos». «Y esperamos que el Concello de A Coruña también decida acogerse a este convenio próximamente», añaden.

Sobre la sanción que la UE podría imponer a España por no reciclar lo suficiente, la Xunta asegura que ha trabajado «activamente» para avanzar en esta materia, «poniéndose del lado» de ciudadanos y concellos y con «medidas incentivadoras» que faciliten la adaptación a la ley «de manera progresiva, justa y sin generar una presión desproporcionada sobre los municipios». 

Sogama está «preparada» para tratar la basura de los 313 ayuntamientos gallegos

Sogama está en disposición de gestionar los residuos producidos en todos los ayuntamientos gallegos. Así responden desde la Sociedade Galega do Medio Ambiente al ser cuestionada sobre las dificultades que atraviesan tanto la planta de Servia como la de Nostián, inaugurada en 1999, tres años después del derrumbe en el vertedero de Bens, en el que falleció un hombre, y adonde va a parar la basura de A Coruña, Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada. 

El complejo medioambiental situado en Cerceda trata los residuos de los 295 municipios gallegos restantes, que suman 2,2 millones de personas. En 2018 la capacidad de las instalaciones se amplió en un 81%, lo que supuso pasar de las 550.000 toneladas de residuos al año a poder gestionar 1 millón de toneladas anuales.

En caso de que los municipios que ahora envían sus residuos a Servia y Nostián decidiesen utilizar los servicios de Sogama el proceso sería el mismo que el seguido por cualquier otra entidad pública que envía su basura a Cerceda: firmar el contrato y facturar por tonelada de residuos entregada en sus instalaciones.

En estos momentos, la red de infraestructuras de Sogama comprende, además del complejo de Cerceda, 37 plantas de transferencia distribuidas por toda Galicia, 4 plantas de compostaje —una por provincia— y un vertedero controlado de cola para aquellos desechos que no pueden ser reciclados ni valorizados energéticamente.

A estas instalaciones se sumará la primera planta de clasificación de residuos textiles de Galicia, que se levantará en Cerceda y que tendrá una capacidad inicial para 3.000 toneladas anuales, aunque podrá llegar a tratar hasta las 24.000. El contrato de construcción y futura gestión integral fue adjudicado a comienzos de este mes por 22.480.815 euros (IVA incluido).   

Desde Sogama destacan que en los últimos años han destinado más de 100 millones de euros a incorporar las «últimas tecnologías disponibles» a sus procesos de gestión de residuos. Ejemplo de ello son la automatización de la planta de clasificación de envases y la nueva nave de recuperación de materiales. Y subrayan la apuesta por el transporte de la basura por ferrocarril. A día de hoy, el 57% se traslada por vía férrea, más del doble que en 2016.

El Correo Gallego

Confirmada la sentencia que absuelve al exalcalde de Pontecesures de agresión sexual a su sobrina.

Sede del TSXG

Sede del TSXG.

El TSXG considera que el fallo de la Audiencia Provincial está bien motivado

El proceso judicial que se inició en el 2017 con una denuncia contra el exalcalde del BNG de Pontecesures Luis Álvarez Angueira por un supuesto delito de agresión sexual a su sobrina está a punto de cerrarse después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) haya confirmado la sentencia que lo absuelve. Todavía queda la vía del recurso de casación ante el Supremo, pero el alto tribunal gallego mantiene las tesis del fallo de la Audiencia Provincial y concluye que no hay pruebas de cargo suficientes que sostengan la acusación contra el expolítico.

Tras la celebración del juicio en septiembre del 2024, la sección sexta de la Audiencia Provincial dictó sentencia el pasado diciembre en la que absolvía a Álvarez Angueira por falta de pruebas. La acusación presentó un recurso de apelación, al que se adhirió la Fiscalía, y ahora el TSXG lo desestima al considerar que el fallo «no adolece de ninguna carencia o deficiencia» que permita revocarlo.

Se explica en la resolución que ante una sentencia absolutoria el tribunal de apelación no puede volver a valorar las pruebas, solo revisar si la decisión de la Audiencia Provincial está debidamente razonada, y la conclusión en este caso es clara: «No concurre en la sentencia ninguna de las deficiencias reseñadas en la ley y analizadas por la jurisprudencia». En este sentido, se incide en que el fallo «toma en consideración todas y cada una de las pruebas practicadas efectuando una valoración exhaustiva y racional».

Contradicciones en el relato

Con respecto al análisis que se hace de las pruebas, se ponen de manifiesto contradicciones en el relato de la denunciante, no solo en relación con la ubicación temporal y espacial, sino también en relación con los propios hechos denunciados. Esta falta de consistencia en el testimonio también se aprecia en el informe emitido por la Unidad de Psicología Forense de la Universidade de Santiago que tenía por objeto valorar la credibilidad de la declaración de la afectada y la posible existencia de secuelas.

Señala la sentencia de instancia que del conjunto del relato y del contraste con lo que se dice en la querella y a lo largo de procedimiento «resultan claras quiebras y contradicciones» que fueron suficientes para plantear dudas e impedir «construir un relato incriminatorio sin vulnerar el principio de presunción de inocencia». Añade el TSXG que la Audiencia Provincial «ofrece una valoración exhaustiva, lógica y razonable de la prueba», por ello concluye que no procede declarar la nulidad del fallo ni modificar el sentido de la resolución.

La Sala también decidió no imponer las costas procesales a la acusación particular, al no apreciar temeridad ni mala fe en la interposición del recurso.

La Voz de Galicia

El mal que no cesa.

José Rodríguez González

José Rodríguez González. Exdirectivo de Nestlé Pontecesures

Cuando decimos que el mundo va mal, estamos reconociendo una realidad negativa para nuestros intereses y le atribuimos un alcance universal e indeterminado. El concepto del mal tiene una enorme amplitud polisémica que nos llevaría a espacios inaccesibles para una simple colaboración periodística. Por lo tanto, abordaremos el tema ciñéndonos a la definición del mal como una actitud negativa de comportamiento, donde entran en acción la voluntad y la conciencia.  Existe, en la actualidad, una palpable relación de inmoralidades que, dada su gravedad y reiteración deberían ser más preocupantes de lo que son para nuestra sociedad actual. Uno que arrastra ya sus pasos por caminos nonagenarios creo que tiene derecho a levantar la voz y poner de manifiesto que a la velocidad que vamos y utilizando los atajos que utilizamos, no es extraño que vivamos un tanto desesperanzados.

Ya sabemos que ante estos comentarios saldrán los tibios de oficio, musitando su indolencia y acusándonos de pesimistas o de fracasados agoreros irresponsables. Estos son aquellos que saben de problemas pasados, por boca de otros que se los contaron, pero que no los vivieron. Y así salen a desempeñar su papel de bomberos de la historia diciendo que antes había los mismos líos en la sociedad, lo que pasa es que no se conocían, por carecer de medios suficientes de información, como ahora.  Dejándonos de las encuestas mal cocinadas o de las estadísticas que beben agua informativa mal filtrada, lo que pasa es que, en aquel entonces no existía tal cúmulo de desastres sociales. No hay más que oír y ver los medios audiovisuales y la prensa escrita o de papel, de hoy, para ver cómo las agencias informativas no dan abasto al noticiario fúnebre de cada día. Las peleas callejeras, el odio y la venganza sanguinaria, “la maté porque era mía “, que dice el

tango y ejecuta el uxoricida, son gran parte de la crónica diaria. A esta trágica realidad hay que sumar una cadena interminable de sucesos delictuosos de enorme gravedad perpetradas por los ladrones de viviendas, mal llamados okupas, una lacra social que, solo, en un país sin ley, puede burlar la actuación de la justicia. Pues esto sucede en nuestra querida España, donde un gobierno Frankenstein, a falta de mayoría suficiente, legisla a base de decretos para tapar pactos y prebendas de minorías que garanticen los apoyos necesarios para mantenerse en el gobierno. Pues ya lo ven. El mal no cesa y recorre toda España. No hacen falta catástrofes como DANA en Valencia, ni erupciones de volcanes en Canarias, ni Covid-19, ni corrupción, ni sequías. El mundo va mal, España peor. Y el mal moral que no cesa. Solo nos falta rezar. ¡Ah! Lo malo es que también, en este sector, vamos mal.

Diario de Santiago

Agrede a una profesora del colegio de su hijo en Padrón y acaba condenada a un año y tres meses de prisión y a pagar 2.800 euros.

En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago

En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago.

La acusada entró en el centro, dijo a la docente «a ti te tengo ganas yo» y después la empujó haciendo que cayese al suelo

La ley reconoció a los profesores —entre otros colectivos— como autoridad para protegerles de los no infrecuentes ataques que sufrían por parte de los padres de sus alumnos. Casos como el ocurrido en un colegio público de Padrón el 1 de junio del 2021 son buen ejemplo de las situaciones que muchos docentes tienen que afrontar en sus trabajos. Ese día, la madre de un alumno entró a las 9.30 horas en el centro educativo y «con ánimo de menoscabar y atentar contra el principio de autoridad representado por la vicedirectora», según recogen los hechos probados de la sentencia, se dirigió hacia la docente y le dijo «a ti te tengo ganas yo», al tiempo que le propinó un fuerte empujón que hizo que la víctima cayese al suelo.

Las consecuencias de la caída no fueron menores, ya que la profesora sufrió lesiones en el hueso sacro y en el glúteo derecho, aunque no fue necesario que se sometiese a tratamiento médico quirúrgico. Eso sí, tardó 35 días en sanar, de los que 14 fueron de perjuicio moderado y otros 21 básico. No le quedaron secuelas.

La agresión fue investigada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Padrón y el asunto acabó en un juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago, que condenó a la madre del alumno a un año y tres meses de prisión por un delito de atentado, así como a una multa de 900 euros por otro delito leve de lesiones. Además, la sentencia fija una indemnización por responsabilidad civil por la que la acusada deberá abonar a la profesora 1.900 euros, más los intereses legales.

En aquella primera sentencia no solo se condenó a la madre, sino también a su esposo, que estaba con ella el día que se produjo la agresión a la docente. La sentencia estima como hecho probado que el hombre intentó provocar al director del colegio padronés diciéndole «pégame, vamos pégame», al tiempo que le daba dos o tres veces con la mano en el pecho «sin fuerza» y «sin causarle lesiones ni daño o dolor y sin que conste un propósito de causárselos».

A él lo condenaron en primera instancia a un año de prisión por un delito de atentado, pero la sección sexta de la Audiencia Provincial, la que tiene su sede en Santiago, le ha absuelto a la hora de resolver el recurso de apelación que interpuso el matrimonio condenado. Y es que los magistrados han entendido que el acusado no impidió ningún acto que pudiera estar realizando o que pretendiera llevar a cabo el director del colegio y que tampoco lo agredió, por lo que no cometió atentado.

No se presentaron al juicio y dijeron no saber quién era la víctima

Cuando presentaron el recurso de apelación ante la Audiencia, el matrimonio pidió que se les absolviese alegando que no habían podido acudir al juicio por carecer de recursos económicos para viajar a Santiago y la mujer dijo también que aquel día estaba nerviosa y que desconocía que la docente a la que empujó fuese la vicedirectora del colegio.

Los magistrados rechazan sus argumentos. En cuanto a que estuviese nerviosa, explican que eso podría atenuar su pena, pero no llevar a la absolución. Y, en todo caso, recuerdan que la condena impuesta está en la mitad inferior a la que prevé el Código Penal, por lo que la ven proporcionada. Respecto a que no supiese quién era la víctima, la resolución del tribunal provincial señala que la frase que le dijo a la profesora, «a ti te tengo ganas yo», «permite deducir que conocía a quién se dirigía» y que, además, el hecho de que se presentase en el centro educativo para pedir explicaciones por la sanción que había recibido su hijo indica que pretendía hablar con el personal y que actuó contra la vicedirectora como represalia y sabiendo que era docente y, por tanto, autoridad.

La Voz de Galicia

La Guardia Civil no descarta que haya más víctimas de abusos sexuales por parte del exdiputado Xabier Ron.

La jueza ha dictado para él prisión provisional tras unas diligencias de declaración del detenido que se prolongaron durante más de seis horas

Momento de la salida de Xabier Ron de los juzgados de Santiago tras decretar la jueza prisión provisional
Momento de la salida de Xabier Ron de los juzgados de Santiago tras decretar la jueza prisión provisional.

La Guardia Civil no descarta que pueda haber más víctimas en el caso de abusos sexuales por el que se investiga al exdiputado de AGE Xabier Ron, que este jueves ingresó en la prisión de Teixeiro tras imputársele los supuestos delitos de agresión sexual y corrupción de menores. Pese a que por el momento solo consta una denuncia, por parte de la madre de una menor, según ha podido saber EL CORREO GALLEGO se está investigando la posibilidad de que otras adolescentes hayan podido sufrir ataques de tipo sexual por parte del también profesor de educación secundaria.

Para esclarecer esta posibilidad será fundamental la información que se extraiga de los miles de archivos que hay en los dispositivos electrónicos que le fueron incautados al acusado; y que serán analizados con todo detalle por parte de los servicios técnicos de la Guardia Civil. En todo caso, este medio ha podido confirmar que ya se han encontrado “numerosas evidencias que incriminan” a Xabier Ron en los hechos que se están investigando, unos hechos que han sido calificados como “muy graves” por personas que conocen lo que supuestamente ha sucedido.

A Xabier Ron se le imputan los cargos de agresión sexual y corrupción de menores
Al exdiputado Xabier Ron se le imputan los cargos de agresión sexual y corrupción de menores.

Prisión provisional

La jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela, Ana López-Suevos, decretaba este jueves prisión preventiva para Xabier Ron. Tras una toma de declaración al detenido imputado que se prolongó durante más de seis horas, la magistrada consideró que existen indicios suficientes de su implicación en los hechos y que concurren requisitos precisos para adoptar la prisión provisional, como son el riesgo de fuga, de destrucción de pruebas o de reiteración delictiva.

La resolución dictada en primera instancia llega después de que la investigación revelara hallazgos significativos en el material tecnológico incautado durante los registros realizados, en el IES Breamo de Pontedeume y en dos viviendas de Xabier Ron. Fuentes cercanas al caso indican que los agentes de la brigada judicial de la Guardia Civil habrían encontrado elementos que podrían ser relevantes para la investigación, lo que habría influido en la decisión de la jueza.

La jueza que instruye el caso dictó este jueves prisión provisional para Xabier Ron
La jueza que instruye el caso dictó este jueves prisión provisional para Xabier Ron.

Una denuncia desencadenó la investigación

La detención de Xabier Ron, exdiputado de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y antiguo candidato de Esquerda Unida a la alcaldía de Santiago en las elecciones municipales de 2007 y 2011, se produjo tras la denuncia interpuesta por la madre de la presunta víctima. La denuncia desencadenó una investigación que incluyó varios registros y la incautación de material tecnológico, como su teléfono móvil y ordenador, en busca de elementos probatorios relacionadas con el caso.

En declaraciones a EL CORREO GALLEGO, el abogado de la acusación particular, Evaristo Nogueira, ha descartado dar detalles sobre lo sucedido y se ha limitado a pedir «la máxima protección para la víctima«, teniendo en cuenta que «es una menor y que el simple hecho de que pueda ser identificada podría suponer un daño tremendo para ella y para la propia investigación». De ahí, apuntó el letrado, que se deba «respetar rigurosamente la Ley del Menor» también en este caso.

El Correo Gallego

Fina, 50 años siendo churrera: «Me levantaba a las cinco de la mañana y no volvía hasta las diez de la noche. Ahora quiero que mis nietos me paguen un viaje a Punta Cana».

Después de toda una vida en su puesto de churros, Fina cuelga el delantal. Ahora continuará con el legado su nieto Ibai, que ha conseguido transformar el negocio de su abuela. «Sentí un orgullo inmenso cuando mi nieto me dijo que quería seguir con la churrería», confiesa

Fina tiene 67 años y hace pocos días que ya está jubilada. Durante 50 años ha recorrido mercados, ferias y romerías con su puesto de churros. Una vida ambulante que puso en marcha su bisabuelo en 1842. Ahora, su nieto Ibai se convierte oficialmente en la quinta generación al frente del negocio, ya que hace un año lo transformó y abrió las puertas del local que lleva la esencia de su abuela y de su tatarabuelo: La Quinta.

A pesar de haber iniciado su jubilación, a Fina todavía «le pica» seguir vigilando que vaya todo bien y poder echar una mano. «Es que son tantos años seguidos que se me hace raro», confiesa. Pero está tan contenta que no deja de sonreír y recuerda el momento en el que su nieto le dio la noticia de que Churrería Fina no moriría. «Para mí fue una sorpresa muy grande. Sí que es verdad que venía conmigo a la feria a trabajar y a hacer las masas, pero yo nunca me imaginé que iba a poner el local que puso», explica. Y además en un sitio fijo en plena capital gallega. «Trabajábamos por toda la zona de Vigo, Redondela, Tui, Porriño… Íbamos hasta a la feria de Arteixo. Que mi nieto trajese la churrería para Santiago, que es la capital, fue un orgullo inmenso», afirma.

Su vida no fue fácil, porque tuvo un trabajo muy sacrificado en el que no podía hacer planes ni preocuparse por la hora. «Es una vida muy dura. Te tiene que gustar muchísimo todo el mundo de la feria. A mí me gustaba mi trabajo. Yo hacía una masa para los churros y decía: ‘Bueno, pues tengo un gimnasio’ y cuando los freía pensaba: ‘Pues también tengo sauna e hidratación para la piel’. Iba haciendo del trabajo una alegría para llevarlo mejor», indica.

Madrugones y viajes en coche que incluían montar y desmontar un puesto para que su clientela pudiese disfrutar de unos churros recién hechos. «Me levantaba todos los días a las cinco de la mañana y a las seis salía de casa, pero no volvía hasta las diez de la noche. Los días de invierno llovía y te mojabas. Nos quedábamos con la mojadura, pero teníamos que ir, porque siempre había alguien que quería unos churros», detalla. Su agenda también se veía modificada por el trabajo. «Fíjate, cuando mis hijos se casaron, hicimos la boda en un día festivo por no perder el sábado y el domingo de atender a nuestra clientela. Amoldamos nuestra vida al negocio», confiesa.

«No me imaginaba mis churros con Kinder»

En cuanto Ibai abrió el local, ella acudió sin dudar para aportar la experiencia que ha recolectado durante tantos años en su puesto. «En la cocina estuve enseñando y dando consejos. Mi nieto me llamó y me pidió que le echara una mano porque quería tenerme ahí para contribuir con mi experiencia», cuenta. Aun así, no se imaginaba que sus famosos churros podrían convertirse en piruletas y corazones o estar bañados en salsa de Kinder o rellenos de dulce de leche. «Por supuesto que no lo imaginaba. Y eso lo hizo mi nieto y por eso digo que para mí es muy importante que él le pusiera tanta pasión a esto, porque nosotros hacíamos lo básico siempre, churros y poco más. Como mucho con un poquito de chocolate», puntualiza.

¿Y cuál es el secreto de unos buenos churros? «Creo que la clave es que te guste hacerlos, porque día a día mejoras la receta aunque ya la sepas. Y hablar con el cliente todos los días porque vas aprendiendo todavía más. Después siempre hay algún secreto que no se puede contar. Pero bueno, el resumen es tener ganas, hacer un buen amasado y tener un buen aceite y una buena harina. De ahí te sale un buen churro», admite.

Mientras Fina no le quita el ojo a su nieto con su sonrisa intacta, Ibai explica los inicios del proyecto. «Hace dos años falleció mi abuelo y decidí ir a echarle una mano porque estaba un poco sola. Además a mi abuela ya le costaba ir a las ferias porque son duras y que duran todo el día. Ten en cuenta que sales de casa a las seis de la mañana, coges el coche y no vuelves hasta que dan las diez de la noche. Yo también estaba pasando por un momento de mi vida un poco de transición y venía de otros trabajos. Sobre la marcha se me fue ocurriendo una idea que ya mi padre pensó en su día y que el resto de la familia tenía ahí un poco en un vaivén. Al final los astros se alinearon, por así decirlo, y abrimos el local», cuenta.

Porque Ibai, a pesar de ser gallego, se marchó de Galicia cuando era pequeño. «En Madrid estuve estudiando, pero en Marruecos pasé toda mi infancia. En cuanto me deshice de la empresa que tenía allí, justo pasó lo de mi abuelo y acabé volviendo para aquí. Mientras le ayudaba ya tenía la intención de ver por dónde podíamos tirar y por dónde podíamos reconstruir el negocio», afirma. Escoger el nombre tampoco fue sencillo porque tenía que reflejar que continuaba el legado. «Todos los churreros que tú te encuentres por la provincia y alrededores suelen ser familia de mi abuela. Tuvimos la idea de ponerle Churrería Fina para continuar, pero decidimos buscar un nombre un poco más simbólico, que leyéndolo con un pequeño matiz que tienes la gente lo entendiese», cuenta.

«Mi abuela es exigente»

Y así nació La Quinta. «El tema de la empresa fue algo que me encantó desde siempre. Antes de esto tuve una empresa propia y nos dedicábamos al mundo de la construcción, que también me atrae mucho. En mi casa el negocio ambulante siempre se vio como algo muy duro, en el que a la mínima si tenías la opción de estudiar, estudiabas. Pero al final en mi caso acabó tirando también la tradición familiar. Me daba pena que se quedara sin continuidad después de tantas generaciones y de tantos años de trabajo. Finalmente encontramos la manera de darle una vuelta y de reconvertirlo, por decirlo de alguna manera», confiesa. Además tuvo claro desde el principio que se lo tomaría en serio. «No queríamos que fuese solamente una marca, de montar el local y olvidarnos, sino que detrás de la marca, seguir trabajándola y poner el mismo empeño que se ponía en el puesto de la churrería desde siempre», afirma.

Ibai es igual de perfeccionista que su abuela. «Mi abuela aquí no lo es, pero en su negocio lo fue mucho», confiesa. «Aquí, porque él es el dueño, pero en el mío sí», le replica ella. Pero a todo se le saca el lado positivo. «Yo pienso que serlo es algo bueno. Aunque mucha gente siempre te suelta el comentario de que los churros solo son harina, agua y sal, es algo mucho más complejo de lo que se piensa. Al ser algo artesano, requiere que seas siempre perfecto y constante. Nosotros aquí lo que intentamos es que tú vengas un día, te comas un churro, y al cabo de tres meses vuelvas y te comas otra vez el mismo churro sin ninguna variante. Eso es muy difícil de conseguir», explica él.

Además de querer todo perfecto, a la familia también les caracteriza el don de gentes. «Estar de cara al público siempre nos gustó mucho, así que ya estamos acostumbrados. Si ibas a la feria tenías que ser bueno con la clientela, no te quedaba otra. Entonces, esa parte fue lo que menos costó. Y como en la familia siempre hubo la costumbre de que los fines de semana se trabajaba, no cambia nada de que aquí también se haga», detalla Ibai.

Su primo Borja —que también es nieto de Fina— aporta su granito de arena en los fogones. «Mi primo Borja está de cocinero. Estuvo desde el principio aquí conmigo echándome una mano. Fue aprendiendo poco a poco y ya se quedó. Como sigue estudiando en la universidad, compagina los estudios con esto para sacarse un extra», indica. «Ver lo jóvenes que son y que tengan esas ganas de trabajar y de luchar es lo que me llena, porque pienso que todo lo que hemos hecho con nuestro negocio tuvo su fruto y no se quedó ahí. Ahora continúa», indica Fina.

¿Y ahora qué hará con tanto tiempo libre? «Me gusta viajar, lo que pasa es que por mi trabajo no podía. Ni tampoco podía tener esos fines de semana para descansar. Los domingos trabajaba siempre en la parte sur de Galicia, aunque nos movíamos por otras zonas para fiestas y romerías. El otro día fui al mercado a Padrón y me di cuenta de que llevaba 40 y pico años sin ir de paseo. Ya no me acordaba de lo que era aquello», confiesa. Por su parte, le deja caer a sus nietos —que son tres en total— que deberían pagarle un viaje. «A ver, yo creo que entre todos no es tanto… Le toca poner poquito a cada uno, ¡eh!», exclama Fina «¿Tú qué prefieres, playa o montaña?», le pregunto. «¡Playa, playa!», responde efusivamente. «¿Punta Cana?», le propongo. «¡Por ejemplo!», contesta mirando a su nieto. «Algo se hará. Hay que agradecer también todo el esfuerzo», afirma Ibai. Lo que no cabe duda es que a esta abuela se le cae la baba.

La Voz de Galicia