Picusa se enfrenta a una sanción de entre 30.000 y 300.000 euros por el vertido al Ulla.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

La empresa Picusa, perteneciente al grupo Cortizo, se enfrenta a una sanción económica de entre 30.000 y 300.000 euros por el vertido de fuel que provocó en el río Ulla en el mes de abril. El expediente abierto por Augas de Galicia se encuentra en fase de alegaciones.

El director xeral de Conservación da Natureza, Xosé Benito Reza, compareció ayer en el Parlamento gallego para responder a una pregunta del BNG sobre el vertido y explicó cómo se encuentra la tramitación de este expediente sancionador. Además de la multa, Picusa deberá invertir más de 10.000 euros para aumentar las medidas de seguridad en sus instalaciones, de cara a evitar que vuelvan a producirse fugas eventuales de hidrocarburos.
Según los análisis realizados por la Consellería de Medio Ambiente, la sustancia que la empresa de pieles y curtidos padronesa vertió al Ulla fueron hidrocarburos alifáticos, pero apuntó que las últimas muestras tomadas apuntan que ??o río está totalmente recuperado e en bo estado?. Fueron alrededor de 2.000 litros de fuel los que acabaron en el cauce, y afectaron a un tramo de seis kilómetros, pero aseguró que ??ni peces ni aves? resultaron dañadas.

Reza aludió al operativo que puso en marcha la Consellería tras esta agresión medioambiental para proceder a la limpieza del río. Se colocaron barreras anticontaminación para impedir que el chapapote continuara avanzando y se montó un dispositivo formado por técnicos de Conservación da Natureza e Augas de Galicia. Seis agentes, siete vigilantes, veinte obreros y personal de la propia empresa de pieles participaron en las tareas de limpieza y retirada de fuel de la vegetación afectada, contando para ello con varias embarcaciones.

Este operativo trabajó durante diez días en distintos puntos del Ulla, concentrándose especialmente en el carrizal de As Besadas de Dodro, que fue una de las zonas más afectadas. En total, se limpiaron 2.100 metros de ribera y la Consellería destinó 70.000 euros a la contratación de personal para las labores de limpieza.

El vertido tuvo lugar el 26 de abril, cuando salió la mayor cantidad de fuel, aunque los vecinos ya venían denunciando desde hacía días la aparición de ??galletas? en el río. La salida del chapapote se debió a un fallo en el sistema de conducción de Picusa, que utiliza el fuel para refrigerar sus tanques. El depósito en el que se almacenaba tuvo una fuga, el chapapote derivó a una balsa y de allí pasó a una tubería de pluviales por la que cayó al Ulla.

DIARIO DE AROUSA, 22/05/08


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