«Nunca antes nadara en aguas tan frías, no pasaba de 6 grados».

David Meca completó una travesía por la Ría de Arousa y el Ulla con temperaturas extremas.

David Meca llegó exhausto a Pontecesures, donde ya no pudo resistir más y cayó tendido sobre el pantalán, donde tuvo que ser atendido por los sanitarios y evacuado en ambulancia. Y es que ??Meca afrontó muchos retos complicados, pero nunca antes había nadado en aguas tan frías».

El director técnico del reto Xacobeo, Mariano Martínez, calificó la proeza lograda por David Meca como ??algo ihumano?. Martínez comentó al final de la travesía que el nadador catalán no corre peligro aunque era muy probable que tuviese que pasar toda la noche en el Hospital Clínico de Santigo porque ??acabó en una situación bastante delicada?. Martínez comentó que ??ha sido mucho más duro de lo que todos esperábamos, por no fallar a toda la gente que había venido a recibirlo, quería terminar como fuera, y eso al final lo ha pagado, aunque su vida no corre peligro?. Entre la multitud de aficionados que se dieron cita en Pontecesures se encontraba la propia madre de David Meca, la cuál no pudo evitar su preocupación al comprobar el estado en el que llegó el catalán al pantalán cesureño, con síntomas de hipotermia, con la piel morada y sin apenas poder reaccionar cuando los sanitarios de la Cruz Roja trataron de reanimarlo.
El director el reto quiso ensalzar el éxito logrado por Meca, que ayer se convirtió en el primer pergrino capaz de realizar a nado la ruta marítimo fluvial del Xacobeo por la que llegó el Apóstol a Galicia en el año 44. ??Lo que ha conseguido David es para quitarse el sombrero y sólo un súper hombre como él es capaz de lograrla. Ha nadado toda la travesía a contrarriente y con el agua a seis grados de temperatura, algo muy difícil de aguantar. Además las corrientes eran constantes y eso dificultó todavía mucho más las cosas?.

David Meca, que tenía programado visitar hoy la catedral de Santiago, confía en evolucionar de forma favorable en las próximas horas para poder disfrutar y valorar el reto conseguido ayer desde Vilagarcía hasta Pontecesures en una travesía de cerca de 20 kilómetros de distancia.

DIARIO DE AROUSA, 06/01/10

El aliento del público le hizo llegar al final.

David Meca nunca había nadado con una temperatura tan baja del agua, pero el calor le llegaba desde tierra. Primero en la salida en Vilagarcía y luego en cada tramo del trayecto hasta Pontecesures. En Catoira fueron cientos de personas las que le animaron y fue éste un momento clave porque lo estaba pasando realmente mal. Y en Cesures fueron miles los que quisieron recibir al primer peregrino en cubrir a nado el Camino de Santiago.

DIARIO DE AROUSA, 06/01/10

Recibimiento a Meca en Pontecesures.

Maribel Castro, alcaldesa e Pontecesures, recibió a David Meca conu un ramo de flores, aunque no pudo entregárselo ayer debido al estado de salud en el que llegó al nadador al fin de la travesía.

Luis Sabariz fue el encargado de animar la llegada de Meca. Armado con un megáfono motivó que los asistentes le diesen al nadador los ánimos necesarios en el delicado momento final del trayecto.

DIARIO DE AROUSA, 06/01/10

Meca recibe en Vilagarcía el calor del público y el respaldo de las autoridades.

Louzán, Cores Tourís, Puertas, Dolores García y José Juan Durán charlan con David Meca.

El frío no pudo con David Meca, en parte porque el nadador catalán recibió el calor del público, que le acompañó de forma masiva en la salida en Vilagarcía y también en la llegada en Pontecesures. No faltaron tampoco las autoridades (Louzán, Cores Tourís, Dolores García, José Juan Durán, Castro Ratón, Victoria Hierro o Javier Puertas) y todos los medios de comunicación se hicieron eco de la hazaña.

DIARIO DE AROUSA, 06/01/10

La Ruta Xacobea extenúa a Meca.

El campeón de natación recorre la Ría de Arousa y remonta el Ulla en seis horas

David Meca tuvo que ser atendido en el pantalán de Pontecesures, tras perder el conocimiento.

Llegar, llegó, pero las condiciones no fueron precisamente las mejores. Y es que desafiar las gélidas aguas gallegas en pleno invierno tiene un coste, y éste lo descubrió ayer David Meca, el veterano nadador de larga distancia y showman, que después de lograr la hazaña de recorrer a nado los más de veinte kilómetros que separan Vilagarcía de Pontecesures, tuvo que ser trasladado al Hospital Clínico de Santiago de Compostela para ser atendido de una fuerte hipotermia.
Meca, el elegido para protagonizar el primer acto de promoción del Xacobeo 2010, era consciente de la dificultad que entrañaba el reto de remontar a nado la ría de Arousa y recorrer el trayecto que realizó la barca de piedra que trasladaba al Apóstol Santiago, preparándose para ello mentalmente, y sobre todo, físicamente, al engordar cinco kilos sobre su peso normal para protegerse del frío.
Este era el principal temor que tenía el nadador antes de salir de la dársena de Vilagarcía, más incluso que el de la fuerza de las corrientes, miedo que acabó siendo premonitorio de lo que luego ocurrió. No se amilanó. Repartió besos y abrazos a autoridades y público y se zambulló en las gélidas aguas de la ría de Arousa con su eterna sonrisa en la boca. Brazada a brazada comenzó a avanzar con la corriente en contra hacia la isla de Cortegada, escollo que superó casi una hora después seguido muy de cerca por la comitiva de embarcaciones de su equipo.
Con el agua entre 10 y seis grados, el trayecto se hizo duro y se notó en los calambres que sufrió Meca en varias ocasiones. Con un equipo médico que le inyectaba antiinflamatorios, el nadador pudo ir cubriendo etapas, alguna de ellas muy dura, como el tramo de Catoira, donde la presencia de bancos de arena le obligó a nadar en zig zag y retrasó mucho su avance.
Seis horas y media dando brazadas permitieron que avistase, ya en plena noche, las luces del muelle de Pontecesures, donde le aguardaba una multitud para jalearle, entre la que se encontraba su propia madre. Escoltado por un grupo de piragüistas, Meca hizo su entrada en el muelle entre aplausos, pero a menos de cien metros, se encontró con el último escollo: una corriente de seis nudos que le impedía avanzar.
La solución tuvo que ser nadar en paralelo al muelle, superarlo y dejarse arrastrar por la misma corriente hacia el pantalán. Este último esfuerzo acabó con las pocas energías que todavía le quedaban al nadador que, totalmente exhausto, fue incapaz de subir al pantalán.
Los primeros auxilios se los prestaron un grupo de voluntarios de la Cruz Roja y sus médicos, que lo protegieron del frío con una manta térmica ante la mirada atónita de los cientos de curiosos que le esperaban.
Tras un primer reconocimiento en un centro de salud cercano, los médicos optaron por trasladarlo a Santiago, donde permanecía ingresado y monotorizado en el Hospital, aunque fuera de peligro.

FARO DE VIGO, 06/01/10