José Magariños, taxista de Valga: «Trabajo las 24 horas porque ahora mismo todo hace falta».

José Magariños, taxista rural en Valga, se entretiene leyendo el periódico cuando no tiene viajes.

Sobre la espalda de José Magariños pesan 43 años dedicados al negocio del taxi en la zona rural. «Toda una vida», puntualiza. Sus ojos han observado la caída del uso taxi en los últimos años. «Si la situación en la ciudad es complicada, en los pueblos más. Van cuatro años de bajada continua, una barbaridad», comenta. En su parada, próxima al Ayuntamiento de Valga, había doce taxistas. «Ahora solo quedamos dos. Muchos se han jubilado, han fallecido o han dejado el taxi por la falta de actividad», señala. Uno de ellos, compañero suyo, se ha visto abocado a dejar la licencia a falta de cinco años para jubilarse. Ahora trabaja en la construcción. En otras zonas rurales, como Cesures, el panorama es similar. Había catorce taxistas y solo quedan tres en activo.
Para explicar la delicada situación del sector, Magariños tiene sus argumentos. Afirma que antes hacía muchos trayectos cortos para llevar a mayores al médico o al banco. Ahora es distinto: «En casi todas las familias hay coche y si no es así siempre hay algún familiar o vecino dispuesto a ayudar». Para paliar las pérdidas, él ha decidido dedicar más tiempo al oficio. «Trabajo las 24 horas, no apago el teléfono ni de noche. Hay que aprovechar todo, porque todo hace falta», dice. Prefiere no echar cuentas de las horas porque «cerraría el negocio», concluye.

LA VOZ DE GALICIA, 16/08/10

La tradición de las cucañas en el río Ulla regresa esta tarde a A Ponte

La localidad padronesa de A Ponte revivirá esta tarde su afamada tradición con las cucañas en el río Ulla. La prueba, singular y vistosa, arrancará a las seis de la tarde, con los jóvenes de la localidad y otras aledañas poniendo a prueba su habilidad y equilibrio. A Ponte ya comenzó ayer sus fiestas con otra cita con la tradición: el juego de la estornela, en el campo de A Ínsua.

EL CORREO GALLEGO, 16/08/10

Enfado justo en Padrón.

No es de extrañar que el regidor socialista padronés quiera ponerle las pilas a la Xunta por mantener paralizados proyectos en el municipio. Y es que amén de que pueda parecer que detrás está la vieja trifulca del apoyo según el color político del Ayuntamiento de turno, en este caso, la cuestión va más allá. La misma consellería que bloquea las obras les fríe a multas, precisamente por vertidos cuya solución depende de esas obras. Esto sí que tiene guasa.

Editorial de EL CORREO GALLEGO. 16/08/10