Columna de Fernando Hidalgo en la contraportada de «LA VOZ DE GALICIA» 04/10/07
El presidente del Celta, Carlos Mouriño, puede encontrarse en breve con un dilema de cierta importancia. Si el equipo celeste, que ha comenzado titubeante la Liga en Segunda División, no repunta con rapidez, sonará en su cabeza el ruido de sables previo a la destitución de un entrenador. Normalmente, el dilema es saber qué técnico sustituirá al anterior. En el Celta, el asunto puede presentarse más complejo.
El presidente celeste ha reconocido que Stoichkov no es quien dirige los entrenamientos del equipo. Dice que los supervisa; que el Celta funciona a la inglesa y que la figura del ayudante se deja ver más que la del titular del banquillo. Lo cierto es que, así las cosas, Antonio López, el segundo entrenador, es la referencia táctica y de casi todo para la plantilla. Si las cosas siguen mal, ¿a quién echará Mouriño?