Todavía está muy fresco el espectáculo vivido en el Pleno de investidura de Pontecesures, en el que la nueva alcaldesa fue recibida con gritos de «¡fuera, fuera! o «pesetera»; al tiempo que sus seguidores y simpatizantes auguraban el final de la «dictadura» que según ellos representaba el gobierno encabezado por el nacionalista Manuel Luis Alvarez Angueira. Maribel Castro atribuye la mayor parte de estos incidentes y gritos a las familias del señor Alvarez Angueira y de algunos empleados del Ayuntamiento, que profirieron gritos en el Pleno y estaban también fuera esperando a que finalizase». Insiste la independiente en que «los que abuchearon y dijeron esas cosas eran familias de esas personas, pero la gente del pueblo no se alarmó nada por mi nombramiento». Castro apuntaba ayer que, en su primer día al frente del Concello y tras doce años en la política municipal, le resultó dificil entrar en la Alcaldía. A este respecto dijo que «me va a costar acostumbrarme, pero lo tengo que intentar».
DIARIO DE AROUSA 19/06/07