Unos pican y otros, no.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

El presidente de la Diputación, Salvador Fernández Moreda, fue ayer el pregonero del pimiento.

La Festa do Pemento de Herbón congrega en la carballeira del convento franciscano a cientos de vecinos y visitantes

Es la fiesta de la duda metódica picante y no solo una mera opción hortícola. La Festa do Pemento de Herbón vivió ayer un nuevo capítulo -que se repite desde 1978- con un invitado muy especial, el presidente de la Diputación coruñesa, Salvador Fernández Moreda.
Tan serio él, no dudó en sumarse a la cofradía: «Xuro e prometo que comerei sempre os auténticos pementos de Herbón-Padrón e promocionareinos alá onde vaia», proclamó a los cuatro vientos de la carballeira del convento franciscano, tras ser investido caballero de la Orde do Pemento de Herbón, rechace imitaciones.
Pero antes, don Salvador dio la nota con un pregón florido: «Os pementos de Herbón son os únicos do mundo que se seleccionan cos cinco sentidos: tacto, vista, oído, olfato e, cómo non, o gusto». Y hasta se atrevió a formular a la nutrida concurrencia la célebre pregunta hamletiana: «Hoxe quero que me axudedes a desvelar ese gran segredo do pemento de Herbón: por qué uns pican e outros non… dende logo, se alguén no mundo enteiro o sabe, ten que estar hoxe aquí».
Pero nadie levantó la mano, de manera que el presidente provincial se aprestó raudamente a salir de dudas dando buena cuenta de una ración, en compañía del regidor padronés, Camilo Forján, a la sombra de los viejos carballos plantados justo a escasos metros del refrescante río Ulla, que da buenas lampreas justo cuando acaba el invierno. «Igual que coa xente, hai que apostar polo auténtico e desbotar artificios, sucedáneos e imitacións», confesaba Moreda a unas productoras de la asociación local A Pementeira, que se han unido para vender mejor.
Justo al lado de la carballeira está el antiguo convento de los franciscanos -que trajeron a Herbón los pimientos desde Sudamérica allá por el siglo XVI- y, a falta de vino, al menos está el «San Antoniño vertendo auga polo peito», como reza la canción.
En Padrón, sobre todo en la parroquia de Herbón, hay alrededor de 14 hectáreas de invernaderos destinados al cultivo del pimiento, superficie a la que hay que sumar unas 20 hectáreas más al aire libre. La producción total podría superar 1,5 millones de kilos, aunque aquí se venden por cientos.

LA VOZ DE GALICIA, 08/08/10

Categorías: Sociedade

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