Queman en Valga la nave de una testaferro de «Pelopincho» con vehículos embargados.
El fuego se inició en una planeadora de la hija del narco huido
La Guardia Civil investiga las causas del incendio, previsiblemente intencionado, que en la mañana de ayer asoló una nave industrial en Valga propiedad de la brasileña Teresinha de Jesús, condenada por actuar como testaferro del narco «Pelopincho» en una de las mayores causas contra el blanqueo de capitales procedentes del anrcotráfico juzgadas en Pontevedra. El silo está situado en el lugar de Ferreirós, parroquia de Cordeiro, y llevaba precintado desde diciembre de 2004, tras ser requisado en la Operación Cormorán. En su interior se encontraban numerosos bienes embargados al clan, especialmente coches de lujo y camiones, que quedaron calcinados.
El fuego comenzó a las 9.30 horas. Los vecinos de la calle Carballa, en donde se encuentra, alertaron a los servicios de emergencias para que se personasen en la zona. Cuando llegaron, los bomberos descubrieron que el incendio era de grandes proporciones. Dentro de la nave había numeroso material inflamable, desde una planeadora, cuya titular es Vanessa Pouso, hija de «Pelopincho», hasta cinco coches, un camión, una furgoneta y numeroso material de obra y botellas de cristal en cajas de plástico. El combustible de los vehículos facilitó las llamaradas,
La Guardia Civil y la Policía Local de Valga cerraron al tráfico la zona, ya que el peligro de las llamas y posibles derrumbes en la estructura de la nave era patente. El fuego quedó controlado alrededor de las 11.30 horas, momento en el que dos equipos de la Guardia Civil especializados en incendios iniciaron la investigación. Un muro trasero derrumbado podría haber facilitado el acceso a la nave a los posibles incendiarios.
La brasileña Teresinha de Jesús, titular oficial de la nave incendiada, fue condenada a 4 años de prisión en julio como testaferro de su ex amante, José Antonio Pouso Rivas, «Pelopincho». La sentencia le atribuye una activa participación en la compraventa de gran cantidad de inmuebles que, junto a los de otros colaboradores condenados en la Operación Cormorán, sumaba un patrimonio de 15 millones de euros. Los treinta condenados tendrán que afrontar multas por más de 72,8 millones de euros y penas de cárcel de entre 6 meses y 4 años.
La nave está intervenida, pero no ha pasado a ser propiedad del Estado porque la sentencia aún no es firme y puede ser recurrida. Una de las vías de investigación trata de esclarecer si el seguro del inmueble estaba en vigor y si se había seguido pagando, lo que permitiría que la brasileña pudiera cobrarlo.
Durante el juicio celebrado en Pontevedra, la testaferro de «Pelopincho» y otra de sus amantes ??entre ambas reunían un patrimonio valorado en 12 millones de euros?? aseguraron que sus propiedades habían sido adquiridas con el dinero obtenido ejerciendo la prostitución y gracias a varios premios de la Lotería, lo que el juez entendió falso.
Junto al resto de objetos que acabaron calcinados en la nave de Cordeiro, se encontraba una lancha registrada a nombre de Vanessa Pouso, que durante el proceso negó ser su propietaria. Su padre, el narco José Antonio Pouso, no llegó a sentarse en el banquillo. Hay una orden de búsqueda y captura contra él, pero mientras algunos creen que está en Brasil, con el también fugado abogado Franco Argibay, otros creen que lo asesinaron, como los miembros de su familia que denunciaron su desaparición.
FARO DE VIGO, 06/08/11
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