El Concello de Valga tramita un nuevo plan parcial para que Extrugasa pueda ampliar sus instalaciones.

Extrugasa es un gigante. El Grupo Quintá se ha convertido en una isla propia dentro de Valga, con unas naves que ocupan 85.000 metros cuadrados. Pero la firma, que no se detiene nunca, necesita seguir creciendo. Y en previsión de los estirones que haya que dar en el futuro, se ha encendido la lenta maquinaria administrativa. Precisamente por eso, el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP), acudió ayer a Santiago, donde mantuvo una entrevista con la secretaria xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas, a fin de analizar el proceso que debe culminar con la expansión de Extrugasa.

Sobre la mesa de la Administración hay ya una propuesta que incluye la «reordenación de catro ámbitos existentes, inmediatos á ubicación actual da empresa, así como o desenvolvemento dun novo sistema viario para o seu axeitado funcionamento, que conecte directamente coa estrada PO-548, e que correría a cargo da empresa», según explica la Xunta a través de un comunicado. La construcción de ese vial de acceso deberá ser coordinada y visada por la Axencia Galega de Infraestruturas, según señalaron desde la Administración.

En la actualidad, en el Grupo Quintá trabajan alrededor de medio millar de personas. La firma ha realizado una gran inversión para dotarse de nueva maquinaria que le permita seguir avanzando en sectores como la arquitectura, la industria, la alimentación, la automoción o la aeronáutica.

Sobre su posible ampliación, los responsables de esta empresa, pionera en el sector del aluminio en Galicia, señala que «de momento no existe un proyecto en firme». En todo caso, «el Grupo Quintá, en su política de mejora continua y de aplicación a su actividad y sistemas productivos de las tecnologías y estructuras más eficientes, está analizando posibilidades para la ampliación y mejora en todos los ámbitos de la empresa».

La Voz de Galicia

El Camino se pone más bonito.

El trajín es constante en el Camino Portugués a Santiago. El número de peregrinos que eligen esa ruta para llegar hasta la tumba del Apóstol no para de crecer año tras año. Para muestra, lo ocurrido en 2015, cuando por el punto de atención que el Concello de Valga ha puesto al servicio de los caminantes han pasado la friolera de 31.437 peregrinos, procedentes de hasta 86 países distintos. Semejantes datos, en crecimiento constante, confirman a la ruta que entra en Galicia por Tui como uno de los atractivos turísticos más importantes con los que cuentan los municipios situados en sus márgenes. Y así, a la sombra del Camino y al calor de los peregrinos, han ido proliferando pequeños negocios.

Para que el éxito de la ruta no solo no decrezca, sino que aumente, la Xunta ha comprometido ayuda y mimos. ¿Objetivo? Acabar con todo rastro de feísmo, de desaseo, de abandono. El delegado territorial, José Manuel Cores Tourís, visitó ayer Valga para anunciar una de las medidas que se ha puesto en marcha para mejorar la estética del Camino, para apartar de la mirada de los peregrinos todo rastro de feísmo, de desgaste. Se trata de un plan de ayudas para la rehabilitación de viviendas y edificaciones situadas en las parroquias por las que transcurre la vía. Según los cálculos que maneja la Xunta, solo en Valga más de 2.800 vecinos podrían acceder a una subvención que cubre el 35 % de la obra, con un tope de 11.000 euros.

El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, hacía ayer un llamamiento a la Xunta para que amplíe las ayudas a la ruta marítima, y a los vecinos para que aprovechen la ocasión y acometan obras que «nalgúns casos poden ser moi necesarias». Cambio de tejados, mejora de fachadas o renovación de puertas y ventanas son algunas de las mejoras que encajan en este plan de ayudas, que viene a compensar «as molestias que soportan estes mesmos veciños, que teñen que someter todas as súas actuacións ao filtro de Patrimonio». Resulta este, por lo demás, imprescindible, ya que el Camino es un bien que hay que cuidar con extremo celo. «Desde que se empezou a controlar o que se fai na súa contorna, o feísmo está limitado».

El tramo del Baixo Ulla, en buenas condiciones y con un único punto conflictivo
Implicar a los propietarios para que mejoren el aspecto de los edificios que jalonan el Camino es fundamental. Pero más importante, si cabe, es lograr que la ruta estén en perfecto estado. Para ello, el año pasado se abordaron algunos trabajos de mejora en el tramo del recorrido que discurre por las localidades de Valga y Pontecesures, gracias a un convenio a tres bandas entre ayuntamientos, Diputación y Xunta.

Se trata de un trayecto «que está en boas condicións», según señaló el alcalde Bello Maneiro. Aún así, esta parte del recorrido volverá a ser tenida en cuenta en los planes de mantenimiento y mejora de los caminos de Santiago que la Xunta ya ha diseñado, según explicaron tanto el regidor valgués como el delegado territorial, Cores Tourís. «Os traballos de mantemento e conservación no Camiño, especialmente nas zonas de terra, teñen que ser constantes, permanentes. Nalgunhas zonas poden ser necesarios pequenos arranxos, pero en xeral está en boas condicións agás un punto no que temos un pequeno problema cun muro de contención», argumentaba ayer el regidor valgués. Es precisamente en esa zona donde el Concello confía que se actúe en cuanto haya fondos disponibles. De esa forma, confían en seguir seduciendo a los peregrinos, los mejores embajadores.

La Voz de Galicia

Tourís explica en Valga las ventajas de acceder a ayudas para viviendas en el Camino Portugués.

En Pontecesures también hay posibilidad de conseguir subvenciones para rehabilitar inmuebles.

El delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, acudió ayer a Valga para explicar personalmente las características del programa de ayudas a la rehabilitación de inmuebles situados en el Camiño de Santiago, del que ya dio cuenta hace días el alcalde, José María Bello Maneiro, a través de un bando.

Con el título de «Vivendas do Camiño», este programa está dirigido a edificios y casas de los siete Camiños de Santiago, de tal forma que en Valga pueden acogerse a las subvenciones numerosos inmuebles y alrededor de 2.900 vecinos de las parroquias de Xanza, Valga y Setecoros, como también sucede en el municipio vecino de Pontecesures.

Se trata de «poner en valor los Caminos de Santiago como activo singular de nuestra Comunidad a través de la recuperación del patrimonio construido a lo largo de la ruta, configurado con el paso de los siglos como señal de identidad del país», destacó Tourís.

Acto seguido aclaró que las ayudas en las zonas urbanas «van destinadas únicamente a viviendas situadas en el trazado del Camino», mientras que en el rural «pueden acogerse todas las viviendas de cada parroquia por la que discurra», en este caso el Camiño Portugués.

Gracias a este programa será posible financiar hasta el 35% del presupuesto de las obras de rehabilitación con un límite de 11.000 euros por vivienda, tal y como aclaraba también Maneiro en su bando.

Los vecinos, tanto a nivel particular como integrados en comunidades de propietarios, interesados en esta iniciativa, deben saber que pueden llevar a cabo «actuaciones protegidas y obras o trabajos de mantenimiento e intervención en edificios y viviendas, equipamiento propio o elementos comunes», resalta el regidor.

En los servicios municipales ofrecen más información sobre este programa, aunque también está previsto organizar en los diferentes Concellos jornadas técnicas, exposiciones itinerantes divulgativas sobre el Área de Rehabilitación dos Camiños de Santiago y las ayudas establecidas, labores de asesoramiento técnico y otras iniciativas tendentes a llegar a los potenciales beneficiarios.

Faro de Vigo

El desbordamiento de ríos aísla a familias en Valga y obliga al corte de carreteras y calles.

La crecida de los ríos de la que ya se informaba ayer en FARO siguió en aumento a lo largo de la jornada e hizo que los desbordamientos se agravaran, lo cual llegó a aislar a numerosas familias, sobre todo en el Concello de Valga, y obligó a prohibir la circulación rodada en carreteras, calles y caminos.

Mientras continuaban anegados terrenos de labranza y viñedos tanto en la comarca de O Salnés como en el territorio del Ullán, el agua se apoderaba de todo tipo de vías de comunicación, lo cual impidió que muchos ciudadanos afrontaran la jornada con normalidad.

El Centro de Atención a las Emergencias (CAE) 112 Galicia decía que entre las 6 y las 8 horas de ayer se registraban 381 incidentes a causa de la meteorología adversa y que 120 correspondían a la provincia de Pontevedra.

Entre ellas estaban las registradas en Valga, donde el desbordamiento de sus ríos y riachuelos obligó a cortar a la circulación varias pistas del ayuntamiento y a cerrar dos pasos subterráneos bajo la vía del tren. Y aunque había vías de comunicación alternativas, los perjuicios eran evidentes.

Los efectos se hacían notar en A Devesa, Casanova, Forno, Baño, Campaña y otros lugares del municipio que, por otra parte, suelen ser los más castigados cuando llueve con intensidad.

En algunas zonas el agua entró en las viviendas y en otras los vecinos lo evitaron tapiando las puertas para que no entrara. Pero no podían salir al exterior, salvo que quisieran hacerlo a través de las grandes bolsas de agua formadas, con el consiguiente riesgo para su integridad.

Es de destacar el intenso trabajo que tuvieron que realizar Protección Civil y Policía Local de Valga, tanto cortando calles para evitar el paso de peatones y automovilistas como desatascando desagües para evitar la acumulación de agua.

Incluso se arriesgaron al máximo para actuar sobre ríos desbordados y extraer todas las ramas, piedras y demás elementos arrastrados por las intensas corrientes hasta varios puentes, de tal forma que todo ese material los taponaba por completo y facilitaba la salida del agua de su cauce normal.

Algunos vehículos llegaron a quedar atrapados en el agua que cubría las vías de circulación, sobre todo en la red secundaria.

Ocurrió tanto en Vilagarcía, en la Avenida da Mariña y en la calle de López Ballesteros -la subida al barrio de A Torre, bajo las vías del tren- como en Ribadumia, donde un vehículo quedó bloqueado en la carretera EP-9510 antes de que fuera cortada al tráfico.

Son solo algunos ejemplos de lo sucedido, pues también hay que hablar de desbordamientos y problemas para el tráfico en Pontearnelas, Cabanelas, As Aceñas, Baión, Vilanoviña y otros muchos lugares.

Así las cosas, las localidades de Valga, Meis, Ribadumia y Vilanova fueron algunas de las más afectadas, si bien es cierto que también se registraron contratiempos de mayor o menor consideración en Pontecesures, Catoira, Meaño, Vilagarcía, O Grove, A Illa y, en definitiva, en todos los municipios de la comarca.

Incluso habría que hablar de municipios cercanos, pues las importantes inundaciones registradas en Caldas hicieron que los bomberos tuvieran que desplazarse desde Vilagarcía para, por espacio de tres horas, colaborar en los trabajos para achicar el agua de un conocido supermercado.

Faro de Vigo

«Collemos leña e víveres, e a esperar».

Rodeados de agua. Así se despertaron ayer los vecinos del lugar de A Devesa, en Valga. La lluvia y la marea habían hecho enloquecer al río próximo, que se había desparramado por fincas y carreteras, obligando a cortar los pasos subterráneos de la vía del tren y empujando a los vecinos a poner en marcha sus mecanismos de defensa contra el agua. José Luis Romai, que vive en una de las casas que más sufren cuando crece el Valga, sacó los parapetos de metal con los que se cierra a cal y canto la puerta de su vivienda. Los tiene listos desde hace tiempo. «Levo aquí desde os anos setenta, xa teño pasado por unha chea de inundacións», narraba ayer. Con los años ha aprendido a escuchar la lluvia, a mirar el río y a resignarse. «Cando vemos que chove moito e que a cousa se pon mal, collemos leña e víveres, e a esperar».

Para evitar que los vecinos de A Devesa tengan que seguir haciendo gala de su paciencia, el Concello de Valga ha elaborado un plan para evitar las inundaciones en el tramo final del río Valga. El alcalde, José María Bello Maneiro (PP), recordaba ayer que la primera fase acometida en el río ha dado resultado, evitando que en días como ayer la carretera de Vilagarcía tuviese que ser cortada al tráfico. Pero queda la última parte del proyecto por ejecutar. «Esperamos que sexa este ano», decía ayer el regidor.

Mientras esa obra no llega, los vecinos de lugares como A Devesa siguen pendientes de la lluvia. Y de los claros. Ayer, hacia el mediodía, un jirón azul pálido se dejó ver entre las nubes de lluvia. Era el heraldo de las buenas noticias: el cielo se secó, la marea comenzó su retirada poco después, y el nivel del agua comenzó a bajar. «A partir de aí todo foi mellor», explicaba el responsable de Protección Civil. Varias de las pistas que durante la mañana tuvieron que permanecer cerradas pudieron ser reabiertas al tráfico. Al cierre de esta edición, las cintas que impedían el paso ondeaban aún en A Devesa y en los pasos bajo la vía del tren. Estos últimos iban a permanecer cerrados también durante la noche, pero las otras zonas estaban pendientes de una última inspección. «Recuperamos a normalidade, pero aínda hai que ver o que pasa nos últimos días, porque o ría trae moita auga», dice José Otero Caamaño.

La Voz de Galicia

«A auga é imparable, é peor que o lume».

Alicia Cardama está acostumbrada a ver el río Sar desbordarse. «Moitas veces a auga nos chega ao felpudo», relata esta vecina de Lamas (Padrón). Otra cosa es que la inundación, como les sucedió ayer, acabe por anegar toda su casa y destroce sus enseres ante su impotente mirada. «A auga é imparable, é peor que o lume porque non podes facer nada, ata nace do chan e por moito que limpes e saques, sempre aparece máis», explica.

En casa de Alicia están ahora sin lavadora, sin cocina y sin nevera «e cun neno de dous anos e medio e outro de tres meses xa me dirás como imos facer», afirma. Para ella, como para la mayoría de los vecinos de Lamas, su desgracia podría haberse evitado si les hubiesen hecho caso cuando reclamaron que la nueva carretera de circunvalación de Padrón se construyese levantada para permitir el paso del agua de las pluviales. «Non o fixeron e aquí están as consecuencias», señala Cardama, que considera que el periférico está actuando como «un dique» y que dirige el agua de lluvia directamente hacia las casas de Lamas.

Tras la inundación de ayer de su casa, para Alicia Cardama «o mal xa está feito» y recuerda que su seguro no se hará cargo de nada y que dependerán de la decisión del Consorcio de Compensación de Seguros. «Eles deciden e tes que aceptar o que che dan», añade resignada. Los afectados de Lamas temen ahora que el nuevo temporal anunciado vuelva a anegar sus casas.

La Voz de Galicia