Intensa inspección de la Guardia Civil a los pementeiros de Herbón.

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Los productores tendrán que acreditar ante las autoridades de Trabajo que tienen los papeles en regla.

«Parecemos delincuentes. Nunca tanta Guardia Civil xunta vin nun invernadoiro. Solo lles faltaba a ametralladora e o escudo», explica Antonio Martínez, uno de los agricultores afectados por el dispositivo de control que se desplegó ayer en los invernaderos de Herbón (Padrón), la cuna del pimiento.

Seis coches patrulla de la Guardia Civil y cuatro inspectores de trabajo se presentaron en esta parroquia a primera hora de la mañana para verificar «que tivésemos todo en orde», explican los pementeiros. Dado que se trata de empresas familiares, es frecuente que en estos meses de recogida del producto tengan que recurrir a la contratación de mano de obra externa que aligere el trabajo.

«Citáronnos a todos o día 17 deste mes na Coruña, nas instalacións da Inspección Provincial de Traballo da Seguridade Social. Temos que ir medio Herbón. A ver se polo menos nos poñen un autobús», comenta irónicamente Antonio Martínez. Los productores que la Guardia Civil inspeccionó en los invernaderos tienen que llevar consigo el carné de identidad, el parte de alta en el régimen de autónomos y el informe también de alta en la Agencia Tributaria.

A los vecinos esto le supone «perder unha mañá de traballo ou pagarlle a unha xestoría para que nos leve á Coruña estes documentos». Desde Herbón califican esta intervención como «de película». «Seis gardas civís e un inspector de traballo presentáronsenos na plantación ás 9.15 horas da mañá e chamaron por nós coma se fóramos animais. Nós non vendemos droga, vendemos pementos. Non entendín por que viñeron tantos», sentencia Antonio. ?l mismo cuenta como a un vecino jubilado de 73 años se le plantaron en su finca. Al bajar del tractor «non sei que lle pasaría pola mente. ? para coller medo».

Los pementeiros quieren pensar que «esto non foi unha denuncia de ninguén, senón iniciativa deles para recadar». Dicen tener la conciencia tranquila.

«Non somos delincuentes para que nos traten así, somos traballadores que viven do campo»

Antonio Martínez

La Voz de Galicia

«Hai peregrinos que teñen que pasar días sen lavar a roupa».

O hostaleiro padronés José Antonio Rivera pon en marcha unha autolavandería pensada para «ofrecer servizo aos peregrinos».

El lema de este negocio define claramente su cometido: Con la ropa limpia el Camino se hace mejor. Iso pensa o hostaleiro padronés José Antonio Rivera, que acaba de poñer en marcha unha autolavandería pensada para «ofrecer servizo aos peregrinos que chegan á vila procedentes do Camiño Portugués». «Dinme conta hai dous anos de que os camiñantes tiñan que pasar varios días sen lavar a roupa, xa que cos seus horarios de chegada e saída é imposible que nun hotel lles poidan facer a colada», explica Rivera. Situado na rúa Enlace Parque, o negocio está pensado ademais «como un complemento aos servizos de hospedaxe que xa ofrecemos e, porque non, tamén para Padrón e comarcas», afirma o empresario, que inaugurou o establecemento o pasado fin de semana. Decorado cun mural que sinala o percorrido do Camiño Portugués dente Tui ata Santiago, no novo local pódense «lavar dez quilos de roupa en tan so media hora por tres euros, máis barato que na propia casa», sentencia el padronés.

La Voz de Galicia

?ltimo impulso de los alcaldes a la Mancomunidad del Ulla Umia.

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El objetivo es compartir más servicios que la prevención de incendios.

«Unha mancomunidade só para tres meses non ten sentido». Esta afirmación del alcalde de Portas, Víctor Estévez (PP), podría firmarla cualquiera de sus homólogos en los municipios de Moraña, Caldas o Cuntis. Los cuatro regidores están convencidos de que el futuro de la entidad pasa por compartir más servicios que la lucha contra el fuego, y los cuatro mandatarios coinciden al señalar que un servicio de basuras y de mantenimiento de carreteras conjunto serviría para aliviar las arcas municipales y garantizar la continuidad de la Mancomunidad.

La intención de los nuevos alcaldes de Portas y Cuntis es la de revitalizar una institución que en el último mandato solo sirvió para luchar de forma conjunta contra los incendios forestales. Una medida adoptada en el 2012 después de más de tres años sin prestar ningún servicio, lo que motivó el abandono de los concellos de Catoira, Valga y Pontecesures, que siguen formando parte de la Mancomunidad pero no participan en sus planes.

El más crítico con el actual funcionamiento es el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey (PSOE). «Non estou moi namorado dela, serviu para aforrar un pouco pero a ver como se presentan os próximos meses», apunta el regidor, que vería con buenos ojos mancomunar el servicio de basuras, aunque esperará la llamada de sus compañeros para tomar una decisión sobre el papel de Caldas en el ente.
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Por el contrario, Víctor Estévez es el que más esperanzas deposita en la entidad. «Quero que teña futuro. ? moi importante para os concellos pequenos», afirma el alcalde de Portas, quien propone nuevos servicios, como la compra de maquinaria para la limpieza de montes o el mantenimiento de carreteras. Asimismo, «compartir un servizo de lixo serviría para diminuír moito os custes», sugiere Estévez.

Por su parte, la regidora de Moraña, Luísa Piñeiro (PP), sostiene que «hay que revitalizarla. Hay proyectos que se quieren retomar». Añade además que unir esfuerzos abriría la puerta para optar a subvenciones que por separado sería imposible. En la misma línea se pronuncia el regidor de Cuntis, Manuel Campos (PSOE), que apoya mancomunar servicios pero descarta que se retomen los antiguos grandes proyectos como la perrera o el parque de maquinaria.

Otra medida que no descartan los cuatro mandatarios es la posibilidad de incorporar nuevos concellos, aunque será un debate que se tratará en una reunión pendiente para el otoño.
Roberto Vázquez dejará la presidencia en noviembre

El presidente de la Mancomunidad del Ulla Umia y ex alcalde de Portas, Roberto Vázquez, llevó a cabo el pasado viernes una de sus últimas actividades al frente de la entidad, la puesta en marcha de la tercera campaña de prevención de incendios, el único servicio que presta la Mancomunidad y que se implantó durante su mandato.

El presidente hace una valoración «moi positiva» de sus cuatro años al frente de la entidad y sostiene que no abandonará su puesto hasta el mes de noviembre, «cando remate a campaña de incendios», declara Roberto Vázquez.

Aunque en los últimos años no hubo grandes iniciativas, lo que motivó que algunos de los integrantes dejasen de abonar sus cuotas, el secretario de la Mancomunidad, Ramón Pose, asegura que la situación económica del organismo es correcta. «No hay deudas, pero el remanente se fue gastando al no haber ingresos», justifica el secretario Pose.

La Mancomunidad del Ulla Umia se fundó en el año 1994 sin llegar a ejecutar ninguno de los grandes proyectos planteados. Se buscó la construcción de una perrera, un parque de bomberos, un servicio de protección civil, un parque de maquinaria y un sistema de recogida de basuras. Todos fracasaron y la entidad vive ahora un momento decisivo. El objetivo de los alcaldes es dar un nuevo impulso al ente compartiendo servicios. Sin embargo, un nuevo fracaso podría desembocar en la disolución.

La Voz de Galicia