Carlos Pajares dará el pistoletazo de salida a la Semana Santa de Padrón.

El catedrático de Física y ex rector de la Universidad de Santiago, Carlos Pajares Vales será el encargado de dar el pregón inaugural de la Semana Santa de Padrón. Y lo hará el próximo sábado, día 14, a las 19.00 horas, en la iglesia de Santiago de Padrón. El acto concluirá con la actuación de la Coral Polifónica Padronesa, acompañada del organista Joaquín Barreira Pereira. Este es el tercer año consecutivo que la Semana Santa padronesa cuenta con pregón.

El programa de actos, organizado por la parroquia de Santiago, en colaboración con la Cofradía del Santo Entierro ya está cerrado y colgado en las redes. El díptico recoge la imagen de un cristo obra de Pereira Suly. El artista lo pintó en tela y será el nuevo paño que lucirá la imagen de la Verónica el Jueves Santo.

Tras el pregón inaugural, los actos arrancarán el 21 de marzo, con el setenario de la Virgen de los Dolores, y la primera procesión tendrá lugar seis días después, el viernes 27 de marzo, a las 20.00 horas. Los actos centrales, amén de la procesión de Ramos, serán los del Jueves y Viernes santos.

El Correo Gallego

La Audiencia absuelve a Busto de la apropiación de cuadros del fallecido pintor Carlos Bóveda.

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Jesús Busto, en el banquillo de los acusados de la Audiencia en Santiago.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de A Coruña absolvió a Jesús Busto Peteiro, que en la actualidad preside la asociación solidaria Amigos de Galicia con sede en Vilagarcía, de los delitos de apropiación indebida y de estafa por los que fue acusado al no poder probarse que se haya quedado con obras del conocido y ya fallecido pintor Carlos Bóveda del que fue marchante.

La acusación particular, ejercida por la viuda del artista, solicitaba diez años de prisión, cinco por cada uno de los delitos que le imputaba, además, en concepto de responsabilidad civil, la cantidad de 330.000 euros por los óleos y otros 54.000 euros por los dibujos que, según dijo, no le devolvió.

Los hechos probados en la sentencia explican que en el año 1995, el acusado Jesús Busto y el pintor David Carlos Bóveda Centrón «llegaron a un acuerdo verbal en virtud del cual, el primero se comprometía a difundir en Galicia la obra del mencionado artista».

Agrega que a raíz de dicho acuerdo «a lo largo de varios años, Carlos Bóveda entregó al acusado diferentes cuadros para que éste organizara exposiciones o los destinara a la venta, autorizándole a que vendiera los trabajos en su nombre a cambio de lo cual recibiría una comisión por cada venta realizada».

En concreto, entre los años 1995 y 2000, bien personalmente o por correo desde Argentina, «Carlos Bóveda entregó a Jesús Busto, al menos 163 pinturas» de modo que «una parte de esta obra fue vendida, algunos cuadros fueron donados a distintas personas e instituciones, otros fueron entregados en pago de distintos gastos como los de enmarcado o los realizados para el montaje de las exposiciones, otros fueron recuperados por Sara Paz Seco y otros devueltos al pintor antes de su fallecimiento, en julio de 2004, sin que exista constancia del número exacto de pinturas que fueron vendidas, las que fueron donados y las devueltas al pintor o a su familia.

La Audiencia coruñesa también entiende que resultó probado durante el juicio que durante los años que se mantuvo dicha relación «era el acusado quien se encargaba de las gestiones relativas al enmarcado de los cuadros que le enviaban desde Argentina y de organizar las exposiciones en distintos lugares de Galicia para mostrar y, en su caso, vender los cuadros de Carlos Bóveda». Pero a la vez subraya que Busto «sufragaba los gastos que conllevaba la realización de tales exposiciones».

A su vez refleja la sentencia que Busto «entregó, a lo largo de esos años, diversas cantidades, procedentes de la venta de los cuadros, aunque su cuantía exacta no consta».

En otras ocasiones, se indica, «el precio obtenido por la venta en exposiciones era percibido directamente por el pintor».

La acusación particular, ejercida por la viuda refiere que en ese quinquenio entregaron «diversos óleos y dibujos al acusado para que éste los donase a museos, organizara exposiciones y procediera a su venta» y añade, «a pesar de que en el año 2004, Carlos Bóveda le requirió para que entregase la obra no vendida, el acusado se habría quedado con 98 óleos y 54 dibujos».

En los fundamentos jurídicos, el tribunal discute desde el principio el hecho de que se imputase el doble delito a Busto y, en este sentido, subraya que «mientras que en la estafa el elemento esencial -del delito- es el engaño; la apropiación indebida se fundamenta en el abuso de confianza que el sujeto pasivo depositó en el autor del delito».

Por otra parte, resalta el hecho de que a la vista de las pruebas practicadas en el juicio «no resulta acreditado la comisión de uno u otro delito pues no se ha practicado prueba de cargo suficiente que permita desvirtuar la presunción de inocencia de la que goza el acusado y que exige a la parte acusadora demostrar los hechos delictivos».

Por el contrario, el tribunal considera que la relación entre Busto y Bóveda era la de un contrato «en virtud del cual, y a cambio de un precio (la comisión), el acusado se comprometía a vender y difundir la obra pictórica».

Por tanto, explica el tribunal en la sentencia, «la supuesta estafa imputada al acusado se trataría de un negocio jurídico criminalizado definido por la jurisprudencia como aquel en el que el contrato se erige en instrumento disimulador, de ocultación, fingimiento y fraude. Son contratos procedentes del orden jurídico civil o mercantil, con apariencia de cuantos elementos son precisos para su existencia correcta, aunque la intención inicial, o simultánea de no hacer efectiva la contraprestación, o el conocimiento de la imposibilidad de hacerlo, define la existencia del tipo penal».

Agrega el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia que en este tipo de negocios «la intención de engañar debe inspirar la conducta del sujeto activo desde la iniciación del negocio fraudulento».

El tribunal de A Coruña subraya que en el supuesto de autos «son numerosas las dudas que subsisten después de celebrado el juicio» pues no se sabe ni el número de cuadros y dibujos, no se han identificado muchos de los cuadros entregados, tampoco se sabe cuántos y qué cuadros fueron vendidos o donados, o el importe de las ventas realizadas.

El artista recuperó gran parte de su obra.

La acusación particular realizó un relato de hechos que no resultó creíble al tribunal pues según esta versión»el acusado habría vendido cuatro cuadros (de la exposición del Hostal de los Reyes Católicos), un cuadro habría sido regalado y todos los restantes no recuperados se los habría apropiado»

Respecto a la recuperación de obra de Bóveda por parte de la viuda, el tribunal hace especial caso al representante de la galería «Apolo Arte» quien manifestó en el juicio que tras consultar sus apuntes, la denunciante retiró veinte cuadros el 17 de julio de 2002; 11 cuadros, el 9 de agosto; y 16 cuadros el 30 de agosto», además de otros tres que la mujer dijo se llevó al mes siguiente de esta galería.

De ello deduce el tribunal que según la versión de este testigo «la denunciante habría retirado de su galería casi el doble de cuadros de los que ella reconoce y además, esos cuadros los retiró antes de exigir formalmente rendición de cuentas al acusado». Pero el tribunal tiene todavía más dudas en este conflicto, en particular sobre el dinero recibido, pues la denunciante indició que el acusado no les entregó cantidad alguna hasta el año 2000.

Sin embargo, en el juicio, ante las preguntas del fiscal, la denunciante reconoció que Busto le entregó el precio de alguna obra y también «reconoció que el acusado le daba el dinero a Carlos Bóveda en un sobre o en dinero en efectivo cuando se encontraban en fiestas o en exposiciones y que se lo entregaba cuando ella estaba presente, aunque, en algunas ocasiones, se lo daba cuando ella no estaba delante».

Además hubo testigos como Juan Carlos Portos, Eduardo Sánchez y Manuel Ignacio Piñeiro que declararon haber visto como el acusado le entregaba cantidades importantes de dinero en efectivo a Carlos Bóveda. el primero de ellos llegó a indicar que vio como le entregó en una ocasión entre 5 y 7 millones de pesetas.

Se menciona además la obra que se entregó a los museos de Lugo y Ourense, entre otros.

Faro de Vigo

Comienzan en el juzgado padronés las declaraciones por la denuncia contra Castaño.

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La denuncia del fiscal se centra en las sociedades creadas para pagar gastos de la Fundación Camilo José y recuperar el IVA que a la entidad no le correspondía por ley.

La instrucción de la causa abierta en el Juzgado número 2 de Padrón a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía de Santiago en junio del 2012 contra Marina Castaño y Tomás Cavanna por supuestas irregularidades en la gestión económica de la Fundación Camilo José, con sede en Iria-Flavia, entra en la fase de declaraciones de peritos, imputados y testigos.

La primera comparecencia se celebra esta mañana y es la de la técnico de Hacienda encargada de realizar un informe sobre las sociedades creadas en torno a la fundación padronesa y sobre las que Fiscalía puso la lupa, en base a la documentación que le trasladó Lola Ramos, una vecina de Iria que llevaba años alertando de supuestas irregularidades en la entidad cultural.

La técnico Mercedes Seisdedos Rivas está citada hoy para aclarar aspectos de dicho informe, a petición de la defensa de Marina Castaño, que está imputada en la causa junto con el ex gerente de la entidad y la persona que constaba como trabajador de la misma, aunque, supuestamente, ejercía su actividad profesional en el ámbito particular de la vivienda de Castaño.

La denuncia del fiscal, por un presunto delito de malversación de caudales públicos y con base para investigar la posible comisión de otros por estafa, apropiación indebida o fraude fiscal, se centra en las sociedades creadas para pagar gastos de la fundación, como las obras de rehabilitación de dos casas, y recuperar el IVA que a la entidad no le correspondía por ley. También se centra en la contratación de personal.

La Voz de Galicia

Aplazado el juicio por el accidente pirotécnico de Padrón por la incomparecencia de unos testigos.

Las partes negocian un acuerdo para que los heridos cobren la indemnización y se rebaje la pena a los siete acusados.

El juicio por el accidente pirotécnico que se produjo el 29 de marzo del 2008 en las fiestas de la Pascuilla de Padrón ha quedado aplazado hasta los días 11 y 12 de junio. El motivo ha sido un error a la hora de citar a los testigos, que motivó la incomparecencia en la vista que debía iniciarse hoy de los guardias civiles que redactaron el atestado de los hechos y que tenían que declarar como testigos.

En aquel accidente resultó gravemente herido en un pie David Cortizo Bouzas, un joven de Rois, así como su pareja, María Rossana Tarrío Senanade. Ambos habían acudido al atrio del convento del Carmen para ver los fuegos artificiales. La fiscal ha acusado a siete personas. Entre ellas, la que era concejala de Festas del Concello de Padrón, Concepción Carneiro Vicente, pero también al jefe de la Policía Local de este municipio, Francisco Javier Abeijón Brea, y al responsable de Protección Civil de Padrón, José Carlos Seco Santos. También a los representantes legales e intermediarios de las dos empresas pirotécnicas, Calo y Calvo, que se encargaron de los fuegos. Se trata de Alfonso Calo Rama, Iván Rodríguez Lago, José Luis Calvo Antelo y José Ángel Pérez Brandón.

Para los siete acusados la fiscal solicita tres años de prisión por dos delitos de lesiones imprudentes. Además, el ministerio público reclama que el Concello de Padrón y los acusados abonen conjunta y solidariamente las indemnizaciones para las víctimas del accidente. Solicita 260.000 euros para David Bouzas y 1.950 euros para María Rossana Tarrío, cuyas lesiones revistieron mucha menor gravedad. Las responsables directas del abono de las cantidades, en función de las pólizas contratadas, serían las compañías aseguradoras contratadas por el Ayuntamiento y por las empresas pirotécnicas.

Las acusaciones particulares, que representan a los dos perjudicados, coinciden en pedir penas de tres años de prisión para los acusados, pero elevan las indemnizaciones exigidas hasta los 500.000 euros en el caso de David Bouzas y a los 9.500 euros en los de la que era su pareja en el momento del accidente.

Pese al aplazamiento hasta junio de la vista oral, los abogados de las distintas partes y la fiscal del caso han comenzado ya a sondear la posibilidad de cerrar un acuerdo de conformidad que supondría que los acusados aceptasen una pena menor a cambio de pactar el pago de las indemnizaciones a los dos jóvenes afectados por la explosión pirotécnica.

Las acusaciones consideran que las empresas pirotécnicas no actuaron con diligencia porque no tomaron medidas para evitar que los fuegos artificiales se humedecieran con la lluvia, lo que hizo que aumentasen su volumen. Además, estiman que el cilindro de aluminio utilizado como cañón para la proyección de las bombas estaba «debilitado por el uso excesivo», señala el escrito de la fiscal.

En cuanto a la que era concejal de Festas y a los responsables de la Policía Local y de Protección Civil de Padrón, se les considera responsables de no haber tomado las medidas de seguridad necesarias y de haber permitido la presencia de los dos jóvenes heridos y de otras personas no autorizadas en el perímetro de riesgo del recinto en el que se dispararon los fuegos. «Tampoco se colocó se colocó cordón de seguridad ni valla de ningún tipo que limitase y acotase el acceso a la plaza, ni señal de prohibición de paso o de peligro por presencia de manipulación de material explosivo, no había miembros de la Policía Local o de Protección Civil vigilando y controlando el recinto y las escaleras a la entrada del mismo», añade el ministerio público.

La Voz de Galicia

Valga rinde homenaje a sus mujeres emigrantes.

La celebración del Día Internacional de la Mujer dejará en Valga un rosario de actos organizados desde el Concello. Arrancará el viernes, con varios programas especiales que se emitirán en la radio municipal. Ese día, a las seis de la tarde, se reunirá la Mesa da Muller. Será en el auditorio y consistirá en un encuentro de trabajo en el que los técnicos del CIM analizarán las demandas y problemáticas de las mujeres. A las ocho de la tarde, y en el mismo recinto, se impartirá una charla sobre cómo combatir la fibromialgia.

El 8 de marzo, por otra parte, se celebrará el acto central del programa. Consistirá este en un homenaje a las mujeres emigrantes. Será a las siete de la tarde, de nuevo en el auditorio de Cordeiro.

Ya el día 10, los actos se trasladan al instituto, donde se impartirá un taller de adolescencia y sexualidad.

La Voz de Galicia