
Antonio Blanco lleva toda la vida dedicado al negocio que iniciaron sus padres en Iria.
El restaurante Iria, más conocido como la de Espetún, en la parroquia de Padrón, echó el cierre días atrás después de que se jubilara su titular, Antonio Blanco Mata, de 65 años. Hace 37 años que el negocio funcionaba en la actual localización pero sus inicios se remontan a finales de los años 40 cuando los padres de Antonio compraron una casa pegada a la Fundación Cela e iniciaron la actividad con la venta de productos como maíz, centeno y patatas.
Blanco recuerda que su madre «sempre quería evolucionar» y, con el tiempo, también empezó a dar comidas. Después pasó al hospedaje en una de las antiguas casas de los canónigos que alquilaron y de ahí a levantar una placa donde actualmente se ubica el restaurante. Con la placa en pie, construyeron la vivienda y, desde el año 1988 estaba como hasta el cierre, con el bar y el comedor en el bajo. El negocio tuvo en todos estos años «unha clientela moi boa», con vecinos de la aldea y alrededores pero también «outra xente que viña de paso».
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Hace pocos que días que cerró el local y, por ahora, Antonio lleva «moi ben» la jubilación. «Teño unha hortiña na que plantei moitas hortalizas e agora hai que coidalas». También habla de que se va a dedicar a pasear y «falar coa xente», mucha de la cual apenas conoce por llevar una vida detrás de un mostrador.
La Voz de Galicia