Siete miembros de una familia de Pontecesures, al borde del desahucio.

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A Victoria se le llenan los ojos de lágrimas cada vez que piensa que el próximo jueves podría tener que abandonar su casa. El juzgado de Caldas le ha ordenado dejar la vivienda unifamiliar en la que reside junto con su pareja, una hija que está estudiando, un hijo, la esposa de este y sus dos nietos pequeños. La espada que pesa sobre sus cabezas no la ha colocado ahí ningún impago a ningún banco, sino un litigio de raíces profundas que ha tenido un desenlace inesperado.

Arranca la historia de Victoria a mediados de la década de los setenta, cuando se casó y, junto con su marido, se embarcó en la construcción de una vivienda unifamiliar en el lugar de Porto. La casa fue construida sobre terreno municipal, como todas las demás del barrio, y no fue nunca registrada ni escriturada. En el año 2007 Victoria se divorció y se marchó de casa con su hija pequeña. Se estableció al otro lado de la ría y durante años sacó adelante su vida.

Pero en el 2012 su ex marido falleció. A ella las cosas no le iban demasiado bien en Boiro. A uno de sus hijos, la vida también se le torció en Madrid, donde residía con su mujer y sus dos hijos. Así que decidieron unir fuerzas para resistir el envite de la crisis, trasladarse a la casa familiar y rehacer en ella su vida. Entre los exiguos ingresos que proporciona la explotación de un bar y las pensiones que perciben Victoria y su actual pareja, habían logrado reconstruir un hogar para siete personas.

Pero entonces las cosas se torcieron. El ex marido de Victoria, en su testamento, había dejado a su nueva pareja los derechos de usufructo de la casa, y la mujer no estaba dispuesta a renunciar a ellos. Eso produjo un enfrentamiento que derivó en un juicio de faltas contra Victoria y su familia por amenazas y coacciones.

El caso fue desestimado por el juzgado de paz de Pontecesures, pero el juzgado número dos de Caldas dio la razón a la demandante, impuso una multa a la familia y decidió, también, que los siete integrantes de la misma deben abandonar la casa el próximo jueves. «No es tan fácil encontrar un sitio para siete personas», explica desesperada Victoria. Sin saber adónde recurrir, se dirigió a la plataforma Stop Desahucios de O Barbanza, a través de la que ha recibido asistencia legal. Ayer, se presentó en el juzgado de Caldas un escrito de alegaciones en el que se pide que se suspenda la orden de desalojo de forma inmediata.

El letrado que se ha hecho cargo del caso por vía de urgencia, Ignacio Delgado, confía en que se tome en consideración sus argumentos, que se centran en el hecho de que la casa no estaba escriturada y ni siquiera figuraba en el acuerdo de divorcio. Por lo tanto, es más que discutible que el ex marido de Victoria, ahora fallecido, estuviese facultado para legarla a unos o a otros. El abogado considera que, antes de nada, hay que aclarar qué ocurre con esa vivienda. «No parece lógico que de un juicio de faltas se derive una orden de desahucio que amenace a una familia de siete personas».

La Voz de Galicia

Con botas de goma por Padrón.

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Cuando llueve, es imposible andar por sus calles sin mojar los pies.

«Con botas de goma». Así hay que ir calzado por Padrón la mayor parte de los días que llueve, si uno no quiere mojarse, o más bien, calarse, los pies. Las calles de la villa se llenan literalmente de agua cuando llueve, convirtiéndose en «corredoiras», tal y como señalan varias personas que a diario andan por la capital del Sar.

 

Calles principales como la rúa Longa son un buen ejemplo de ello. La causa está no en lo «moito que chove» como dice algún gracioso, sino en que la inmensa mayoría de los canalones de los edificios desaguan de toda la vida en la vía pública, convirtiéndolas en piscinas cuando llueve con cierta intensidad, como sucedió estas últimas semanas.

 

«? unha pena andar por Padrón», dice una vecina de Dodro quien añade que «hai días que da ganas de non vir por non mollar os pes desta maneira». Cuenta un padronés de toda la vida que, antiguamente, las calles tenían una parte central en la que las piedras estaban separadas por una ranura considerable, por la que «desaguaban moitísimo máis que agora».

 

Pero al remodelar las calles y hacer otras nuevas, con la colocación de rejillas que no dan abasto, las vías acaban llenándose de agua. Un ejemplo de calle remodelada es la zona que está junto al edificio de los Juzgados, donde tiempo atrás se cambió el enlosado y donde el agua se almacena, sobre todo junto a los bancos ornamentales.

 

«A medida que se van facendo edificios novos, o Concello debía obrigar a conectar os canalóns a rede de pluviais», sostiene el mismo vecino de Padrón.

 

De hecho, en el anterior mandato de Padrón, conectar los desagües a la red de pluviales era una «tarefa prioritaria» del gobierno local, que tenía previsto hacerlo con cargo a la subvención que le correspondía al Concello por las obras de urbanización en el Área de Rehabilitación Integral del Casco Histórico, según explicó ayer el entonces concejal de área, Eloy Rodríguez.

 

Oficina Rehabilitación

 

Durante su gobierno, este le encargó a un funcionario que hiciera el «trabajo de campo» para, después, entregárselo a los técnicos de la Oficina de Rehabilitación que, a su vez, redactaron los informes en base a los que se iban a hacer las obras necesarias para sacar el agua de las calles y, en algún caso, llegaron a ejecutarse previa comunicación al titular del inmueble. No obstante, con las elecciones hubo cambio de gobierno y todo ello quedó en «augas de borralla», como dice Eloy Rodríguez.

Por tanto, toca mojar los pies o calzar botas de goma para andar por las calles de la villa padronesa pero también por otros espacios, como el Campo del Souto, donde se forman charcos.

La Voz de Galicia

Valga acoge un ´Serán´, en Cordeiro, y el homenaje a la propietaria de Casa José.

El Concello de Valga es hoy protagonista por partida doble. Por un lado, el parque de Barcia acoge el «I Serán de Cordeiro», con actuaciones musicales y de baile a partir de las 16 horas. Y por otra parte, a la una de la tarde, en el salón de plenos del consistorio, se hace entrega del «Prato de Ouro» de Radio Turismo a María Fernández Otero, propietaria del afamado restaurante Casa José y trabajadora autónoma desde hace más de cuatro décadas. Además se le entregará la Medalla de Oro al Mérito Gastronómico de la Cofradía Luso Galaica y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo concedida por la Fundación de Autónomos.

En el «Serán» está prevista la actuación de los grupos Quercus Folk, Rosalía de Castro, Xarandeira, A Bugalheira, Algueirada, As Pandereteiras de Ningures, Xordra, As Chirimbolas, Brión y Aires de Batán.

Faro de Vigo

??Estamos vivindo un inferno?.

FAMILIA QUE ESPERA DESAHUCIO EN CESURES /

Cinco miembros de la familia cesureña que tienen que desalojar la casa el jueves.

Victoria Santiago está a punto de perder la vivienda que ella misma ayudó a construir en el Monte de Porto, en Pontecesures, hace tres décadas. El jueves acaba el plazo otorgado por el Juzgado número 2 de Caldas de Reis para que ella y otros seis miembros de su familia (entre ellos dos niños de 9 y 12 años) desalojen el inmueble. ??Estamos vivindo un inferno?, sentencia casi sin dar crédito todavía al mandato judicial. ??Non sabemos que facer, a onde ir. Estamos desconxuntados? por lo que considera ??un erro da xustiza? y que nada tiene que ver con impagos ni ejecuciones hipotecarias. Una denuncia por coacciones y amenazas originó la pesadilla por la que atraviesa esta familia.
La vivienda en cuestión ??fixémola o meu exmarido e máis eu hai trinta anos?. En 2007 se divorciaron y Victoria se fue a vivir de alquiler a Boiro con una de sus hijas, por aquel entonces menor de edad, mientras que su excónyuge permanecía en el domicilio familiar. Hace unos dos años el hombre falleció y Victora y sus hijos optaron entonces por volver a la casa de Pontecesures. ??A metade é miña?, asevera, ??e os meus fillos estaban de acordo? en regresar. Los problemas comenzaron al descubrir que el exmarido había nombrado a su novia usufructuaria de la vivienda.  ??Deulle o usufructo de toda a casa, cando a metade é miña?, defiende esta cesureña. En realidad el inmueble nunca llegó a inscribirse en el registro de la propiedad y no consta en la sentencia de divorcio. ??Está en tierra de nadie?, comenta el abogado Ignacio Delgado, que ha asumido el caso tras contactar con él la plataforma Stop Desahucios de O Barbanza.
Las discrepancias entre Victoria y sus hijos y la pareja de su exmarido desembocaron en la interposición por parte de esta última de una querella por amenazas y coacciones, acusándolos, entre otras cosas, de colocar cadenas para impedir su entrada en la vivienda. El Juzgado de Paz de Pontecesures los absolvió pero el Juzgado de Primera Instancia de Caldas revocó el fallo y condenó a la familia de Victoria Santiago a una multa y a desalojar el inmueble de forma inminente. El jueves es la fecha límite, el día en el que podrían verse en la calle Victoria y su pareja, sus dos hijos, una nuera y dos niños de 9 y 12 años escolarizados en Pontecesures y Padrón respectivamente.
Con la ayuda de Stop Desahucios y el Concello ??estamos mirando que podemos facer? para dejar sin efecto la orden de desalojo: ??Estamos movendo Roma con Santiago? para intentar que ??paren a execución da sentenza polo menos ata que consigamos unha casa para os sete ou ata que acabe a escola? para que los niños puedan finalizar el curso. Ayer mismo se presentó en el Juzgado de Caldas de una cuestión prejudicial solicitando ??como medida cautelarísima que se paralice el procedimiento de desalojo? y que ??se diriman las cuestiones de fondo relativas a la propiedad de la casa?, explica el letrado Ignacio Delgado. El abogado urge al Juzgado caldense una respuesta y, si a comienzos de la semana próxima ??no hay avances, nos veremos en la obligación de elevar el asunto a los tribunales de la Unión Europea?.

El Concello estudia medidas
El Concello también estudia medidas para ayudar a esta familia, que el lunes mantendrá una reunión con la asistenta social y también con la concejala Cecilia Tarela para ??estudar a situación desta xente, xa que a nivel social non tiñamos contacto ningún con eles?. La edil avanza que el lunes ??imos intentar falar coa xuíza, porque a sentenza é un pouco rara. Nunca vin un desaloxo por un xuízo de faltas, para nós é unha circunstancia totalmente nova?. En virtud de un convenio con la Xunta y los bancos en Pontecesures hay dos pisos a disposición de familias desahuciadas pero solo por motivos económicos.

«Stop Desahucios» ayuda a una familia que será desalojada dentro de una semana en Pontecesures.

La plataforma Stop Desahucios Barbanza estudia el caso de una familia de Pontecesures de siete miembros (dos menores) que podría quedarse en la calle esta misma semana, como consecuencia, aseguran sus miembros, de una sentencia por un «juicio de faltas».

Desde la entidad social indicaron que el jueves que viene esta familia de Cesures será desalojada de su vivienda habitual en el que llevan residiendo desde hace varios años. Se trata de «una familia con escasos recursos, con los niños escolarizados, uno en Pontecesures y otros en la localidad cercana de Padrón» que acudieron a su plataforma para evitarlo. De hecho, lo han puesto en manos de su departamento jurídico para «presentar lo antes posible un recurso para evitar que se llegue a ejecutar la injusta sentencia judicial», añadieron. Y es que, según la entidad, el motivo del desalojo está en una sentencia procedente de un juicio de faltas.

La plataforma considera que «hay que respetar el derecho a la propiedad privada y mucho más a disponer de una vivienda digna. Además de proceder a cualquier desalojo (desahucio encubierto) hay que seguir los protocolos correspondientes y no dejar en la calle a una familia sin recursos». También recordaron que tanto la Federación Gallega de Municipios como la Xunta y el Consejo General del Poder Judicial » tienen protocolizado una serie de criterior a seguir en todos los juzgados de Galicia para evitar la indefensión de la familias y la exclusión social, y que tengan derecho al realojo»

Diario de Arousa

El primer tren Santiago-Vigo de la mañana sufre el impacto de un tronco.

El tren que parte de la estación de Santiago a las 05.47 con destino Vigo sufrió esta mañana un incidente. Poco antes de llegar a Catoira los pasajeros notaron una breve sacudida. Uno de ellos, Santiago Santos, relata cómo en un primer momento pensaron que habían pasado por encima de algo. Fue poco después, tras frenarse las máquinas, cuando el interventor les relató que habían chocado contra un árbol que estaba suspendido, no a pie de la vía. Tanta debía ser la altura que el propio maquinista se agachó al pensar que el tronco había entrado en la cabina atravesando la ventanilla.

El tren sufrió daños en su parte delantera aunque pudo continuar camino hasta Vigo tras hacer una breve parada en Catoira. El incidente no ocasionó daños personales a ningún viajero.

La Voz de Galicia