Salva o Tren volverá a Madrid para exigir la reapertura de la estación de Portas.

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Intentará impedir que Fomento cambie esta opción por la propuesta de Vilagarcía de una Vía Verde que costaría un millón de euros.

El no que el gobierno popular de Portas dio el pasado viernes a la moción presentada por la Plataforma Galega Salva o Tren para que se intentase recuperar en el Ministerio de Fomento el servicio de tren de viajeros en la estación del municipio supone, según el citado colectivo, un varapalo de tal dimensión que «asesta un golpe mortal al arraigo de los habitantes de la comarca de Caldas de Reis». La citada estación permanece cerrada para pasajeros (no así para transporte de mercancías con Pontevedra) desde el 20 de julio del año 2008.

Desde entonces, y dentro de una reivindicación global del mantenimiento de otras estaciones ferroviarias del Eje Atlántico entre Santiago y Vigo, fueron múltiples las acciones (movilizaciones, gestiones en Fomento, reuniones al más alto nivel en dicho ministerio y otras) que emprendió Salva o Tren. Todas sin éxito. No obstante y pese al reciente rechazo de la moción, Salva o Tren volverá a reiniciar las gestiones ante el Ministerio que dirige, actualmente en funciones, Ana Pastor. Eso sí, el colectivo reconoce que ahora la tarea será «moito máis difícil». Y es que además, la alternativa a la reapertura de la estación, que propuso en su día el alcalde de Vilagarcía, la construcción en su lugar de una Vía Verde, está apoyada también por el regidor de Caldas de Reis, además de por el arousano y el de Portas. En opinión de Salva o Tren, estas posturas son inconcebibles teniendo en cuenta variables sociales, económicas y de movilidad de los vecinos de la zona de Caldas de Reis: una población envejecida, que en muchos casos carece de vehículo propio o de carné y depende de los taxis para poder desplazarse y la inexistencia de cualquier otro tipo de transporte público en la comarca.

Según la plataforma, constituida en el año 2007 y que dice haber salvado la operatividad de once estaciones del mencionado eje entre Compostela y la ciudad olívica, resulta «bochornoso» que el actual alcalde de Portas, Víctor Estévez, siga la senda de su antecesor y apoye la «descabellada» propuesta del regidor de Vilagarcía de levantar el trazado ferroviario y construir una Vía Verde que costaría alrededor de un millón de euros. Todo ello en un concello, el de Portas, que tiene una elevada deuda.

INDEFENSOS. Por eso, Salva o Tren estima que los vecinos se han quedado indefensos frente a un Concello que se muestra «irresponsable, inoperante y falto de coherencia administrativa» porque, en lugar de apoyar la recuperación del servicio de pasajeros, aunque hayan pasado ya ocho años, opta por «privarnos de su defensa poniendo palos en la rueda de esta lucha».

Así las cosas, el colectivo ejercerá de nuevo la defensa de lo que considera un interés vecinal generalizado e iniciará una nueva ronda de contactos con el Ministerio de Fomento. El objetivo, afirma, no es otro que «gestionar la recuperación de la estación e impedir que esa Senda Verde acabe con la esperanza de comunicación de toda la comarca de Caldas».

Reproche: Un alcalde que reside en Pontevedra

El hecho de que el alcalde de Portas, como otros muchos de pequeños municipios de la provincia, no resida en el concello que gobierna es un hándicap para conocer las necesidades del día a día de los vecinos. Víctor Estévez tiene fijada su residencia en Pontevedra, hecho que le reprocha Salva o Tren. Las palabras del regidor en las que destacó que sus hijos «nunca habían cogido un tren para ir a estudiar» son duramente criticadas por la plataforma, que las ponen de ejemplo de la falta de conocimiento real «de las imperiosas necesidades de transporte existentes en Portas». Este es un concello, además, en el que faltan servicios tan básicos como una red de abastecimiento de agua municipal y saneamientos.

Diario de Pontevedra

El alcalde se incorpora hoy, a las nueve de la mañana, a su nuevo despacho.

Faltaban cinco minutos para la una de la tarde de ayer cuando Juan Manuel Vidal Seage, el nuevo alcalde de Pontecesures, entraba en el despacho de la alcaldía. Era la primera vez que cruzaba esa puerta como máxima autoridad del Concello. Esta mañana volverá allí: toca incorporarse al trabajo. Los primeros días, explicaba ayer Seage, serán para ponerse al día: para ver en qué fase están las cosas -desde la solicitud de subvenciones hasta la tramitación de proyectos- y para construir un mapa de situación que le permita guiar los pasos de su gobierno. Seage está convencido de que tiene «o mellor equipo» y de que, trabajando con ahínco, lograrán «sacar adiante a misión» que se les ha encomendado. ?l se concentrará en su labor municipal durante la mañana: por las tardes seguirá acudiendo a la empresa en la que trabaja. Así que, sí, el nuevo regidor cobrará media dedicación exclusiva, que viene a sumarse a la completa que percibirá Ángel Souto. Eso no supone, dice, ninguna contradicción con el discurso que desplegó durante el último año, ya que ni hay un liberado por cada grupo que forma el gobierno, ni el montante de los salarios políticos superará la cantidad que hasta ahora se dedicaba a ese concepto. Por lo demás, en los próximos días se desvelará qué áreas de trabajo asume cada integrante del nuevo gobierno cesureño.

La Voz de Galicia

El PP derroca al BNG en Pontecesures.

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Seage hizo valer el triunfo de los populares en las municipales para argumentar una moción de censura que, según sus rivales, solo se justifica «polos cartos e o formigón».

«As cousas puideron ter sucedido doutro xeito, sen embargo sucederon así». Con esta cita de Miguel Delibes inició Juan Manuel Vidal Seage (PP) su intervención en el pleno en el que entró como aspirante a la alcaldía de Pontecesures y del que salió portando, efectivamente, el bastón de mando. Se refería Seage a que la moción de censura que ayer se aprobó «ao mellor non debería ter acontecido en situacións normais». Pero «vivimos tempos atípicos nos que os que gañan as eleccións non teñen dereito a gobernar», reflexionó. En estos momentos de «ruda adversidade urxente», siguió con un guiño a Eduardo Pondal su argumentación: al PP, el partido más votado en las municipales, no le quedó más remedio que utilizar una moción de censura para acceder a la alcaldía que la nacionalista Cecilia Tarela le arrebató en mayo del 2015 gracias a un pacto con PSOE y TeGa que se rompió a principios de año, cuando la segunda de estas formaciones abandonó el barco.

La moción de censura se consumó ayer, a mediodía, ante un salón de plenos lleno de gente. Había vecinos, algunos. Había muchos representantes del BNG, entre los que estaba Xosé Luis Rivas, exalcalde del Bloque de Boimorto, que sufrió una moción de censura en agosto. Había diputados provinciales y concejales del PSOE de las comarcas de Caldas y O Salnés. Y había también alcaldes del PP que arropaban al nuevo gobierno. Ante esos «ilustres visitantes» -así los llamó Vidal Seage durante su intervención- se desarrolló una sesión corta pero de alto voltaje. La única silla que estuvo vacía fue la de Jorge Janeiro, el concejal número dos de TeGa, que se negó a firmar la moción de censura en la que sí participa su jefe de filas, Ángel Souto.

Encendidos discursos

Así que con los tres concejales del PP, uno de TeGa y los dos ediles de Independientes por Pontecesures -con Maribel Castro a la cabeza-, se ha conformado un nuevo gobierno. Una alianza que nace de la «falta de confianza», explicaron, en la alcaldesa saliente. Esta, la nacionalista Cecilia Tarela, no se mordió la lengua en su alegato. «O motivo desta moción de censura son os cartos», dijo. Afeó a Vidal Seage que, tras criticar con dureza las tres medias dedicaciones que llegó a tener su gobierno, haya pactado una exclusiva completa para Ángel Souto y una media para él mismo. Maribel Castro, matizó, «xa veremos se cobra ou non, por diante ou por detrás». Al nuevo gobierno, una «pandilla que lle mentiu a todos os veciños», les ha dejado «feito o traballo de todo o ano; teñen tempo para rascarse a barriga ou o que queiran».

El PSOE de Roque Araújo también ha sido desterrado del gobierno. El socialista habló del «botín» que, dice, se ha repartido el nuevo tripartito: las concejalías de Obras y Urbanismo, y los sueldos. Araújo comparó todo lo ocurrido en Pontecesures con una «ópera bufa» en la que Rueda Crespo es el «productor coa carteira chea de cartos», Vidal Seage un «primeiro actor ambicioso, con aire de galán trasnoitado», Maribel Castro una actriz «con solera e ganas de recuperar glorias pasadas», mientras que a Souto Cordo le reservó el papel de «bufón que non lle fai graza a ninguén».

Un buen ataque

El edil de TeGa sabía que iba recibir una lluvia de críticas. Y, como no hay mejor defensa que un buen ataque, Souto Cordo se dirigió a Tarela para asegurarle que «esto, con Luis Álvarez Angueira [el exalcalde nacionalista] non tería pasado». Y a Roque Araújo para retarlo a explicar «aos seus socios a chamada que me fixo o 23 de abril na que se ofreceu para encabezar unha moción de censura PSOE-TeGa-IP».

A partir de ahí, reproches a voces. «Esto non parece un pleno, parece a praza», dijo Maribel Castro, encargada de dirigir el debate plenario.

La Voz de Galicia

Una moción de censura priva al BNG de la alcaldía de Pontecesures.

La impulsó el Partido Popular y la apoyaron un concejal de Terra Galega y otro de la formación independiente local.

A pesar de ser la fuerza más votada en las últimas municipales, el PP no pudo acceder en mayo del año pasado a la alcaldía de Pontecesures, una localidad de poco más de 3.000 habitantes situada a orillas del río Ulla. Los tres ediles obtenidos por la formación precisaban para hacerse con el bastón de mando del apoyo de los dos concejales de Independientes de Pontecesures y de los otros dos de Terra Galega. Pese a situarse en el espectro ideológico de la derecha, las diferencias irreconciliables entre estos dos grupos impidieron el acuerdo. Un año después, la situación ha cambiado radicalmente. Tras la salida de TeGa del tripartito formado con BNG y PSOE, se abrió la puerta a una moción de censura que ayer se consumó.

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Detrás de todos estos movimientos ven los grupos que hasta ahora formaban gobierno la mano de Alfonso Rueda. La nacionalista Ana Pontón insistió ayer en que estamos ante una «cacicada» con la que se presenta el nuevo presidente provincial del PP. Y de él parecían hablar los socialistas cuando nombraban al «productor» de la «ópera bufa» de la moción de censura.

En esta ve la ya exalcaldesa, la nacionalista Cecilia Tarela, la antesala de la «reunificación» de la derecha en la localidad. Aseguró durante el pleno en el que se despidió de su cargo, que la alianza alcanzada por PP, IP y TeGa solo obedece a una razón: «Veñen polos cartos e polo formigón». Es decir, por las concejalías de Obras y Urbanismo que se han repartido entre los grupos que acompañan a los populares en esta nueva etapa municipal.

Los socialistas están de acuerdo con la lectura que se hace desde el BNG. Y ayer, durante la sesión plenaria, su portavoz barruntó algunas cuestiones que cree que el nuevo gobierno va a poner sobre la mesa: desde reactivar el polémico proyecto de la variante de la N-550, hasta la posibilidad de fusionar Pontecesures con la vecina localidad de Valga. El tiempo dirá si hay algo de cierto en las cábalas realizadas por los dos grupos que abandonaron el gobierno en el transcurso de un pleno tenso, en el que el concejal de TeGa que secundó la moción de censura se convirtió en blanco de duras críticas.

La Voz de Galicia

El BNG insiste en que la moción de censura fue «una cacicada» del PP con Rueda de responsable.

El BNG quiere que los debates en la televisión autonómica, con motivo de las generales del 26 de junio, no se limiten a los candidatos.

Su portavoz nacional, Ana Pontón, reclama que también se dé oportunidad a los líderes de los partidos gallegos para debatir ante las cámaras en horario de máxima audiencia. En una comparecencia de prensa, Pontón ha abogado, además, por suprimir el envío de propaganda y papeletas electorales para rebajar en 50 millones el coste de una campaña cuya factura ha estimado en 130, y de la que ha responsabilizado al «fracaso das forzas alternativas al PP» en la formación de Gobierno tras los comicios de diciembre. En cambio, el BNG está en contra de que los partidos «que estiveron catro meses nun paripé» hablen ahora de recortar la duración de la campaña.

Pontón, que aseguró que el Bloque volverá a contar con su militancia en una campaña en la que no recurrirá a préstamos bancarios, rehusó valorar las discrepancias internas abiertas entre los fuerzas asociadas en En Marea. Y respecto a la moción de censura de Pontecesures, que arrebata la alcaldía al Bloque, tachó la operación de «auténtica cacicada» y responsabilizó a Alfonso Rueda como líder del PP pontevedrés.

La Voz de Galicia

El PP toma el mando en Pontecesures al prosperar la moción de censura.

El popular Juan Manuel Seage ya es el nuevo alcalde de Pontecesures al triunfar la moción de censura presentada con independientes y Terra Galega contra el bipartito formado por BNG y PSOE.

La semana pasada, los tres concejales del PP, un edil de Terra Galega ??de los dos presentes en la corporación?? y los dos miembros de Independientes de Pontecesures (IP) alcanzaron, tras meses de negociación, un acuerdo de gobierno para presentar una moción de censura contra la alcaldesa Cecilia Tarela (BNG).

Esta es la primera moción de censura en la provincia desde que Alfonso Rueda accedió a la Presidencia del PP en Pontevedra, en la que dio relevo a Rafael Louzán el pasado 13 de marzo. Precisamente, el que era barón popular se despidió a finales de enero de su cargo en el partido anunciando que habría mociones de censura, al respecto de lo que argumentó que su formación política había sido la «más votada» en 50 municipios.

El Progreso