Piden que se legalicen las vallas del campo de fútbol de Padrón.

El uso de ese espacio municipal no reporta ingresos al Concello.

Desde hace meses, el grupo de Alternativa por Padrón (AxP) viene preguntando en los plenos del Concello por la situación de las vallas publicitarias que están en lo alto del muro de cierre del campo de fútbol del Flavia, de titularidad municipal. AxP denuncia que una empresa «se lucra polo uso de ese espazo público» de Padrón «co consentimento do Concello», con la contratación de los anuncios de un total de 10 paneles, que miran hacia el exterior del campo de fútbol, a un lado de la carretera N-550.

AxP tiene claro que la situación de estas vallas es «ilegal», una calificación que los servicios jurídicos del Concello etiquetaron de «alegal» en uno de los plenos en los que se trató el tema. En cualquier caso, Cesáreo Pardal, edil de Alternativa por Padrón, pide la legalización de las vallas ya que, según dice, para empezar no tienen autorización del Ayuntamiento.

No se sabe desde cuando están instaladas, pero desde luego desde hace más de 20 años, si. Para Alternativa por Padrón, el Concello «deixou de ingresar todos estes anos moitos miles de euros» por este concepto, aunque al parecer quien si ingresa una cantidad por los anuncios colocados en las vallas es el club de fútbol que usa el campo municipal.

Para saber el dinero que generan los anuncios en el campo de fútbol, AxP pidió en su día un presupuesto para un anuncio a la empresa que se encarga de contratar la publicidad para esas vallas y el coste es de 180 euros al mes por cada una, según esta formación, que asegura que el Ayuntamiento «está deixando escapar moito diñeiro», sobre todo porque, explica Cesáreo Pardal, «as vallas a pe da N-550 están cotizadísimas».

AxP critica, además, que pese a que los servicios jurídicos reconocieron en pleno que la situación de las vallas es «alegal» desde el gobierno local «non se fai nada por ordenar a súa regulación». Pardal duda, incluso, de que los paneles publicitarios tengan autorización Carreteras.

Desde el gobierno local explican que las vallas están en el campo desde hace más de 20 años y, aunque son conscientes de su situación, explican que «hai temas máis urxentes para resolver e xestionar».

La Voz de Galicia

Novidades na procesión do Nazareno de Pontecesures.

A Confraría do Nazareno de Carreiras ben de informar que este ano para manter a imaxe nas mellores condicións (presenta danos por mor da súa antigüidade) vai quedar a noite de Xoves Santo na casa de Maximino Freiría dende onde sairá o Venres Santo en procesión cun percorrido máis curto. De todos os xeitos a comitiva sairá como todos os anos do lugar de costume en Carreiras cos estandartes e a banda de música, deténdose logo para incorporar á imaxe do Nazareno a altura da citada casa.

A confraría agradeceu ao socio Maximino Freiría Potel a súa disposición, publicou o estado de contas e informou de que na primeira semana de marzo pasarase ao cobro a cota de 2017.

Bello Maneiro convoca el pleno del Presupuesto y el nuevo ROM.

El alcalde de Valga, José María Bello maneiro convocó el pleno de los Presupuestos de la localidad que está previsto celebrar mañana jueves a las 20.30 horas.

Asimismo en la sesión plenaria se aprobara el nuevo Reglamento Orgánico Municipal en el que se establecen los procedimientos de actuación concretos que se deben cumplir tras su entrada en vigor.

Faro de Vigo

Un «hiperactivo» al que ni los santos calman.

Vende cirios y figuras religiosas y le encanta crear. Por inventar, hasta inventó una bicicleta con esquís.

A casi todo el mundo, o por lo menos a muchas personas, les gustaría tener varias vidas en una; poder llevar una existencia camaleónica para no aburrirse nunca del día a día. Pero solo algunos consiguen tal cosa. Entre los que están hechos de esa pasta, capaces de hacer tantas cosas a la vez que parece que se multiplicasen, está Joaquín Diéguez. En su caso curioso el suyo. Porque recibe él en la cerería que regenta en la calle San Román de Pontevedra, un sitio donde parece que el tiempo se detuvo en algún momento y no avanzó más. Es un negocio pequeño, con viejísimas estanterías llenas de santos y velas y olor inconfundible a cera, casi a iglesia en realidad. En ese áurea de teórica paz, uno se imagina que el tendero, que tiene puesto el abrigo tras el mostrador, será un hombre de vida tranquila y sosegada. Pero nada más lejos de la realidad. Joaquín se define como hiperactivo. Y, francamente, debe de serlo.

Antes de iniciar la entrevista, hay que esperar a que Joaquín atienda. Despacha primero a una joven que busca unos cirios que se mantengan encendidos los nueve días de una novena; le pone incienso y mirra a otra clienta; saluda efusivamente al repartidor que viene a traerle un buen número de paquetes; atiende a otra persona más que busca velas para una ceremonia… y al fin queda libre. Viaja entonces a su infancia, a Pontecesures, el lugar donde todavía sigue viviendo parcialmente -a ratos lo hace también en Pontevedra-. Cuando él era un niño que dedicaba su tiempo «a matar pájaros e incluso venderlos», su padre estaba al frente de Cerería Diéguez, una factoría fundada en Pontecesures por el bisabuelo de Joaquín, que empezó a hacer velas en el siglo XIX. Joaquín, por tanto, entre pájaro y pájaro, creció rodeado de moldes de cera. Y se enamoró del oficio. «Trabajé un poco como mensajero pero luego ya me centré en la cerería», explica. Primero lo hizo en su tierra natal, a pie de fábrica. Luego, como ahora, a medio camino entre Cesures y Pontevedra. Porque resulta que su abuelo cogió el traspaso de la antigua cerería que había en la calle San Román. Su padre continuó con ella y ahora la regenta él, al igual que todo el negocio familiar. No quiere deshacerse de las estanterías de madera, ni del olor a antiguo del local. «Esto tiene que tener su esencia», sostiene.

El caso es que Joaquín se pasa buena parte del día ahí metido, entre velas y santos. Pero no le transmiten demasiada quietud las estáticas figuras. ?l es un torbellino en toda regla. Es casi imposible resumir sus actividades. Pero promete intentarlo. Empezamos hablando de su querencia por los animales. Cuenta que tuvo varios caballos. Y que le encanta la aventura. Entonces, se acuerda de cuando a lomos de un equino se metió a navegar un buen trecho del Ulla. «Fue una pasada», dice. También le apasionan los reptiles. «Tengo un reptilario bastante grande, con más de veinte animales. Tengo por ejemplo camaleones o tortugas», cuenta mientras se apura a buscar en el móvil fotos que demuestren que no habla en broma.

Está buscando imágenes del reptilario pero, mientras lo hace, aparecen otras que van narrando sus mil y una actividades, sus diferentes vidas. «Mira esta, aquí está la bicicleta que yo inventé para ir a esquiar. La probé y funciona de maravilla», explica mientras muestra una foto de un aparato que, efectivamente, es un híbrido casero de bici y esquí. Paseando por su galería de imágenes también aparece Joaquín haciendo trial, otra de sus pasiones, alguna que otra vestido de buzo y listo para hacer pesca submarina o con la autocaravana con la que le gusta irse de excursión «al lugar más raro que uno se pueda imaginar».

Ritmo frenético

Reconoce que si se sometiese a examen, posiblemente, sería un claro caso de hiperactividad clínica. Y que es muy difícil seguirle el ritmo. «La verdad es que ando muy frenético. Ahora en Pontevedra tengo un amigo que viene conmigo a entrenar en bicicleta… y siempre me pregunta si no me agoto, porque yo siempre tengo las pilas puestas», explica con energía. En ese afán suyo por no estarse quieto nunca, también le gusta experimentar con la cera, con las velas y con todo lo que incluye su negocio. Fue así cómo logró hacer una vela que apenas genera humo; cómo logró sacar aromas nuevos y velas decorativas… «Me gusta crear, este oficio tiene muchísimo de artesanía. Yo estoy todo el tiempo dándole vueltas a la cera y a los materiales, no me gusta hacer las cosas siempre igual», insiste una y otra vez. Mientras habla, vuelve a rebuscar entre sus fotos en el móvil. Y saca entonces una especie de cenador que está haciendo con restos de poda de palmeras. «¿Ves? Esto es lo mío, buscar la manera de reutilizar materiales. Esto es lo que más me gusta», indica. Joaquín sonríe viendo sus palmeras desmenuzadas cogiendo forma de cenáculo. Entonces, piensa en sus dos hijas. Recuerda los experimentos con ellas en la fábrica de velas. Y reflexiona: «Se puede ser feliz en el sitio menos previsto, ¿verdad?». Cierto.

¿De dónde procede?. Joaquín viene de una estirpe de cereros. Es la cuarta generación de una familia de Cesures dedicada a este negocio.

¿Dónde trabaja?. A medio camino entre la cerería que regenta en Pontevedra y la fábrica de Pontecesures donde se fabrican las velas y demás material.

La Voz de Galicia

El borrado de la señalización horizontal deteriora el enlosado en el casco histórico padronés.

Una «chapuza». Así califica el grupo municipal de Alternativa por Padrón (AxP) el borrado por parte del Concello de las marcas viales existentes en las calles y plazas de la zona histórica que acaban de ser peatonalizadas. De acuerdo con esta formación, el borrado de las líneas amarillas se realizó con una máquina, deteriorando las piedras del enlosado de las calles. «? como se as picaran ou abujardaran», señala Cesáreo Pardal, concejal de AxP.

En su opinión, el Concello pudo haber recurrido a medidas «menos agresivas» para borrar las marcas viales de las calles y plazas, como, por ejemplo, echando un decapante sobre ellas para lavarlas después con una máquina a presión. «Hai zonas nas que a pedra quedou moi tocada», insiste Pardal, que menciona entre ellas la plaza Ramón Tojo. El concejal se pregunta si la Dirección Xeral de Patrimonio está al tanto de esta actuación que, en opinión del concejal, deteriora el enlosado de piedra.

Tras la peatonalización de calles y plazas, eliminar las marcas viales es el primer paso que apuntó el Concello para la posterior humanización de estos espacios, que quedan libres del paso de vehículos (salvo autorizados) y de plazas de estacionamiento. Adornar las calles es, además, una demanda del comercio y la hostelería que apoya la medida de la peatonalización de espacios en el casco histórico. Desde la retirada del tráfico, estos espacios se ven un tanto desnudos.

La Voz de Galicia