Bello Maneiro convoca el pleno del Presupuesto y el nuevo ROM.

El alcalde de Valga, José María Bello maneiro convocó el pleno de los Presupuestos de la localidad que está previsto celebrar mañana jueves a las 20.30 horas.

Asimismo en la sesión plenaria se aprobara el nuevo Reglamento Orgánico Municipal en el que se establecen los procedimientos de actuación concretos que se deben cumplir tras su entrada en vigor.

Faro de Vigo

Un «hiperactivo» al que ni los santos calman.

Vende cirios y figuras religiosas y le encanta crear. Por inventar, hasta inventó una bicicleta con esquís.

A casi todo el mundo, o por lo menos a muchas personas, les gustaría tener varias vidas en una; poder llevar una existencia camaleónica para no aburrirse nunca del día a día. Pero solo algunos consiguen tal cosa. Entre los que están hechos de esa pasta, capaces de hacer tantas cosas a la vez que parece que se multiplicasen, está Joaquín Diéguez. En su caso curioso el suyo. Porque recibe él en la cerería que regenta en la calle San Román de Pontevedra, un sitio donde parece que el tiempo se detuvo en algún momento y no avanzó más. Es un negocio pequeño, con viejísimas estanterías llenas de santos y velas y olor inconfundible a cera, casi a iglesia en realidad. En ese áurea de teórica paz, uno se imagina que el tendero, que tiene puesto el abrigo tras el mostrador, será un hombre de vida tranquila y sosegada. Pero nada más lejos de la realidad. Joaquín se define como hiperactivo. Y, francamente, debe de serlo.

Antes de iniciar la entrevista, hay que esperar a que Joaquín atienda. Despacha primero a una joven que busca unos cirios que se mantengan encendidos los nueve días de una novena; le pone incienso y mirra a otra clienta; saluda efusivamente al repartidor que viene a traerle un buen número de paquetes; atiende a otra persona más que busca velas para una ceremonia… y al fin queda libre. Viaja entonces a su infancia, a Pontecesures, el lugar donde todavía sigue viviendo parcialmente -a ratos lo hace también en Pontevedra-. Cuando él era un niño que dedicaba su tiempo «a matar pájaros e incluso venderlos», su padre estaba al frente de Cerería Diéguez, una factoría fundada en Pontecesures por el bisabuelo de Joaquín, que empezó a hacer velas en el siglo XIX. Joaquín, por tanto, entre pájaro y pájaro, creció rodeado de moldes de cera. Y se enamoró del oficio. «Trabajé un poco como mensajero pero luego ya me centré en la cerería», explica. Primero lo hizo en su tierra natal, a pie de fábrica. Luego, como ahora, a medio camino entre Cesures y Pontevedra. Porque resulta que su abuelo cogió el traspaso de la antigua cerería que había en la calle San Román. Su padre continuó con ella y ahora la regenta él, al igual que todo el negocio familiar. No quiere deshacerse de las estanterías de madera, ni del olor a antiguo del local. «Esto tiene que tener su esencia», sostiene.

El caso es que Joaquín se pasa buena parte del día ahí metido, entre velas y santos. Pero no le transmiten demasiada quietud las estáticas figuras. ?l es un torbellino en toda regla. Es casi imposible resumir sus actividades. Pero promete intentarlo. Empezamos hablando de su querencia por los animales. Cuenta que tuvo varios caballos. Y que le encanta la aventura. Entonces, se acuerda de cuando a lomos de un equino se metió a navegar un buen trecho del Ulla. «Fue una pasada», dice. También le apasionan los reptiles. «Tengo un reptilario bastante grande, con más de veinte animales. Tengo por ejemplo camaleones o tortugas», cuenta mientras se apura a buscar en el móvil fotos que demuestren que no habla en broma.

Está buscando imágenes del reptilario pero, mientras lo hace, aparecen otras que van narrando sus mil y una actividades, sus diferentes vidas. «Mira esta, aquí está la bicicleta que yo inventé para ir a esquiar. La probé y funciona de maravilla», explica mientras muestra una foto de un aparato que, efectivamente, es un híbrido casero de bici y esquí. Paseando por su galería de imágenes también aparece Joaquín haciendo trial, otra de sus pasiones, alguna que otra vestido de buzo y listo para hacer pesca submarina o con la autocaravana con la que le gusta irse de excursión «al lugar más raro que uno se pueda imaginar».

Ritmo frenético

Reconoce que si se sometiese a examen, posiblemente, sería un claro caso de hiperactividad clínica. Y que es muy difícil seguirle el ritmo. «La verdad es que ando muy frenético. Ahora en Pontevedra tengo un amigo que viene conmigo a entrenar en bicicleta… y siempre me pregunta si no me agoto, porque yo siempre tengo las pilas puestas», explica con energía. En ese afán suyo por no estarse quieto nunca, también le gusta experimentar con la cera, con las velas y con todo lo que incluye su negocio. Fue así cómo logró hacer una vela que apenas genera humo; cómo logró sacar aromas nuevos y velas decorativas… «Me gusta crear, este oficio tiene muchísimo de artesanía. Yo estoy todo el tiempo dándole vueltas a la cera y a los materiales, no me gusta hacer las cosas siempre igual», insiste una y otra vez. Mientras habla, vuelve a rebuscar entre sus fotos en el móvil. Y saca entonces una especie de cenador que está haciendo con restos de poda de palmeras. «¿Ves? Esto es lo mío, buscar la manera de reutilizar materiales. Esto es lo que más me gusta», indica. Joaquín sonríe viendo sus palmeras desmenuzadas cogiendo forma de cenáculo. Entonces, piensa en sus dos hijas. Recuerda los experimentos con ellas en la fábrica de velas. Y reflexiona: «Se puede ser feliz en el sitio menos previsto, ¿verdad?». Cierto.

¿De dónde procede?. Joaquín viene de una estirpe de cereros. Es la cuarta generación de una familia de Cesures dedicada a este negocio.

¿Dónde trabaja?. A medio camino entre la cerería que regenta en Pontevedra y la fábrica de Pontecesures donde se fabrican las velas y demás material.

La Voz de Galicia

El borrado de la señalización horizontal deteriora el enlosado en el casco histórico padronés.

Una «chapuza». Así califica el grupo municipal de Alternativa por Padrón (AxP) el borrado por parte del Concello de las marcas viales existentes en las calles y plazas de la zona histórica que acaban de ser peatonalizadas. De acuerdo con esta formación, el borrado de las líneas amarillas se realizó con una máquina, deteriorando las piedras del enlosado de las calles. «? como se as picaran ou abujardaran», señala Cesáreo Pardal, concejal de AxP.

En su opinión, el Concello pudo haber recurrido a medidas «menos agresivas» para borrar las marcas viales de las calles y plazas, como, por ejemplo, echando un decapante sobre ellas para lavarlas después con una máquina a presión. «Hai zonas nas que a pedra quedou moi tocada», insiste Pardal, que menciona entre ellas la plaza Ramón Tojo. El concejal se pregunta si la Dirección Xeral de Patrimonio está al tanto de esta actuación que, en opinión del concejal, deteriora el enlosado de piedra.

Tras la peatonalización de calles y plazas, eliminar las marcas viales es el primer paso que apuntó el Concello para la posterior humanización de estos espacios, que quedan libres del paso de vehículos (salvo autorizados) y de plazas de estacionamiento. Adornar las calles es, además, una demanda del comercio y la hostelería que apoya la medida de la peatonalización de espacios en el casco histórico. Desde la retirada del tráfico, estos espacios se ven un tanto desnudos.

La Voz de Galicia

Licor do Grilo, en Padrón.

?scar Susavila presentó dos nuevos productos

El bar, restaurante y pensión Grilo, de Padrón, acaba de presentar un licor café y otro de hierbas de la casa, etiquetados, registrados y con el nombre patentado. El titular del establecimiento, ?scar Susavila Iglesias, de 38 años, que hace unos tres cogió el relevo del negocio, explica que «é o licor que sempre se fixo na casa», de forma artesanal. No solo se pueden consumir o comprar en su local, sino también en dos establecimientos comerciales de Padrón. La idea es que sus elaboraciones también se lleguen a vender fuera del municipio.

La Voz de Galicia

Padrón abrirá este mes un nuevo albergue privado de peregrinos.

Lo promueve Carlos Agrasar en un edificio del casco histórico.

Padrón contará con un nuevo albergue privado a partir del 15 de marzo, día en el que abre sus puertas el alojamiento A Barca de Pedra, situado en la calle Vidal Cepeda, en pleno casco histórico. Su promotor es el médico y docente padronés afincado en A Coruña Carlos Agrasar.

Enamorado del Camino, que ya recorrió por distintas rutas, Agrasar abre el albergue en el edificio familiar, de modo que ofrece 22 plazas en literas, distribuidas en cuatro habitaciones: una de 8 plazas; una de 6 y dos habitaciones cuatro cada una.

El alojamiento tendrá un horario de recepción de una de la tarde a seis. Dispone de wifi gratuita; sala de estar con televisión; ordenador y una pequeña biblioteca. También tiene cocina a disposición de los clientes, además de servicio de lavadora y secadora.

La inversión realizada en el acondicionamiento del albergue fue de 50.000 euros, según cuenta Carlos Agrasar, que tiene previsto contratar a dos personas, una para las tareas de limpieza y otra para atender la recepción. La apertura del establecimiento se retrasa unos meses sobre las previsiones iniciales de su promotor a causa, precisamente, en la demora en distintos temas, una vez que tuvo que acondicionar el interior del inmueble.

Toda la información sobre el mismo se puede consultar ya en la plataforma mundial de reservas booking.com, en la que figuran también los otro cuatro alojamientos privados de Padrón de este tipo.

Carlos Agrasar es un enamorado del Camino desde que en el año 2003 lo recorrió en bicicleta, junto con tres amigos, desde los Pirineos hasta Santiago. Así, cada verano hacían una nueva ruta, «sumando outros amigos a estas viaxes»: el Camiño Portugués desde Barcelos, el Primitivo desde Oviedo, el de la Prata desde Puebla de Sanabria o el Inglés desde Ferrol. Y así Carlos y sus amigos completaron todos las rutas de Santiago que transcurren por Galicia.

De todas esas experiencias, en las que el grupo siempre pernoctaba en albergues, nació la idea de convertir la casa de sus padres en un alojamiento de este tipo.

Dispone de 22 plazas en literas, entre otros servicios, tras una inversión de 50.000 euros.

La Voz de Galicia

Apuesta por dar servicio hasta tarde para facilitar las visitas nocturnas al pueblo.

Agrasar quiere que el albergue que gestiona en Padrón cierre sus puertas lo más tarde posible por las noches. «A miña intención e facilitar a entrada ata tarde, para que os peregrinos poidan saír a cear e disfrutar un pouco do pobo», explica. «Iso era o que queríamos nos cando faciamos o Camiño en bicicleta», añade en alusión a sus experiencias en las distintas rutas que recorrió.

Con respecto al horario del albergue público de la Costanilla del Carmen, la Asociación de Empresarios de Padrón, Rois y Dodro solicitó al Concello que retrase su cierre una hora por las noches, para permitir que los caminantes puedan cenar y dar una vuelta por el pueblo y no lo que hacen muchos ahora, comprar algo en los supermercados y subir para el alojamiento, ante la inminente hora de cierre. La asociación explica que el Concello no respondió a su petición.

Desde la entidad son conscientes del peso que tiene el peregrino en Padrón (más de 52.000 en el 2016) y quiere que sectores como la hostelería y el pequeño comercio aprovechen su paso. Así, para empezar, se propuso atrasar una hora el cierre del albergue de la Xunta, cuyo horario es de 13 a 22 horas, sin posibilidad de salir una vez que se cierra, según consta en la información oficial del establecimiento. Padrón constata cada año un incremento del número de caminantes, de modo que, desde la puesta en servicio del albergue de la Xunta, han abierto cuatro alojamientos más y el quinto lo hará en dos semanas, sin contar los hoteles y hostales de que también alojan a peregrinos cuando no hay plazas libres.

La Voz de Galicia