Ardieron unos 40 rollos de forraje, y el ganado se salvó gracias a la actuación de un vecino de la zona – El fuego se originó en dos puntos separados por unos 30 metros
Un incendio, posiblemente intencionado, destruyó durante la pasada madrugada unos 40 rollos cilíndricos de paja que había almacenados en un galpón de Pontecesures. El fuego se declaró sobre las 5,30 horas de la mañana en dos focos diferentes, por lo que se sospecha que se originó por una acción deliberada. Además de destruir el forraje, causó daños importantes en la edificación y estuvo a punto de matar dos animales -un burro y un caballo-, que sacó a tiempo un vecino de la zona.
Fue este vecino quien alertó de lo que sucedía a la central de emergencias del 112, tras escuchar como estallaban las tejas y asomarse a la ventana. Después se aproximó al galpón, y retiró los animales, por lo que no sufrieron daños. A los pocos minutos llegaron efectivos de Protección Civil de Valga y Pontecesures, así como los bomberos del parque de Vilagarcía.
El galpón donde se declaró el incendio está en la calle Calera, y formaba parte antiguamente del recinto de la fábrica Cerámicas Celta, hoy abandonada. El inmueble pertenece a una persona, pero lo utiliza otra, el dueño de los animales y la paja, que se acercó al lugar de los hechos nada más enterarse.
Los trabajos de extinción fueron largos y laboriosos, puesto que aunque el fuego se dio por controlado sobre las 6,30 horas, el personal antiincendios todavía tuvo que estar en la zona hasta pasadas las nueve de la mañana porque fue necesario remover toda la paja e ir apagando poco a poco.
Aunque no se descartan otras hipótesis, se cree que el incendio pudo ser provocado, pues se originó en dos puntos distintos y separados por unos 30 metros -parte de la paja estaba dentro de la edificación, y el resto fuera, supuestamente porque al dueño no le había dado tiempo a recogerla-. Parece ser que el hombre había comprado hacía poco el forraje, y que le había costado unos 1.000 euros.
Hace apenas un mes los bomberos de Vilagarcía también tuvieron que apagar el incendio de un galpón con paja en Catoira. Pero se cree que en aquella ocasión el fuego empezó porque el cereal llegaba al techo, que era de uralita, y que éste acumuló demasiado calor debido a que ocurrió en plena ola de calor del mes de julio.
FARO DE VIGO, 08/08/13