Hoxe folga na Escola Infantil de Pontecesures.

HOXE 19 DE OUTUBRO FOLGA NA ESCOLA INFANTIL MUNICIPAL. DENDE O CONCELLO DE PONTECESURES INFORMAMOS QUE AS TRABALLADORAS DA EMPRESA FESAN, CONCESIONARIA DA ESCOLA INFANTIL MUNICIPAL, ESTÁN CONVOCADAS A UNHA XORNADA DE FOLGA PREVISTA PARA MAÑÁ 19 DE OUTUBRO. DISTINTAS FORZAS SINDICAIS CONVOCARON UNA FOLGA DE PERSOAL DO PRIMEIRO CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL POLO BLOQUEO DAS NEGOCIACIÓNS DO XIII CONVENIO COLECTIVO DE CENTROS DE ASISTENCIA E EDUCACIÓN INFANTIL.AS FAMILIAS CON NENOS/AS. NO CENTRO DE PONTECESURES XA FORON AVISADAS DE DITA SITUACION.

Concello de Pontecesures

Seguimos a voltas cos excrementos dos cans na vía pública.

La carencia de personal condiciona los primeros meses del bipartito en Pontecesures.

La carencia de personal condiciona los primeros meses del bipartito en Pontecesures
Maite Tocino, del BNG, y Roque Araújo, del PSOE, en una imagen de archivo

La nacionalista Maite Tocino encabeza el bipartito que, desde junio y junto al PSOE de Roque Araújo, gobierna en Pontecesures, después de que las urnas no arrojasen una mayoría suficiente para que el popular Juan Manuel Vidal Seage pudiese dar continuidad a su anterior mandato. Unos primeros cien días en los que el nuevo ejecutivo acusa un “gran déficit” de personal y un pronunciado retraso en la adjudicación de obras correspondientes a subvenciones con plazos cerca de expirar, como los relativos al Plan Concellos 2021, según relata la alcaldesa.

Una situación que fuerza a la cesureña a poner todos los esfuerzos del gobierno, así como del escaso personal, en ultimar los pliegos de las obras pendientes por licitar para “sacar adiante” los proyectos. Un déficit que se pretende subsanar con una bolsa de empleo público de dos plazas de administrativos a final de año. Asimismo, se proyecta también la contratación de personal de limpieza, otra de las tareas que Tocino destaca como urgentes en lo que queda de año y de lo que destaca las limpiezas y desbroces en zonas rurales y del casco urbano.

Dos cuestiones que marca como prioritarias, por lo que se da un plazo mayor para otro tipo de circunstancias, como la elaboración de un proyecto alternativo al polígono industrial de Tarroeira, que contará con viviendas y zonas verdes. La alcaldesa reconoce que de momento no se ha llegado a mantener reuniones a este respecto con el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), algo que liga a la urgencia de temas que, en estos primeros compases, centran la atención del bipartito.

La limpieza viaria, objeto de debate 

Por su parte, los populares criticaron a través de sus redes sociales el nuevo plan de limpieza viaria, después de que el Concello derogase el anterior funcionamiento. Desde la formación conservadora denuncian en aspecto de la zona cercana al muelle. 

Diario de Arousa

El programa «Galegas Dixitais» ofrece formación gratuita a las mujeres valguesas en el Aula Cemit.

Este programa que desarrolla la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade con fondos europeos, ofrece en el Aula Cemit valguesa tres cursos de competencias digitales básicas, avanzadas y para el emprendimiento, con el objetivo de mejorar la digitalización de mujeres, reducir la brecha de género y fomentar la empleabilidad. La participación es gratuita y las alumnas recibirán un ordenador portátil tras la acción formativa.

Diario de Arousa

O PP de Pontecesures critica o plan de limpeza do actual goberno municipal.

Preguntábamos no anterior Pleno se o plan de limpeza viaria, que estaba en vigor no anterior mandato e entregado a personal de limpeza no seu día, estaba en vigor ou xa se tiña “derogado” polos novos concelleiros responsables de dita área…A resposta foi que sí… o anterior xa non estaba en vigor e foi substituído por un novo que o actual goberno entende máis axeitado.Á vista do que estamos a ver, entendemos que o novo “plan” inclúe destinar recursos da veciñanza de Pontecesures á limpeza de zonas de titularidade de outras administracións que ata agora se encargaban da sua limpeza, mentres que rúas a poucos metros da zona do peirao “locen” o aspecto que ofrecen as fotografías que adxuntamos.

POPULARES DE PONTECESURES

Manuel García Cambón, el gallego que revolucionó la industria maderera con su sueño: Finsa.

En 2019, un equipo de arqueólogos realizaba un extraordinario descubrimiento en un yacimiento en Zambia: la estructura de madera más antigua jamás encontrada. Datar estas piezas de madera no fue sencillo, teniendo que emplear una técnica para medir la radiactividad natural de los minerales que la cubrían, para determinar cuándo había estado expuesta a la luz solar por última vez. Así fue como dataron la estructura en 476.000 años. Si tenemos en cuenta que los primeros fósiles de Homo Sapiens datan de hace 300.000 años, este descubrimiento sugiere que una especie más antigua comenzó a utilizar herramientas mucho antes de lo que se creía, usándolas para dar forma y unir dos grandes troncos formando una estructura que, probablemente, componía los cimientos de una vivienda. Desde tiempos muy remotos, la madera es y ha sido vital para nuestra civilización, ya que nos ha permitido resolver múltiples necesidades, desde darnos abrigo, a permitirnos construir vehculos u obtener energía. Por este motivo la industria maderera es clave para cualquier país y por eso, hace más de un siglo, un hombre decidió crear una industria que no existía en Galicia y que revolucionaría el sector. Aquel hombre era Manuel García Cambón y su sueño se llamaba Financiera Maderera SA, FINSA.

Momento del descubrimiento de las maderas en Zambia.

Manuel nacía en Santa Baia de Logrosa, una parroquia del municipio coruñés de Negreira, y era el segundo de siete hermanos. Debido a las dificultades propias de la época, Manuel permaneció poco tiempo formándose en la escuela y con 14 años comienza a trabajar, sin sueldo, como aprendiz de carpintero con un vecino.

Un año después conseguía su primer empleo junto a un trabajador de origen portugués, con el que se dedicó a recorrer los montes cercanos serrando madera, hasta que cumplió 21 años, momento en que se casa con Sara Baliña Pérez, hija del propietario de un pequeño aserradero que se dedicaba a trabajar la madera que le llevaban los vecinos.

Manuel, con el permiso de su suegro, comenzó a introducir mejoras en el negocio y a adquirir nueva maquinaria para poder introducirse en el mercado y dejar de trabajar de manera intermitente dependiendo de encargos esporádicos.

Como el sector le gustaba y además se le daba bien decidió, en 1931, crear una nueva sociedad junto a un médico de Negreira: Rubira y García Cambón, SL, un aserradero en Portanxil, Ames, donde comenzaron a producir tablas y tablillas, muy demandadas para fabricar cajas. El negocio funcionaba maravillosamente bien, ya que fabricaban productos con mayor valor añadido que sus competidores y habían implementado medidas que permitían el ahorro en costes y el aumento en los márgenes. Además, Manuel tenía una visión única para calcular con gran exactitud los metros cúbicos de madera que tenía que pagar a la hora de comprar el material.

Estado actual en ruinas del aserradero de Portanxil.

Su crecimiento era tan grande que fue necesaria la construcción de un segundo aserradero en la zona de Negreira y siguieron ampliándolos hasta cinco.

Con la Guerra Civil, la empresa no se vio afectada, ya que sus aserraderos fueron militarizados por el ejército golpista para abastecer al bando sublevado. A su fin, debido a que la demanda de madera no paraba de crecer en un país que necesitaba ser reconstruido, el negocio tampoco se resintió, llegando a constituirse una empresa naviera con dos pequeños mercantes, que comunicaban el puerto de Vilagarcía de Arousa con el resto de España

Mientras los negocios marchaban bien, una cantidad considerable de los beneficios que estaban obteniendo se dedicaron a la compra de unos terrenos en Pontecesures, un lugar que tenía buenas comunicaciones y que estaba rodeado de bosques de pinos de extraordinaria calidad.

En 1944, Rubira abandona la empresa y Manuel se hace con sus acciones. La compañía ya contaba en aquel momento con dos almacenes y tres fábricas, pero si quería crecer más, tendría que crear una nueva sociedad con mayor capital, que fundaría el 12 de junio de 1946, y a la que llamó Financiera Maderera SA, más conocida por sus siglas: FINSA.

Publicidad de FINSA.

Esta denominación tenía todo el sentido, ya que era una sociedad especializada en adelantar dinero a los propietarios de montes que querían plantar sus árboles para madera. Debido a que estos tardan entre 15 y 20 años en poder ser cortados, los dueños de los bosques se pasaban media vida esperando y sin ver ni un euro. Lo que hacía FINSA era, mediante planes de financiación anuales, adelantarles el dinero cuando plantaban los árboles, con la única condición de que FINSA se quedaría con la madera cuando ya se pudieran cortar.

Durante la década de 1950, Manuel decide tomar medidas para mejorar y modernizar la producción, cerrando las fábricas más antiguas y concentrando la actividad en las más vanguardistas y pensó que era el momento de construir una nueva fábrica en los terrenos de Pontecesures. Además, inició un proceso de apertura al exterior, ampliando su mercado a países como Israel, Marruecos o Irak, puesto que el europeo, que a priori podría parecer más “sencillo”, estaba completamente saturado y con una gran competencia.

La fábrica de Pontecesures en 1955.

En la década de 1960, llegó la crisis, pero Manuel no se quedó con los brazos cruzados. Creía que, para sobrevivir, había que dar una vuelta de tuerca a sus productos para que fueran de mayor calidad y con mayor valor añadido, así que viajó por Europa para buscar nuevas técnicas e ideas. En varias industrias madereras descubrió que se empleaban los subproductos de la propia actividad transformadora, considerados residuos por muchos, para elaborar tableros de aglomerado, así que volvió a Galicia con la idea de implementarla en FINSA.

Por ese motivo realizó una ampliación de capital, la sede social se trasladó a Santiago y amplió la fábrica de Pontecesures, con la intención de fabricar en masa esos nuevos tableros que había visto por Europa, unos tableros de 3 capas con una calidad muy superior a todo lo que fabricaba la competencia y que comenzó a comercializarse bajo la marca comercial “Fimapán”.

La fábrica de Pontecesures en 2009.

Su nuevo producto fue un rotundo éxito, ya que era ampliamente demandado en una España que estaba en pleno desarrollo en el sector de la construcción que, con su gran crecimiento necesitaba tableros como el suyo, convirtiendo a la empresa en el buque insignia de la fabricación de tablero de aglomerado.

Tablero ”Fimapán”.

El negocio creía a tal ritmo que, en 1969, se ponía en marcha la factoría de Formarís, en los alrededores de Santiago de Compostela, una ubicación con magníficas comunicaciones para abastecerse de materia prima y donde se podrían realizar futuras ampliaciones. Manuel incorporó a sus dos hijos en la fábrica e instaló, entre otras muchas innovaciones, un aserradero automático, una nueva línea de fabricación de tableros y una instalación para plastificarlos, lo que hacían de esta, la fábrica la más vanguardista de España y una de las más innovadoras de toda Europa.

Instalaciones de FINSA.

La importancia e influencia de estas nuevas instalaciones era tan grande que se decidió trasladar la sede social desde Santiago a Formarís de manera permanente, donde en la actualidad todavía permanece. Pero a pesar de las mareante cifras que movía la compañía y de que muy pocas empresas gallegas, salvo algunas vinculadas al Banco Pastor, tenían tal dimensión en la década de 1970, siempre mantuvo siempre su carácter familiar.

Camión de FINSA, los más famosos de las carreteras gallegas.

A partir de esa época y, a pesar de multitud de crisis, FINSA nunca ha dejado de crecer e innovar. En la actualidad es el quinto grupo empresarial con mayor facturación y empleados de Galicia, además de ser uno de los principales actores de la madera tanto en la comunidad como en España y Europa.

Fábrica de Santiago de Compostela.

Manuel García Cambón fallecía en 1990, con 82 años. En el momento de su muerte, el sector forestal gallego producía tanta madera como Dinamarca, Grecia e Irlanda juntas y la misma que toda Italia o Gran Bretaña. Hoy, la tercera generación de la familia está al frente de este gigante que reina en España y que lidera su sector en Europa y el resto del mundo, un imperio de la madera que soñó, hace un siglo, su abuelo: FINSA.

Edificio de oficinas en la fábrica de Santiago de Compostela.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.