El PP de Pontecesures pide radares en el vial del puerto para evitar el exceso de velocidad en una zona de tráfico elevado.

La velocidad con la que se circula por el vial portuario de Pontecesures preocupa a los vecinos en general y al grupo municipal del PP en particular, y por eso su portavoz, Rafael Randulfe, se ha dirigido al director de Portos de Galicia para pedirle que se instalen radares en esa zona que ayuden a controlar la circulación y obligar a los vehículos a circular más despacio.
Como indica el concejal y portavoz del grupo popular, «este vial de gran importancia para el casco urbano de Pontecesures, los valeiros del Ulla, los deportistas del Náutico y los vecinos que lo utilizan como zona de ocio, tanto de paseo como en el parque infantil y piscina municipal, soporta una gran cantidad de tráfico, tanto de camiones procedentes de las zonas industriales e instalaciones portuarias como por otros vehículos que se dirigen al casco urbano y municipios limítrofes».
El edil dice que «los excesos de velocidad son continuos y peligrosos», pero no solo de jóvenes al volante de turismos, como se podría entender y como se denunció en ocasiones, cuando tras las noches de movida quedaban marcas en el asfalto que hacían pensar en carreras nocturnas. Asegura que también los camiones y vehículos pesados van a más velocidad de la debida, lo que puede provocar accidentes de carácter grave en cualquier momento. «Por otra parte -añade-, se evitará de esta manera los excesos de velocidad nocturnos que esporádicamente se producen en la zona portuaria y que además de poner en riesgo su propia seguridad ocasionan ruidos que molestan a los vecinos».
Buena acogida
Randulfe asegura que la petición tuvo una buena acogida por parte de José Manuel Álvarez Campana, que ya lo puso en conocimiento de los servicios judíricos de Portos de Galicia para instalar en Pontecesures un dispositivo pionero, ya que sería el primer radar en uno de los puertos gallegos.

LA VOZ DE GALICIA, 11/10/09

Alfonso Diz, anestesista en el primer nacimiento por cesárea natural en el Hospital do Salnés.

Es una novedosa iniciativa que trata de imitar al máximo el parto vaginal.

El Hospital Comarcal de O Salnés ha llevado a cabo la primera «cesárea natural», una intervención quirúrgica que trata de facilitar y mejorar los nacimientos, propiciando el contacto inmediato entre el recién nacido y su madre. Fruto de esta iniciativa vino al mundo una niña llamada María que pesó 3,250 kilos y midió 50 centímetros, según explica su padre.
Se trata de la primera cesárea natural practicada en la provincia, y puede que la primera intervención de este estilo efectuada en toda Galicia, pues se trata de una técnica muy novedosa, según indican enfermeras, matronas y médicos.
En el Hospital Comarcal no se hablaba ayer de otra cosa, pues esta intervención se considera «un paso muy importante» para seguir consolidado a estas instalaciones como «Hospital amigo de los niños», después de haber incorporado en los últimos años una banqueta que permite el parto en posición vertical y una bañera de dilatación con el objetivo de humanizar el parto.
Una cesárea natural es una intervención que persigue imitar en todo lo posible al parto vaginal. La idea se desarrolló en Gran Bretaña y puede decirse que está aún en fase de implantación. Básicamente consiste en extraer al niño por cesárea y permitir que entre inmediatamente en contacto con la madre, sin tener que esperar durante varias horas hasta que ésta se despierte de la anestesia.
Según los profesionales médicos, «con la cesárea natural el niño sale del útero, y si está sano, vigoroso y con llanto se le pone ya a mamar». Se hace siempre en cesáreas programadas y que no entrañan riesgo alguno para el bebé o la madre.
Durante la operación, que como novedad también permite la presencia del padre en quirófano, los progenitores ven cómo el niño sale al exterior. El cordón umbilical «se corta en largo», y aún con la pinza, y antes de limpiar al recién nacido, éste es colocado sobre las mamas, cubierto con una toalla.
Todo esto, lógicamente en un ambiente completamente estéril, ofrece mayor satisfacción a los padres, favorece la lactancia materna y estimula el desarrollo psicoafectivo del niño, según los investigadores.
Hay que destacar la importancia de que los padres puedan ver cómo el niño sale por la incisión de la barriga, aunque en el caso concreto de María, la niña de Vilagarcía nacida por cesárea natural, no pudo ser así, ya que la pequeña venía de nalgas.
Así lo indicó su padre, que ayer permanecía junto a su mujer y la pequeña en el Hospital de O Salnés. Prefiere no dar sus nombres, pero indica que ambos tienen 33 años y relata la experiencia como «algo muy bonito y emocionante».
Esta pareja vilagarciana considera que «con la cesárea natural se favorece el contacto humano y el contacto piel con piel» entre madre y recién nacido, ya que empieza a mamar inmediatamente, «en cuanto sale de la barriga».
El padre añade que «el parto estuvo asistido por el doctor Emilio Cabo y el anestesista Alfonso Diz, a los que estamos muy agradecidos».
Todo empezó cuando le preguntaron si quería presenciar la operación. «Acepté, y mientras preparaban a mi mujer para la operación yo esperé en una sala, donde me pusieron gorro, mascarilla y todo lo demás, como si fuera una enfermera… antes de empezar a cortar la barriga de mi esposa me metieron en la sala de operaciones y estuve en todo momento a su lado».
Señala este orgulloso vilagarciano que «en apenas diez segundos la niña ya estaba fuera y sobre el pecho de la madre, por lo que creo que se trata de un contacto directo muy positivo para las dos, ya que se evita la incertidumbre y esa espera, a veces durante varias horas, cuando se llevan al recién nacido después de la cesárea y mientras la madre despierta».
Con la cesárea natural también se llevan a los niños para someterlos a todo tipo de prueba, pero es después del primer contacto materno, lo que facilita su adaptación al mundo exterior y de ahí sus similitudes con el parto vaginal.
«En este hospital prima mucho todo lo que sea apoyar a los niños, desde la lactancia materna hasta los nuevos sistemas de atención al parto, por eso hay tantas mujeres de fuera que quieren venir a dar a luz a este centro», termina el padre.

FARO DE VIGO, 10/10/09