
Luis Sabariz, el cura, Rafael Randulfe, Cecilia Tarela (de espaldas) y la alcaldesa, en la reunión mantenida ayer.
La corporación de Pontecesures ha dado una lección de celeridad, independientemente de que al final no se consiga el objetivo buscado. El día 25 de mayo el pleno acordó instar a la Iglesia a retirar los símbolos de la Dictadura que se encuentran en la fachada del templo parroquial, y ayer, sólo ocho días después, los munícipes ya se reunían con el párroco para transmitirle sus planes.
En esa reunión se habló de «las dudas y lagunas que plantea la Ley de Memoria Histórica» y se acordó que la propuesta de retirada de los símbolos de la Dictadura sea trasladada por escrito al Arzobispado, que es quien debe decidir si es posible quitar las referencias al franquismo, si lo autoriza y, sobre todo, si lo financia.
Cabe recordar que en el pleno la propuesta formulada por el BNG fue enmendada, precisamente para pedir que si se afronta la retirada de esos emblemas dicha operación sea costeada por la Iglesia, y eso es lo que se busca ahora, aunque a priori parece que este deseo no tiene demasiadas posibilidades.
«En cualquier caso hay que determinar previamente si esta operación es factible o no, ya que los símbolos de la iglesia de Pontecesures no están en relieve, sino que forman hendiduras en las paredes del templo, y primero hay que determinar si la estructura puede verse amenazada o no», indica Luis Sabariz, concejal de Relaciones Institucionales que ayer participó en la reunión con el cura párroco en representación del grupo municipal no adscrito.
Esto quiere decir que ahora al Concello sólo le queda «esperar las respuestas, para que nos digan si técnicamente es posible retirar esos símbolos, si lo va a asumir la Iglesia e incluso si Patrimonio va a autorizar esta operación», apostilla el propio Luis Sabariz.
Junto a él y el cura Arturo Lores Santamaría estuvieron presentes en la reunión de ayer la alcaldesa, la independiente María Isabel Castro Barreiro; el portavoz del PP, Rafael Randulfe; y la concejala nacionalista Cecilia Tarela.
FARO DE VIGO, 03/06/09