«Déronme oito puntos e aínda levo o medo no corpo, o peor vai ser cando chegue a noite».

En la cafetería Galicia no se hablaba ayer de otra cosa. Mientras Sergio Campañó acudía a la Guardia Civil para denunciar el caso, el dueño del Sol y Mar se desahogaba en la barra de su colega, contando a los clientes lo que le había pasado a él la víspera. «Eu creo que eran do pobo, porque sabían ben o que facían». No tardó en llegar el propietario, con una fuerte brecha en la cabeza. «Tiveron que darme oito puntos, porque doume na cabeza cunha barra de ferro».
Con todo, él también se defendió. Fue cuando cerraba la verja cuando vio a un individuo sospechoso que asomaba del edificio de al lado, como si lo estuviese espiando. «Pensei que era unha persoa de raza negra, porque estaba encapuchado. Como xa ssopeitei, quixen pechar a rexa de novo, pero xa me atacou». Lo hizo con una barra de hierro que llevaba forrada de goma. Sergio trató de defenderse, pero no pudo evitar que su agresor le propinase un fuerte golpe en la cabeza.
Ni siquiera así se amilanó el hostelero, que persiguió al inviduo calle abajo, forcejeando el uno con el otro. «Pero nese momento sacou unha pistola, e entón si que marchei para pedir axuda».
Era, probablemente, lo que el atracador esperaba, porque aprovechando que se había quedaso solo, entró en el local y se llevó la pequeña caja metálica que Sergio había dejado en la barra con la recaudación del día. Además, se llevó un teléfono móvil. Nada más. Se ve que le corría prisa, consciente de que el dueño iba a dar aviso a la Guardia Civil.
Sergio se recuperaba en el local, con la brecha en la cabeza. Pero el negocio hay que atenderlo si se quiere llevar dinero a casa todos los días. «Aínda levo o medo no corpo, pero o peor vai ser cando chegue a noite e haxa que pechar de novo».

LA VOZ DE GALICIA, 22/01/09

Una oleada de atracos alarma a los hosteleros de Pontecesures.

Un encapuchado agredió con una barra de hierro al dueño de un bar para robarle la recaudación

Los hosteleros de Pontecesures tienen el miedo metido dentro del cuerpo. Los actos vandálicos son, por desgracia, habituales en la pequeña localidad, pero en los últimos días la situación se ha recrudecido. En tan solo cuarenta y ocho horas se produjeron dos robos en establecimientos hosteleros, y en el segundo de ellos, que tuvo lugar en la madrugada de ayer, al ladrón no le dolieron prendas a la hora de enfrentarse con el dueño del local cuando cerraba la cafetería Galicia, al lado de la casa consistorial; le atacó con una barra de hierro e incluso le amenazó con una pistola.
El primero de los sucesos tuvo lugar en la madrugada del martes, en el bar Sol y Mar. Un grupo de personas, que procuraban ocultar su rostro con capuchas, entraron en el establecimiento para llevarse del interior lo que pudieron. No contaban con que fuese a sonar la alarma, que alertó a la hija del dueño del establecimiento que, ni corta ni perezosa, optó por amedrentarlos tirándoles las macetas de la ventana encima. No lo consiguió, porque lejos de amilanarse, uno de ellos incluso recogió del suelo restos de las macetas y se las devolvió a la joven. Luego huyeron en un vehículo con el botín; unos 150 euros, la máquina tragaperras, tabaco y botellas.
Un día después, Sergio Campañó cerraba la verja de la cafetería Galicia a las dos y cuarto de la madrugada cuando un individuo encapuchado lo asaltó y le atacó con una barra de hierro, con la que le dio un fuerte golpe en la cabeza. El dueño del local intentó defenderse, pero cuando vio que el asaltante sacaba una pistola, consideró que era mejor marcharse. Ya sin cortapisas, el hombre entró en el local y se llevó la caja metálica que guardaba la recaudación, además de un teléfono móvil.
Ayer, las denuncias constaban ya en la Guardia Civil, pero de momento, los autores de los hechos siguen sueltos.

LA VOZ DE GALICIA, 22/01/09

Un encapuchado agrede con una barra de hierro en la cabeza al propietario del bar cesureño en que robó.

Sergio Campañó, propietario del Bar Galicia de Pontecesures, vivió en la madrugada del miércoles una de sus peores experiencias en los cuatro años que lleva al frente del negocio: un ladrón encapuchado lo aguardó a las puertas del establecimiento para robarle y le golpeó con una barra de hierro en la cabeza, abriéndole una brecha por la que sangraba profusamente y que necesitó de ocho puntos de sutura. El atracador lo apuntó además con una pistola, momento en el que el hostelero huyó ante el temor a que pudiera sufrir heridas aún más graves. Fue entonces cuando el ladrón aprovechó para entrar en el local y hacerse con un botín compuesto por unos mil euros, un teléfono móvil y unas gafas.

Sobre las dos de la madrugada del miércoles Sergio Campañó, propietario del Bar Galicia, se disponía a finalizar su jornada laboral y cerrar su establecimiento, situado la Avenida de Vigo, en un margen de la carretera N-550. El hostelero salió a depositar la basura en el contenedor y fue en ese momento cuando un hombre encapuchado se le echó encima. ??Tan pronto levantei a reixa veu a por min?, recuerda.
En ese momento se inició un forcejeo entre el propietario del bar y el atracador, que portaba en sus manos una barra de hierro cubierta de plástico y una pistola. El caco asestó un golpe con la barra en la cabeza de Sergio, provocándole una herida que sangraba profusamente. ??O sangue chegábame aos calzoncillos?, relata.

Cree que con el golpe el encapuchado ??quería deixarme sin sentido para poder entrar ao bar a roubar, pero non foi capaz e seguimos forcexeando? en las puertas del local. ??Fue entonces cuando el ladrón, en vista de que su agresión no había surtido el efecto que pretendía, sacó una pistola y apuntó al propietario de la cafetería. ?ste explica que el atracador ??levaba postos uns guantes de tela e esbaráballe o ferro. Eu tíñallo agarrado e por iso sacou a pistola, que non sei se era de plástico ou de verdade, porque a esas horas da noite non se percibía?.

Al ver el arma Sergio Campañó decidió poner tierra de por medio para evitar sufrir aún más heridas. Escapó hacia el centro del pueblo por la calle Miguéns Parrado hasta que llegó a las inmediaciones de la cafetería Holywood, donde encontró a su propietario, que también estaba echando el cierre a su establecimiento. Le contó lo ocurrido, ya que ??era a única xente que vin polo pobo? y, unos diez minutos más tarde, regresaron juntos al Bar Galicia y comprobaron que el ladrón ya había huido: ??penso que marchou a andar ou había alguén esperando cerca cun coche e recolleuno?.

En ese lapso de tiempo el atracador aprovechó para entrar en el bar y hacerse con un botín de unos 1.000 euros en metálico, que estaban en la caja registradora y en un maletín. Además, se apoderó de unas gafas y un teléfono móvil.

Guardia Civil > Sergio Campañó llamó entonces a la Guardia Civil de Valga, que se personó en el lugar poco después para conocer lo ocurrido y comenzar una investigación para tratar de localizar a la persona responsable del robo, de la que el afectado apenas puede ofrecer datos significativos puesto que ??non falou en ningún momento? y llevaba el rostro cubierto con un pasamontañas. El único detalle que recuerda es que ??era máis ou menos da miña estatura?, sobre 1,60 metros.

El hostelero herido se desplazó hasta el Centro Médico de Valga para que le curasen la brecha de la cabeza, en la que necesitó ocho puntos de sutura. Además, ayer por la mañana acudió al Hospital Clínico Universitario de Santiago para que le realizasen un TAC y comprobar que no sufría ningún tipo de lesión interna.

DIARIO DE AROUSA, 22/01/09

«Os comerciantes deberíamos contratar un garda xurado para vixiar durante as noites».

El robo en el Bar Galicia es el segundo que se produce en dos noches consecutivas en establecimientos hosteleros de Pontecesures. En la madrugada del martes fue la cafetería Sol y Mar la que recibió la visita de los ??amigos de lo ajeno?, que se llevaron la máquina tragaperras, botellas de alcohol y tabaco, además de causar daños en la verja de entrada. Los ladrones fueron ahuyentados por la hija del dueño, que les lanzó una maceta por una ventana, pero todavía no fueron identificados por la Guardia Civil, que continúa con las pesquisas para esclarecer el suceso.
Esta situación ha generado preocupación entre los hosteleros y comerciantes de Pontecesures ya que consideran que ninguno de ellos está a salvo de que le ocurran hechos similares. Algunos piensan ya en qué medidas se podrían tomar para aumentar la vigilancia en el municipio, especialmente durante las noches. Una de las alternativas que propone la última víctima de un robo, Sergio Campañó, es la de contratar seguridad privada para que vigile que nadie acceda a los establecimientos. Comenta, en este sentido que, ??para que haxa unha maior vixiancia na vila penso que, entre todos os comerciantes, deberiamos contratar a un garda xurado para que vixíe durante as noites? y evite nuevos atracos. Considera que ??isto non vai quedar así? y que, debido a la crisis, los atracos continuarán produciéndose. ??Isto é peor que Corrupción en Miami?, sentencia.

DIARIO DE AROUSA, 22/01/09

«Foi coma unha película. Non me matou de milagre».

Este es el primer robo que sufre Sergio Campañó desde que hace 4 años abrió la cafetería Gañicia en Pontecesures, pero a buen seguro que no se le olvidará en mucho tiempo, tanto por las heridas que le causó como por la impresión que le dejó: «Foi coma unha película», asegura y cree que, dentro de lo malo, aun tuvo suerte ya que «non me matou de puro milagre».

DIARIO DE AROUSA, 22/01/09

Manuel Martín, titular del despacho que realiza trabajos de asesoría jurídica al concello, se recupera de un infarto en el Clínico.

Manuel Martín será dado de alta en el hospital Clínico en unos días

El abogado Manuel Martín Gómez se recupera en el hospital Clínico de Santiago de un infarto de miocardio que sufrió el pasado miércoles tras una intensa jornada laboral. Ese día, el letrado nacido en Muxía, pero que ejerce en Santiago desde hace muchos años, trabajó con normalidad, pese a que no se encontraba bien, según indicaron a este diario fuentes familiares.

«Desde que se levantó parecía que no se encontraba bien, aunque fue a dar clases a la Facultad de Derecho como cualquier otro día y después ejerció en un juicio que comenzó a las doce de la mañana. Pese a estar mal, acudió a comer con un cliente, pero por la tarde, al ver que no se recuperaba, decidió acudir al servicio de Urgencias del hospital Clínico de Santiago, donde nada más ingresar ya detectaron que había sufrido una angina de pecho o un infarto», explicaron las citadas fuentes.

Afortunadamente, el conocido abogado afincado en Compostela se recupera de su enfermedad y, previsiblemente, se espera que pueda ser dado de alta en el hospital en unos días. «Está mucho mejor, aunque todavía no puede hablar por el móvil o esforzarse mucho».

El ingreso hospitalario de Manuel Martín fue muy comentado en la ciudad, ya que este abogado goza de muchas amistades en Compostela, donde vive y ejerce su profesión de abogado.

Manuel Martín Gómez, de 65 años, es muy apreciado por su labor filantrópica, ya que organiza desde hace veinticinco años un trofeo que lleva su nombre y cuya recaudación destina a becas de estudio de hijos de marineros de su villa natal de Muxía. Numerosos paisanos le profesan, por sus buenas obras y por su carácter abierto y accesible, una gran amistad.

Su trayectoria profesional también goza de un gran prestigio y ha llevado casos muy sonados en la capital gallega. Uno de ellos fue la defensa de Manuel Antonio Prado, acusado del asesinato del taxista compostelano José María García Corral, en el año 1999, y por el que el acusado fue finalmente condenado a nueve años de prisión.

EL CORREO GALLEGO, 22/01/09