Las fuertes lluvias y la amenaza de riadas ponían ayer en peligro la celebración de la gran cita de Hungría.
Los diez palistas arousanos de la selección española de maratón afrontaban ayer la víspera del arranque del Campeonato del Mundo inmersos en la incertidumbre. El equipo hispano y el resto de las delegaciones nacionales desplazadas hasta la localidad húngara de Gyor pasaron la jornada preguntándose si su viaje hasta tierras magiares había sido en balde. Y es que las fuertes lluvias caídas en los últimos días podrían obligar a la Federación Internacional de Piragüismo a suspender el Mundial.