







Fotos: Alberto Solla.
Siempre se ha dicho que con la lamprea no hay término medio, de tal forma que o enamora para siempre o defrauda como nunca.
Los adictos a este preciado pez cartilaginoso lo saben bien, ya que esperan como agua de mayo el inicio de la temporada, cada 2 de enero, y algunos llegan a desplazarse cientos de kilómetros para poder saciar sus ganas de lamprea.
No es fácil, habida cuenta de que es un bien escaso y caro. «Pero vale la pena», aseguran los más ferviente admiradores de este primitivo pez cuyo clímax gastronómico se alcanza al prepararlo al estilo bordelesa, es decir, cocinado en su sangre y servido con arroz en blanco y picatostes.
Una experiencia que ya pudieron saborear un grupo de amigos del Concello de Padrón que llevan tiempo esperando el comienzo de la temporada y tenían encargadas las primeras lampreas de la temporada en el restaurante Casa Farrucán.
Ellos fueron los que, en ese establecimiento situado en la orilla coruñesa del Ulla, dieron cuenta de aquella primera pieza que, de forma inesperada, se había capturado el primer día de actividad por parte del colectivo de valeiros en aguas de Pontecesures.
Un ejemplar que, como se explicó entonces, fue capturado por Pepe Barreiro y demás tripulantes de la embarcación «Gina», que lo vendieron a Casa Farrucán por 80 euros, más IVA.
«Se la preparamos a un grupo de amigos que son muy aficionados a la lamprea y que ya nos la tenían encargada desde hace tiempo», explica Pili Novo, que junto a su marido, Manuel Losas, regenta Casa Farrucán.
«Las primeras lampreas de la temporada siempre tienen nombre, incluso antes de ser pescadas», bromea la también cocinera de Farrucán, que pasa por ser uno de los establecimientos más importantes de Galicia en lo que a preparación de lamprea se refiere.
En realidad, están reservadas las primeras y las siguientes, ya que son muchos los «encargos» que tienen en este negocio para las próximas semanas y meses.
Las primeras lampreas de la temporada siempre tienen nombre, incluso antes de ser pescadas.
Destaca, como la propia Pili Novo resalta, «la reserva que tengo para dentro de un mes por parte de un grupo de amigos que van a desplazarse mil kilómetros expresamente para venir a comer lamprea del Ulla».
No tienen asegurado que vayan a poder hacerlo, porque depende de cómo evolucionen las capturas de la «dama del Ulla» a partir de ahora, tanto entre los valeiros –los pescadores que largan sus nasas desde embarcación en Pontecesures– como en las pesqueiras tradicionales situadas río arriba.
Pero tanto los comensales como los propietarios de Farrucán y demás restauradores especializados en lamprea confían en que, cuando las condiciones meteorológicas mejoren, las lampreas empiecen a abundar en el Ulla.
«Actualmente el río lleva mucha agua y hay demasiada corriente, por lo que es difícil que la lamprea aparezca», indican tanto Pili Novo como Ramón Agrasar y otros pescadores consultados.
Unos pescadores que, tras haber capturado tres lampreas en los dos primeros días, albergan ciertas esperanzas y confían en que esta campaña sea mejor que la nefasta temporada anterior.
También lo espera Pili Novo, quien indica que para negocios como el suyo los mejores meses son siempre febrero, marzo e incluso abril –la campaña se cierra a mediados de ese mes–, ya que en enero hay más gastos que afrontar y aún están demasiado recientes las comilonas navideñas.
De todos modos, la hostelera insiste en que ya tiene reservas anotadas, sobre todo realizadas por los más «fanáticos» de este pez, que no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de saborearlos, «por eso las primeras casi siempre las comen los mismos», enfatiza.
También es cierto que «hay mucha más gente que aunque no reserve llama preguntando por la lamprea, pero al decirle que por el momento no se está pescando cantidad suficiente lo dejan para otra ocasión».
De lo que no cabe duda es de que la afamada «dama del Ulla» es un reclamo importante para localidades como Pontecesures y Padrón. Al igual que es un recurso escaso, de ahí que el año pasado fuera preciso suspender su fiesta exaltación en la localidad pontecesureña.
El aspecto de la lamprea al estilo bordelesa no es el más llamativo o atractivo que cabría esperar, de ahí que mucha gente, dejándose llevar exclusivamente por el sentido de la vista y la primera impresión, decline saborear este preciado manjar.
Los jóvenes son, quizás, los más reacios, según indican hosteleros como Pili Novo, sobre todo si saben que la lamprea se cocina en su propia sangre.
Pero no es menos cierto que «a muchos de los jóvenes que dan el paso y se atreven a probarla también acaba gustándoles», y los hay realmente apasionados de este producto desde niños.
La clave está en degustarla al menos un par de veces para poder deleitarse con el característico sabor de ese plato que forma parte de la historia del Ulla y localidades como Pontecesures y Padrón, donde esta misma semana comenzaba la actividad en las tradicionales pesqueiras romanas.
Más concretamente en las de Areas (Herbón), donde se prolongará la actividad hasta el 29 de marzo.
Faro de Vigo.
El diputado provincial de Acción Comunitaria, Javier Tourís, acompañado por el alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, se reunió con las asociaciones de esta localidad para darles a conocer las bases de los programas de su área que impulsará la Diputación en 2025, que son el Provincia Comunitaria y el Máis Aqua.
Se trata de dos iniciativas que repiten, «tras la gran acogida de sus primeras ediciones». A mayores, este año se convoca un programa nuevo, el Máis Novaqua. Juntos recibirán un presupuesto inicial de 2,4 millones de euros, un 20 por ciento más que en 2024.
Faro de Vigo
En una imagen de archivo, el edificio de los juzgados de Padrón, con el parque infantil anexo.
Los abogados que trabajan en el partido judicial de Padrón carecen de las más elementales condiciones para poder trabajar en los juzgados de la capital de la comarca de O Sar. Como explica el delegado del Colexio da Avogacía de Santiago en la zona, Xosé Antón Barreiro Pereira, no tienen un despacho propio, como sí ocurre en otros edificios del área de Compostela, lo que les acarrea numerosas dificultades.
Para empezar, esa falta de despacho hace que no tengan ni un ordenador ni una impresora con la que poder trabajar cuando se encuentran en los juzgados padroneses. Tampoco un espacio para poder recibir a los clientes, lo que les obliga a tener en los pasillos la primera toma de contacto con ellos. «Fálase con eles alí, polo que a confidencialidade, decoro e dignidade con que se debe de recibir e tratar a unha persoa brilla pola súa ausencia», se lamenta el representante del Colexio da Avogacía en Padrón. «Incluso os días de xuízos rápidos os clientes están sentados nun banco de madeira e escoitan como se fala con outro cliente e así respectivamente, mais ben parece aquilo un mercado que un xulgado», añade.
Las quejas de los letrados del municipio no van únicamente dirigidas a la Xunta, que es la que tiene las competencias en lo que al edificio judicial se refiere. Tampoco están recibiendo por parte del Concello de Padrón la respuesta que les gustaría a sus demandas. En este sentido, el delegado del colegio hace ya casi un año —se cumplirá el 1 de febrero— que solicitó al Ayuntamiento que se habilite una plaza de estacionamiento reservada para los abogados del turno de oficio, como es lo habitual en los juzgados. Sin embargo, Barreiro ya ha presentado tres escritos en este sentido y no ha obtenido respuesta. «Nas fins de semana, sobre todo o domingo que hai feira, temos problemas para estacionar a tempo, e isto é moi grave, toda vez que un detido non ten porque estar máis tempo nesa condición porque o letrado non logra aparcar», señala.
La Voz de Galicia
Al filo de las tres de la tarde de este sábado, saltaban las alarmas en Valga; se acababa de registrar un accidente en el alto de Cordeiro, uno de los puntos complicados de la PO-548. En esta ocasión, afortunadamente, no se registraron heridos. El suceso de produjo cuando un vehículo que se dirigía a Vilagarcía, en plena subida, se salió de la calzada, sin mayores consecuencias.
La Voz de Galicia
Así lo anunció ayer la Diputación. El Plan repartirá 11,6 millones de euros entre los concellos de O Salnés y el Ulla/Umia. Con esta cantidad se podrán ejecutar diferentes proyectos, pagar gasto corriente y obras puntuales; realizar contrataciones de personal y redactar planes para la transformación de la movilidad en zonas rurales y Urbanas.
A Valga se le atribuyen 436.536 € y a Catoira 339.893.