El comercio de Santiago también critica la imposibilidad de los desplazamientos desde Pontecesures.

Cierto descontento y falta de información es la tónica generalizada de la reacción de los comerciantes compostelanos ante el plan de desescalada. Así, la principal preocupación de Santiago Centro es “saber en qué condiciones tenemos que abrir, porque no nos lo han dicho”, explicó José María Fernández, responsable de esta entidad, que al mismo tiempo precisó que tendrán que estudiar en profundidad el plan.

Añade que la limitación del aforo al 30 por ciento no afecta de la misma manera a todos. “Algunos lo van a sufrir especialmente y en esos casos habría que mirar el tema de los Ertes”, afirma.

También José María Seijas, del colectivo empresarial Compostela Punto Comercio, mostró sus dudas en cuanto a los planes del ejecutivo de Sánchez. “Después de escuchar al presidente me quedé un poco más preocupado de lo que ya estaba. Quedó mucha tinta en el tintero”. Además, no comparte en absoluto que las personas no puedan circular entre provincias. “No entra en la cabeza de nadie que una persona de Pontevea no pueda comprar en Santiago, que es su lugar de compras por excelencia. Nos vamos a quedar sin la clientela de A Estrada, Silleda o Pontecesures. No tiene ningún sentido”, comentó muy enfadado.

Tampoco entiende la venta con cita previa o el horario preferente para mayores de 65 años. “Lo de la cita será para peluquerías, me imagino. No tiene sentido que en los supermercados los mayores puedan comprar en cualquier momento y en las tiendas de ropa o calzado no. ¿Por qué tiene que ser diferente en un comercio pequeño? Todo son trabas, queremos abrir, pero no arruinarnos”, comenta enfadado Seijas.

Al igual que Fernández pide un protocolo que poder seguir para abrir los negocios y que los clientes se sientan totalmente seguros. “Necesitamos preparar los comercios y escaparates. Nos gustaría saber qué protocolo se va seguir y si por ejemplo tendremos que usar máquinas con ozono para desinfectar ropa y calzado”, señala.

Pone como ejemplo el sector del calzado y explica que “en las zapaterías, en algunos casos no se puede mantener la distancia de seguridad, porque a los niños o a una persona mayor a veces hay que ayudarle a calzarse. En esta situación no tendría sentido tener mamparas. Tendrían que especificar todas estas cuestiones. Nosotros estamos repartiendo mascarillas a nuestros socios, pero no podemos ir más allá”, sentencia.

Por último, desde Compostela Monumental, su presidente, José Manuel Bello se muestra rotundo y asegura que “va a ser muy complicada la desescalada y va a haber muchos cierres”, señala Bello, que augura que la situación en Compostela será “caótica”.

“Dependemos mucho del turismo y si esto va por provincias nos lo van a poner muy difícil. Las perspectivas son tremendas y va a haber mucho desempleo. El turismo de compras está muerto”, asegura el responsable.

Bello considera que no va a quedar más remedio que reajustar plantillas. “Igual un establecimiento que antes tenía cinco o seis empleados, ahora solo va a necesitar uno”, explica.

Asimismo, insiste en que desde la asociación que preside se solicitaron diversas medidas que podrían aliviar la presión sobre el sector, como la eliminación de impuestos durante seis meses o la supresión de las rebajas que de momento no han tenido respuesta.

Para concluir, considera que sería vital presionar para que el Año Santo se prorrogue y así contribuir a mitigar de algún modo el daño que está sufriendo tanto el comercio, como la hostelería, debido a la crisis del coronavirus.

santiago@elcorreogallego.es

Los rañeiros aumentarán los días de trabajo en el Ulla.

La asociación Rañeir@s Ría de Arousa ha decidido que la próxima semana la flota marisquera arousana trabaje de lunes a jueves en el banco de libre marisqueo de Os Lombos do Ulla. Los dos días de trabajo que tuvieron esta semana, miércoles y jueves, coincidieron con mal tiempo: lluvia y viento que dificultaron la extracción de marisco en la desembocadura del río. De hecho, las condiciones meteorológicas hicieron que ayer fuesen apenas 250 los barcos que participaron en el día de trabajo, frente a los cuatrocientos de la jornada anterior. Como consecuencia, en las lonjas había ayer menos producto del esperado, lo que se tradujo de nuevo en buenos precios para los lotes de japónica que salierona subasta.

Tras analizar los resultados de la semana, Rañeir@s Ría de Arousa acordó que la próxima semana la flota trabajará de lunes a jueves, según explicó anoche su presidente, Juan Rial Millán. Queda por ver cuándo saldrán a faenar también las agrupaciones de a pie, porque la coincidencia de ambos colectivos podría provocar una indeseada saturación del mercado. Y podría, también, generar trastornos en las lonjas, que se están acostumbrando aún a la nueva normalidad de mascarillas y distancias de seguridad.

«Podemos ter unha idea do que queremos facer, pero temos que ir mirando día a día como van saíndo as cousas», recalcaba ayer el presidente de Rañeir@s.

La Voz de Galicia

El BNG de Padrón aboga por suprimir la frontera provincial.

El BNG de Padrón considera «sensatas» las alegaciones presentadas por el Concello sobre la prohibición de cambiar de provincia dentro del plan de desescalada diseñado por el Ejecutivo central. La edila nacionalista Beatriz Rei coincide con el gobierno local en el «gran prexuízo que a aplicación literal do plan tería para o Padrón e os concellos limítrofes». Para el BNG, «a fronteira provincial non existiu nin existe para os veciños da comarca». En este sentido, añade que «goberne quen goberne en Madrid, é importante para Padrón rematar con esta división provincial absurda», también después de la pandemia.

De hacerlo, añade Beatriz Rei, se solucionarían problemas como el de la parada del transporte metropolitano y posibilitaría «a planificación de servizos como o de recollida de lixo ou saneamento, entre concellos coma Padrón e Pontecesures». Para el BNG, la disolución de la frontera provincial «debe ser un obxectivo de calquera goberno municipal de Padrón».

La Voz de Galicia

Ana Pontón también se refiere a la distancia entre Padrón y Pontecesures.

Rodrigo Cota (Diario de Pontevedra)

Seguimos con el plan de la nueva normalidad, un término al que me voy acostumbrando aunque cuesta. Tengo reservas sobre algunos asuntos, como el de la división provincial de las cuatro fases. Ana Pontón, muy acertadamente, puso un ejemplo que conozco perfectamente: un vecino de Padrón podrá desplazarse a Fisterra pero no a Pontecesures. Entre Padrón y Pontecesures hay un centímetro. Lo sé porque viví una temporada en Padrón y otra en Cesures. Del mismo modo, un cesureño podrá atravesar medio país para llegar a O Seixido, el pueblo de mi padre, que limita con la provincia de Ourense, pero no puede avanzar siete metros para comprar el pan en Padrón. Cierto que hay que poner los límites en algún lado si se pretende una nueva normalidad asimétrica y que la división territorial e provincias es la que es aunque sea una tontería. Cierto también que las diputaciones tendrán un papel y que son provinciales, por lo que Carmela Silva, pongo por caso, no tiene jurisdicción en A Coruña ni en Ourense, pero no estaría mal poner en esto un poco de sentidiño, que todo en esta vida tiene arreglo menos la muerte, como estamos comprobando a diario.


Padrón pide excepciones en el cambio de provincia por su cercanía a Pontecesures.

Un puente sobre el río Ulla separa Padrón (A Coruña) y Pontecesures (Pontevedra), localidades que se ven gravemente perjudicadas por la prohibición de cambiar de provincia hasta la tercera fase, salvo causa justificada como desplazamientos por trabajo. Así lo considera el Concello de Padrón, que ayer dirigió un escrito a la Subdelegación del Gobierno en el que expone que «las restricciones de movilidad entre provincias van a suponer una afectación desproporcionada a los habitantes de nuestro municipio, sin que existan razones objetivas para ello, simplemente por mero azar geográfico».

Por ello, el Ayuntamiento pide que se tengan en cuenta las circunstancias derivadas de su carácter de municipio limítrofe y se le comuniquen nuevas medidas adaptadas a la realidad de Padrón. La capital del Sar es, tradicionalmente, el centro económico de esta comarca y de parte del Baixo Ulla, con Pontecesures y Valga. El alcalde padronés, Antonio Fernández, va más allá y habla de que Padrón y Pontecesures funcionan como una unidad comercial (en Padrón hay muchos comercios que no existen en Cesures); industrial (una misma empresa tiene instalaciones en ambos lados); política, en algunos casos con convenios conjuntos de Padrón, Rois, Dodro, Cesures y Valga; e incluso servicios como el del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, cuyo ámbito de actuación acaba de ampliar la Xunta a Pontecesures y Valga.

A mayores, hay aldeas de Padrón, como Morono, Cortiñas, Confurco o Condes, cuyos vecinos deben desplazarse por territorio de la provincia de Pontevedra para ir al casco urbano de Padrón. Algo similar sucede al revés, con Grobas, ya que para ir al casco urbano de Cesures hay que pisar territorio coruñés.

En Padrón, además, compran, desde siempre, muchos vecinos de Cesures y Valga. También cursan estudios alumnos de ambos concellos pontevedreses y usan servicios sanitarios del centro de salud como el de farmacia, fisioterapia u odontología, sin contar otros como Notaría o Registro, o bancos, amén de múltiples lazos familiares.

La Voz de Galicia