El alcalde de Pontecesures considera el trapicheo de drogas otro foco de contagio.

Una policía local pide el alta médica para reincorporarse y poder colaborar.

Desinfección de calles en Pontecesures.

El alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage, destaca el «enorme acto de solidaridad» que están realizando sus vecinos al respetar la cuarentena y quedarse en sus casas. Pero tanto aquí como en otros municipios, «siempre hay excepciones».

Entre ellas las protagonizadas por un colectivo que puede pasar desapercibido, como es el formado por aquellos que se dedican a trapichear con drogas, que también pueden contagiarse o propagar el coronavirus.

El regidor pontecesureño sabe de la presencia de estos «camellos» en las calles, a veces paseándose tranquilamente en busca de clientes o proveedores en los que reabastecerse de sustancias estupefacientes.

Faro de Vigo

Orgulloso por la respuesta vecinal.

Vidal Seage se muestra orgulloso por la respuesta de sus vecinos frente al coronavirus. Considera que «están soportando el confinamiento de manera resignada». Aunque sabe, también, que «a medida que pasan los días este encierro va pasando factura, sobre todo a aquellas personas acostumbradas a su rutina de paseo y vida social, que en un pueblo como Pontecesures es mucha y variada; como también resulta difícil para las personas mayores que necesitan mover las piernas y para todos aquellos que deben realizar tareas agrícolas».

A todos ellos les pide paciencia, siendo consciente «de lo incómodo de la situación para la ciudadanía». Pero está convencido, y así quiere hacérselo saber a todos los pontecesureños, de que «en estas circunstancias tan extremas de emergencia sanitaria es más sensato actuar de manera más conservadora que de forma inconsciente».

Faro de Vigo

Nestlé, con factoría en Pontecesures, incentiva a su plantilla para garantizar el suministro de alimentos.

La multinacional láctea produce alimentos infantiles, chocolates, cafés, bebidas a base de cereales y aguas.

Nestlé España quiere proteger a su plantilla.

Nestlé, con diez centros de producción distribuidos en cinco comunidades autónomas españolas, entre ellos el de Pontecesures, se ha comprometido a «desempeñar un papel clave» en la respuesta frente a la pandemia por Covid-19 «garantizando el suministro de alimentos y bebidas a todas las familias».

Para ello, considera pieza clave «la dedicación y compromiso» de los empleados de sus factorías y de su centro de distribución de Guadalajara, de ahí que les ofrezca mientras sigan en funcionamiento una asignación de hasta 500 euros al mes, con efectos retroactivos desde el pasado día 15.

Jacques Reber, el director general de Nestlé España, asume que es gracias a ellos, a los trabajadores, que «podemos cumplir con la que es nuestra misión esencial en estos momentos: garantizar el suministro de alimentos a todas las familias españolas y a sus animales de compañía».


Les garantiza el salario íntegro

Pero eso no es todo, sino que la compañía, que destina el 56% del total de la producción española a la exportación y factura 1.995 millones de euros al año, se ha comprometido a garantizar «el salario íntegro, durante un mínimo de doce semanas» contadas desde la citada declaración del estado de alarma, a todos los empleados cuya actividad pueda verse impactada por el mismo.


E incluso ofrece a su plantilla la posibilidad de solicitar un anticipo de salario, ofreciéndole «una ampliación de una mensualidad respecto a la política vigente en cada centro de trabajo».

«Estoy muy orgulloso de la calidad profesional y humana que están demostrando nuestros trabajadores, por eso quiero agradecer personalmente su compromiso ante este reto sin precedentes al que nos estamos enfrentando», sentencia el director general.

Medidas de seguridad y prevención

Paralelamente, y también en relación con los trabajadores y las medidas extraordinarias adoptadas en relación con el estado de alarma, cabe destacar que, por tratarse de una empresa de alimentación y estar sometida a todo tipo de controles y auditorías, Nestlé España también presta una especial atención a las medidas y planes de seguridad y prevención laboral.

Ahora, en buena lógica, «más que nunca», pues dice considerar la salud y seguridad de sus trabajadores «una prioridad máxima».

Esto supone que, «a los estrictos estándares de higiene habituales, se suman medidas adicionales, tanto en las fábricas como en las oficinas y centros de distribución» citados.


187 países

Con una plantilla media de 4.020 personas el año pasado en España (291.000 empleados en 187 países), Nestlé lidera el mercado alimentario nacional «con una amplia gama de productos».

Se trata de «alimentos infantiles, lácteos, chocolates, cafés y bebidas a base de cereales, culinarios, cereales para el desayuno, aguas minerales, especialidades de nutrición clínica y alimentos para mascotas», recuerdan en la compañía.

Todo ello prpoducido en centros españoles como sel de Pontecesures, al que se suman los de Gijón y Sevares (Asturias), La Penilla (Cantabria), los catalanes de Gerona, Viladrau, Castellbisbal y Reus, Miajadas (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz).

Los orígenes de Nestlé Pontecesures.


80 años a orillas del Ulla

En el caso de la factoría de Pontecesures, de la que dependen alrededor de doscientos trabajadores, hay un artículo que destaca por encima de todos los demás, como es la popular leche condensada La Lechera.


Imagen de un anuncio histórico de La Lechera.


Dispone de ocho líneas de llenado que el año pasado produjeron alrededor de 51.000 toneladas de ese producto, dulce de leche y cocido de leche, «elaborados en su totalidad con materia prima gallega».

En esta industria, creada hace ocho décadas, reciben cada año 110.000 toneladas de leche fresca gallega proveniente de más de 150 explotaciones ganaderas ubicadas en un radio máximo de 60 kilómetros.

El 60% de su producción se destina a países europeos como Reino Unido, Francia, Portugal, Italia y Bélgica, pero también a Oriente Medio, África Central y el Magreb.

Faro de Vigo


Nestlé garantiza a la plantilla en confinamiento el salario íntegro.

Lo mantendrá doce semanas desde el inicio del estado de alarma // Bonifica con 500 € al mes a los trabajadores en primera línea.

La dirección de Nestlé en España, que tiene una fábrica en Pontecesures, ha decidido aplicar unas medidas extraordinarias de apoyo a sus trabajadores con especial atención a los equipos de primera línea. “Estoy muy orgulloso de la calidad profesional y humana que están demostrando nuestros trabajadores. Quiero agradecer personalmente su compromiso ante este reto sin precedentes al que nos estamos enfrentando. Sin duda, es gracias a ellos que Nestlé puede cumplir con la que es ahora su misión esencial: garantizar el suministro de alimentos a todas las familias españolas y a sus animales de compañía”, afirmó ayer Jacques Reber, director deneral de la compañía en nuestro país.

Así pues, las medidas que se han adoptado se concretan en una asignación de hasta 500 euros al mes a todo el personal de fábricas y al de las operaciones del centro de distribución de Guadalajara. Mientras los centros mantengan su actividad, la medida se aplicará retroactivamente desde el 15 de marzo hasta el final del estado de alarma.

Asimismo, la firma se ha comprometido a garantizar el salario íntegro durante un mínimo de doce semanas desde la declaración del confinamiento a todos los empleados cuya actividad pudiera verse impactada por el covid-19.

Finalmente, ofrece la posibilidad de solicitar un anticipo de salario ampliado a una mensualidad respecto a la política vigente en cada centro de trabajo.

El Correo Gallego

Muere por coronavirus el párroco emérito de Cruces-A Escravitude.

En el 2014 fue asaltada su casa rectoral en Padrón y asesinada su asistenta, un crimen sin resolver.

Ramón Barral Camba, cura emérito de la parroquia de Santa María de Cruces-A Escravitude, en Padrón, falleció ayer por la mañana en el Hospital Clínico de Santiago, en el que estaba ingresado tras enfermar por coronavirus. El sacerdote tenía 83 años y los últimos los pasó en la residencia Domus VI de San Lázaro, en Santiago. Por la tarde recibió sepultura en el panteón familiar de su parroquia natal de Santo Estevo de Pantiñobre, en Arzúa, según informó la parroquia de Santiago de Padrón, que añadió que «lo recordaremos siempre por su bondad y espíritu de servicio, por su cercanía y humildad».

Ramón Barral ejerció como sacerdote durante 58 años, hasta su jubilación en el 2015. Cinco de esos años lo hizo en la parroquia de Carcacía y 36 en la de Cruces, donde dejó un «moi bo recordo» entre los feligreses. También estuvo encargado durante un tiempo de las Parroquias de Santa María de Oín y San Pedro de Herbogo, en Rois. Pero fue en la de Cruces donde vivió uno de los momentos más trágicos de su vida personal y profesional, después de que en septiembre del 2014 varios individuos asaltaran la casa rectoral, le dieran una paliza y asfixiaran a su asistenta, María Soto. Aún hoy no se saben quienes fueron los autores del asalto, que agravó los problemas de salud de Ramón Barral. A partir de entonces, apenas ejerció como párroco unos meses, antes de jubilarse.

El actual párroco de Cruces, Roberto Martínez, confirmó ayer que, cuando pase el estado de alerta y se vuelvan a celebrar actos religiosos, el santuario de A Escravitude acogerá un funeral por el cura fallecido ya que, dijo, «se lo merece».

La Voz de Galicia

Coronavirus: Fallece el párroco de Cruces-A Escravitude.

D. Ramón nació en Pantiñobre, cerca de Arzúa el 20/08/1936, y falleció el día 29/III/2020, en su residencia geriátrica Domus VI, de S. Lázaro (Santiago).

Estaba delicado de salud y se vio agravado por el contagio del coronavirus. Lo trataron en la propia residencia en donde estaba aislado; llevaba varios días que se negaba a comer y estaba alimentado con suero.

Como tantos, en otros sitios, murió sin una familia que lo pudiera acompañar o le pudiera despedir con un beso. No dejaban verlo por la preocupación de contagio.

Antes estuvo en un geriátrico de Calo y luego pasó a San Lázaro. Sus hermanos se turnaban para verlo y acompañarle todos los días y también sus feligreses de la Esclavitud estaban con él con frecuencia en la cafetería de la residencia, contándole cosas de la parroquia.

Era muy querido en la Esclavitud en donde trabajó mucho, especialmente organizando novenas a lo largo del año a las que llevaba predicadores de muchos sitios. La iglesia se llenaba y , además de la formación que recibían, tenían la oportunidad de confesarse varias veces al año. De esto se preocupaba D. Ramón sabiendo de la importancia que tiene para la vida cristiana. A veces incluso acortaba, si hacía falta, las predicaciones para que el confesor estuviera disponible para ir a confesar.

En la sacristía hay exvotos de diversas gracias o milagros que hizo la Virgen en esta advocación de la Esclavitud, muchos son antiguos pero también hay algunos recientes. Cuando se le preguntaba si había milagros en su santuario siempre decía que muchos, si le pedías que contara alguno decía, no sé. Aunque alguno sí lo contaba.

Su parroquia, el santuario, era muy visitado por estar en el camino portugués de Santiago, pero también iban allí gentes de los alrededores, incluso de lejos.

Tiene un hermosa robleda un atrio amplio y una iglesia en piedra y muy cuidada, por dentro y por fuera.

¿Cómo era D. Ramón?

Lo sabrán contar muy bien sus feligreses, pero era sencillo, no se daba importancia, era afable y paciente con todos y muy de su iglesia que tenía estupendamente cuidada.

Celebraba la Misa con amor de enamorado y sin prisas. Era ejemplo de piedad. Podemos afirmar que era muy eucarístico y muy mariano, como deben ser todos los sacerdotes.

Me consta que muchos sacerdotes ofrecieron la Misa por él y también oraciones, y esperan poder asistir a algún funeral que, cuando pase toda la pandemia, se vaya a organizar en alguna de sus parroquias.

Descanse en paz y que su recuerdo nos ayude a ser mejores.

Víctor Sánchez Lado
Párroco de San Cayetano (Santiago de Compostela)

Pastoral Santiago.

Archidiócesis de Santiago de Compostela.