Participantes y representantes políticos en el acto de clausura.
El Obradoiro de Empleo Ulla-Umia VII llegó a su fin. El Auditorio de Moraña acogió ayer el acto de clausura, al que asistieron el alcalde valgués, José María Bello Maneiro; su homólogo morañés, Sito Gómez, y el delegado de la Xunta, Agustín Reguera.
Este proyecto, la séptima edición que comparten los ayuntamientos de Valga y Moraña, formó durante un año a veinte personas desempleadas en las especialidades de carpintería y forestales. Los alcaldes agradecieron a los aprendices su implicación y los animaron a insertarse en el mercado laboral.
Asimismo, durante el periodo formativo, realizaron obras como el acondicionamiento de varias zonas verdes y espacios de ocio de Valga o la colocación de pérgolas y un columpio en la Mina Mercedes, en Valga; o labores de limpieza y acondicionamiento de las sendas de A Bouza, la Albergueríak la Barosela, y el entorno de la piscina municipal, en Moraña; entre otros.
Adems de los políticos, también intervino, en nombre de los alumnos, Vanesa López, que destacó que “durante o último ano aprendemos a ser mellores profesionais, a valorar os nosos montes e a natureza (en el caso de los aprendices de forestales) e a traballar en equipo”.
El 5 de diciembre. El puente sobre el río Ulla brillará más que nunca. El Concello cesureño ha llegado a un acuerdo con el de Padrón para iluminar el puente que une ambos municipios y, con ello, a las provincias de A Coruña y Pontevedra. Se encenderá el día 5, como el resto de los adornos de la N-550 y del centro urbano. Para la inauguración del belén artesanal de Porto todavía no hay fecha.
Valga
El día 1, con el Belén. Prácticamente todo el despliegue luminoso del Concello se focaliza en Campaña, donde el día 1 se inaugurará una de las grandes atracciones de la Navidad arousana: el Belén artesanal.
Los trabajos ejecutados por la Xunta supusieron una inversión de 380.000 euros
Foto de archivo de unas inundaciones en Valga.
La Consellería de Medio Ambiente –a través de Augas de Galicia– acaba de terminar las obras para reducir el riesgo de inundación entre la carretera PO-548 y la vía férrea en Valga. En los trabajos se invirtieron más de 380.000 euros.
Los trabajos afectaron al río Louro en el tramo comprendido entre la estructura bajo la carretera PO-548 y la obra de fábrica bajo la línea de ferrocarril Vilagarcía-Bifurcación Angueira. Esta es una zona que presenta problemas de inundaciones generadas fundamentalmente por la insuficiente capacidad de drenaje bajo la línea del ferrocarril.
De hecho las inundaciones afectaban a varios inmuebles de la zona, así como a parte del polígono industrial de Valga. Además la proximidad de edificaciones y áreas de cultivo reducía la capacidad de expansión del río y le dejaba poco espacio para expandirse.
Con los trabajos se consiguió incrementar la capacidad hidráulica del cauce fluvial del río Louro mediante una canalización abierta de aproximadamente 800 metros, que permitió mejorar las condiciones de protección frente a posibles inundaciones.
Las actuaciones fueron cofinanciadas por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional (Feder) en un 80 %. De hecho esta zona está identificada como área de riesgo potencial significativo de inundación de los ríos Ulla y Sar, de ahí que fuese una obra necesaria y demandada.
El Concello cesureño valora la parcela en 90.600 euros. Bello Maneiro tiene un mes para alegar y, de momento, no desvela su estrategia
Como cabía esperar a la vista de los antecedentes, la reunión celebrada este miércoles entre los alcaldes de Valga y Pontecesures para abordar la situación del terreno que los primeros poseen en plena zona portuaria del municipio vecino acabó sin acuerdo. Por tanto, el Concello de Pontecesures sigue adelante con el expediente de expropiación porque no les han dejado otra opción, argumenta la alcaldesa, Maite Tocino (BNG).
La regidora lleva diez meses —tuvo otras dos reuniones en enero y en junio para hablar del tema con su homólogo Bello Maneiro— tratando de llegar a una solución consensuada entre las dos partes. En Cesures quieren incorporar la parcela en cuestión a su patrimonio municipal alegando que lo contrario es anacrónico y poco operativo, dado que carecen de competencias sobre ella. Se trata de 1.200 metros cuadrados calificados como zona verde que se han convertido en un «páramo», en palabras de Maite Tocino, y ella quiere convertir en un aparcamiento público con capacidad para unos 35 vehículos. Pero mientras siga perteneciendo a Valga tiene las manos atadas para actuar y la alcaldesa ha dicho basta: «Os tempos cambiaron, ese terreo é vital para nós».
El Concello de Valga tiene ahora un mes por delante para alegar y presentar una hoja de aprecio en relación a un terreno que en Pontecesures valoran en 90.600 euros. Bello Maneiro declinó hacer valoraciones a la salida de la reunión y, por tanto, se desconoce la estrategia que va a seguir respecto a este asunto. Sí habló el sábado a través de un comunicado en el acusaba al concello vecino de «querer pasar por enriba da historia», un comunicado que Maite Tocino calificó hoy de «desafortunado» en la medida en que se hizo previamente a la reunión de esta mañana, un encuentro, por cierto, que se convocó bajo la mediación del BNG de Valga.
La parcela de 1.200 metros en plena zona portuaria de Pontecesures ha desatado un conflicto entre ambas administraciones.
No hubo sorpresas y la reunión entre la Corporación de Valga y la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino, para abordar la situación del terreno anexo a la Praza de Abastos cesureña acabó sin acuerdo. Así, el Concello de Valga está aún en plazo para alegar o presentar una hoja de aprecio por esta parcela de 1.200 metros cuadrados que Pontecesures valora en 90.624 euros.
Así, la regidora explica que el ejecutivo tiene la intención de continuar con el procedimiento de expropiación, iniciado a principios de mes, a tenor de la falta de acuerdo con el Ayuntamiento vecino, que emitió la semana pasada un “desafortunado” comunicado, a juicio de la nacionalista, apelando a la “historia, memoria e sentimento” para defender la titularidad de esta parcela. No obstante, la nacionalista hace hincapié en que su gobierno siempre defendió “a vía do diálogo”, ya que se reunió hasta en dos ocasiones con su homólogo valgués, José María Bello Maneiro, sin éxito.
En cualquier caso, asegura que el proceso de expropiación es “razoado e xustificado” y cuenta con base jurídica e, independientemente a este proceso, subraya que las relaciones con Valga continuarán siendo “cordiais”.
El objetivo es llevar a cabo un proyecto de mejora del entorno, intentando compatibilizar el aparcamiento, al tratarse de una zona estratégica a nivel comercial. Una zona, además, de alto valor al tratarse de un terreno de unos 1.200 metros cuadrados situada en las inmediaciones de la plaza de abastos, en pleno casco urbano de Pontecesures, pero que ha mantenido el Ayuntamiento de Valga desde la segregación de la villa cesureña hace ya casi un siglo.
Reacciones en Valga
En Valga, Maneiro evitó hacer valoraciones sobre el resultado de la reunión con la alcaldesa. Sí las hizo el PSOE, que a través de un comunicado lamentó “descoñecer por completo as accións, medidas e actuacións que está levando a cabo o goberno”, ya que todos los encuentros mantenidos se celebraron en horario de mañana, lo que imposibilitó a los concejales asistir al tener compromisos laborales, después de que el regidor se negara a programar estas reuniones por la tarde, además, “intentamos tratar o asunto por vía telefónica co alcalde” sin éxito, señalan los socialistas.
Por su parte, desde el BNG de Valga lamentaron» a falta de vontade negociadora do alcalde para evitar o proceso de expropiación forzosa do terreo».
O matrimonio de Valga defende que se merque nas prazas
«Se respectas o cliente e o produto, triunfas sempre. Así de fácil». Esta pode ser a receita de éxito que, durante 37 anos, usaron Loli Fuentes e Camilo Limeres no seu posto de venda de peixe na praza de abastos de Padrón, de onde se xubilaron hai preto dun ano. O matrimonio, de 66 e 67 anos, respectivamente, reside no lugar de Cedelo, no concello de Valga, e fala de que «foi media vida» a que botaron traballando en Padrón, onde comezaron por tradición familiar de Camilo. Seu pai e súas túas tías xa vendían na praza e el e Loli tomaron o relevo.
Ao falecer o pai de Camilo, este tivo que axudar á súa muller a despachar no posto, chamado Pescados Loli, ademais de ir a mercar o peixe s lonxas de Ribeira, Rianxo ou Marín, e de recoller o que un compañeiro lle traía de Vigo. Cando comezaron en 1986, eran tres os postos que había na praza de abastos de Padrón e, cando se xubilaron, so estaba o seu, que agora pasou a unha profesional que foi empregada deles.
«Todo o que temos saíu da venda do peixe; non tivemos outro ingreso», conta Camilo quen engade, non obstante, que nos últimos tempos o negocio non daba para aforrar moito porque «o prezo do peixe triplicouse, para todos», precisa Loli. O seu posto vendía entre 80 e 100 quilogramos de media ao día. «Xa sabíamos que peixe lle gustaba a cada quen e ata o corte que querían», sinala Camilo.
El «estaba rabiando por xubilarse», conta Loli, que recoñece que a ela custoulle facelo. «Eu seguía traballando; se teño que volver mañá para praza, volvo sen problema porque se bota de menos a xente», asegura a veciña de Valga, quen fala de que algunha clienta lle dixo «alá me vai a miña confesora», ao saber que se xubilaba. «¿Sabes o que eu lle quero á xente que viña a comprar?», di Loli.
Como vendedores antes, e agora como clientes, ela e o seu home son firmes defensores de que «se coma peixe das nosas rías e costas, peixe do día que se vende nas prazas e que ten o xeo como único conservante», sinalan. Na súa casa, cómeno tres ou catro días á semana e, a maior parte das veces, mércano na praza de Padrón.
Dende a tranquilidade da xubilación, falan de que «a xente sempre nos respondeu ben», pese a que as condicións da praza non sempre foron as mellores e a pesar de que, di o matrimonio, «loitamos moito por ter melloras nas instalacións. Tiñamos a ilusión de que así fora antes de xubilarnos, pero non foi posible».
A parella amosa o seu agradecemento á clientela fiel que tivo e agora vai gozar da xubilación, entre Valga e o sur de España, onde residen os seus dous fillos e onde, como en Galicia, manteñen a costume de ir aos mercados a mirar os postos de peixe fresco do día e a mercalo.