Roban un cáliz y 500 euros en el interior de la iglesia parroquial de Cordeiro.

Los asaltantes forzaron una gruesa verja de hierro para acceder a través de un pequeño ventanuco -El robo sacrílego se registró el pasado jueves -Los vecinos están indignados.

Ventanuco forzado por el que accedieron al interior de la iglesia de Cordeiro.

Un cáliz de cerámica de Sargadelos donado por una familia de Valga y 500 euros en efectivo ha sido el botín conseguido por unos individuos que accedieron a la iglesia de Cordeiro en la madrugada del miércoles al jueves, explican vecinos de la localidad.

El templo, que se encuentra en una zona bastante aislada, era objetivo de estos delincuentes la pasada semana, pues ya habían merodeado un día antes por el lugar «pero no fueron capaces de entrar», explican los vecinos.

Finalmente consiguieron acceder, aunque para ello tuvieron que emplear «algo más consistente que una cizalla, como una sierra de hierro porque tuvieron que romper la gruesa verja de la ventana para poder acceder al interior».

Entraron por un pequeño ventanuco «por el que apenas cabe una cabeza» y que se encuentra sobre la puerta principal de la iglesia por lo que tuvieron que subirse sobre el pórtico para romper la reja protectora.

Los vecinos de Cordeiro han expresado su indignación con estos hechos y creen que se trata de bandas organizadas que «saben muy bien qué robar y cuando pueden hacerlo».

Una vez en el interior del templo causaron también destrozos con el propósito de llevarse el máximo número de objetos de valor.

Este tipo de robos sacrílegos en las iglesias de rural es bastante frecuente, tanto que en algunas parroquias han optado por medidas de seguridad como la instalación de cámaras y también alarmas, aunque resulta muy complejo preservar todo el patrimonio.

Faro de Vigo

Comida de trabajo.

Los empresarios de Valga se reunieron con José María Bello Maneiro.

«Valga es un ayuntamiento con gran dinamismo, por lo que las administraciones deben apoyar todas las iniciativas de creación de empresas», señalaron ayer los empresarios de Valga en una comida con José María Bello Maneiro.

La Voz de Galicia

Lacones de hasta 115 euros que salen en procesión por Cordeiro.

Al recorrido por la parroquia le siguió la poxa de las ocho piezas que las vecinas llevaron a la cabeza.

Es aproximadamente la una del mediodía y el estómago pide refuerzos. Los hay. Patatillas, fiambre y sándwiches de verdad. De los que alimentan: el pan tiene un grosor que llama la atención de los hambrientos, pero no se ha escatimado en el relleno. «Comede, que hai que repoñer forzas», invita una señora: «Comede e bebede». Compite con Arturo Lores. Tras la jubilación de Jesús Pazos a finales del pasado octubre, el nuevo párroco de Cordeiro, Valga, ofició ayer por primera vez la misa en honor a la Candelaria. Iglesia y local de la catequesis, donde se sirvió el tentempié, se llenaron ayer a mediodía de los vecinos que salieron a primera hora en procesión: Vilar, Vilarello, Moldes, As Eiras, Outeiro, Ferreiros y Beiro fueron los lugares por los que, un año más, desfiló la comitiva que encabezaron siete mujeres con mucho equilibro y otro tanto de fuerza. Daba satisfacción mirarlas con los protagonistas del día sobre la cabeza: esos lacones que Francisco García, más conocido como Chico, mostraría después a los presentes para hacerles la boca agua y vaciarles los bolsillos. Pero, primero había primero mucho que andar.

La jornada comenzó temprano. Ayer fue festivo en Valga, pero los vecinos no dudaron en poner la alarma para acudir a la misa de las diez en Vilar. Media hora después comenzaron a caminar: Las siete mujeres, con ocho lacones a la cabeza (los dos más pequeños compartieron cesta), fueron escoltadas por tres santos: las tallas de San Antonio y San Roque volvieron a casa después de pasar poco más de una semana con San Paio, en la capilla de Vilar. Hicieron el viaje a hombros de los vecinos y acompañados del son de las gaitas: Durante el trayecto no hizo falta sacar los paraguas, que compartieron acomodo con los lacones. Un poco más de peso en la cabeza, pero seguían sin inmutarse.

Aunque el gran festín tuvo lugar en la parada final, por el camino hubo tiempo a pegar bocado. Y un trago. El Sansón ya es casi tan tradicional como esos lacones de la casa que se van con el mejor postor. También esos altares, adornados con mimosas y camelias, son parte esencial del camino mañanero: para hacer las cruces hay quienes apostaron por naranjas. Todo creatividad. El espíritu de la celebración sigue intacto a pesar del veloz paso de los años: No hay vecino que no se implique.

El momento más esperado

Ya en el campo de fiesta de Cordeiro, Chico espera su gran momento. «Ointenta euros a unha…». Lleva tanto tiempo encargándose de la poxa, que tiene que pensárselo antes de contestar: «Xuraría que van 34 anos». Tanto da. «O importante son os que veñen», ríe. Cambió las pesetas por los euros, pero el mecanismo el mismo. Ofrecidos los lacones a los santos y concluida la misa, que se prolongó con Arturo Lores un poco más de los habitual, fue la hora de alzar las manos. Y la voz. Con el barullo hubo quienes ayer tuvieron que repetir las cifras ofrecidas: «65 euros a unha…. 65 euros as tres». El primer lacón subastado se lo comerán los encargados de dar forma al Belén más conocido de la comarca.

La lluvia que perdonó durante el camino, volvió a dar un respiro para la poxa. Parecía haberse ajustado a la misa del recién llegado a Cordeiro. Chico continuó presentado los lacones, exhibiéndolos como los trofeos por los que competir. Los dos últimos fueron los más codiciados: 115 euros pagó Fernando Romero por el que supondrá un pellizco mayor para la iglesia parroquial: «Será para comer coa familia». El primero por el que pujó, quedará así para regalar. Se llevó dos piezas, pero seguro que el próximo año vendrá a por más. Ya lo dice otro vecino: «O material é bo». Como la fiesta. Así persiste.

La Voz de Galicia

La señalización de Padrón pide una mano de pintura.

El deterioro de varios pasos de peatones del casco urbano es tan avanzado que alguno casi no resulta visible.

Con la pintura deteriorada e incluso borrada. Así están varios pasos peatonales situados en pleno casco urbano de Padrón. Y alguno, como el ubicado junto al aparcamiento de un supermercado de la avenida Camilo José Cela, ni siquiera se distingue ya sobre la calzada. Tanto es así que días atrás se produjo un pequeño percance entre un peatón y un vehículo al que le pasó desapercibida la existencia del paso.

Lo cierto es que esa es una zona de mucho tránsito, tanto de coches como de peatones, y de ahí el deficiente estado actual de los pasos, que están muy deteriorados o casi borrados. El grupo socialista lleva dos plenos presentando un ruego para que el Concello los repinte. El alcalde, Antonio Fernández, explicó ayer que ya está en previsión hacerlo, pero que la actuación se demoró por culpa del mal tiempo, ya que con las vías mojadas no es el mejor momento para dar pintura.

Así, de acuerdo con la previsión del Ayuntamiento, tan pronto mejoren las condiciones meteorológicas se pintarán los siguientes pasos: el que cruza desde la piscina a la puerta del centro médico; el que va desde el Paseo del Espolón a la plaza de Macías; el que atraviesa desde Espolón hacia la zona de Correos; junto al comercio de Núñez e Hijos, la mitad que está frente al mismo, al lado de la N-550; los dos situados en el entorno del supermercado de la avenida Camilo José Cela; el que está en las proximidades de la estación de autobuses; el ubicado junto a la tasca típica Os Carrisos; y, por último, el que está en Fondo de Vila, desde el Souto a la zona del Patín.

Una vez concluida esta tarea, el Concello aprovechará para, en buena parte de ellos, «repetir o pintado con versos de Rosalía de Castro que xa se fixera o ano pasado e que gustou bastante», según explica la concejala de Cultura, Lorena Couso.

Además del mal estado de algunos pasos de peatones, el grupo socialista llama la atención sobre las barreras arquitectónicas para acceder a parte de ellos, caso de un lado de la acera en el tramo del supermercado de la avenida Camilo José Cela o junto al cuartel de la Guardia Civil, por lo que también insta al Concello a tomar medidas al respecto.

A pie de calle, muchos peatones denuncian, además, que los pasos de la N-550 carecen de buena señalización, sobre todo de noche, por lo que es «un peligro» cruzar por ellos. Hay quien puntualiza, además, que la iluminación nocturna de la avenida Camilo José Cela resulta insuficiente, porque se apaga algún punto de luz, aunque esté situado junto a un paso de peatones.«De noche, ni se ven los pasos ni te ven»

Gorrita considera que «el Concello debería tener un poquito más cuidados los pasos de peatones» porque, asegura, «de noche ni se ven, ni te ven los conductores». Cuenta que el del cruce del supermercado es especialmente peligroso para los peatones. También pide eliminar barreras.

Esperanza Gorrita.«Deberían ter mellor sinalización»

Piñeiro cree que los pasos de peatones deberían estar «mellor sinalizados». Lamenta que muchos de ellos ni se ven de noche, en parte porque el alumbrado público está apagado o tardan en encenderlo. «Un día deille a un coche co paraugas porque estaba cruzando e nin me veu», asegura.

Miguel Piñeiro

La Voz de Galicia