Hostaleiros e comerciantes organizan actos conxuntos para a terceira fin de semana de abril.
Aterceira fin de semana de abril, Pontecesures será unha festa. Tanto a hostalaría local como o comercio teñen decidido unir forzas «para ofrecer unha experiencia única chea de sabores, música e ofertas exclusivas». Os seus representantes foron recibidos este xoves pola alcaldesa Maite Tocino e polo concelleiro de Promoción Económica Roque Araújo.
Os hostaleiros locais anunciaron a celebración da «Ruta de Tapas de Primavera», que terá lugar durante a fin de semana do 19 ao 21 de abril. Nove establecementos —Candil, Choco, Telebar, a Palmeira, Mambís, Carabela, Casa Chaves, Reencontro e Parrillada Isidro—, ofrecerán unha ampla selección de tapas de temática libre a un prezo único de 3,50 euros. «Esta iniciativa non só resalta a diversidade gastronómica da rexión, senón que tamén pon de relevo a profesionalidade e o compromiso do sector hostaleiro de Pontecesures coa excelencia no servizo», di o Concello.
Por outra banda, o comercio local súmase á actividade cunha xornada de liquidación de stock «que promete grandes oportunidades para os compradores». O domingo 21, os comercios instalaranse en carpas na Plazuela, ofrecendo ofertas exclusivas e descontos especiais. Para animar o ambiente, haberá unha sesión vermú de música en vivo a cargo do dúo Broke Acoustic Covers.
Alcaldes y representantes de los concellos arousanos.
Diputados y representantes municipales del BNG participaron ayer en Pontecesures en un acto organizado para mostrar su “rotunda oposición” a la implantación de la macrofactoría de Altri en Palas de Rei, una instalación que consideran una “bomba medioambiental” que enciende las alarmas en los ayuntamientos que se nutren de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) del río Ulla, “tanto polos efectos que a celulosa terá na calidade das augas como polo risco de abastecemento que suporá”.
Junto a los diputados Luís Bará, Rosana Pérez, Montse Prado e Iria Carreira, participaron en el acto la senadora Carme da Silva, la alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino y el regidor de Catoira, Xoán Xosé Castro, junto a representantes del BNG en Ribeira, Pobra do Caramiñal, Rianxo, Padrón, Valga, Dodro, Boiro y Vilagarcía que se abastecen de la mencionada estación potabilizadora y que podrían verse “prexudicados gravemente” por la instalación de la celulosa.
El BNG sostiene que, de llevarse a cabo este proyecto supondrá un “empeoramiento da calidade da agua do río tanto polos verquidos cómo polo risco de eutrofización ao baixar o caudal nos tres embalses de Portodemouros, Brandariz y Touro”. “É evidente que todos estes efectos negativos serán trasladados augas abaixo causando un impacto no río Ulla moi severo, empeorando a calidade das súas augas e comprometendo o caudal en épocas de estiaxe”, apunta el BNG.
Control en el Senado
Asimismo, Carme da Silva avanzó que este martes, durante la sesión de control al Goberno del Estado en el Senado, el BNG preguntará al Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, sobre la voluntad del ejecutivo de “incluír ou non” la macrocelulosa de Palas de Rei entre los proyectos que recibirán ayudas del Perte de descarbonización.
“Deberá dar a coñecer a posición do Goberno en relación a este proxecto e mesmo se existe algún tipo de compromiso por parte do executivo para que a macrocelulosa poida acceder a estes fondos” afirma. En este sentido, la senadora del BNG denuncia que el proyecto «incumpre» los requisitos estabelecidos para la percepción de estos fondos.
Vilagarcía, Catoira, Pontecesures y Valga son algunas de las localidades que se suministran de la potabilizadora de Padrón
El puerto de Pontecesures fue el lugar elegido por el BNG para realizar una llamada de atención sobre el proyecto de instalación en Palas de Reis, Ulla arriba, de Altri una factoría de celulosa que los nacionalistas consideran «unha bomba medioambiental no corazón de Galicia». Una bomba que —y en eso coinciden colectivos pesqueros y marisqueros arousanos— amenazaría también a la ría de Arousa. Y, por el camino, a los concellos por los que discurre el río, especialmente a aquellos que se nutren de la estación de tratamiento de agua potable del Ulla, que se verán afectados «tanto polos efectos que a celulosa terá na calidade das augas, como polo risco de abastecemento que suporá».
Para abordar esta cuestión, ayer se dieron cita en Pontecesures los diputados Luis Bará, Rosana Pérez, Montse Prado e Iria Carreira, además de la senadora Carme da Silva, la alcaldesa de Pontecesures Maite Tocino, el regidor de Catoira Xoán Castaño y representantes del BNG en localidades como Ribeira, Pobra, Rianxo, Padrón, Valga y Dodro, «os concellos que xunto a Boiro e Vilagarcía se abastecen da mencionada potabilizadora».
Desde el Bloque recuerdan, además, que Augas de Galicia acaba de adjudicar el proyecto para la ampliación de la estación de tratamiento de aguas de Padrón ante la «crecente demanda e a escaseza de auga nos períodos de seca, cada vez máis frecuentes».
Explican desde el Bloque que «segundo os plans feitos públicos por Altri, a macrofábrica de Palas consumirá directamente do Ulla 46.000 metros cúbicos ao día, o que supón máis do 10 % do volume de auga do encoro de Portodemouros e equivale ao consumo de auga humano de toda a provincia de Lugo». La factoría devolverá al río cada día 30.000 metros cúbicos «de augas industriais que incidirán aínda máis na contaminación do río», según explicó la diputada Rosana Pérez, que ya ha registrado en el Parlamento de Galicia una batería de iniciativas contra los planes de la empresa portuguesa.
Por lo demás, el BNG preguntará hoy en el Senado al ministro de Industria «sobre a vontade do executivo de incluír ou non a macrocelulosa entre os proxectos que recibirán axudas».
Di a alcaldesa que facemos oposición “ultra”…, aparte do pouco orixinal da afirmación, indicar que vamos a ser “ultra”-rigorosos cos desplantes e provocacións ás que nos ten xa acostumado non plenos a alcaldesa e o seu particular gremio de caladiños.
Tal como xa indicábamos no Pleno, esta mañá presentamos no Xulgado Decano de Caldas de Reis un escrito dando conta do insólito do proceso de selección da Xuíza de Paz que cos votos a favor do tándem BNG-PSOE conseguiron sacar adiante no pasado Pleno.
Non consentiremos esta política de imposicións e compadreo que nos tememos que vai a ser a tónica nesta lexislatura.
La sala sopló las velas acompañada de sus lectores más jóvenes.
La Biblioteca de Pontecesures celebró ayer sus cuarenta años de historia con una cita cultural que coincidió en una efeméride especial: el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Un acto solemne en el que se contó con la intervención de personalidades ligadas a la escritura, como los autores María Vázquez García y Fernando Rodríguez Gómez; la editora Andrea Jamardo Seijo o el poeta Cándido Duro Domínguez. Tampoco faltó en la cita la bibliotecaria de Pontecesures, Teresa Gil, y la alcaldesa, Maite Tocino, que reafirma su apuesta por impulsar actos de calado cultural en el municipio, como la jornada “Anacos da historia de Pontecesures”, en el que se puso en valor la lamprea y la gente cesureña.
Varias personalidades relacionadas con la escritura intervinieron en el acto.
La Biblioteca se inauguró oficialmente el 16 de abril de 1984, aunque abrió sus puertas unos días antes. Actualmente, y desde su puesta en marcha, este servicio municipal se ofrece en la edificación que albergó la Casa del Concello de Pontecesures durante 49 años, desde la segregación del municipio de Valga en 1925, hasta la inauguración de la actual Casa Consistorial en 1974, una vez restaurada y adecuada para ello. Un servicio desde el que también se dinamiza la oferta y actividades culturales, especialmente, para los más pequeños.
La biblioteca municipal está de aniversario y para celebrarlo se celebró ayer un encuentro con escritores locales del que fue anfitriona la mujer que, desde el principio, guio a los lectores de la localidad
El 1 de abril de 1984 comenzaba a funcionar la biblioteca municipal de Pontecesures. Aquel mismo día se incorporó a su puesto de trabajo María Teresa Gil García. «Algún funcionario municipal xa colocara os libros, pero eu cando cheguei empecei de cero», cuenta. Hizo bien poniéndolo todo a su gusto: el pequeño edificio se iba a convertir en su centro de trabajo durante la friolera de cuarenta años. «Encántame o que fago», relata Teresa, que estudió para maestra pero acabó convertida en la bibliotecaria de Pontecesures. Ella fue, ayer, la anfitriona en un acto convocado para celebrar esos cuarenta años de libros y de dinamización cultural. Presidido por la alcaldesa, al evento estaba invitada toda la ciudadanía. Los discursos corrieron a cargo de la editora Andrea Jamardo y los escritores Cándido Duro, Fernando Rodríguez y María Vázquez. Sus nombres son sobradamente conocidos para quienes pasan por la biblioteca. «Sempre nos regalan exemplares dos seus libros para a nosa sección local», explica Teresa.
Ella ha visto pasar por la biblioteca a generaciones enteras de cesureños y cesureñas. En cuarenta años el mundo ha cambiado mucho, y esos cambios se han dejado notar, también, en este pequeño rincón junto al Ulla. «Cando empezou, a rapazada ao saír do colexio paraba aquí e facían fila para deixar os libros que xa leran e coller outros novos», recuerda. Habla con cierta nostalgia de aquellos años en los que los deberes de la escuela se resolvían en las mesas de la biblioteca. «Estábase moito aquí», cuenta Teresa. Ahora ya no es así. La gente acude junto a ella para entregar un libro y recoger otro. «E ás veces, cando lles mandan facer un traballo en grupo, a rapazada vén para aquí tamén». Pero no es lo habitual. Sin embargo, «temos novos usuarios, como a xente que ven usar os ordenadores. Tendemos a pensar que todo o mundo ten ordenador e Internet na casa, pero non é así», explica la responsable de esta casa de los libros, bien nutrida con más de 15.500 títulos.
Sería difícil mantenerlos todos bajo control si no fuese por los nuevos sistemas de organización y digitalización de las bibliotecas. «Agora unha persoa cun carné de calquera biblioteca pode utilizar todas as da rede pública de Galicia», cuenta Teresa, que parece encantada con haber dejado atrás, hace ya tantos años, las fichas de cartón en las que se registraba la información de cada tomo, sus venturosas idas y venidas.
Teresa presta una especial atención a estar al día en el campo de la novela y la literatura infantil: son, sin duda, los campos que más interés generan entre los 856 socios de la biblioteca. «Tamén temos lectores máis especializados», reconoce. Para los que no lo son y no tienen claro qué llevarse a casa, está ella, cargada de sugerencias. Eso sí: ser bibliotecaria en Pontecesures exige mucho más que saber de libros y mantener bajo control sus entradas y salidas. «Tes que estar ao tanto das cousas que pasan no Concello, porque a xente vén e pregunta de todo. E nestes últimos anos tamén fai falla saber da historia da vila, que ten moita, para poder contestar a todos os peregrinos que pasan por aquí». Y es que es en la biblioteca, entre libros e historias, donde se cuña ese carné que certifica que se han cubierto las etapas del Camino.
«Aquela idea de que a biblioteca ten que estar en silencio desapareceu», reflexiona Teresa, mientras hace un repaso mental por todo lo que han cambiado las cosas en los últimos cuarenta años. Ahora, este local funciona más bien como un punto de encuentro, como un espacio desde el que se intenta alimentar el amor por la lectura, que a fin de cuentas es el amor por la curiosidad, por el conocimiento, por la sabiduría. A lo largo de los años, Teresa ha organizado actividades que tenían como objetivo atraer a la rapazada hacia los libros, una tarea que se ha vuelto especialmente complicada desde la irrupción de alternativas con tanto tirón como los teléfonos móviles y las redes sociales.
La biblioteca cesureña, que trabaja codo con codo con el colegio, organiza talleres, cuenta cuentos, teatrillos… Y organiza, también, actos de presentación de libros y muchas cosas más, siempre con las letras, las palabras y la inteligencia en el centro de todo.
Los libros de la escuela Vicente Moure
Entre los muchos libros que forman el catálogo de la biblioteca municipal de Pontecesures hay un grupo de ellos que destaca: son los que componían la biblioteca de la escuela Vicente Moure, un edificio que se demolió cuando se construyó la carretera nacional que parte Pontecesures por la mitad. Durante muchos años, los tomos que se encontraban en aquel espacio anduvieron a tumbos por el pueblo, unos años almacenados en el Concello, otros siendo enviados al colegio… Hasta que, por fin, encontraron su sitio en la biblioteca municipal. «Para nós son un orgullo», cuenta Teresa. Ella está muy orgullosa de la historia de su pueblo. Y por eso, en este mes de abril —el último de su vida laboral— se han organizado varias actividades para dar a conocer la figura de Manuel Otero Acevedo, pionero de la neurocirugía.