El programa contó con varios ponentes relacionados con Cesures.
El Concello de Pontecesures, en colaboración con la asociación Valeira, organizó el pasado sábado la jornada “Anacos da nosa historia” en la que diferentes autores y personalidades ligadas al municipio pusieron en valor la cultura de Cesures a través de la lamprea. Lo hizo además en una fecha muy relevante, coincidiendo con el fin de semana de San Lázaro, en el que habitualmente se organiza la cita gastronómica en exaltación a la lamprea y que este año corre peligro ante la escasez del producto.
Esta jornada cultural contó la presencia de la alcaldesa, Maite Tocino, que inauguró una iniciativa que contó, entre otros, con poeta cesureño Cándido Duro y el escritor Anxo Angueira, interpretaron obras propias contextualizadas a la villa del Ulla. También hizo acto de presencia el guía turístico Juan Segade y el presentador José Manuel García, o la actriz Uxía Ferreiro, que realizó una interpretación en homenaje a la figura de las patifas, vendedoras de pescado ambulantes y que recorrían varios kilómetros diarios a pie entre aldea y aldea.
La alcaldesa cesureña, Maite Tocino, inauguró la jornada
No podían faltar en una cita dedicada a la lamprea los valeiros, que explicaron su trabajo diario en el río, especialmente arduo y complicado este año, en el que el escurridizo y prehistórico pescado se está dejando ver menos en el Ulla. La larga y provechosa jornada se completó con lecturas de autores que hablaron sobre Pontecesures y de su cultura.
El Concello de Pontecesures anuncia que la escasez de producto provocará que, como mínimo, el emblemático evento gastronómico no pueda celebrarse hasta mediados de abril.
Un instante de la última edición de la Festa da Lamprea cesureña, celebrada en el año 2023.
Una de las fiestas gastronómicas de mayor relevancia de la provincia de Pontevedra corre serio peligro de no celebrarse, al menos con su formato habitual. La organización de la vigésima sexta edición de la Festa da Lamprea de Pontecesures está en el aire. Así lo reconoció el martes pasado el Concello, que explica que la escasez de capturas, más preocupante aún que en años anteriores, en los que tampoco hubo precisamente abundancia, impide su desarrollo en el Día de San Lázaro, con el que coincidía habitualmente el evento. De esta manera, el Gobierno local está a la expectativa de que se produzca una mejora en el número de ejemplares para poder trasladar la cita gastronómica a mediados de abril, los días 13 y 14. Son estas fechas que coinciden, precisamente, con el último fin de semana de la temporada de esta especie.
La alcaldesa cesureña, la nacionalista Maite Tocino, explica que los contactos con los «valeiros», si bien se mantienen de manera periódica desde principios de año, se fueron intensificando en las últimas semanas. «O que nos trasladan é que, se nos último catro anos as capturas xa estaban á baixa, nunca acontecera algo coma na actualidade», reconoce, señalando incluso que «teñen volto a casa sen obter ningún exemplar». No es esta una situación que afecte a Pontecesures, ya que este déficit de lamprea también lo están a padecer las «pesqueiras» de Herbón e, incluso, en el Miño. Así las cosas, no se ha podido acumular materia prima suficiente para garantizar la organización de la Festa da Lamprea. La única posibilidad para poder celebrar la fiesta en sus fechas habituales pasaría por adquirir lamprea francesa «a prezos prohibitivos», indica Tocino, que quiso dejar claro que esta opción ha sido descartada por el Gobierno municipal, ya que «non sería ético nin coherente, xa que esta cita o que pretende é poñer en valor o produto autóctono do país».
Las próximas semanas resultarán decisivas para saber si Pontecesures puede volver a celebrar con su formato habitual, que tanto éxito tuvo durante un cuarto de siglo, un evento que en años pretéritos tuvo que ser suspendido por la pandemia de la COVID-19.La opción de «Tapalamprea»En caso de que no se reúna la cantidad suficiente para que la fiesta pueda celebrarse en toda su extensión, el Concello ya está estudiando otras alternativas. Una de ellas podría ser una versión más reducida, la «Tapalamprea», que consistiría en servir «petiscos nos locais de hostalería do municipio». Así lo reconoce la alcaldesa, que señala que esta opción requeriría de menos ejemplares y que «a restauración a vería con bos ollos, porque a materia prima parte da actividade, ao tempo que atrae ao público».
De esta manera, todo queda pendiente de la evolución de la actividad del sector en las próximas semanas. El Gobierno local se pone como fecha límite finales de marzo para tomar la decisión final. En todo caso, se tratará de seguir ensalzando a la conocida como «dama do Ulla».
El Concello confía en que a mediados de abril se puedan celebrar las jornadas gastronómicas; estesábado se celebrará una jornada sobre la cultura y las tradiciones articuladas alrededor de esta pesquería
No hay una razón reconocida oficialmente que lo explique —¿será cosa del cambio climático, de la contaminación de los ríos, de las condiciones atmosféricas?— pero desde hace unos años, las capturas de lamprea no paran de reducirse en el Ulla. Ni los valeiros logran hacer caer en sus redes ese pez, ni en las pesqueiras de Padrón cogen tantos ejemplares como solían. Este año, la situación es tal que desde el Concello de Pontecesures, donde celebran cada año una fiesta de exaltación de esa antigua especie, no dudan en calificarla de nefasta». «A día de hoxe non hai capturas suficientes para celebrar a festa no día de San Lázaro [como marca la tradición], polo que o goberno está á expectativa dunha mellora do número de presas para trasladar a cita gastronómica ao 13 e 14 de abril, coincidindo coa última fin de semana da tempada».
Habrá que ver si para entonces la situación mejora y si hay reservas de lamprea suficientes para hacer la fiesta «en toda a súa dimensión» o, por lo menos, «de maneira reducida só co TapeaLamprea, servindo petiscos nos locais da hostalaría do municipio, unha alternativa que require menos exemplares e que a restauración vería con bos ollos porque mantería parte da actividade e atraería público» hasta esta localidad.
Esta edición de la fiesta, pues, está supeditada a lo que pase en el río en las próximas semanas. A finales de mes, el Concello volverá a tantear la situación teniendo muy claras cuáles son sus líneas rojas: en la mesa se servirá únicamente producto local, del Ulla. Y es que, hasta el momento, «a única alternativa era adquirir lamprea francesa a prezos prohibitivos, algo que se descartou de maneira rotunda ao non consideralo nin ético nin coherente, xa que esta festa o que pretende é poñer en valor un produto local, que repercute na nosa economía e que ten a súa tradición».
Dentro de unas semanas, el Concello volverá a analizar la situación y tomará «de maneira meditada unha decisión sobre a festa da dama do Ulla, que xa tivo que ser suspendida estes últimos anos en varias ocasións tanto pola escaseza como pola covid».
Recuperando la memoria de las «patifas»
Puede que el apartado gastronómico de la Festa da Lamprea esté en el aire este año. Pero alrededor de ese antiguo animal se ha generado, en Pontecesures, una rica tradición, una cultura particular que «nos identifica e nos une como pobo». Mantener esa riqueza es algo que no depende de las capturas y por ello, el Concello de Pontecesures ha diseñado para este fin de semana un apetecible menú en el que se servirán interesantes bocados de la historia de la localidad. Una historia que, pese a no remontarse tanto tiempo atrás, se está diluyendo, se está borrando. Este programa, en el que se dará voz a vecinos y vecinas de esta villa situada junto al Ulla, se desarrollará el sábado por la tarde, a partir de las cinco. Tras la inauguración de la jornada, que correrá a cargo de la alcaldesa Maite Tocino, el poeta cesureño Cándido Duro y el escritor Anxo Angueira pondrán voz a sus propias obras, en las que hablan de la villa cesureña. Acto seguido, habrá una suerte de mesa de diálogo en la que el guía de turismo Juan Seage y el presentador José Manuel García ofrecerán a los asistentes sorprendentes y curiosos bocados de la historia de la localidad. Luego, los participantes en la jornada, que tendrá como primer escenario la plaza de abastos, se acercarán al puerto, donde serán representantes de los valeiros quienes se encarguen de hablar de los secretos de su trabajo. Estos profesionales forman parte de la cultura de la lamprea, a la que también pertenecían las «patifas». Minia del Río, encargada del diseño de la actividad, recuerda quienes eran estas mujeres: «eran mulleres que vendían o peixe porta a porta». Hubo una época en la que abundaban en Pontecesures, pero su oficio acabó condenado a la extinción con los nuevos usos y costumbres. Ahora, en Pontecesures quieren reconocer aquel trabajo ambulante y duro y para ello habrá una acción teatralizada a cargo de la actriz Uxía Ferreiro. Para terminar, ascensión hasta el mirador del Pino Manso, con paradas en varios puntos emblemáticos de la localidad.
Pocos son los niños de los años 70 y 80 en Pontecesures que no acudieron alguna vez a la subida de Requeixo para visitar un belén como nunca habían visto antes. Era la casa de María Magariños Figueira, Maruja A Cuca, y el portal y las figuras las fabricaba ella misma, con barro, con sus manos y utilizando una pinza del pelo y un cortaplumas como únicas herramientas. Compaginaba el trabajo en casa y el cuidado de los hijos con el de costurera y superados los cincuenta años descubrió su talento para el modelaje. Empezó trabajando con miga de pan en el horno de su casa y acabó haciendo figuras de arcilla, que nunca cocía, lo cual aumentaba su fragilidad.
Fue depurando su técnica hasta conseguir unas obras merecedoras de la atención del Museo de Pontevedra, donde expuso en 1971; de los niños Jesús y los pastorcillos dio el salto a los bustos a tamaño natural de Rosalía de Castro, Maside y de personajes contemporáneos que llenaban sus tardes de televisión como Félix Rodríguez de la Fuente y Jacques-Yves Cousteau, según relata su nieta Olga Vieites. Las piezas se quedaban en casa, algunas veces acababan en las de los vecinos y nunca se lucró con ellas, «porque ela dicía que non podía vender algo feito co corazón».
María Magariños, Maruja A Cuca
Aunque hace un cuarto de siglo que falleció, en mayo de 1995 a los 84 años, a Maruja A Cuca todavía se la recuerda en su tierra, por su talento artístico y por una personalidad que rompía moldes en su época pese a su apariencia sencilla y humilde. «Era unha muller moi especial, lectora e moi boa conversadora», recuerda su nieta.
Desde ayer, las nuevas generaciones cesureñas también saben quién era y lo que hacía María Figueira gracias a la iniciativa del Concello de dedicarle una calle con su nombre al pie del que fue su hogar. El descubrimiento de la placa se hizo coincidiendo con la conmemoración del 8M y se convirtió en un acto festivo no exento de emoción. Allí estuvieron Olga —la única hija viva de Maruja A Cuca,—, los nietos y los bisnietos de la que ha sido calificada como «artista naíf» —así figura en la placa colocada con su nombre— y la ocasión sirvió para exponer una pequeña muestra de su obra. La música de gaita y un pincho completaron una cita a la que acudieron numerosos vecinos con la alcaldesa Maite Tocino a la cabeza. La regidora tomó la palabra para ensalzar la figura de María Magariños y de otras mujeres que como ella vivieron tiempos difíciles.
«É unha muller nacida no 1910, que sen medios nin coñecementos artísticos, de xeito totalmente autodidacta, acadou facer unha obra vastísima. O que pretendemos con isto é poñer en valor ás nosas mulleres que viviron un contexto político e social complexo e pasaron desapercibidasno seu momento», señaló la alcaldesa cesureña.
Novamente, asistimos a outra operación exitosa e perfectamente xestionada pola brigada de demolición controlada que goberna Pontecesures.
Moito nolo temíamos cando, no pasado Pleno de setembro, preguntábamos ao concelleiro de obras o custo de non ter reparado unha rotura na canle de abastecemento co que se subministra a agua potable do noso pobo de xeito inmediato e ter que conectarnos aos bombeos do Lapido, no veciño concello de Padrón. O concelleiro, sen nengún reparo, afirmaba entón que o custe ía ser “desorbitado” e… tanto que o foi.
A rotura da cámara na canle de abastecemento de agua de Pontecesures produciuse o pasado 24 de agosto. A obra para a súa reparación, por un importe de 21.997,80€, estivo sen adxudicar ata o 29 de setembro. Durante este tempo engadido ao que duraría a reparación da infraestrutura, consumimos 81.597 m3 de agua bombeada desde o Lapido.
No Pleno extraordinario de 28 de febreiro coñecemos o importe “desorbitado” do que falaba o concelleiro de obras: 19.097,18 €, case o mesmo que custou a obra de reparación. Unha cantidade esta da cal se podería ter aforrado boa parte se a reparación da canle de abastecemento se tivera iniciado por procedemento de urxencia e non se tardara máis de un mes en licitar a súa reparación.
Este é a maneira de xestionar do BNG e PSOE os cartos de toda a veciñanza. Con estas trazas, cabe pensar que vai a ser unha lexislatura de dilapidar cartos pola falta de previsión e organización entre os membros do goberno, coa alcaldesa á fronte. Nos escasos dez meses que levan gobernando xa apuntan maneiras.
La alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino, presentó esta mañana la hoja de ruta del gobierno local, que busca asentar una grande área residencial, deportiva y de servicios en A Tarroeira como alternativa al polígono industrial previsto por la Xunta. Se trata de una propuesta, según destacó Tocino, ya que quien promueve el desarrollo de los terrenos es el ejecutivo autonómico, que adjudicó el diseño del PIA de Pontecesures por 100.000 euros.
Esta misma semana, el portavoz popular, Manuel Vidal Seage, anunció que la formación había presentado un escrito ante la Valedora do Pobo para que medie ante el Concello y que facilitase toda la documentación e información existente sobre este proyecto ante la postura “escurantista” del bipartito, añadía. Una acusación desechada por Tocino, que negó “calquera tipo de escurantismo no proceder do Concello sobre o polígono” y subrayó que “sempre que o portavoz do PP preguntou sobre a Tarroeira nas sesións plenarias, explicouse que dende o goberno local íase propoñer ao Instituto Galego de Vivenda e Solo unha alternativa ao proxecto da Xunta”.
Así, la propuesta del grupo de gobierno de Maite Tocino pasa por crear en A Tarroeira una grande área residencial, deportiva y de servicios. De esta forma, la idea del bipartito consiste en desarrollar en los 326.000 metros cuadrados disponibles un espacio polivalente en el que se sitúe varias área: vivienda pública, comercial, zonas verdes y zona de ocio, un espacio de equipamientos deportivos y de uso agrario, en el que se podrían desarrollar, por ejemplo, cultivos ecológicos.
Sobre asentar grandes industrias en esta zona, Tocino considera que “non é de recibo” instalar nuevas empresas “no medio” de casas y de equipamientos, ya que a “escasos” 100 metros de las parcelas del polígono hay un centro de salud, un colegio, un instituto, una escuela infantil y distintas instalaciones deportivas.
Precisamente la promoción de vivienda sería la más buscada por el ejecutivo, que recuerda que en los últimos diez años a compraventa de casas y pisos diminuyó considerablemente los precios del alquiler aumentaron casi un 50 %.Una propuesta que los populares no entienden como idónea, ya que siguen apostando por el polígono industrial de A Tarroeira como la mejor solución en este campo para el futuro y desarrollo de Pontecesures.